Venezuela: ¿Adónde vamos este 10 de enero? Gustavo Gonzalez Urdaneta
Venezuela: ¿Adónde vamos
este 10 de enero?
Gustavo
Gonzalez Urdaneta
Miami, 19
diciembre 2018
Desde mi
artículo del 9 de julio 2017 “La crisis venezolana alcanzo su Tipping Point” han
pasado dieciocho meses y para esa fecha ya se daban las tres características
que definen un TP (punto de inflexión): la crisis se habia contagiado en todo
el país; estaban en curso pocas acciones que podían tener grandes efectos; y
los cambios que se esperaban podían no ser graduales sino dramáticos. Ahora,
sin embargo, nos estamos haciendo la pregunta ¿Adónde vamos Venezuela, este 10
de enero?
Algunos
señalan que es hora de actuar, que ya no hay tiempo para la retórica y que la
palabra la tenemos todos los venezolanos y hacen un llamado a la ayuda
internacional de los países hermanos amantes de la libertad y la democracia y
que cada uno haga su parte.
Mis
querido compatriotas, al régimen del señor Maduro no le importa si los venezolanos
se quedan o se van, dan su consentimiento o no, sobreviven o se mueren de
hambre, ni las sanciones que le han aplicado, él ha sobrevivido dentro del colapso
económico nacional. Es una lección grotesca para el mundo que a pesar de todos
los esfuerzos realizados no se haya logrado destituirlo.
Creo que
es pertinente, al tratar de responder la pregunta que hoy nos hacemos, recordar
algunas de las acciones en curso desde hace más de año y medio que debían
llevarnos a sacudirnos un régimen que ha convertido al país en un Estado
Forajido y Fallido. No se trata de retórica sino de recordar lo que cada uno ha
hecho, ha dejado de hacer o, peor aún, se ha negado a hacer a pesar de haberse
planteado desde hace ya varios años. Eso nos ayudará a responder en parte
nuestra duda actual sin que lleve implícito ningún tipo de culpabilidad.
La primera acción a recordar fueron las
elecciones presidenciales de Venezuela para el período 2013-2019 posterior a la
muerte del presidente anteriormente electo Hugo Chávez que se realizaron el
domingo 14 de abril de 2013. La principal coalición opositora que participaba
en la elección fué la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), representada por
Henrique Capriles Radonski. Nicolás Maduro ganó estos comicios por el 50.61 %
de los votos contra el 49.12% de Capriles.
En la
noche del 14 de abril, Capriles desconoció el boletín oficial emitido por el Consejo
Nacional Electoral (CNE) y llamó a un reconteo total de los votos, ya que según
su comando de campaña se habían detectado al menos 3.500 supuestas
irregularidades durante el proceso de votación, lo cual fue apoyada por los
gobiernos de España, Francia, Estados Unidos, Paraguay y el secretario general
de la OEA, José Miguel Insulza. A pesar de todas las denuncias e impugnaciones
presentadas por Capriles (al menos 10), el 19 de abril de 2013, Maduro inició
su mandato formal para culminar el periodo constitucional 2013-2019.
La segunda acción fué la elección
parlamentaria del 2015 que se celebró el 6 de diciembre para renovar todos los
escaños de la Asamblea Nacional (AN) y que fueron las primeras elecciones
parlamentarias que se celebraban después de la muerte de Hugo Chávez. Fueron
los cuartos comicios legislativos nacionales desde la Constitución de 1999, que
estableció la creación del actual órgano legislativo. Las elecciones resultaron
en la victoria de la MUD con 112 de los 167 diputados de la Asamblea Nacional (AN),
o sea el 56,2% de los votos, y la primera victoria electoral de peso para la
oposición en 17 años.
Lamentablemente,
en mi opinión, poco ha sido el provecho derivado a la fecha de esta primera
victoria tan determinante para la oposición. En ese entonces, el recién electo
presidente de la AN, Henri Ramos Allup, vociferó a todo gañote que en seis
meses sacaban a Maduro y todos sus adláteres. Muy a pesar nuestro, no solo no
lo cumplió, sino que el 30 de julio de 2017, el régimen realizó elecciones para
los miembros de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y el 4 de agosto se
instaló formalmente en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo
(también sede de la AN). La ANC ha sido parte del bloqueo continuo a la AN
legal juntamente con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Previamente, el 6 de
julio 2017, se dió la consulta popular promovida por la AN, sobre la cual
volveremos más adelante y el 21 de julio la AN nombro' el TSJ en el exterior
cuyas decisiones no han tenido mayor trascendencia.
