Conversatorio sobre el COVID 19: Transmision de la infección y futuro de la pandemia y las vacunas (IV)
Conversatorio
sobre el COVID 19: Transmision de la infección y futuro de la pandemia y las
vacunas (IV)
Gustavo Gonzalez
Urdaneta y Roberto Martin Montilla (Editores)
Miami 24 abril
2021
Si hay algo en
que hemos avanzado positivamente es en el conocimiento de la transmision de
la infección del coronavirus. Cuando éste comenzó a propagarse en Estados
Unidos la primavera pasada, muchos expertos advirtieron del peligro que
suponían las superficies. Los investigadores informaron que el virus podría
sobrevivir durante días en plástico o acero inoxidable, y los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés)
advirtieron que si alguien tocaba una de estas superficies contaminadas y luego
se tocaba los ojos, la nariz o la boca, podría infectarse.
Los
estadounidenses respondieron de la misma manera, limpiando comestibles,
poniendo en cuarentena el correo y limpiando los estantes de las farmacias con
toallitas Clorox. Facebook cerró dos de sus oficinas para una "limpieza
profunda". La Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York comenzó
a desinfectar los vagones del metro todas las noches.
Pero la era del
"teatro de la higiene" puede haber llegado a un final no oficial en
la primera semana de abril, cuando el CDC actualizó sus pautas de limpieza de
superficies y señaló que el riesgo de contraer el virus al tocar una superficie
contaminada era menos de 1 en 10,000. "Las personas pueden verse afectadas
por el virus que causa Covid-19 a través del contacto con superficies y objetos
contaminados", dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora del CDC., en una
sesión informativa en la Casa Blanca el lunes. "Sin embargo, la evidencia
ha demostrado que el riesgo de transmisión por esta vía de infección es
realmente bajo".
Linsey Marr,
experta en virus transmitidos por el aire en Virginia Tech. "Sabemos esto
desde hace mucho tiempo y, sin embargo, la gente todavía se está enfocando
mucho en la limpieza de superficies". Ella agregó: "Realmente no hay
evidencia de que alguien haya contraído Covid-19 al tocar una superficie
contaminada". “La base científica de toda esta preocupación por las
superficies es muy escasa, escasa o nula”, dijo Emanuel Goldman, microbiólogo
de la Universidad de Rutgers, quien escribió el verano pasado que el riesgo de
transmisión superficial había sido exagerado. “Este es un virus que se contrae
al respirar. No es un virus que se contrae al tocarlo ".
"La parte
más importante de esta actualización es que están comunicando claramente al
público el riesgo correcto y bajo de las superficies, lo cual no es un mensaje
que se haya comunicado claramente durante el año pasado", dijo Joseph
Allen, un experto en seguridad de edificios. en el Harvard TH Escuela Chan de
Salud Pública. Aun así, las pautas sugieren que si alguien que tiene Covid-19
ha estado en un espacio en particular durante el último día, el área debe
limpiarse y desinfectarse.
En cuanto al futuro
de la pandemia existe una fuerte correlación entre ésta y el futuro de
la economía mundial. Jerome H. Powell, presidente de la Reserva Federal,
enfatizó el jueves 8 de abril que incluso cuando las perspectivas económicas se
ven más brillantes en los Estados Unidos, vacunar al mundo y controlar la
pandemia de coronavirus sigue siendo crítico para el panorama mundial. “Los
virus no respetan las fronteras”, dijo Powell mientras hablaba en un panel del
Fondo Monetario Internacional. "Hasta que el mundo, realmente, esté
vacunado, todos correremos el riesgo de nuevas mutaciones y no podremos
reanudar la actividad con confianza en todo el mundo".
Si bien algunas
economías avanzadas, incluido Estados Unidos, se están moviendo rápidamente
hacia la vacunación generalizada, muchos países de mercados emergentes están
muy rezagados: algunos han administrado tan solo una dosis por cada 1,000
residentes.
