Crónicas Chat San Ignacio’61 (III) Gustavo González Urdaneta (Editor)


Centro de Excursionistas Loyola (CEL) y otras anécdotas
Crónicas Chat San Ignacio’61 (III)
Gustavo González Urdaneta (Editor)
Miami, 15 julio 2019

A raíz de las dos primeras Cronicas, el compañero Agustin Coll nos decía que, ya que el grupo está en una onda histórica, y teniendo tan buenos cronistas y recopiladores, nos proponía, al igual como se hizo para los Seniors del colegio y los Fundadores de Villa Loyola, ir recopilando las pequeñas historias particulares, anécdotas y vivencias que cada uno tiene acerca de asuntos específicos vinculados con nuestra trayectoria ignaciana. Los temas, a título de ejemplos, que nos sugería, fueron:

1. Profesores: Raphael Bredy Laforet, Angel Albalat Urmeneta, Miguel Yaber, Fanjul, Jacobo
    Asensi, Manuel Barroso, Vicente Alonso, Eduardo Aguilar Gorrondona, Roche, Aracelis de la
    Gándara, etc.
2. Sacerdotes: Hermano(a)s y personal administrativo: J.M. Salaverria, Francisco Arruza, Samuel
    Petit, Gregorio Lanz, Julio Velilla, Igoa, Pedro, Muskus, Lecumberri, etc.
3. Excursiones: CEL al Ávila y al interior del país.
4. Deportes: Futbol, beisbol, natación, atletismo, basquetbol, etc.
5. Fiestas y celebraciones: Alí Rajame el Coco, verbenas, etc.
6. Religiosidad: La Virgen del Colegio, misas, rosarios, primeros viernes, retiros espirituales,
   clases de religión, etc.
7. La Banda Seca: Sus desfiles, sus miembros, etc.
8. La disciplina jesuíta: en todas las actividades que hacíamos esos años.
9. Los compañeros ausentes: Aquellos que ya no están con nosotros y a los que le hemos perdido
    la pista, pero aun recordamos.

La lista, nos indicaba, era meramente enunciativa; no pretendía agotar los temas ni los ejemplos y cualquier sugerencia seria bien recibida.

Le contesté que se me antojaba que podríamos continuar con el CEL y las excursiones en los cerros de Caracas y en el interior: Galipán, Ño Tigrito, La Silla de Caracas, Naiguatá; las haciendas en San Diego de los Altos, Humocaro Bajo; la Colonia Tovar, Ocumare de la Costa, los Canales de Rio Chico, etc. En esa oportunidad circule su propuesta en el chat y por correo para incentivar su inicio.

Un poco para hacer historia hasta 1961, en honor al título de la crónica y en base a los documentos consultados, en el año 1934 empezó la Sección Excursionista del Loyola S.C. bajo la dirección del P. Feliciano Gastaminza. En el año 1938, el 13 de octubre, en una excursión a Lagunazo se funda el Centro Excursionista Loyola. Su primer director o asesor fue el P. José María Vélaz.

Lagunazo es el punto de inicio de la parte central de la Fila Maestra que pasa por los picos Oriental, Occidental y Naiguatá. Además, es una extensa explanada ubicada al principio de la Fila Maestra justo detrás del Hotel Humboldt. Es un sitio muy concurrido por excursionistas debido a las facilidades para acampar y a la hermosa vista que ofrece. El nombre de Lagunazo se debe a que la gran explanada para acampar que allí existe, posiblemente hace miles de años era una laguna de origen glaciar, por supuesto actualmente no existe nada que se le parezca a una laguna en el sitio.

Desde 1923, Feliciano Gastaminza es, durante su magisterio, Prefecto de Mayores y profesor de Aritmética en el recién fundado Colegio San Ignacio, donde se le recuerda, y aparece, como gran impulsor de los deportes de fútbol y alpinismo y como fundador del Club Loyola y de la revista EDASI. Ya de sacerdote regresó al mismo colegio, actuando el primer año como padre Espiritual y otros ocho con el cargo de Prefecto. El 4 de junio de 1945 fallecía en Caracas.   

El Padre Vélaz, chileno de nacimiento, llega a Venezuela en 1946 y en 1954 se le envió a la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. El año siguiente, en uno de los barrios más pobres de Caracas a escasos metros del Palacio Presidencial de Miraflores fundó Fe y Alegría. En 1960 se retiró de la Universidad Católica para dedicarse tiempo completo a Fe y Alegría, que en esos momentos ya contaba con 6.000 alumnos de los barrios marginados de Caracas y había comenzado a extenderse a Maracaibo y Valencia. Murió en julio 1985 en San Ignacio del Masparro.

La revista EDASI (Ecos de Alumnos San Ignacio) y su nombre, tenía entendido que fue idea del tío de Jose Pedro, el Padre Pedro Pablo Barnola, el primer Jesuita venezolano. Seguro que Jose Pedro nos puede aclarar el punto. EDASI, es la institución más antigua del colegio, fue fundada en el año 1933 y desde ese momento no ha dejado de cumplir su labor informativa y conmemorativa. Desde el 2010-2011está bajo la dirección del CESI (Centro de Estudiantes San Ignacio).
   