La tercera acción, a tener presente hoy en
dia, son las protestas en las calles. El 1 de abril de 2017 empezó en Venezuela
la segunda ola de protestas antigubernamentales masivas registrada durante la
presidencia de Nicolás Maduro y la cuarta de la “era chavista”, inaugurada en
1999. Los otros ciclos de manifestaciones tuvieron lugar en 2014, en 2007 y
entre los años 2001 y 2003, cuando el difunto Hugo Chávez (1954-2013) fue
objeto de un intento de derrocamiento (11.4.2002). Siguiendo órdenes de Maduro,
el TSJ emitió sentencias que despojaron de sus facultades al Parlamento el 28 y
el 29 de marzo de 2017. Enseguida, la MUD, llamó a marchar contra el golpe de
Estado sin la venia de las autoridades pertinentes.
Desde
que el TSJ emitió su sentencia contra la AN en marzo 2017, que luego suprimió,
el país se sumió en una crisis institucional agravada por los problemas
sociales y de desabastecimiento de productos básicos. Como respuesta a la
sentencia los venezolanos se tomaron las calles por más de 100 días. Hubo
protestas tanto de la oposición como del oficialismo. Según fuentes oficiales
91 personas murieron en este periodo y hasta el 20 de junio se reportaron un
total de 1.413 heridos. El director del Foro Penal, Alfredo Romero, aseguró la
primera semana de julio que en Venezuela los presos políticos van en aumento,
pues mientras “al comenzar las manifestaciones eran 117”, ahora “son más de
400”.
Atizar el entusiasmo de sus seguidores es un serio
desafío para una oposición no-integrada, que ve menguar intermitentemente la
respuesta a sus convocatorias por razones diversas, desde las exigencias de la
vida cotidiana –ir y venir del trabajo o buscar empleo, conseguir medicinas y
alimentos para la familia son auténticas odiseas– hasta los riesgos para la
integridad física. Venezuela registró 89 muertes violentas por cada 100.000
habitantes en 2017, lo que se traduce en 26.616 víctimas, un descenso de casi
un 3% respecto a las cifras del año anterior y mantiene al país caribeño en el
segundo lugar en la lista de países más peligrosos del mundo, encabezada por El
Salvador.
¿Cómo ha
sido el proceso de diálogo en Venezuela? Luego de los hechos violentos
promovidos por la derecha en febrero de 2014, Nicolás Maduro invita a la
oposición a establecer un diálogo y de esta manera resolver la tensión política
del país; la coalición opositora MUD anuncia que no asistirá. En abril de ese
mismo año, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) envía una comisión de
cancilleres. El Vaticano consigna un representante apostólico. La oposición
aceptó y se entablaron las negociaciones. En octubre de 2015, La MUD rechaza
nuevamente el diálogo y luego de las elecciones parlamentarias, que se
realizaron en diciembre, Maduro insiste en el diálogo, pero los dirigentes
opositores se negaron a entablar conversaciones. Aun cuando el dialogo nunca
contó con el apoyo de la mayoría opositora constituyo la cuarta accion de la oposición que si lo avalaba.
Para
marzo de 2016 se celebró la primera reunión en República Dominicana para que
representantes del Gobierno y oposición iniciaran las conversaciones y el ciclo
de reuniones continuó durante 2016 y 2017 hasta febrero 2018 sin haberse
llegado a ningún acuerdo que se haya ejecutado, pero si le dio oxígeno al
gobierno ante las presiones previas resultantes de los triunfos del 6D-2015 y
el 16J-2017. Esto era de esperarse pues en el ánimo del gobierno lo que
prevalecía era darle continuidad a su gobierno hasta el 10 de enero 2019, razon
de las presentes reflexiones.
La quinta acción, correspondió a la
consulta nacional de Venezuela de 2017, también llamado plebiscito nacional, que
fué una consulta popular convocada por la AN la cual se celebró el 16 de julio
de 2017. Esta jornada se realizó en respuesta a la crisis institucional por la
que atravesaba el país. Este proceso electoral se diferenció de procesos
anteriores debido a que se trató de un acto de desobediencia civil, en el
contexto de la aplicación de los artículos 333 y 350 de la constitución
venezolana, en el cual se desconoce al CNE y al TSJ, debido a lo que la
oposición consideró la «ruptura del hilo constitucional» generada por ambos
poderes.
