ESTACIONES DE UN DÍA INFINITO (ALEJO URDANETA)
ESTACIONES DE UN DÍA INFINITO (POEMA) ALEJO URDANETA ESTACIONES DE UN DÍA INFINITO * En la plenitud nos alcanza el verdor desde la llana lejanía. Antes del crepúsculo, los sonidos atenúan su claridad hasta la umbría nocturna. Oscuro parece el interior agreste del mundo, sin esperanzas, con la carga de la duda creciente en los sentidos. * Permanece alerta el impulso de un ánima conocida, y nos invita a recibir la vida en su luz matinal. Riqueza espiritual en el destello del sol, todavía luciérnaga en el silencio que anuda su lazo. * Sobre el cuerpo inerte el gozo estaba quieto. Esperaba otra primavera. Nueva vida deseaba abrirse, con flores, señal de alegres días, ser el porvenir que apaga el dolor. En la tierra y el gran valle es la primavera. * Se desvanece el floral, llega el verano. Desciende el rumor del río, senda musical del torrente alrededor de montes, campos, hondonadas, como las horas verdes de