La nueva gerencia del sector eléctrico venezolano (III):La productividad y el trabajo en equipo (G. Gonzalez Urdaneta)
La nueva gerencia del sector eléctrico venezolano
(III): La productividad y el trabajo en equipo
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami 24 junio 2022
Se ha definido la productividad como el grado de eficiencia en la producción de
bienes y servicios. Al incremento de la productividad nos obligan tanto nuestra
propia satisfacción profesional como el cumplimiento de las metas fijadas y las
expectativas de los supervisores respecto a nosotros. A toda la nueva gerencia
del sector electrico venezolano (SEV) les interesa desempeñarse con eficiencia y
les debe motivar el revisar continuamente su perspectiva acerca de la
productividad.
Mi motivación
a reflexionar sobre la forma en que deben hacer su trabajo y el de sus
colaboradores nace, de haber observado, en más de 60 años de ejercicio
profesional en el sector público y el privado algunas características comunes,
particularmente en el sector público que el único vigente desde el 2007 en que
estatizó el sector privado:
- Un exceso de burocracia en algunos trámites rutinarios y consultas
internas;
- Poca iniciativa y creatividad en aportar nuevas ideas y soluciones;
- Una actitud muy marcada a “protegerse la espalda” y no tomar ningún
riesgo;
- Pérdida de la oportunidad en la eliminación de obstáculos para
solucionar problemas;
- Poca profundidad en el manejo de los detalles y eliminación de los
cabos sueltos;
- Falta de coordinación con los supervisados para obtener su
cooperación;
- Poca capacidad para negociar y persuadir; y
- Limitado contacto con el entorno externo para ampliar el mundo
profesional.
Peter Drucker señala, en Practice of Management,
que “el primer requisito para lograr un óptimo desempeño laboral consiste en
aplicar la ingeniería del trabajo individual para alcanzar una eficiencia
máxima”. En pocas palabras, la clave radica en el trabajo y en la manera en
que éste se ejecuta. Si aceptamos la proposición de Drucker podemos iniciar
el de reconstrucción y modernización del SEV
y que nos conduzca hacia un desempeño mejor.
Cada uno de los lideres versátiles requeridos para
el proceso a iniciar una vez de vuelta a la democracia, deben analizar
su actividad profesional acumulada de forma que, al estar conscientes
del perfil de su desempeño en áreas claves del negocio, puedan reestructurar
dicha actividad y mejorar en forma significativa su capacidad general y la de
sus colaboradores.
La simplificación
del trabajo es una técnica mediante la cual los supervisores y los
empleados pueden mejorar sus métodos de trabajo y reducir la burocracia,
entendiendo a ésta como una restricción
en nuestro desempeño óptimo. Un beneficio colateral es que contribuye a
fomentar la motivación y el trabajo en equipo entre los empleados y sus
supervisores. En la práctica, el análisis del trabajo y el método de
mejoramiento se centran en los elementos específicos que componen la tarea a
fin de identificar y eliminar el tiempo perdido o las actividades innecesarias.
Los beneficios laterales se derivan de la participación de los empleados, de su
aceptación de las metas para el mejoramiento del trabajo y de su cada vez mayor
conciencia de la necesidad de la eficacia.
Todo trabajo y toda operación en la que intervenga
el factor humano son susceptibles de ser perfeccionados y una buena aplicación
de este procedimiento debe resaltar: La importancia de la productividad; la
reducción de los innecesarios; la eliminación de los errores, y la existencia
de buenas medidas de seguridad, no sólo para alcanzar la mayor eficiencia sino
también para mantener la competitividad de la empresa.
Uno de los beneficios a largo plazo de la técnica
de simplificación del trabajo es que los empleados aceptan los cambios. No sólo
ven la necesidad de mejorar, sino que tienden a buscar la oportunidad de
hacerlo. Como es natural, el sistema de recompensas de la empresa debe incluir
el reconocimiento de los cambios exitosos.
El uso del desacuerdo
y la crítica constructiva puede convertirse en un factor de éxito en una
organización. Suele suceder con frecuencia que no es la dirección la que sabe
más y, a falta de cuestionamientos y críticas, a veces se pueden tomar
decisiones sin considerar los posibles beneficios de otras opciones. Igualmente
pasa que las ideas procedentes de personal al que no se le ha dado
·
Intervienen más personas en la
realización de las actividades, en la resolución de los problemas y en la toma
de decisiones, con resultados beneficiosos;
·
Se obliga a las personas a
cuestionar sus suposiciones y a buscar nuevos métodos;
·
Se producen mejores ideas;
·
Se evidencian y resuelven
problemas muy antiguos;
·
Permite que las personas
clarifiquen sus puntos de vista;
·
La tensión estimula el interés y
la creatividad; y
·
El personal tiene la oportunidad
de probar sus ideas y su capacidad.
Los expertos en ciencias del comportamiento señalan
que las organizaciones que cuestionan sus suposiciones – o permiten que así se
haga – y someten las ideas a la crítica, alcanzan una perspectiva distinta y
más amplia de las cosas, lo que a su vez se traduce en innovaciones muy
provechosas.