El
gobierno venezolano desconoció los resultados de la consulta por considerarlos
inconstitucionales. La presidenta del CNE pidió que no se generaran falsas
expectativas y sostuvo que el proceso no tenía validez jurídica. El contralor general
lo rechazó al sostener que "la figura del plebiscito no aparece en la
Constitución", y el defensor del pueblo afirmó que los resultados no
serían vinculantes. Por otra parte, numerosos gobiernos expresaron su apoyo a
la consulta y las Naciones Unidas instaron a que se respetaran los resultados. Por
su parte la AN no ejecuto' ninguno de los tres objetivos propuestos incumpliendo
el mandato de la Sociedad Civil (SC) dado el abrumador apoyo nacional e
internacional que tuvo dicha consulta. Todo lo contrario, se habia prestado
desde antes a participar en la serie de diálogos ya descritos con el gobierno.
La sexta acción
que debía haber tenido gran efecto con resultados rápidos y certeros es la Cooperación
Internacional (CI). Desafortunadamente, no habíamos tenido mucho éxito con las
CI previas: El Centro Carter (2002-2004), el bien intencionado Luis Almagro desde
la OEA (2015), aun en curso, y el dialogo inútil ya citado donde participó
hasta el Vaticano.
El Grupo de Lima (GL), es una instancia
multilateral que se estableció tras la denominada Declaración de Lima, el 8 de
agosto de 2017 en la capital homónima, donde se reunieron representantes de 14
países con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis
en Venezuela. Entre otras cosas, exige la liberación de los presos políticos,
pide elecciones libres, ofrece ayuda humanitaria y critica la ruptura del orden
institucional en el país sudamericano. Surge tras la Declaración de Lima el 8
de agosto de 2017, luego de que los países afines a esta instancia y algunos
otros no lograran activar en la OEA la Carta Democrática Interamericana sobre
Venezuela por la ruptura del orden constitucional del mencionado país debido al
bloqueo de votos a favor de la resolución por parte de países caribeños afectos
por interes al gobierno venezolano.
Los doce países del GL tienen un empate técnico en
sus últimas decisiones. Primero, lamentablemente, expresaron en un comunicado
conjunto del 16 de septiembre 2018, "su preocupación y rechazo ante
cualquier curso de acción o declaración que implique una intervención militar o
el ejercicio de la violencia, la amenaza o el uso de la fuerza en
Venezuela". Abogaron por "una salida pacífica y negociada" para
restaurar la democracia en Venezuela y a superar la "grave crisis
política, económica, social y humanitaria que atraviesa ese país", por lo
que reiteraron que continuarán promoviendo iniciativas para este fin en el
marco del derecho internacional.
Segundo, además de haber rechazado en su
oportunidad la convocatoria y desconocido el resultado de las elecciones
presidenciales de Venezuela de 2018, la canciller peruana Cayetana Aljovín
informó que la presencia del presidente Nicolás Maduro en la Cumbre de las
Américas de 2018 «no será bienvenida en dicho encuentro», citando a la
declaración de Quebec de 2001, la cual señala que «la ruptura de la democracia
constituye un obstáculo insuperable para la participación de un Estado en la
Cumbre de las Américas». Bajo este
empate interno del propio GL, les corresponde, en parte, responder a la duda del
10 de enero 2019, fecha en que Maduro pretende continuar como Presidente
reelecto en el sufragio ilegal de mayo pasado. De no hacerlo, se confirma lo de
Paul Tabori, una ligera proporción de estupidez es tan improbable como un
ligero embarazo.
La séptima
iniciativa, en curso y las más efectiva en contra del régimen de Venezuela
y sus personajes, son las sanciones aprobadas por la Unión Europea (UE) el 13
de noviembre de 2017, desde Bruselas, Bélgica contra siete miembros del
gobierno, las cuales se unen a las ya impuestas desde Washington en contra de
30 altos funcionarios venezolanos, incluidos el presidente de la nación,
Nicolás Maduro, que les prohíben hacer negocios con las nuevas emisiones de
deuda y acciones de Venezuela.
Ha sido evidente el bloqueo que las sanciones de EE.
