Si hay algo realmente latinoamericano…es El Bolero (II): Desarrollo latinoamericano


Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami 24 junio 2020


Después de Cuba y México, fue Puerto Rico, la que más artistas trajo al mundo del bolero. Este llegó a través de las giras artísticas de cubanos, que incluían en su repertorio habaneras, danzones y boleros, pero se vio estimulado por la constante migración a Nueva York, donde una gran cantidad de músicos encontró trabajo en las recién nacidas industrias del disco y la radio, o en las orquestas que animaban numerosos clubes nocturnos. Puerto Rico ha sido el tercer polo de creación, interpretación y difusión del bolero, después de Cuba y México. El más destacado de todos sus compositores es, sin duda, Rafael Hernández, autor de “Lamento Borincano” o “El Jibarito”, como también se le conoce, que constituye todo un himno nacional para Puerto Rico. Entre los muchos boleros que dejó Hernández encontramos “Desvelo de amor”, “Capullito de alelí”, “Cachita”, y “Preciosa”, obras que muestran las características del bolero romántico, aunque también la lejanía por la migración.


Fue el Cuarteto Pedro Flores el que en la Isla del Encanto comenzó el despegue del bolero, de ese cuarteto saldrían dos figuras destacadas del bolero latinoamericano: Charlie Figueroa (Busco tu recuerdo) y Daniel Santos, sería este último, el primer gran ídolo musical del bolero exportado de la isla Boricua tras el éxito del bolero La despedida – ‘♫ Vengo a decirle adiós a los muchachos..♪.’- (canción que fue censurada por el gobierno estadounidense en Puerto Rico durante la Segunda Guerra Mundial porque desanimaba a las tropas latinoamericanas al llenarlas de nostalgia). luego se producirá su vinculación en Cuba con la Sonora Matancera de quien será un destacado vocalista (siendo sus éxitos boleristicos: Dos gardenias, El Preso, Obsesión, El que canta y En el juego de la vida. El cuarteto fue creciendo hasta convertirse en la Orquesta de Pedro Flores, su principal compositor, pero conservando su nombre original y vendrían una gran era de éxitos (Perdón, Irresistible, Esperanza Inútil, Amor).


Más tarde la carrera musical de Santos se vinculó a la ‘música del despecho’ y sus interpretaciones alcanzaron un nivel melancólico que se inmortalizó con el bolero “Yo no he visto a Linda”. Luego de Daniel Santos, en Puerto Rico destacaron otros intérpretes como José Luis Moneró (Olvídame, No me mires más así, Un Viejo amor), Bobby Capó, original cantautor quién también fue vocalista de la Sonora Matancera (Piel Canela, En qué quedamos por fin, Dormir contigo), Carmen Delia Dipiní, también vocalista de la Sonora Matancera, logró sin embargo cosechar grandes éxitos fuera de esa agrupación (Besos de Fuego, Para que lo oigas, Dímelo, Regálame un minuto, No es venganza, Encadenados).


Virginia López, la de la voz suave y delicada (Cariñito azucarado, Ya tú veras, Miénteme más, Extraño sentir, Siempre feliz ), Tito Rodríguez, quizás una de las figuras más inmortales de Puerto Rico, muy conocido por ser el músico de la ‘Charanga pachanga’, pero fue también uno de los mejores intérpretes del Bolero latinoamericano en especial durante la década de los sesenta (Inolvidable, En la Oscuridad, Cuando ya no me quieras, Hoja seca, Lo mismo que a usted, Que te importa, Congoja, No vale la pena, Ya son las doce, Condenado en la distancia, etc.).


Chucho Avellanet, fue quien en la práctica continúo el camino romántico que inició Tito Rodriguez, convirtiéndose en uno de los mayores difusores del bolero en los años setenta (Mil violines, Así, Desesperadamente, Si no eres tú, Volveré, Toda una vida, etc.). José Feliciano, además de ser un excelente guitarrista es quién ha mantenido a lo largo de su carrera un perfil siempre firme hacia lo romántico (Amor gitano, La copa rota, Nunca jamás, Señor bolero, Me has echado al olvido etc.), y Danny Rivera, quién popularizó en los años ochenta ciertos auges bolerísticos (Madrigal, Mujer abre tu ventana, Silencio, Ausencia, Piensa en mí, y Esperanza inútil).