Powell se unió a
un coro de funcionarios de políticas globales para enfatizar lo importante que
es que todas las naciones, no solo las más ricas, puedan protegerse ampliamente
contra el coronavirus. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo
Monetario Internacional, dijo que los responsables de la formulación de
políticas debían permanecer enfocados en la salud pública como la prioridad
política clave. “Este año, el próximo año, la política de vacunas es política
económica”, dijo Georgieva, hablando en el mismo panel que Powell. “Es una
prioridad incluso mayor que las herramientas tradicionales de política fiscal y
monetaria. ¿Por qué? Sin ella, no podemos cambiar el destino de la economía
mundial”. Esto reafirma la necesidad de vacunar al planeta que hemos destacado
en los articulos anteriores de esta saga sobre el COVID-19.
En relación con
el futuro de las vacunas, por medio de un artículo que nos remitiera
nuestro compañero ignaciano el Dr. Luis Enrique Palacios nos enteramos de la nueva
píldora experimental que en 24 horas detendría el contagio de COVID-19 y cuyo estudio
de la fase II, con 202 personas infestadas por COVID y no hospitalizadas, concluyó
seguir a la fase III porque la toxicidad es manejable y la efectividad también
y es, evidentemente, una muy buena noticia
La droga Molnupiravir
mostró resultados prometedores en un estudio científico publicado en Nature por
investigadores de la Universidad de Georgia, en Atlanta. El laboratorio Merck
Sharp & Dohme lleva adelante un estudio de Fase III en 300.000 personas. Molnupiravir
es la primera demostración de un medicamento disponible por vía oral para
bloquear rápidamente la transmisión del SARS-CoV-2. El pasado 3 de diciembre,
los doctores Robert M. Cox, Josef D. Wolf y Richard K. Plemper, del Instituto
de Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Georgia, Estados Unidos,
publicaron el estudio científico sobre el molnupiravir, la droga que promete
interrumpir los contagios en 24 horas. Cuando se conozcan los resultados,
podría cambiar la estrategia de inmunidad en todo el mundo.
El Molnupiravir
es un antiviral cuyo nombre técnico es MK-4482/EIDD-2801, y se trata de un
inhibidor de ribonucleósido que se administra por vía oral. En principio, fue
diseñado para tratar la gripe y evitar que el virus haga copias de sí mismo,
creando errores durante la replicación del ARN viral.
Debido a que el
medicamento se puede tomar por vía oral, el tratamiento puede iniciarse
temprano para obtener un beneficio potencial triple: inhibir el progreso de los
pacientes a una enfermedad grave, acortar la fase infecciosa para aliviar el
costo emocional y socioeconómico del aislamiento prolongado del paciente y
silenciar rápidamente los brotes locales. Nos comenta el Dr. Palacios que hay
que esperar con esperanzas el estudio fase III. De ninguna manera excluye las
vacunas sino que las complementa. De funcionar ¡Aleluya!
Volviendo al futuro
de las vacunas actuales, la farmacéutica Pfizer considera una tercera dosis
de la vacuna contra el coronavirus debido a las nuevas variantes, pero
¿realmente será necesaria? A más de un año del primer caso de coronavirus en
Estados Unidos, ahora, más de 165 millones de estadounidenses han sido
inoculados contra el covid-19 gracias a la autorización de uso de emergencia de
tres vacunas: Pfizer/BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson (esta última se
encuentra temporalmente suspendida debido a casos extraños de trombosis). A
comparación de la vacuna de Johnson & Johnson, las vacunas de
Pfizer/BioNtech y Moderna requieren de dos dosis entre una y otra para mayor
efectividad.
Mientras muchas
personas continúan a la espera de su segunda dosis, investigadores y
farmacéuticos de Pfizer comienzan a plantearse la posibilidad de una tercera
dosis para “reforzar” el sistema inmunológico a medida que las nuevas variantes
del coronavirus continúan apareciendo.
Aunque de
momento esto es tan sólo una “posibilidad”, no es nada nuevo, pues ya se había
mencionado que podrían ser necesarias nuevas dosis de la vacuna. Además, existe
la posibilidad de que se requiera una nueva dosis una vez al año, tal y como
sucede con la influenza.