El 22 de diciembre de 1939 fue coronado el Pico Bolívar por Jorge Alfonso R., Al. Rodríguez, Carlos Ponte, Carlos Cojito Rodríguez, Arturo Sosa F., Roger Antonorsi, Gustavo Maggi, Arturo Luján, César Anzola y los Padres Vélaz, Arriortúa y Basauri, siendo juntamente con los alumnos del Colegio San José de Mérida, los primeros jóvenes venezolanos en alcanzar la cumbre más alta de Venezuela.

En la década de los años 50 y 60 merece un lugar de honor el Hno. Samuel Petit, quien fue tutor de algunos de nosotros en Cuarto Grado, gracias a su interés muchos de los celistas conocimos el Ávila y más apartadas regiones de nuestra Patria. Al final de la década de los 50 el CEL se institucionaliza. Se introduce la pañoleta y la Promesa. Los Padres Sierra, Velilla y Urquijo son los que revivieron el CEL con su empuje y organización. Varias fueron las excursiones que recuerdo con Velilla que creo en esa época era aún Hermano. Para los interesados pueden consultar el link: https://www.colegiosanignacio.com.ve/portal/csi/index.php/historia-cel.

Un poco para cerrar lo referente a la historia del CEL, es imposible no mencionar al Padre Pedro Galdós SJ, por cuanto me encontré con un artículo titulado “La Pasión por las Cumbres” que no necesita ningún complemento, pero sí alguna aclaratoria por parte del colegio sobre la paternidad del CEL, y, que transcribo su primer párrafo:

“Pedro Galdós, S.J., alias “Perico”, es el fundador del Centro Excursionista Loyola (CEL). Para él la formación extraescolar es tan importante como la académica. Las enseñanzas que ofrece el excursionismo y el conocer Venezuela los identifica más con el país y los hace más ignacianos. Galdós considera que el CEL ha sido para él la labor más gratificante. Oficiar misa en el Ávila o en Las 5 Águilas con muchachos llenos de tierra, que comparten tienda, comida, enseres y el agua caracterizan la personalidad de este jesuita que ama ante todo la naturaleza. Los celistas sienten a Dios en la naturaleza, y las enseñanzas que reciben no son nunca pasajeras. Ellos conocen la realidad venezolana palpándola y no sólo a través de los textos, es tan cierto la peculiaridad del celista que después de graduados y con familia conforman el CEL Senior”.

Me inclino por creer que el origen del CEL es el descrito y su precursor, debió ser, el Padre Feliciano Gastaminza en 1934 y que el Padre Pedro Galdós, quien llegó al colegio en 1964, fue/es asesor y promotor del CEL como se menciona en una entrevista que le hace Andres Guevara en el 2006 y para quienes estén interesados en conocer más en detalle pueden leer en el siguiente link:

Hasta la fecha no se han recibido anecdotas sobre las actividades del grupo SIg’61 relacionadas con el CEL. Recuerdo varias excursiones en las que participé, pero no estoy seguro si eran promovidas por el CEL o por nuestros tutores o nosotros mismos.

Uno de los paseos que con más claridad ha perdurado en mi mente hasta hoy, fue una o dos excursión-campamento que hicimos a la Colonia Tovar a la casa de los Jahn, enfrente de la plaza, la escuela y la iglesia. Estaba en el centro de la colonia. Las carpas las poníamos en los jardines, pero había varios que dormían en hamacas y chinchorros en los pasillos alrededor de la casa. No se nos permitía dormir dentro de la casa, pero si visitamos su interior a escondidas, que más adelante les cuento.

Hay varias cosas que perduran en mi mente. La primera, es que la carretera de acceso a la Colonia aún estaba en construcción o en mantenimiento, el caso es que nos encontramos con obreros en el camino porque una parte había que hacerla a pie pues los rústicos en que íbamos no podían pasar con tanta gente adentro. Recuerdo haberle preguntado a uno de los trabajadores que adonde iba esa carretera y me contestó algo que jamás se me olvidó ¡Al país de irás y no volverás! Seguro era para meternos miedo, pues después supe que esa carretera la había construido Gomez con los presos. No sé si ese era el caso ya en nuestra época.

La segunda, es la historia propia de la Colonia que todos ustedes ya se la saben. Esa época debió ser cuando estábamos en la segunda parte de la primaria y en la época de los Hermanos Petit e Igoa quienes fueron grandes promotores del CEL. La colonia tenía pocas casas y se decía que la mayoría de las familias eran cruces entre ellas mismas por su aislamiento. Había algunos personajes raros. En ese tiempo no había prácticamente turismo. Había muchos sitios que visitamos, entre ellos recuerdo un molino de agua que no estoy seguro para que lo usaban. Recuerdo que una vez nos pusimos a hacer prácticas de tiro de puñal a un árbol y nos regañaron, en mal español, unos alemanes porque estábamos “ordeñando” el árbol pues salía una especie de leche del árbol. Era el sitio donde estaba el hotel Selva Negra, fundado en 1938, que tanto éxito tuvo después.