También algunos miembros del mundo de la Salsa puertorriqueña han interpretado con cierta regularidad el Bolero, podemos señalar a Hector Lavoe y Cheo Feliciano ‘el ratón’, además debemos señalar al salsero contemporáneo Gilberto Santa Rosa como un excelente fusionador del bolero con la salsa, ya que su interpretación de ‘ salsa romántica’ más que una fusión balada-salsa es a nuestro entender una combinación salsa-bolero, pues la interpretación de Santa Rosa dista mucho de la tradicional salsa erótica.



De los tríos puertorriqueños, al igual que el caso mexicano, su gama es extensa y preferimos destacar tan sólo: a Los Tres Reyes, integrado por el ex miembro de los panchos Hernando Avilés (Ódiame, Engañada, Jacaranda, Que nadie sepa mi sufrir) y El Trio San Juan, integrado por Jhony Albino (Cosas como tú, El diluvio, Ten fe corazón, y Siete novias de Amor).


De las orquestas puertorriqueñas debe destacarse indiscutiblemente la Orquesta de Rafael Muñoz, pionera del Bolero en Borinquen, que con su vocalista José Luis Moneró obtuvo sonoros triunfos (Lo siento por ti, Malditos celos, Perfume de gardenias, Campanitas de cristal, etc.), también los compositores Pedro Flores y Rafael Hernández crearon sus propias orquestas, acompañando a destacados intérpretes como Daniel Santos y María Luisa Landín en la ejecución de sus composiciones. Otra de las grandes orquestas fue la de Tito Rodriguez, la cual con su sabor característico, interpretó muchos boleros a un estilo tropical (Nunca, Un cigarrillo, la lluvia y tú, Si te contara, Santa, Piénsalo bien, etc.). También la orquesta del famoso percusionista Tito Puente sirvió de acompañante a grandes figuras del bolero como Rolando Lasserie y La Lupe.


En Venezuela el pionero del bolero fue el cantautor Lorenzo Herrera quién además de interpretar géneros folclóricos y pasodobles, hizo popular el bolero mediante la radio que fue, como en toda América Latina, la principal impulsora del bolero. La primera mujer venezolana que se dedica profesionalmente a cantar boleros fue Graciela Naranjo, aunque también destacaron Lilia Castillo Bustamante y Eduardo Lanz.


En nuestro país el bolero fue muy aceptado desde la llegada del Trío Matamoros en 1933, pero se consolida con la llegada del Cuarteto Caney, que incluye como cantante a Hilda Salazar; este grupo cubano, con su vocalista, revolucionan el ambiente musical al ser Hilda la primera mujer que en Venezuela cantó con una orquesta de baile. A su salida, el puesto estelar es ocupado por la joven Elisa Sotelo, luego Flor Díaz, Graciela Naranjo y Ada Alba.



Posteriormente se fundan las primeras orquestas integradas por músicos venezolanos, que en su mayoría también componían las canciones que interpretaban. Surgen excelentes boleristas como Rafael Galindo, Maristany Marco Tulio, Leo Rodríguez, aunque también voces más versátiles que igual cantaban guarachas, merengues, boleros y todo lo que estuviera de moda, como Manolo Monterrey, Lorenzo González, Carlos Torres y Alci Sánchez.


Cada 2 de julio, en recuerdo a la fecha del fallecimiento de Felipe Pirela, se celebra el Dia nacional del Bolero. A Pirela se le conocía como “El bolerista de America “y como solista interpretó: Un solo camino, Únicamente tú, Entre tu amor y mi amor, Sin ella, Sombras nada más, etc. De sus compositores han surgido, entre muchos otros, los boleros de categoría universal “Motivos” de Ítalo Pizzolante, “Escríbeme” de Guillermo Castillo Bustamante y “Vida Consentida de Homero Parra. En mis años en Valencia, Carabobo tuve oportunidad de conocer al colega Pizzolante y después de un almuerzo en Puerto Cabello nos invitó con un gran amigo, Jose Puchi, a su casa y entre canto, trago y canto nos contó que una amiga en diciembre 1965 lo había invitado a su cumpleaños y como no le tenía regalo, se sentó y le compuso y luego se lo cantó: “Motivos”. En 1973, la Rondalla Venezolana la incluye en su primer álbum y se convirtió en el más difundido del disco. En 1998 su composición “Mi Puerto Cabello” fue declarado himno nacional de su ciudad.