“Probablemente
sea necesaria una tercera dosis en algún punto entre los seis y los 12 meses. Y
a partir de ahí habrá una vacunación anual, pero todo esto tendrá que
confirmarse”, explicó Albert Bourla, consejero delegado de Pfizer, quien dio a
conocer que la farmacéutica aún se encuentra analizando esta posibilidad. Cabe
mencionar que aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo dura la inmunidad que
ofrece la vacuna, motivo por el que aún no se ha confirmado nada sobre una
nueva dosis, pues, las primeras personas que se vacunaron contra el coronavirus
con la vacuna de Pfizer lo hicieron en verano de 2020, por lo que todavía hay
que esperar para corroborar que la vacuna ofrece inmunidad de un año.
No obstante, es
necesario tener presente que, pese a ya estar vacunado contra el coronavirus,
uno igual puede contagiarse, por lo que es de suma importancia seguir todas las
recomendaciones y protocolos de prevención y sanidad para evitar posibles
nuevos contagios.
A medida que las
vacunas contra la covid-19 llegan a más personas, algunos países con bajo
porcentaje de vacunados se preguntan si podrían retrasar la segunda dosis de
las vacunas de Pfizer y Moderna para permitir que más personas se vacunen más
rápidamente. Y, por lo tanto, qué seguridad nos daría la primera. Según los inmunólogos,
la respuesta es que una sola dosis es muy eficaz, pero ellos añadirían que, aun
así, hay que ponerse las dos. Sin embargo, la respuesta es importante, no solo
para su salud personal, sino también para la salud de cada país.
Un estudio
reciente realizado en Israel demostró que una dosis única de la vacuna de la
covid-19 de Pfizer es altamente eficaz, hasta un 85 %. El Centro Médico Sheba informó
de su experiencia con la vacunación de sus casi 10 000 empleados con la vacuna
de la covid-19 de Pfizer. La vacunación allí comenzó el 19 de diciembre de
2020, que coincidió con la tercera ola en Israel. Los investigadores se fijaron
en la tasa de reducción de la infección por SARS-CoV-2 y de la covid-19 tras la
vacunación. Hasta el 24 de enero de 2021, 7 214 trabajadores sanitarios de ese
país habían recibido una primera dosis y 6 037 habían recibido la segunda.
En total hubo
170 casos de infección entre el 19 de diciembre de 2020 y el 24 de enero de
2021. De ellos, 89 personas, o el 52 %, no estaban vacunadas. 78 personas, o el
46 %, dieron positivo después de la primera dosis. Tres, o el 2 %, dieron
positivo después de la segunda dosis.
Esto coincide
con un nuevo análisis de los datos del ensayo clínico de fase 3 publicado en
2020 en el New England Journal of Medicine. En ese estudio, el 52 % de
protección de la primera dosis incluía infecciones que se produjeron en los
primeros 10 días después de la vacunación, cuando no se esperaría que la vacuna
hubiera tenido tiempo de generar anticuerpos protectores contra la espícula del
coronavirus.
Utilizando los
datos del estudio publicado de la vacuna de Pfizer, Public Health England
determinó que la eficacia de la vacuna era del 89 % durante los 15-21 días
posteriores a la primera dosis y antes de la segunda dosis en el día 21. El
rango de eficacia se situó entre el 52 % y el 97 %. Para los días 15-28, o
hasta la primera semana después de la segunda dosis, la protección de la
primera dosis se estimó en un 91 %. El rango para esto fue entre el 74 % y el
97 %. No se espera que una segunda dosis confiera inmunidad en ese tiempo.
¿Qué sabemos
entonces? Los CDC instan a la gente a recibir las dos dosis de las vacunas
Pfizer y Moderna. Usted debería estar tranquilo, ya que incluso después de una
sola dosis de cualquiera de esas vacunas, tiene niveles muy altos de protección
dado que su cuerpo tiene tiempo para crear inmunidad, alrededor de una semana. La
segunda dosis programada de estas vacunas las hace aún más efectivas, pero en
una época en la que los suministros de vacunas son limitados, hay mucho que
decir acerca de dar prioridad a la primera dosis para el mayor número de
personas. ¿Qué opinas al respecto?