La tercera era la propia casa. Por dentro era tétrica pues no encontramos, ni queríamos, prender la luz, si es que la había. Nos manejábamos a punto de linternas y afuera con las famosas lámparas de excursión Coleman. Una noche nos escabullimos de los curas y un grupo nos aventuramos a recorrer la casa por dentro, de hecho, los que estaban en los pasillos exteriores ni se enteraron o se hicieron los locos. Lo más espectacular era una especie de ático tipo estudio donde había una calavera encima de un escritorio y muchos otros especímenes propios de un científico y una placa con el nombre de Alfredo Jahn.

Después me enteré, por un vecino de El Rosal que se llama igual y es descendiente, que Alfredo Jahn (1867-1940) cursó estudios de ingeniería militar en Alemania, se graduó de ingeniero en la Universidad Central de Venezuela, institución donde fue alumno del doctor Adolf Ernst, quien lo indujo a interesarse en las Ciencias Naturales. Jahn, a lo largo de su vida reunió un herbario de más de 1.200 plantas. El Herbario Nacional de Caracas conserva su colección. Además, fundó y presidió la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (1933), y fue miembro de la Academia Nacional de la Historia. Todo un personaje, de quien nos enteramos sin buscarlo, en uno de nuestros paseos. Puede que mi anécdota no sea muy fidedigna, pero así la recuerdo.

Una vez con el Hermano Velilla fuimos a Ño Tigrito y me fue malísimo porque Velilla nos castigó a varios y nos hizo mudar la carpa a un terreno en declive, lejos, y nada plano así que pasamos una noche de muerte y amanecimos con dolores en todo el cuerpo. La verdad es que no estoy seguro porque nos castigó, pero no debió ser por nada bueno. Creo que tuvo que ver con los morrales o la comida.

Nunca me perdí una excursión a la hacienda de los Basalo Yanes, padres de Ricardo (a) El Chino -nuestro compañero por varios años-, que tenían un atractivo particular, no solo por su infraestructura sino por lo bien que la pasábamos. Voy a abusar de la memoria así que cualquier error u horror, por favor, pásenlo por alto en beneficio de los gratos recuerdos que allí disfrutamos.

La hacienda quedaba en San Diego de Los Altos y, tal vez no se acuerdan, pero en San Diego de Los Altos, nació el ilustre escritor, periodista y exponente del humanismo Cecilio Acosta; es un pueblo cercano a Los Teques y, tal vez, una parada obligatoria en los paseos a San Antonio de los Altos o a la fábrica de Arte Murano que visite varias veces estando ya en la universidad. La verdad es que el pueblo tenía sus encantos, recuerdo la plaza, la iglesia y la vegetación particular con el colorido propio de los Bucares en sus calles y plazas.

La casa, típica de una casa-hacienda mirandina, tenía unos ventanales muy grandes en su sala principal que daban a la calle y la convertíamos en dormitorio más dos o tres cuartos con literas a lo largo de un corredor que llegaba al comedor y la cocina. No me acuerdo de los baños, pero sí de la explanada que daba hacia los cerros de la hacienda. Recuerdo una especie de puente colgante que nos permitía pasar a los cerros y, a uno en particular, bien inclinado, pero de espesa vegetación por la cual nos deslizábamos en cartones y era toda una diversión cada vez que íbamos. No estoy seguro si contábamos con la aprobación de los curas que nos acompañaban.

Uno de los eventos de más interés era el apareamiento de los caballos con sus parejas. A esa edad era todo un espectáculo. Creo recordar un incidente con un disparo perdido con un rifle de balines donde uno salió mal parado y tremendo lio con los curas que nos cuidaban; en las noches nos reuníamos a echar cuentos en la sala principal. Tal vez varios se recuerden de otros detalles que agregar a futuro.

Siempre pensé que habíamos ido una vez de campamento al litoral central, no estoy seguro si fue a Ocumare de la Costa, Higuerote o Rio Chico, el día en que peleó Betulio Gonzalez su título Peso Mosca. Hablando con Roberto M llegamos a la conclusión que no pudo haber sido pues esa pelea fue en los ‘70. De todas maneras, se las recuerdo porque fue tan famosa y no se me olvida pues, lo que, si sucedió, fue que la oí por radio y estaba acampando en el litoral central.

Esa noche de la añorada década del 70, el maracucho Betulio defendía su título y Miguel Thoddé narraba emocionado las acciones con su inconfundible voz. Los radioyentes no podíamos ver la pelea, pero escuchábamos la narración, y por momentos hubo interferencia por el satélite, así que Thoddé quiso animar al público y después de narrar numerosas combinaciones de golpes, con el famoso, “pega Betulio, pega Betulio” ... cuando regresó la señal, Thoddé bajo el tono de su voz y dijo, “cayó Betulio”, el gran boxeador había sido noqueado.  Esta contradicción impactó tanto a los venezolanos, que en el programa humorístico El Show de Joselo le dedicaron un sketch.