Es hasta la década de los cincuenta cuando Venezuela podrá contar con un ídolo popular ‘de exportación, Alfredo Sadel –Alfredo Sánchez Luna- joven tenor que “... poseía extraordinarias condiciones vocales y físicas que hacían delirar a las mujeres. Denominado, con razón, el ‘Tenor Favorito de Venezuela’, fue el primer artista venezolano en arrastrar masas y provocar la histeria de multitudes al más puro estilo ‘hollywoodense’...” En sus inicios, como había varios artistas con su mismo apellido, se le ocurrió adoptar uno artístico tomando del suyo “sa” añadiéndole la desinencia “del” por Carlos Gardel


Es necesario destacar el papel que ha jugado la Rondalla Venezolana para aun estar presente. La Rondalla Venezolana es una “... agrupación de guitarristas organizada por Luis Arismendi, quien desde los años setenta en adelante se convirtió prácticamente en una institución del mundo musical romántico venezolano, cosechando grandes éxitos musicales propios y en acompañamiento de artistas invitados en los años ochenta ...”


En la actualidad el bolero venezolano ha quedado en manos de un grupo de damas respetables que se han consagrado a la recopilación y reinterpretación de los grandes clásicos; entre ellas se encuentran Floria Marquéz, Toña Granados, Devorah Sasha, Nancy Toro, Esperanza Marquez, Delia, Mirna, Mirtha, Rosa Virginia y María Teresa Chacin entre otras. En su monografía sobre el Bolero en America Latina, el margariteño Eladio Rodulfo Gonzalez cita, al menos, a cincuenta y cuatro cantantes venezolanos.


Ecuador tiene en su historia del bolero a tres intérpretes de amplísima popularidad: Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas y Patricia González, y uno de los mejores tríos de toda América: Los Embajadores. Jaramillo es el más claro exponente del bolero de despecho, representante del bolero del Cono Sur, relacionado con la cantina, la rocola, las clases urbanas marginadas de Hispanoamérica. Su voz comienza escuchándose en ambientes etílicos de bar y sueño, pero luego fue aceptada como una de las más genuinamente populares del bolero, sobre todo del bolero de despecho que él se encargó de popularizar por todo el Continente.


Argentina se ha caracterizado por ser la cuna del tango, pero también ha dado cabida al bolero de una manera destacada. El bolero comienza a llegar al Cono Sur durante los años treinta, en las voces de José Mojica, Juan Arvizu y Pedro Vargas. El tango estaba en la cúspide, sobre todo con su mejor exponente, Carlos Gardel, quien también grabó boleros como “Por tus Ojos” y “Cuando tú no Estás”; al morir Gardel, dejó el puesto vacante para que el bolero, influido por el tango, pudiera ser aceptado plenamente, constituyéndose una modalidad específica para Sudamérica.
 

Los años dorados del bolero contaron con cantantes argentinos excepcionales como Leo Marini y Hugo Romaní. Dentro de las cantantes argentinas, dos de ellas se han destacado en la interpretación de boleros: María Marta Serra Lima y Libertad Lamarque. Maruja Pacheco es la única compositora argentina internacionalmente conocida. También destacaron en el género Daniel Riolobos y Chico Novarro. Palito Ortega, compositor de la Nueva Ola, compuso boleros de primera categoría como “Hola, Soledad”, “Lo mismo que usted” y “Sabor a nada”. Alberto Cotez compuso “En un Rincón del Alma” y “Un cigarrillo, la lluvia y tú”, boleros que han sido cantados por otros, pero las mejores interpretaciones se deben a él mismo. El bolero sigue teniendo un lugar en Argentina


En Colombia el bolero también ha estado presente, aunque más como consumidor que como productor. Aunque es también en estas tierras donde más se ha estudiado a éste género. ... El mejor libro sobre la historia de esta música “Cien años de boleros”- es obra de un colombiano, Jaime Rico Salazar. Otro investigador de la música popular, Hernán Restrepo Duque, publicó “Lo que cuentan los boleros”. El propio Premio Nobel Gabriel García Márquez es una autoridad en la materia.