UU. han tenido en la operatividad del régimen castrocomunista venezolano y en
sus miembros, pero, al final, los más afectados es la sociedad civil que ha
padecido el incremento de la escasez de todo más una situación
hiperinflacionaria que ha anulado el valor de la moneda nacional. Por otra parte,
no incentiva el que los cubanos llevan 60 años esperando que las sanciones
tumben al régimen castrocomunista y que las sanciones a Rusia, Irán y Corea del
Norte tampoco han sido efectivas.
La octava
acción en curso contra el régimen de Maduro esta implícita en la frase “Te
esperan en la Haya” que se conjura entre quienes esperan aplicar justicia contra
Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI), por los delitos de lesa
humanidad cometidos en Venezuela. Sin embargo, esta iniciativa no es un proceso
tan expedito ni sencillo. Hay nueve denuncias contra Maduro “archivadas” en la
Haya desde 2011 que esperan por alguna respuesta más la admitida recientemente.
Además, la actuación de la CPI depende del consentimiento del Consejo de
Seguridad de la ONU, donde el derecho a veto de los miembros permanentes que no
han ratificado el Estatuto de Roma –Estados Unidos, Rusia y China (que ni
siquiera lo firmó) – suele jugar en su contra. Dos amigos del régimen.
Queridos amigos, ningún país del GL, la OEA, ni de
la ONU, ni mucho menos su Consejo de Seguridad, cuya responsabilidad primordial
es el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, ni la CPI pueden
ignorar lo que está sucediendo en Venezuela, ni ser complaciente con la
violación sistemática de los derechos humanos de su población. Como muy bien lo
expusiera Luis Almagro, “el silencio, las excusas metodológicas o procesales,
las ausencias, el lenguaje neutro o condescendiente y mantener calladas o
descalificar las denuncias son la principal causa de que el régimen venezolano
aún torture, asesine, persiga y tenga presos de conciencia”.
Al final ¿Qué le queda y pa’ donde va Venezuela
este 10 de enero?
Hay dos puntos que están claros, el primero es que
no podemos depender de las sanciones al régimen ni a sus integrantes ni esperar
los resultados de la CPI y, segundo, aunque más importante, es que la
intervención consensuada requerida por el pueblo de Venezuela, y negada por el GL,
es por el rescate de los derechos humanos de los venezolanos que no tienen
medios propios para librarse del régimen más nefasto en toda la historia de la
república y por la vuelta de la democracia interrumpida desde hace 19 años. No
creo que existan motivos más pertinentes para hacer lo que se debe hacer y
acabar con la tiranía de Maduro y transformar el estado vasallo en que han
convertido a nuestro país.
Adicionalmente, hay dos opciones fundamentales más
que el grupo Lima, la ONU y el resto del mundo deberían considerar, y que constituirían
la novena y decima acciones para
ayudar a Venezuela: El reconocimiento formal de La Hambruna y la carencia de medicinas como Crimen de Genocidio y la declaración de El Estado de Necesidad que permite la intervención armada.
En Venezuela, miles de niños se acuestan sin comer
todos los días, nuestros compatriotas rebuscan comida en las calles, otros
mueren por falta de medicamentos para el cáncer, el sida o la hemofilia, y el
gobierno ha callado a los medios de comunicación y a otros sectores de la
sociedad, que han desaparecido las industrias. Más de 30 millones de
venezolanos le piden al mundo que no nos dejen matar, que no nos dejen solos.
Venezuela reclama la solidaridad de nuestro continente. Es innegable que “la
Hambruna” en Venezuela es un atentico genocidio.
Hay en el derecho penal clásico y en el derecho
penal de todas las latitudes desarrolladas una figura que se llama El Estado de
Necesidad. En ese estado se puede incurrir en una conducta teóricamente
infractora del derecho penal pero que queda eximida de responsabilidad por el
principio del estado de necesidad que junto a la legítima defensa son causales
de lo que llaman la justificación en la conducta indebida. Ambas, hambruna y
estado de necesidad, son innegable e irrefutables ¡por Dios Santo!
La undécima
iniciativa para implementar el dia D+1, cuando saquemos a Maduro y todos
sus adláteres, es la recuperación de los dineros sustraídos al erario en el
periodo 1999-2018. Hay un consenso entre varios amigos que la crisis del país
fué una crisis inducida para hacerse de la renta petrolera y otras riquezas
naturales del país. La corrupción en Venezuela es considerada alta para los
estándares mundiales y es prevalente en todos los niveles de la escala social
venezolana pública y privada.