Hubo otras excursiones al litoral y por eso no preciso bien los sitios. En otra, acampamos en la playa y había muchos cangrejos, de hecho, una noche durmiendo en la carpa me pasó uno por encima de la cara y me quedé paralizado al abrir los ojos y ver tremendo animal. Afortunadamente ni me moví y paso por encima sin ningún otro daño que el tremendo susto. Una vez fuimos a una hacienda en Humocaro, para la cual no fue fácil conseguir los permisos familiares pues en la zona había algunas guerrillas. Espero que estas anecdotas les aviven recuerdos a otros y nos las complementen.

Como continuación de las crónicas anteriores, nos contaba Julio Klein que tanto Pablo Hernandez Mantellini , como él mismo , entraron en segundo grado en Jesuitas, venían del colegio de Monjas con la capilla más bella de Caracas y que fue parcialmente " amputada " para el paso de la Av. Baralt, y en tercer grado se quedaron en Jesuitas con el Hno. Diaz de Cerio , autor de los libros  “Nociones Elementales y Ejercicios Prácticos” para niños de Primer Grado y también para los de Segundo y cree que de Tercero.  Ambos llegaron a Chacao para el cuarto grado, con el Hno.Tobia, es decir, no son Seniors ni Fundadores de Villa Loyola, como varios habían preguntado. Por cierto, Klein vive en la isla de Margarita; casi “Ñero " luego de 26 años por la Isla.
Nos contaba Troconis una anécdota famosa, al menos para los que jugaban futbol en esa época, sobre la fortaleza del “chute” de Gonzalo Hernandez Terife. En un partido, en segunda categoría, Loyola vs no recuerda quien, nos pitan un penalty a favor nuestro, en el arco oeste del campo del colegio. Gonzalo lo pateó, con tal fuerza que el balón fue a caer de aire, en el estacionamiento del edificio Mata de Coco, hoy del Seniat. ¡Pedazo de patada! Lo que no dijo fue si ganamos.
En estos días, le dimos la bienvenida a Juan Garrido al Chat y supimos que en Amazon están disponibles dos publicaciones suyas "Razón y refrán en Sancho Panza" y "La relación democrática Estado-Sociedad". Roberto K le dio la bienvenida a Juan, a este chat, pues estuvieron “pupitre al lado” durante tantos años. Muchos saludaron y celebraron el ingreso de Juan. Osorio fue quien le preguntó a Juan si tenía el Diploma de Senior, pero Juan no lo tiene ni recuerda dónde puede estar.
   