El primer bolero colombiano se titula “Te amo”, y fue escrito por Jorge Añez, en los años veinte. Sin embargo, la figura estelar del bolero colombiano es mucho más reciente, se trata de Jaime R. (Rudesindo) Echavarría, destacado ingeniero químico, economista, intérprete, pianista y compositor nacido en Medellín en 1923. Entre sus canciones figuran “Yo nací para ti”, “Noches de Cartagena”, “Serenata de amor”, “Bienamada”, entre otros, que son parte del patrimonio cultural popular colombiano y latinoamericano.


A pesar de estar alejado de la zona caribeña, Chile fue uno de los que más artistas ofrendó al bolero, sobre todo en lo que se refiere a intérpretes. El bolero llegó a Chile desde México, por ello esta desprovisto de influencias caribeñas, con cantantes como Alfonso Ortiz Tirado, José Mojica, Agustín Lara, Pedro Vargas, Elvira Ríos y Juan Arvizu. En particular, Agustín Lara marcó la historia de la música chilena, porque en una visita a ese país se quedó más de lo previsto debido a deudas de juego que pagó actuando en el casino de Viña del Mar.



El pionero de este género fue el Indio Araucano - Osvaldo Gómez -, con canciones como “Te odio y te quiero”, “Un viejo amor”, “Cuando muere la noche”, “Amor se escribe con llanto”, entre otras.; pero el más famoso fue Lucho Gatica (Luis Enrique Gatica Silva), que gracias a una suave voz aterciopelada y un buen físico cautivó al público latinoamericano. Recientemente Miriam Hernández, cantante romántica chilena, está interpretando boleros-baladas de Armando Manzanero como “Huele a Peligro”. En Chile el bolero siempre ha estado presente debido, sobre todo, a su estilo actual y moderno, a su cercana relación con la balada, producto de su desarrollo histórico, y a su amplia gama de cantantes, que han contribuido a que se mantenga en el gusto del público.


 La República Dominicana también ha contado con una gran cantidad de cantantes y compositores de boleros. De entre éstos últimos habría que mencionar a Mario de Jesús Báez, - que para efectos artísticos, suprime su apellido -, quien ha desarrollado casi toda su carrera desde México. Es autor de canciones como “No toques ese disco”, interpretada por la Sonora Matancera; “Ya lo pagarás”, y “Ya tu verás”, que le entregó a Virginia López; “Y”, “Ese bolero es mío” y “Que se mueran de envidia”, éxitos de Javier Solís, entre otros muchos. En 1975 recibió el Guaicaipuro de Oro en Caracas por sus éxitos tanto como compositor que como intérprete.


Rafael Bullumba Landestoy dejó boleros como “Pesar”, grabado por dos intérpretes clásicos del género: Toña la Negra y Daniel Santos. Son suyos otros temas como “Carita de ángel”, “Sin necesidad” e “Incomprensión. Vivió en Venezuela durante la dictadura de “Chapita” Trujillo. Luis Kalaff, autor de música bailable pero también de boleros como “Amor sin esperanza”, “Cuando vuelvas conmigo” y “Aunque me cueste la vida”, que grabó el mejor intérprete dominicano, Alberto Beltrán, el famoso Negrito del Batey; también cantó otros boleros como “Ignoro tu existencia”, “El 19” y “Todo me gusta de ti”.


Alcí Sánchez es otra destacada cantante de boleros; fue vocalista de la orquesta venezolana Billo’s Caracas Boys, donde cantó su mayor éxito “Evocación y Pesar”. Más recientemente el cantautor Juan Luis Guerra, interprete de la Bachata-bolero ha cosechado varios éxitos dentro de este subgénero dándole gran popularidad con canciones como “Cuando te beso”, “Coronita de flores”, “Palomita blanca” y “Te regalo una rosa”, “Como abeja al panal” ...♫ cuando yo llego a tu puerta, llega la abeja al panal… ♫


Prácticamente no hay país latinoamericano que no tenga que ver con el bolero. En Costa Rica, Ricardo Mora Torres es autor de más de cien boleros, varios de los cuales han tenido éxito internacional como “Noche inolvidable” y “Por qué me engañas”. Su compatriota, el cantautor Ray Tico, se hizo famoso en México y Estados Unidos durante los años cincuenta, con éxitos como “Allí donde tú estés” y “La Habana”. Panamá no cuenta con intérpretes famosos del bolero pero sí con compositores como Carlos Almarán, autor de “Historia de un amor”; Avelino Muñoz compuso “Maldición Gitana” e “Irremediablemente solo”. Arturo “El Chino” Hassan escribió “Mi último bolero” y “Soñar”; y Ricardo Fábrega es autor de “Taboga”, “Aquella melodía”, “Bajo el palmar”, “Noche tropical” y “Cuando lejos de ti”. Aunque a Rubén Blades se le conoce como salsero intelectual grabó los boleros “Noche de Luna”, “Vete de mí” y “Hastío”.


