Arístides Calvani: Centenario de un Ignaciano ejemplar Gustavo Gonzalez Urdaneta Miami, 19 de enero 2018


Arístides Calvani: Centenario de un Ignaciano ejemplar
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami, 19 de enero 2018

Hablar de centenarios de cualquier evento que se haya cumplido en nuestro tiempo de vida no es nunca algo fácil de celebrar pues nos estaremos refiriendo a fechas de nacimiento, o, peor aún, a sus  fallecimientos. La razon de hacerlo, pueden ser múltiples,  solemos querer manifestar nuestro agradecimiento por lo que aportaron o por ser  además parte de las nuestras, como es el caso.  El primer trimestre del año 1986 fue muy triste para mí, en enero fallecieron mis suegros y dos cuñadas y en marzo murió el ductor de mi vida, mi Padre. Ese centenario ya pasó pero siempre está presente.
Hoy celebramos el nacimiento de Arístides Calvani, quien no necesita presentación para los venezolanos que tuvimos el honor de conocerlo en vida. Descendiente de ese grupo de corsos que vinieron a radicarse especialmente en zonas del Estado Sucre, donde formaron hogares honorables y ofrecieron ejemplos de sentimientos generosos, de consagración al trabajo y voluntad de progresar en todas sus manifestaciones que aún hoy en día se hacen notar en los lugares donde se establecieron como en Carúpano, Río Caribe, El Pilar, Yaguaraparo, Irapa, Güiria y Cariaco entre otros. Varios llegaron hasta al centro del país en Carabobo y otros más allende de nuestras fronteras.
Recuerdo que una de mis primeras impresiones fue enterarme de que habia nacido en Puerto España en Trinidad donde su padre, Luis Francisco Calvani Grisanti, era Cónsul de Venezuela y su madre, era una nativa de Cumaná, Teresa Silva Carranza. La segunda impresión fue que Calvani realizó sus primeros estudios en el Colegio San Ignacio de Caracas que habia sido mi alma mater en primaria y bachillerato. Más tarde estudió también en Suiza, Bélgica y Colombia, graduándose de abogado y especializándose en derecho laboral.
Con esa formación no es de extrañar su participación en la Juventud Católica y en el Círculo Obrero de Caracas, fue diputado al Congreso de Venezuela por el Distrito Federal en 1947 y senador por el estado Sucre en 1978 y, aunque siempre actuó como independiente, se le identificaba plenamente con la Doctrina Social de la Iglesia, que era la inspiración doctrinaria del Partido Socialcristiano COPEI, del cual llegó a ser, posteriormente, Secretario General Adjunto. En 1962 fundó el Instituto Internacional de Formación Demócrata Cristiana (IFEDEC), que desde 1986, cuando el todopoderoso considero llevárselo a su lado, lleva su nombre. Fue Secretario General de la Organización Democrática Cristiana de América (ODCA). Participó en la creación de la Central Latinoamericana de Trabajadores (UTAL).
Calvani fue un notable canciller. Un Ministro de Relaciones Exteriores que desempeñó con mucho brillo esa responsabilidad. Su designación, por cierto le sorprendió a muchos, como dejo constancia Eduardo Fernandez recientemente. Decía Eduardo que todos estaban esperando que iba a ser designado Ministro de Estado para ocuparse del tema de la “Promoción Popular” que había sido un tema central en el programa de gobierno que Rafael Caldera había presentado al electorado en la campaña electoral de 1968. Esa tarea de Promoción Popular finalmente se la adjudicaron a Adela Abbo Fontana de Calvani, la insigne esposa de Arístides. Su compañera de toda la vida y también su compañera en la hora fatal del accidente aéreo que les quitó la vida prematuramente, junto con dos de sus hijas, Graciela y Maria Elena, en la selva del Tikal en Guatemala el 18 enero de 1986. Un dia antes de cumplir 68 años.
A  los 100 años de su nacimiento, los cuales se celebran hoy, 19 de enero del año 2018, queremos como ignaciano que fué,  rendirle un justo homenaje a quien fue un intelectual de gran talento, un pensador estratégico, pero sobre todo, un socialcristiano a carta cabal, luchador por la justicia social, por la reivindicación de los humildes, por el papel pastoral de la iglesia y por el poderoso vinculo del partido con la sociedad, que desde el ámbito del socialcristianismo, supo comprender los alcances del Poder y del sentimiento de los más necesitados.
La Internacional Demócrata Cristiana concede anualmente el Premio Arístides Calvani por la paz, la democracia y el desarrollo humano. Calvani y Abbo son considerados por la iglesia católica como siervos de Dios​ y actualmente se encuentran en proceso de beatificación.