No fue así, de hecho, hay unos cuantos Seniors que siguieron en Jesuitas hasta que tuvimos cuarto grado en Chacao y ahí nos unimos los que venían de Jesuitas y los que bajamos de VL al primer edificio construido en Chacao, aguas abajo de VL. Cuando se fundó VL, no había sino hasta segundo grado, el tercer grado lo hicimos los que entramos en segundo en 1951. Y de allí salimos de VL a cuarto grado. Confirmaba Roberto K, a Angel Ignacio, que era verdad lo que dije, la primera promoción en Chacao de VL, fue la de los que pasaron de Jesuitas a Chacao a cuarto grado y los que veníamos de Villa Loyola
A raíz del comentario del chute de Gonzalo, Angel Ignacio Osorio, preguntó que quien se acordaba lo que le pasó a Gonzalo Hernandez en la pista de la cancha grande en una carrera de atletismo. Troconis Berti le contestó que lo de Gonzalo Hernandez fue en unas fiestas rectorales, en la carrera de relevos de 4x100. Cree que fue en segundo año, los relevos fueron : Salió Jose Hildebrando Riera (Poncherita, se acuerdan de él) quien le pasó la posta a JA, él no recuerda a quien se la pasó y éste se la entregó a Gonzalo quien corría durísimo, pero llegando ya a la tribuna, se le empezaron a salir las bolas del short, y se puso nervioso, tratando de guardarlas, se distrajo y cree que fue el equipo de tercer año, quien al final ganó y perdimos por culpa de las bolas de Gonzalo Hernández. Osorio comento “JA, te recuerdas al pelo el incidente de Gonzalo Hernandez”.  Recuerdo muy bien al gran Poncherita, todo un personaje. Nos contó Jose Pedro que, Jose Hildebrando Riera Lozano (a) Poncherita, se graduó con él en 1966 con Victor Rubio, Gustavo Roosen et al.
El mismo Jose Pedro nos contaba que cuando cumplieron 20 años, como no aparecía Victor Rubio, la UCAB lo dio por muerto y le rezaron como tal en la misa. Por la profesión de Victor de ganadero, nunca paraba en Caracas y se le había perdido la pista de la casa de su mama donde vivía.
Y un día Poncherita le dice: ¡Chico!, que impresión, porque estaba yo subiendo por las escaleras del Edificio Pajaritos (el de los Tribunales -que algunos llaman Tribumales) veo a Victor bajar y creía yo por un instante que era un fantasma y solo me salió decirle: ¿Pero Victor, tu estas vivo?
Continua, José Pedro Barnola: Un tiempo después acompañando a un amigo que le debía plata a un cliente, apareció Victor Rubio y yo como delegado de la promoción aproveche para fijar los datos de localización de Victor... Pero el cuento no acaba allí porque yo entregue todos los datos de Victor en la secretaria de la UCAB y cuando cumplimos los 30 años, cual fue nuestra sorpresa que la UCAB en la misa lo dio nuevamente por muerto... Y ahí yo tire la toalla.,.
José Pedro Barnola solía ver al Ponchera si no a diario al menos una o dos veces por semana. Nos contaba que desde hace algunos años tenían un amigo que intercedía por ellos en Cielo. A todas estas, Troconis con la duda, le pide a Jose Pedro que continúe la anécdota… ¿Que pasó para el 40 aniversario, o ciertamente para el 30 si había fallecido? Pero Jose Antonio se recuerda y exclama y pregunta… ¡Ah Caramba!, ¿Poncherita también acompaña a otros compañeros en la Luz del Señor? José Pedro le aclara… No, Ponchera estaba vivo cuando cumplimos 40 y fue de las últimas veces que nos vimos. Y Victor debe andar por ahí vendiendo y comprando ganado. Hoy en día el amigo Poncherita ya no nos acompaña (qepd).
Nos cuenta JPB que el papa de Victor, Benito Rubio maracucho de oro como Victor, era abogado y había sido un excelente juez civil de familia en Caracas. Lo asesinó una chica profesional de la diversión de nombre Moraima Blanco hija de Eva Blanco la artista de TV al parecer por una discusión de los "honorarios" de la chica. Eso fue cuando estudiaban segundo o tercero de carrera; el Dr. Rubio al parecer era muy parrandero.
No sé si fue el recuerdo del Dr. Rubio o pensando en el grupo, pero JP se mandó a echarnos un cuento sobre un “perro viejo, un leopardo y un mono” que les copio pues nos deja una buena moraleja. De hecho, estas crónicas están basada en anecdotas que son cuentos cortos. Uno más para la Memoria SIg’61 para nuestros hijos y nietos:
” Cierto día un perro, ya viejo, salió a cazar mariposas. Después de un rato largo se dio cuenta de que se había perdido. Dio vueltas y vueltas tratando de hallar el camino cuando, de repente, vio que un joven leopardo corría en su dirección con la visible intención de pegarse un buen almuerzo.
El viejo perro se dijo: " ¡Oh, oh! ¡Ahora sí que estoy perdido!". Viendo alrededor suyo algunos huesos, se puso rápidamente a roerlos, dando la espalda al leopardo que se aproximaba cada vez más. Cuando éste estaba a punto de abalanzarse sobre él, el viejo perro exclamó en voz alta:
"¡Bien, este leopardo estaba realmente delicioso! Me pregunto si no habrá otros por aquí ". Al escuchar eso, el joven leopardo interrumpió su ataque, miró al perro con miedo y sigilosamente huyó espantado.
"Uf!", suspiró el leopardo "faltó poquísimo; ¡el viejo perro casi me come!"
Mientras tanto, un mono, que había presenciado toda la escena desde una rama cercana, se dijo que podía utilizar la situación, negociando con el leopardo lo que sabía a cambio de protección. Por lo tanto, partió ligero a alcanzarlo, pero el perro cuando lo vio correr a toda velocidad detrás del leopardo se dio cuenta que algo iban a tramar. El mono alcanzó al leopardo y le contó todo lo que sabía, pidiéndole que a cambio de tan interesante dato lo protegiera. El joven leopardo se enfureció y le dijo al mono:
"Ven aquí, mono, monta en mi lomo y vas a ver lo que le va a ocurrir a ese viejo inútil que se cree inteligente”.
El perro viejo vio al leopardo que se acercaba a toda velocidad con el mono montado en sus espaldas y se inquietó de verdad: "Y ahora qué hago? ...Pero en vez de huir, se sentó de nuevo de espaldas a sus agresores haciendo una vez más como sí no los hubiera visto y en el momento en que se aproximaron lo suficiente como para oírlo dijo: "¿Dónde estará el mono ese? Hace una hora que lo envié a buscarme otro leopardo y hasta ahora no volvió"
Moraleja: No hay que desestimar a los viejos. ¡La edad y la sabiduría que se adquiere con ella siempre triunfan ante la juventud y la fuerza...!
Al final JPB solicitaba que, si no envías esto a cinco "ancianos", en el mundo habrá cinco personas menos que sonreirán. Y dejaba constancia que: no estaba insinuando que eres uno de los "ruquetes", sólo se y pienso que hay algunos que son más jóvenes que otros. Roberto Martin, con dos de sus acostumbrados dichos, decía…! ¡¡¡Perro viejo late echaooooo!!! ¡Mas sabe diablo por viejo que por diablo! Es nuestra buena acción diaria.
Juan Garrido informo a los que están en Caracas que cuando quieran lo pueden llamar para ponerse de acuerdo y obsequiarles su última publicación "Venezuela: integración nacional y democracia en el siglo XXI" y a los que estamos fuera que le avisemos cuando haya alguien con quien enviarla.
Volviendo al cuento anterior de Riera, Roberto M comentó que Poncherita hizo un postgrado en Francia en Derecho Laboral y recordaba que trajo un Mercedes Benz de allá y él lo llevó a la aduana de La Guaira a retirar el carro que había llegado por barco. La última que lo vio estaba con Germán Mendoza Ferrer en el Diamante Grill de los Hermanos Zamora. Por mi parte comenté que hacía rato que andaba buscando a Germán Mendoza y nadie me ha podido dar señas de él. Él trabajó en Cadafe unos años en mi época, pero salió antes y le perdí la pista. Si alguien tiene alguna idea, por favor, que me pase el dato. En realidad, no recordaba que German y Poncherita fueran cercanos, pero Roberto M me afirmo que eran panas. JP agrego que sus encuentros con Poncherita eran o en los Tribunales o el Metro. Algunas veces almorzaban o tomaban café en las proximidades de los tribumales.
JPB me contaba que creía que German Mendoza era fundador de Villa Loyola, lo cual es totalmente cierto, entró en segundo grado B en 1951 y se graduó en 1961 con el grupo de Ciencias. Ya está inscrito en la lista respectiva. German entró conmigo en la UCV y curso ingeniería eléctrica, pero se graduó en 1967 o 1968, no estoy seguro. Muchos años después entro en Cadafe y llegó a Director de Operaciones, pero salió mucho antes que yo y le perdí la pista.
¡Tuvimos la oportunidad de felicitarnos el Día del Padre!🎼🎉🍾🥂👏🙏🎁🎂🍀💰🎭🙅‍♂
Disfrutamos de una lluvia de Felicitaciones en el Chat, entre todos, por el día del Padre y celebramos los cumpleaños de Oscar Garcia Mendoza y del tocayo Gustavo Reyna por quien además hubo una misa en el Colegio por su total recuperación.  ¡Que Dios bendiga al Grupo y a nuestras familias! ¡A los cumpleañeros, mucha salud y larga vida! 🎈🎉🍾🎊🤗🎼🎉🍾🥂🍀🎁🎷🎂🎹🙅‍♂👏🎭
Victor Esteban extendió sus Felicitaciones a todos sus compañeros padres con su respeto a sus progenitores que hicieron tan buen trabajo y, le decía, creo que sí, que hemos hecho un buen trabajo y, en gran parte, por la educación ignaciana y el ejemplo de nuestros padres QDLB 🙏
Leonardo Mateu nos recordaba que a “Poncherita” le gustaba el béisbol y, según recordaba, era zurdo, era pitcher y jugó con ellos en el equipo. Aclaraba que no era tan bueno como Roseliano Berrizbeitia y Luis Felipe Luciani, pero hacía un buen trabajo. Recordaba que, ante la ausencia de pitcher, Eduardo Bello -subido de clase- también pichaba, aunque su posición era segunda base.
JP recordaba a Poncherita como cátcher y muy bueno, aunque yo recuerdo que el cátcher era Rodolfo Bartha quien, por cierto, les decía, era un dibujante extraordinario como Roberto K. De ambos aprendí un poco de ese arte. RB te podía dibujar cualquier carro de esa época y diseñar uno nuevo y RK era muy creativo con su 3D. Dos artistas en nuestro tiempo. Paz a RB y Roberto K fue y debe seguir siendo una excelencia en el área de publicidad. No sé si ya esté retirado. Troconis no recuerda a Poncherita como cátcher sino como pitcher. Troconis precisa que Bartha, además, era tremendo ciclista y creía que esgrimista también. Nos recuerda JP que el papa de Bartha era aristócrata húngaro y profesor de esgrima en la Escuela Militar y en el equipo nacional de esgrima en todas las especialidades masculino y femenino. Nos recuerda Luis Felipe que el pitcher era él y que Rodolfo Bartha y Poncherita eran cátcher.
Nos recomendaba Luis Felipe que, según su internista, la canela sube la tensión arterial. Y él todos los días le pone a la fruta del desayuno yogurt, miel y canela. Nos decía Leonardo Mateu que siempre le dijeron, según recuerda, que cuando a alguien le bajaba la tensión le frotaban canela en el cuerpo.
A raíz de los partidos de futbol femenino, JP decía que el día que las mujeres aprendan a jugar futbol bien -no lejano- nos jodimos, nos ganaran siempre y Alvaro Rotondaro estaba totalmente de acuerdo con él. Les decía que se dejaran de sueños, ellas nos superan en casi todo. Y salió la pregunta obvia ¿A que no adivinan en qué no?
Según Luis Felipe Luciani, en el tango, “bailando, mandamos los hombres...Las damas hacen el paso, que uno le marca y agregaba que podemos mear en 360 grados y abajo y arriba. Claro ayudados con la otra mano”. 🤣🤗. ¿Según Roberto K, tomando cerveza 🍺? ¿Serán más rápidas?
Nos mostraba Roberto M una foto de un camión vendiendo arepas en Calgary, lo cual confirma lo que decía JP que ya se ve a la arepa mundialmente compitiendo, y con ventaja, con la tortilla mexicana y, es verdad, como comentaba Roberto M que a cualquier país que vayas, veras las criollitas. Aquí en Miami hay varios negocios llamados Arepazos que son venezolanos.
En relación con las crónicas y la Memoria SIg’61, proponía Andy que sería oportuno averiguar si hay disposición y factibilidad para apoyar algo así como idea/proyecto y la disponibilidad a participar para desarrollar los temas de las crónicas y la Memoria SIg y que contáramos con él. En realidad, como la hizo a un grupo pequeño hasta no definir si es factible, la mayoría se estaría enterando en esta oportunidad. Planteaba la posibilidad de que nosotros pudiéramos establecer-a tiempo completo- un sitio/secretaria con apoyo de personajes del grupo 61-64 de graduandos para hacer “nacer” todo esto... Cuenten conmigo cualquiera sea la propuesta final.