Las presentes reflexiones
no pretenden agotar el tema de la productividad dentro de la reconstrucción y
modernización del SEV, todo lo contrario, buscan iniciar su debida
consideración, análisis y discusión por parte de la nueva gerencia y a todo
nivel y que se proceda a la revisión del trabajo que se ejecuta en cada una de
sus unidades, a fin de tomar medidas que permitan erradicar de la cultura
corporativa los procedimientos y prácticas causantes de los síntomas que he
venido observando y que señalé al inicio de estas notas y las que se hayan
incorporado durante las últimas dos décadas.
Las organizaciones son
básicamente un equipo constituido por sus miembros para lograr mayor
productividad, suelen buscar distintas vías. Entre ellas, se encuentra el Trabajo en Equipo. Esta filosofía de trabajo es una forma de
aprovechar los talentos de los empleados. Es un elemento clave para el éxito y
sobrevivir en el tiempo. Además, y muy importante, incrementa la motivación de
los empleados, lo cual incrementa su productividad y los beneficios de las empresas. Fomentar
la comunicación y la colaboración entre empleados y unidades organizativas y
dirigir los esfuerzos comunes hacia un mismo objetivo, impulsa el crecimiento
de las empresas.
Algunas empresas usan un protocolo de formación que
llaman bajo sombra de un experto (job shadowing) que consiste en que
cada nuevo trabajador que ingresa en la compañía trabaja durante un tiempo
junto a un experto, y de esta forma el aprendizaje de la tarea es más rápido y
eficaz, y el nuevo se integra mejor. Este protocolo de formación se basa en la
idea de que un importante porcentaje de lo que aprendemos los seres humanos lo
hacemos a través de otras personas y, por lo tanto, asimilar el conocimiento y
los métodos de un experto en la materia en la que se va a trabajar es una forma
muy efectiva de gestionar el conocimiento de todos los integrantes de la
empresa. Otro elemento que debe considerarse, según la consultora McKinsey, es
integrar una red social corporativa que, además de aumentar un 25% la
productividad de los empleados, suele aumentar
el sentimiento de pertenencia a la organización.
El trabajo en equipo es, en primer lugar,
una evolución cualitativa de los grupos de trabajo. Es una manera
organizada de trabajar entre varias personas con el fin de alcanzar metas
comunes. En el trabajo en equipo las habilidades de los integrantes son
complementarias, mantienen una responsabilidad individual y mutua, además de un
marcado compromiso común por los objetivos. Generan una sinergia positiva a
través del esfuerzo coordinado de sus integrantes. Como resultado, logran mayor
rendimiento, productividad y satisfacción personal.
Muchas veces de manera errónea se utilizan los
términos «grupo» y «equipo» indistintamente. Las diferencias entre grupo y
equipo de trabajo son muchas, especialmente, si se habla de resultados. El
desempeño de un grupo de trabajo depende de lo que hace cada uno de sus
miembros. En contraste, el de un equipo incluye los resultados individuales y
el producto del trabajo colectivo. Es decir, aquello que dos o más miembros
producen juntos como aportación real.
Según los especialistas en recursos humanos, en el trabajo
en equipo existe la presencia de un líder, que guía y conduce el equipo,
pero no lo controla. El rol de liderazgo es compartido. Las reuniones son
debates abiertos donde los miembros colaboran en las soluciones de problemas
con clara cohesión, espíritu colectivo concentrados en las tareas y satisfacción
por la calidad de sus procesos de trabajo. El trabajo se discute, se realiza en
conjunto y reina la cooperación entre los miembros. Todos son el “motor” del
equipo. Los integrantes tienen responsabilidad por ellos mismos al igual que
por el equipo. El desempeño se mide de manera directa, por medio de la
evaluación de los productos del trabajo colectivo. Tienen innovación constante
pues se mejoran los procedimientos existentes o se inventan nuevos y se busca
obtener los mismos resultados o mejores con menos recursos. Entre todos se
logra una integración armónica de las funciones y actividades a desarrollar.
Muchos expertos han buscado la mejor forma de hacer
que el trabajo en equipo funcione de forma eficaz. Tom Peters, considerado para
muchos, el padre del Management moderno, estudió los factores necesarios para
que los equipos alcanzaran un alto rendimiento. En sus hallazgos detectó cinco
componentes del trabajo en equipo necesarios para lograr un alto desempeño: las
cinco C del trabajo en equipo: Complementariedad, coordinación,
comunicación, confianza y compromiso.