Guatemala es patria de Dolores Aghian, compositora de uno de los éxitos de José Feliciano, “Pecado Mortal” y Ricardo Arjona conocido como “El Trovador de America con “Señora de las cuatro décadas”, “Realmente no estoy tan solo”, “Canta corazón”, “Abrázame”, “Contigo aprendí”; Cesar de Guatemala (César Rodas del Valle) con “Mi plegaria”, “A escondidas”, “Sufro tu ausencia” entre otros.  . De Bolivia es Raúl Shaw Moreno, que fue primera voz del trío Los Panchos y formó parte de otros grupos como Los Tres Caballeros y el quinteto Los Peregrinos; él también compuso “Cuando tú me quieras”, “Nuestro ayer” y “Lágrimas de amor”. En Nicaragua nació Gastón Pérez, autor de “Sinceridad” que hizo famosa Lucho Gatica y en El Salvador Pancho Lara, autor de “Sobre la playa”. Perú aportó a la música popular el bolero” Cantinero”, así como figuras emblemáticas tanto en la composición como en la interpretación. Pedro Otiniano fue llamado el “El Ruiseñor del Amor” y en su repertorio por temas como “Toda una vida” y “Vida de mi vida” y grabó más de 600 boleros y cantó en portugués, español y japonés.


Brasil, que no comparte el mismo idioma, sí forma parte de esta patria común con el bolero, aportando compositores como Ary Barroso, autor de uno de los boleros más extraordinarios de todos los tiempos “Risque” (Borra) interpretado por Lucho Gatica, Olga Guillot y Bob Toledo; Lupicino Rodríguez compuso “Venganza”, gran éxito de Los Tres Ases; Dolores Duran, autora de “La noche de mi amor”, “Castigo” y “Qué quieres tú de mí”, ésta última interpretada por su compatriota Aldemar Dutra; y Raúl Sampaia, autor de “Quien yo quiero no me quiere”, que canta el popular Miltinho. Junto con Miltinho y Aldemar Dutra, hay otros dos grandes cantantes de boleros en Brasil. Uno es Nelson Ned y Don Octavio Henrique, que ha lanzado varios discos de boleros clásicos y tangos abolerados.


Famosos de la samba y la bossa nova han cantado boleros como Caetano Veloso, Joao Gilberto, Gal Costa, Chico Buarque, María Bethania y Simone. Roberto Carlos y Nelson Ned han compuesto e interpretado canciones que están más cerca del bolero que de la balada. De los ‘50 a los ‘70 estuvo en su apogeo Maysa Matarazzo con sus dos álbumes “Convite para ouvir Maysa I-II (Invitación para oír a Maysa I y II)” y en 1970 lanzó su álbum “Ando só numa multidão de amores (Ando sola en una multitud de amores)”, el mejor de su carrera, aunque no tuvo el éxito de ventas esperado. Muy decepcionada, se volcó a la actuación. Qué lástima!


Chile, a pesar de estar alejado de la zona caribeña, este país Andino fue uno de los que más artistas ofrendó al bolero. Fue El Indio Araucano – Osvaldo Gómez – el pionero del género dejando piezas inmortales como: Te odio y te quiero, Un viejo amor, Cuando muere la noche, Amor se escribe con llanto, etc. Su sucesor sería el Gran Lucho Gatica – Luis Gatica – quien, gracias a una suave voz aterciopelada (de crooner, en términos de jazz), y un buen físico cautivó al público latinoamericano. Su consolidación se dio cuando conquistó artísticamente a México, Cuba y España (son sus grandes éxitos: La Barca, Contigo en la distancia, No me platiques, Sabor a mí, Y…, Amor mío, Tú me acostumbraste, Bésame Mucho, El Reloj, No niegues que me quisiste, Sinceridad, No puedo ser feliz, entre otras). Recuerdo a Mona Bell (Ana Nora Escobar) con la canción Telegrama ganó en 1959 la primera edición del Festival Internacional de la Canción de Benidorm