Se cruzaron algunos comentarios sobre ese tema. Armando Enrique citaba que, según él supiera, aun nos acompañan, mi querido Padre Julio Velilla quien me castigaba casi a diario después de clases, Manuel Barroso, uno de sus hijos fue compañero de su hijo en el Liceo Los Arcos, el Padre Olave a quien hace poco más de un año visitó en Azpeitia (Loyola). No estaba seguro si Jacobo Asensi, a quien vió hace dos años en el Centro Comercial de La Tahona y se tomó un café con él, la esposa y la Sra. que lo cuida. Tiene dos hijos con un negocio de servicios odontológico en Miami; uno de los hijos es odontólogo y el otro administrador y encargado del negocio. Mencionó a Eduardo Aguilar G, a quien visitó igual hace como dos años en su casa de la Alta Florida-Conjunto La Montaña; piensa que hoy debe estar un poco retraído por lo de la memoria, y que guarda gratos recuerdos de él. Era el Guardameta del Loyola en aquel glorioso campeonato de La Segunda de Ascenso y su profesor de Historia de Venezuela en Cuarto Grado en la Esquina de Jesuitas. Siguió recordando que hay un Padre Baquedano en el colegio de los Jesuitas en Pamplona, España, hermano del P. Baquedano que murió recientemente, que estuvo en Venezuela. El Padre Sierra que vive retirado en casa de una de sus hermanas en Madrid y que hizo una labor fuera de serie en las escuelas de Fe y Alegría en Barinas. Y hasta aquí sus recuerdos. Alberto Montero nos dijo, que, de los nombrados, aún viven Asensi y Velilla.

