Privatización del Sector Eléctrico Venezolano (V): Productores Independientes de Energia-Experiencia de México
Privatización
del Sector Eléctrico Venezolano (V): Productores Independientes de
Energia-Experiencia de México
Gustavo
González Urdaneta
Miami
12 enero 2023
La Comisión Federal de
Electricidad (CFE) de México, estableció la cobertura eléctrica en todas
las regiones del país, desde la creación de esta en 1937, donde se inicia la
construcción de centrales generadoras, líneas de transmisión y redes de
distribución, lo que se refuerza con la nacionalización de las empresas
eléctricas privadas en 1960 y adquiere rango de ley con la promulgación en 1975
de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Esta
tendencia centralista se abandona con las reformas del sexenio salinista, en
1992, cuando se establece de manera legal la modalidad de Producción
Independiente de Energía (PIE) por parte de particulares, para su
venta exclusiva a la CFE. A partir de principios de este siglo, la generación
de estos productores privados, aumentan su generación hasta llegar a tener 1/3
del total de la energía disponible para el servicio público.
Interesante para el caso
venezolano revisar la información de costos de generación de los PIE mexicanos,
tanto el llamado costo variable, que es función del precio del gas natural,
como el menos conocido, llamado costo fijo, que tiene que ver con la capacidad
disponible y que es el que permite a los inversionistas recuperar el capital
invertido en la construcción de las centrales.
También es interesante observar como
la alta eficiencia de las centrales de PIE, preferentemente de Ciclos
Combinados (CC) con precios del gas más bajos que los del combustible
líquido, hicieron desde la llegada de esta modalidad de generación y
contratación por la CFE, que su energía fuese de menor costo que la de las
plantas de la CFE, y eso era lo que se buscaba con esa tecnología. Nos atrae este
análisis por considerar que las primeras unidades termoeléctricas a rehabilitar/puesta
en servicio en Venezuela deberían ser las plantas de CC de Termozulia.
Al final se concluye que la
contratación de los PIE en Mexico ha resultado en costos razonables, en un
balance de costos y beneficios positivo. Consideran que es factible suponer que
esas centrales pudieron haber sido construidas y operadas por la CFE, con
costos que pudieron haber sido menores, dado que no se hubieran incluido las
ganancias de los inversionistas, aunque se sabe que los esquemas de
financiamiento disponibles para la CFE generan mayores presiones financieras
que los cargos fijos pagados a los PIE.
En suma, un análisis muy
pertinente, posiblemente desmitificador y necesario en la oportunidad de la
rehabilitación factible de la capacidad instalada en Venezuela. Por ejemplo, si
la demanda realmente servida en la actualidad es 10,000 megavatios (MW) y se
quiere recuperar alrededor de la demanda máxima del 2013, se deberían
rehabilitar unos 10,750 MW, para disponer de un 25% de reserva para cualquier
eventualidad. Dado que la capacidad instalada termoeléctrica disponible es solo
de 2,000 MW, habría que rehabilitar unos 8,750 MW, algo que los especialistas
creen factible.
En el caso Mexico, la CFE
estableció tres reglas que debían satisfacerse para ser PIE:
1. Que el costo de la energía que
entregaran a la CFE fuera menor que el costo con el que la CFE generaba la
energía, con la misma tecnología;
2. Que se entregara la energía en
el punto que la CFE la pedía; y
3. Que, aunque la demanda era
variable, los PIE tuvieran cierta capacidad mínima para entregar energía todo
el tiempo. O sea: si la generadora era de 100 MW, debía tener al menos 95 MW
disponibles todo el tiempo.
Ahora ¿cómo se pagaba la energía
a los PIE? El costo por megavatiohora es una suma de dos conceptos: infraestructura
y operación. ¿Qué incluían? Tener energía depende de tener el equipo de
generación (infraestructura) y tener combustibles y mantenimiento, entre otras
cosas. El equipo se compra, instala y es un costo único que se va pagando por
el periodo de contrato, es el costo fijo. En el caso de Venezuela, en
principio, el equipo/partes a rehabilitar se compran, se instalan y dependería
del costo del equipo como tal y del tipo de financiamiento que el privado dé ú
obtenga (ej.. BOT hasta BOOMT). Tema que veremos en el próximo artículo. El
costo de mantenimiento y combustibles variará dependiendo, por ejemplo, del
costo del gas. Entonces, efectivamente tienes dos tarifas, el costo fijo y el
variable. En el caso de Mexico así tenías el costo al que cobraba la PIE la
energía que entregaba a la CFE.