Después de la ‘era Gatica’ se destacó el Trío Los Hermanos Arriagada, quienes intercalando el Bolero con la Balada lograron su puesto en el mundo del bolero (Poema, Pecado, Qué cosas te hice yo, Sigamos pecando, Esta tarde vi llover, Quisiera, Mar y cielo, Un mundo diferente, etc.). Finalmente, los sucesores de esta agrupación serían Los Angeles Negros, conocidos en el mundo de la balada de los años setenta, que versionaron boleros y grabaron piezas románticas (Angelitos negros, Usted, Esta noche la paso contigo, etc.), en la actualidad Miriam Hernández es la cantante romántica chilena del momento, interpretando boleros-baladas de Armando Manzanero (Huele a peligro).


De España se puede señalar a la agrupación los Churumbeles de España, que en voz de su principal cantante Juan Legido, interpretaron destacados boleros morunos (Dos Cruces, El inmigrante, Camino verde, etc.), igualmente la gran Lola Flores dedicó en su extenso repertorio boleros con un particular sello personal (Limosnas de Amores); Julio Iglesias (Me olvidé de vivir, No me vuelvo a enamorar, La noche del olvido, etc.) , conocido cantante español, ha versionado muchos boleros; y el conocido Tenor Plácido Domingo interpreta en su repertorio con regularidad piezas románticas de Agustín Lara y Ernesto Lecuona.


Sorprendentemente para muchos, el bolero también conquistó los Estados Unidos, destacándose las traducciones de piezas del español al inglés como por ejemplo You Belong To My Heart (que sería el bolero Solamente una Vez de Agustín Lara), popularizado en USA por el cantante mexicano-americano Andy Russell, asimismo piezas como Te quiero Dijiste, Tres Palabras, y Amor amor amor, serían traducidas como The Magic is the moonlight, Whithout you, y Love love love, respectivamente. Cantantes de la talla de Mario Lanza, tenor lírico, Frank Sinatra cantante de jazz y Nath King Cole cancionero romántico, interpretaron el conocido Bolero de Consuelo Velásquez, Bésame Mucho como Kiss me Much, dándole mayor difusión al bolero. Los Beatles, interpretaron en los años sesenta un bolero: Bésame Mucho, pero por supuesto en inglés y al más movido estilo de Rock.


Alrededor de toda América aparecen orquestas que han tocado boleros como la de Don Américo y sus Caribes, en Argentina, o las orquestas tropicales venezolanas, que hicieron época en los años cincuenta y sesenta que también dejaron una buena colección de boleros como es el caso de la Billo’s Caracas Boys y la Orquesta de Aldemaro Romero. Fueron también destacadas aunque no muy conocidas internacionalmente las orquestas de Luis Alfonso Larrain, la de Pedro José Belisario, la de Ulises Acosta, y Los Melódicos.


La aparición de “Romance” en 1990, marca el resurgimiento del bolero, de una agonía interminable; muchos cantantes contemporáneos habían grabado canciones o discos completos dedicados al bolero, pero es hasta que Luis Miguel lo interpreta cuando se logra que abuelos y nietos suspiren juntos al escuchar boleros como “Usted”, “La puerta”, “Cuando vuelva a tu lado”, “Inolvidable” y “La mentira”. Posteriormente, y gracias al éxito de este disco, Luis Miguel grabó “Romance II”, en el que siguieron apareciendo boleros viejos con sonidos nuevos, arreglos con bajo y batería, que le dan un nuevo sonido al bolero.


Es precisamente ese sabor a tiempo lo que hace del bolero una de nuestras instituciones culturales más consistentes y el hecho de que ahora el bolero no sea precisamente un género musical que arrastre masas, es sin duda un hecho positivo ¿por qué? Porque el bolero se ha convertido en un género íntimo, es decir una música del recuerdo, que nos evoca un algo o un alguien, una felicidad o una tristeza y aunque está en nuestro colectivo – nuestra cultura latinoamericana – está también dentro de nuestro ser, ya sea la mente y el corazón. Está el Bolero dentro de cada uno que lo hace propio. En definitiva el Bolero es la forma como América Latina canta su lado más humano: el del Dolor y el Amor.



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