Andy nos contó que, entre muchos Ignacianos con amistades, hijos, esposas y demás Loyaltarras, estuvo  en la verbena reciente en el colegio y se encontró con dos sorpresas, una al ver mucho concreto en lo que antes eran jardines para el futbol y pelota arreada y la otra, le agradó muchísimo encontrar compañeros de clase, a la vez que veían a sus hijos y en casos muy pequeños también conociendo a unos nietos...esa parranda duro hasta la noche...! Nos contaba que pudo pasar un verdadero ambiente ignaciano en lo que para él en una época era “Villa Loyola” caminando por detrás de los autobuses que se paraban en el acceso a la calle de tierra, los puntos de escape en el Pedregal, y las casas de la familia Caballero, Perez Luna, y otros Ignacianos loyaltarras comiendo de todo en la verbena, ¡¡con más de 450 personas…Ahora es que falta más presencia...!!

Continuó Andy, aprovechando que hay un grupo que vivimos en Miami y sus alrededores, a ver si se podría darse/programar una reunión y reunirnos un grupo ...consideraba que el haber estado en Chacao en la apertura de Villa Loyola y del San Ignacio en Chacao, es algo que no tiene copia; visualiza que ya pronto tendremos universidades más grandes cerca de esos campos de concreto....

Demás esta decir que nos encantaría y en los últimos cinco años hemos tenido la visita de varios compañeros: Roberto Martin, Alvaro Garcia, Luis Felipe, Nelson Socorro, Pablito Hernandez, Oswaldo Carrillo, Manolo Sanz Pino, Alberto Baez Duarte, Andy Duarte, Raul Curiel, Raul Aldrey y Alvaro Rotondaro. Me perdonan si se me olvidan algunos. Entre ellos, hay varios que nos han repetido la visita y algunos más de dos veces. Hay unos que se han mudado reciente a Florida, como Javier Jaso, Armando Perez Monteverde, Luis Enrique Palacios y otros a Miami como Oscar Garcia Mendoza y Eloy Anzola. Sigamos hablando y el tiempo nos brindara la oportunidad de vernos de nuevo. ¡Seguro!