En el caso particular de Venezuela, el
descubrimiento del petróleo a principios del siglo XX ha empeorado la
corrupción pública y privada. Si bien la corrupción es una variable difícil de
medir de forma fiable, Transparencia Internacional actualmente posiciona a
Venezuela entre los 20 países más corruptos del mundo. En la encuesta de Gallup de 2014, se encontró
que el 75% de los venezolanos cree que la corrupción es generalizada en todo el
gobierno de Venezuela. El descontento
generalizado debido a la corrupción ha sido citado por los grupos de oposición
como una de las razones de las manifestaciones en Venezuela desde 2014.
El mayor foco de corrupción en Venezuela desde
1999 es la Revolución Bolivariana. Este proyecto “ideológico y social” que
comienza en 1999, con la elección de Chávez como presidente del país y se
extiende hasta el período actual de gobierno de Nicolás Maduro registra, solo
en Internet (https://es.wikipedia.org/wiki/Corrupci%C3%B3n_en_Venezuela),
treinta (30) casos públicos y privados de corrupción que van desde el famoso
Plan Bolívar 2000 hasta los más reciente casos Odebrecht y Banco de Andorra. No
hay duda del beneficio que la recuperación de dichos dineros aportaría en favor
de la vuelta a la democracia y reconstrucción del país.
Venezuela está en un callejón sin salida. Ya lo
hemos dicho antes. Mantengo la posición de que a los venezolanos no nos queda
sino la intervención directa de la comunidad internacional a través de una
fuerza multinacional concertada por un foro como la OEA, la ONU y la UE,
apoyada por EE. UU., que acuda a ayudarnos a rescatar la democracia venezolana.
Lamentablemente los que la apoyamos no tenemos poder para solicitarla y quienes
pueden hacerlo, no se atreven.
Hambruna y Estado de Necesidad! Qué más necesitan los demás países para intervenir? Hay urgencia, más no se ve premura en ninguna acción. Y mientras solo queda pedir justicia Divina!
ReplyDeleteGracias Maria Eugenia, mi hermana no logra que en sus comentarios salga identificada sino "Unknown" y tambien ignoro la razon. Creo que ella tiene razon, una de las opciones que nos queda es pedir !Justicia Divina!
ReplyDeleteOtro amigo, Mario Caires, me comento por WhatsApp "Mi posicion es extremadamente pesimista, tal vez porque estoy en el medio de la crisis". Tiene toda la razon. No hay duda que la vivencia y percepcion de cualquier cosa son diferentes dependiendo de tu posicion "relativa" y de los medios de que dispongas.
Le comentaba que una de mis dudas es sobre la "responsabildad" de cada venezolano ante la crisis, no con lo que hace o deja de hacer sino su "compromiso" ante la crisis. Que decisiones y conductas asumen que beneficie a los demas y a si mismo y su actitud ante las consecuencias de sus propias decisiones y actos. Lamentablemente el chat no es un medio apropiado para conversar estos temas con profundidad asi que lo invite a que usaramos esta seccin a tales efectos. La partida quedo del lado de su mesa.
Hoy leia en Venepress, que el Grupo Lima, a quien le doy gran parte de la responsabildad de que aun no hallamos logrado sacar al regimen actual, "no reconocera a Mauro como Presidente" a proposito de la toma de posesion el proximo 10 de enero y "no apoyara al Presidente venezolano. Me da risa que anuncien "su compromiso de explorar alternativas diplomaticas y politicas para restablecer la democracia en Venezuela".
Creo que el muy estimado GL, no oyo la respuesta de Maduro cuando los paises amenazaron con retirar sus embajadores el mismo 10 de enero: "Pueden retirarlos desde ahorita".A Maduro, los venezolanos y los paises del GL, le saben a carato, como decimos en criollo. Hasta cuando no se daran cuenta que con esta gente no es posible "colaborar para que la ruptura del proceso democratico termine de una manera pacifica y negociada sin el uo de la fuerza".
Al final, tiene razon mi hermana, solo nos queda "pedir Justicia Divina". !Oremos!!
El de arriba nunca nos falla hermano, lo que pasa es que la angustia y desesperacion nos sobrepasa y con razon. Y es verdad que para los que están en el país padeciendo ninguna explicación les consuela. El que crea como yo en el poder de la oración....que lo haga con fuerza!
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