ARISTIDES CALVANI  (ENERO 19, 1918   -   ENERO 18, 1986)

Descendiente de un hijo de inmigrantes corsos, Luis Francisco Calvani Grisanti y de una nativa de Cumaná, Teresa Silva Carranza, Calvani realizó sus primeros estudios en el Colegio San Ignacio de Caracas. Más tarde estudió también en SuizaBélgica y Colombia, graduándose de abogado y especializándose en derecho laboral.
Participó en la Juventud Católica y en el Círculo Obrero de Caracas y fue abogado laboral. Fue electo diputado al Congreso de Venezuela por el Distrito Federal en 1947. Aunque siempre actuó en el campo político como independiente, se identificaba plenamente con la Doctrina Social de la Iglesia, que era la inspiración doctrinaria del Partido Socialcristiano COPEI, del cual llegó a ser, posteriormente, Secretario General Adjunto. En plena dictadura del general Marcos Pérez Jiménez fue presidente del grupo civil denominado "Liga de la moralidad", que desarrolló en 1953 una intensa campaña publicitaria en contra de los concursos de belleza llegándose a publicar en los diarios del país un documento donde se exhortaba a las niñas a no participar en el Miss Venezuela considerando este evento un acto lleno de "inmoralidad y deshonestidad".
Tras la caída del dictador Pérez Jiménez, Calvani fue nuevamente electo diputado, esta vez por el Estado Táchira(1959-1964) y participó en la redacción de la nueva Constitución aprobada el 16 de enero de 1961 por el entonces Congreso de la República (actual Asamblea Nacional). Durante la primera presidencia de Rafael Caldera (1969-1974) ocupó el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores. En esa función puso énfasis en aumentar la influencia venezolana en el Caribe y Centroamérica, que consideraba su esfera de acción geopolítica natural. En ese sentido luego de pasados 4 años de la firma del Acuerdo de Ginebra sin llegar a resultado alguno, se decide firmar en la capital de Trinidad y Tobago el Protocolo de Puerto España del 18 de junio de 1970, con el fin de congelar por doce años los reclamos fronterizos con Guyana. Adicionalmente, mediante la fórmula del «pluralismo ideológico», se dejó de lado la «doctrina Betancourt» al reconocer a varios gobiernos latinoamericanos no democráticos (excepto Cuba y Haití), aunque se rechazó la abolición del artículo 9º de la Carta de la OEA. Por otro lado se iniciaron conversaciones con Colombia sobre diferendos territoriales pendientes y se adhirió al Acuerdo de Cartagena (el 13 de febrero de 1973) que daría lugar al Pacto Andino. En 1972 se denunció -por incompatibilidad con el Pacto Andino- el Tratado de Reciprocidad Comercial con Estados Unidos, en un acto representativo de la toma de distancia con dicha potencia.
Fue también Senador por el Estado Sucre (1979-1983). En la década de 1980 dio apoyo a los candidatos demócrata cristianos de Centroamérica para promover salidas democráticas a las guerras civiles en las cuales se hallaban inmersas buena parte de las naciones de esa región. Fue uno de los teóricos del socialcristianismo, inspirándose en Jacques Maritain. Asumió una posición contraria al «individualismo liberal y el totalitarismo marxista» y destacó el papel social de la empresa.
La docencia fue una vocación constante en Calvani. Dio clases en la Escuela de Servicio Social, en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Católica Andrés Bello fue profesor de Introducción al Derecho, de Filosofía del Derecho y de Filosofía Social. Creó la Escuela de Ciencias Sociales en la Universidad Católica Andrés Bello en septiembre de 1959. El 10 de julio de 1962 fundó el Instituto Internacional de Formación Demócrata Cristiana (IFEDEC), que desde 1986 lleva su nombre. Participó en la creación de la Central Latinoamericana de Trabajadores. Fue Secretario General de la Organización Demócrata Cristiana de América.
En un accidente de aviación en el norte de Guatemala perdieron la vida Calvani, su mujer Adela Abbo Fontana y sus hijas Graciela y María Elena. La Internacional Demócrata Cristiana concede anualmente el Premio Arístides Calvani por la paz, la democracia y el desarrollo humano, que han recibido, entre otros, Andrés PastranaRicardo Arias Calderón y Emil Constantinescu.
Calvani y Abbo son considerados por la iglesia católica como siervos de Dios1​ y actualmente se encuentran en proceso de beatificación. 

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