En cuanto a
formarnos una opinión sobre el futuro real de la pandemia del coronavirus,
estoy seguro de que varios de nuestros compañeros podrán ilustrarnos más
apropiadamente al respecto pero, por los momentos, revisemos brevemente el
virus del Ébola que tiene ya unos cuantos años desde su inicio. El virus del
Ébola (Ebolavirus) se detectó por primera vez en algunas regiones de
África. La enfermedad que produce es una fiebre hemorrágica viral de la misma
categoría que la fiebre del dengue. Su nombre proviene del río Ébola (en la
República Democrática del Congo, antigua Zaire), donde fue identificado por
primera vez en 1976 durante una epidemia con elevada tasa de
mortalidad.
Conviene
destacar ciertas particularidades del Ébola a medida de comparación con lo que
sabemos del Coronavirus (Covid-19). El brote de ébola en República Democrática
del Congo fue declarado emergencia de salud pública de interés internacional
por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El virus del Ébola se transmite
entre humanos a través del contacto físico cercano y directo con fluidos
corporales infectados, de los cuales los más infecciosos son la sangre, las
heces y el vómito.
El virus del
Ébola también se ha detectado en la leche materna, la orina y el semen. La
saliva y las lágrimas también pueden implicar algún riesgo. Sin embargo, los
estudios que señalan el carácter infeccioso de estos fluidos corporales
adicionales son extremadamente limitados en cuanto al tamaño de la muestra, por
lo que sus resultados no son concluyentes. En estudios sobre la saliva, el
virus se detectó sobre todo en pacientes que se encontraban en un estado
avanzado de la enfermedad. El virus vivo entero nunca se ha aislado en el
sudor. El virus del Ébola también puede transmitirse indirectamente por
contacto con superficies y objetos contaminados. El riesgo de transmisión a
partir de estas superficies es bajo y puede reducirse aún más si se aplican
procedimientos adecuados de limpieza y desinfección. Algo similar al Covid-19.
Los síntomas del
Ébola a menudo comienzan con fiebre, dolor de cabeza severo, dolor de garganta,
debilidad general, dolor abdominal, diarrea y vómitos. Los síntomas tardíos
incluyen hemorragias (internas y externas), insuficiencia orgánica, y muchas
veces, la muerte.
Una vacuna
experimental contra el ébola ha sido comprobada con un 100 % de probabilidad
por la OMS; se realizó un ensayo con 11 841 personas durante el 2015,
5837 personas recibieron la vacuna, las cuales no presentaron ningún síntoma
del virus. El ensayo fue liderado por la OMS, junto con el Ministerio de Salud
de Guinea, Medecins sans Frontieres (Médicos sin Fronteras) y el Instituto
Noruego de Salud Pública, en colaboración con otros socios internacionales.
«Si bien estos
resultados convincentes llegan demasiado tarde para aquellos que perdieron la
vida durante la epidemia de ébola en África Occidental, muestran que cuando el
próximo brote de ébola llegue, no estaremos indefensos», dijo Marie-Paule
Kieny, Subdirectora General de Salud de la OMS, Sistemas e Innovación, y autora
principal del estudio. ¡Aleluya!
Pasaron 39 años
desde su inicio en 1976 y la comprobación de una vacuna con cien por ciento de
probabilidad en el 2015. Tenemos a nuestro favor un periodo casi similar (43
años) de diferencia tecnológica entre ambos inicios y un inicio aun reciente
del coronavirus. ¿Qué piensan ustedes?
Según un estudio
publicado en enero 2021 en la revista Science, el coronavirus llegó para
quedarse, pero una vez que la mayoría de los adultos sean inmunes (después del
contagio natural o la vacunación) el virus no será una amenaza más peligrosa
que el resfriado común. En este momento el virus es una amenaza fúnebre porque
es un patógeno desconocido que puede abrumar al sistema inmunitario adulto, que
no ha sido entrenado para combatirlo. Ese ya no será el caso una vez que todos
hayan sido expuestos al virus o a la vacuna.
Así que, en
realidad, lo más importante es lograr que todo el mundo se exponga por primera
vez a la vacuna lo más pronto posible. La diplomacia de la vacuna.
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