Cada miembro debe poner sus habilidades y
conocimientos diferenciales al servicio del equipo, complementariedad que
permite alcanzar logros que de manera individual no sería posible. El líder
debe conocer las potencialidades de cada uno de los miembros y de esta manera, bajo
su coordinación, podrá asignar cada una de las tareas a la persona
idónea para realizarla. Se considera que un elemento esencial para coordinar
las acciones individuales y colectivas del equipo es una comunicación
abierta, clara y oportuna. Así, cada miembro conoce qué tiene que hacer y cómo
hacerlo. Los integrantes deben creer en sus capacidades y en las de los demás
para el logro del objetivo común. El líder debe explicar de manera clara y
concisa el proyecto al equipo, las labores que realizará cada persona y cuál es
el objetivo final que se quiere conseguir. Es importante destacar que la confianza
no se genera en «un abrir y cerrar de ojos». Por eso, es importante
cuidarla y crearla poco a poco. Se debe priorizar las necesidades e intereses
del equipo por encima de los intereses personales. Los miembros del equipo tienen
el compromiso de poner sus capacidades y talentos al servicio del grupo.
De acuerdo con Stephen P. Robbins, en su libro Comportamiento
Organizacional, «cada equipo tiene necesidades diferentes y debe
seleccionarse a sus integrantes de modo que se garantice que se cubrirá la
totalidad de los distintos roles.» Robbins identifica nueve roles potenciales
en los equipos (en muchos equipos, los individuos juegan roles múltiples).
El líder versátil al constituir su equipo de
trabajo necesita identificar y entender las fortalezas que se requieren y
seleccionar a sus miembros con estas en mente para poder cumplir todas sus
asignaciones de trabajo y aprovechar al máximo los estilos de trabajo de que
dispone. Los nueve roles en un equipo de trabajo son: Integrador, coordina
e integra; Creador, inicia las ideas creativas; Asesor, estimula
la búsqueda de más información; Salvaguarda, libra las batallas externas;
Controlador, examina los detalles y refuerza las reglas; Productor,
da dirección y seguimiento; Organizador, proporciona estructura; Asesor,
ofrece análisis amplios de las opciones y Promotor, celebra las ideas
una vez iniciadas.
Las ventajas del trabajo en equipo son innegables.
El trabajo dentro de un equipo bien cohesionado, tiene importantes beneficios
tanto para los individuos como para las organizaciones. Pero cabe destacar que
para que un equipo las disfrute deberá contar con una buena organización y que
los objetivos trazados sean realmente factibles, comprendidos y aceptados por
todos los miembros.
Entre los principales beneficios personales es que los ayuda a
sentirse parte de algo (afiliación), se trabaja con menos tensión, estrés y
disminuyen las frustraciones, ya que el trabajo compartido por todos. Hay un
aprendizaje colaborativo y mayor creatividad en los procesos de toma de
decisiones, lo cual a su vez promueve la integración y el desarrollo de las
relaciones interpersonales, la equidad, la amistad y la colaboración y se
comparten los incentivos económicos y reconocimientos profesionales.
Las empresas y organizaciones logran mayor productividad, mayor
aceptación de las decisiones al tomarse por consenso, se fortalece el espíritu
colectivista y el compromiso con la organización y crece el flujo de
conocimiento e información entre los trabajadores, lo cual conduce a mejores
ideas y determinaciones. Al ser más diversos los puntos de vista surgen nuevas
formas de abordar los problemas y aumenta el entendimiento de las perspectivas
de los demás trabajadores y se acentúa el empoderamiento y el compromiso del
personal de la empresa.
La importancia del
trabajo en equipo es que crea sinergias, fortalece a las empresas ante el
cambio, establece estructuras más flexibles y participativas, desarrolla
valores como la solidaridad, la colaboración y el sentido de pertenencia hacia
el grupo y la empresa en su conjunto. Refuerza la responsabilidad y fomenta el
desarrollo de habilidades sociales: Las dinámicas que se producen dentro de los
equipos de trabajo permiten a los integrantes desarrollar habilidades sociales.
Algunos ejemplos son empatía, comunicación eficaz y resolución de conflictos.
Para concluir, el trabajo en
equipo se distingue porque sus integrantes cooperen entre sí y compartan información. Además, que
confronten diferencias y dejen a un lado intereses personales por el bien de
todos. El esfuerzo colectivo da por resultado un desempeño que es mayor que la
suma de los resultados individuales. Tiene una gran importancia y presenta
numerosas ventajas. Pero, a su vez, requiere de esfuerzo y compromiso para
llevarlo a cabo correctamente. Una prioridad es que requiere un proceso de selección
apropiado y concienzudo.
No hay que olvidar que el
trabajo en equipo no desplazará a la oportunidad individual o a las jerarquías.
Pensamos que, más bien, reforzará las estructuras existentes o las nuevas que
se implementen. En ese sentido, les recuerdo los ocho atributos
que según Peters y Waterman – En
Búsqueda de la Excelencia – caracterizan a las empresas exitosas: Preferencia por la acción; mantienen buen
contacto con sus clientes; promueven entre su personal la autonomía y el
espíritu empresarial; fomentan que su personal conozca diversas actividades de
la empresa; optan por lo sencillo y mantienen un equilibrio entre la
centralización y la descentralización:
“El talento gana partidos,
pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos” Michael Jordan
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