A todos los invitó a unirse y participar en el Chat SIg’61, en cuyo espacio, mientras tanto, conversamos a diario y mentemos el contacto con 37 compañeros. Aprovecho para animarlos a participar en el chat en cualquiera de los temas sugeridos por Agustin o que espontáneamente surjan y que han dado material ya para tres crónicas y, mantener el entusiasmo aportado hasta ahora y que con toda seguridad nos brindaran grandes momentos de eso que llaman “Recordar es Vivir”. Creo que, sin buscarlo, se está dando el sueño del proyecto al inicio cubiertos los dos temas extremos de la Memoria Ignaciana ‘61: Villa Loyola (1951) y la Fiesta del Año (1961). Hay mucho que contar de esa década. Esta abierto el derecho de palabra y de tema.

En su incorporación al Chat nos envió Juan Garrido sus felicitaciones y les daba gracias a todos, particularmente al Editor-agradecido- y a los que suministraron tanta información extraordinaria. Nos comentaba que “Dicen que recordar es vivir y es verdad, pero también a esta edad de tres cuartos de siglo para vivir hay que recordar, dando gracias a Dios por tantos y tantos beneficios recibidos. Reciban un gran abrazo y para los que están en Caracas y quieran conversar para seguir recordando y viviendo con la mayor salud mental posible y les envío mis teléfonos. Me encantará encontrarme con quienes compartí los mejores años de mi vida”. Mil gracias, Juan, se te quiere mucho, miles de recuerdos de los años compartidos y las tantas veces que estudiamos juntos.
 
Una gran alegría me dio el amigo Carlos Gamez Arevalo (a) Pirulo, de quien tenía un tiempo sin saber de él y, en esta oportunidad, aparte de sus lindas palabras sobre las crónicas en el Factótum Ignacianos, me envió la Lista del Segundo Grado B de Villa Loyola, su grado, la cual nos ayudó mucho en seguir completando los Fundadores de Villa Loyola. Lamentablemente no tenía la del Segundo Grado A, donde estábamos el resto de VL. Según JPB, la nuestra se la sabe de memoria el Tite Oteyza quien seguramente nos ayudara a escribirla. Ojalá alguno me pueda enviar las fotos de los dos segundos grado en VL del Edasi.

Por cierto, hemos continuado construyendo las listas de Seniors del Colegio (13) y Fundadores de Villa Loyola (26) de nuestra promoción ‘61 y quienes comparten, a la fecha, ambas credenciales son: Carlos Gámez, Jose Pedro, Roberto K, Juan Garrido, Gustavo Roosen y otros, que lamentablemente, ya no nos acompañan: Christian Pagazani, Gustavo Perez Olivares y Néstor Gonzalez Acuña.

En esa oportunidad Carlos me contó, algo que no sabía, que la casa de Villa Loyola era originalmente del abuelo de Alfonso Vidal Yanes, su compañero en segundo B, a quien recuerdo con mucho cariño y luego nos vimos en la UCV pues también es ingeniero electricista, aunque se graduó en Ohio. Les contaba que la esposa de Carlos fue una de las dos ingenieras más bellas de nuestra época, la otra se casó con uno de mis compañeros de promoción, como debía ser. Pura broma.

Tal vez para abrir la ventana a conversar de nuestros profes, nos contaba Jose Pedro sobre uno de los más querido, que Dios lo tenga en su gloria, el Dr. Vicente Alonso, extraordinaria buena persona, padre de nuestro amigo y compañero Jose Luis. Nos contaba JP, que el Dr. Alonso, con infinita paciencia, por allá en 1959, dado que JP tenía una base muy mala, en un mes de clases particulares, le creó una buena base de Aritmética y Algebra, e hizo que esas disciplinas para él, más que unas materias de estudio fueran unos extraordinarios pasatiempos. Nos contaba “Hice todos, todos, los ejercicios de los libros de Aritmética y de Algebra de Baldor. Y sus enseñanzas   de Trigonometría, plana y esférica, me han sido muy útiles en mi pasatiempo de Astronomía”. Sería interesante oír otras historias en relación con nuestros profesores que entiendo existen, aparte de las vivencias diarias en clases, pues recuerdo que varios recibieron clases particulares.

Mis queridos compañeros, les agradezco las contribuciones que han aportado para las tres crónicas que llevamos a la fecha, pero, como se pueden imaginar, las Memorias de un grupo requieren no solo participación de sus integrantes sino poner lo mejor de cada uno en recordar hechos de hace ya 58 años y una gran creatividad para llenar los espacios que la memoria no cubre. A veces lo importante no es lo que se dice, sino cómo y para qué se dice.

¡Hasta la próxima………………Amigos!




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