Pero el costo fijo no es
del todo fijo, sino que tiene una variante. Como dice la regla tres arriba,
tener la maquinita no significa que esté a toda su capacidad. Si una empresa no
da la atención adecuada a su equipo, puede no estar totalmente disponible. Para
asegurarte que esté a toda su capacidad, el costo fijo depende de que esté así.
Entonces, si la generadora privada tiene por lo menos el 95 % de su capacidad
asegurada, se le paga el 100 % de la capacidad. Si por falta de mantenimiento o
lo que sea que suceda, su disponibilidad baja, se le va descontando del costo
fijo. Si la capacidad de generar baja de un porcentaje dado, de plano no se le
paga ese periodo de tiempo.
El otro costo, el variable,
dependerá de cuánto se le pida generar. Si la CFE sólo pide el 50 % de la
energía que un privado puede entregar, pero la maquina está disponible el 100 %
del tiempo, se paga el costo fijo completo y el costo variable por el tiempo
que se usa (y la cantidad de gas que se quema). De esta forma, se aseguraban de
que la capacidad estuviera disponible siempre con métodos financieros y a la
empresa le conviene invertir constantemente para tener sus máquinas en perfecto
estado.
Los PIE se licitaron en concursos
internacionales abiertos y ganó quien ofreció costos más bajos cumpliendo con
las reglas y garantizando calidad en la operación. En algunas regiones la CFE solia
usar mayormente la capacidad de PIE de forma constante ante la incapacidad de
operar con sus plantas de combustible líquido de forma confiable.
A pesar de todo esto ¿Por qué
desde la CFE se ha atacado siempre a los PIE? La razón no puede estar en sus
costos (le cuesta menos que su propia energía) ni en problemas operativos del
sistema (en casos como Baja California, son los que mantienen la confiabilidad
del sistema) sino que, se comenta, que era por razones personales de los
burócratas directivos de la CFE que se oponían a los PIE.
No obstante, lo que siguió fue un
proceso acelerado de licitación de centrales de ciclo combinado bajo la
modalidad de producción independiente de energía (PIE), con capacidades,
especificaciones y sitios previamente definidos por CFE, en las que CFE asumía
la responsabilidad del suministro del combustible. Incluso, este último aspecto
se modificó más adelante, pues en algunos casos la responsabilidad del
suministro del combustible quedó a cargo de los productores independientes.
Cabe mencionar que las
licitaciones de las centrales estuvieron siempre a cargo del personal técnico
altamente calificado de CFE, desde la definición de todos los aspectos
técnicos, la selección de los sitios más apropiados, la elaboración de las
bases de licitación, la definición de los criterios y valores de adjudicación,
la publicación de las convocatorias, la evaluación de las ofertas, la
adjudicación de las ofertas ganadoras y la celebración de los contratos
respectivos, todo ello para garantizar que los procesos de licitación se
desarrollaran siempre de la forma más conveniente para CFE. En el caso
venezolano, al no tener esa disponibilidad, debe estar a cargo del Grupo de
Trabajo de Privatización que designen quienes estén al frente del sector
eléctrico nombrado por el Gobierno Transitorio, si es el caso.
La modalidad de producción
independiente de energía atrajo en México el interés de muchos inversionistas
extranjeros, de manera que se contó con una participación muy amplia en los
procesos de licitación, sin duda muchos de ellos atraídos por la expectativa de
una próxima apertura del mercado eléctrico nacional. Es importante señalar al
respecto que la promesa de apertura del mercado eléctrico nacional estaba
contenida en la iniciativa de reforma constitucional del sector eléctrico que
presentó el Gobierno al poder legislativo en 1999, pero dicha iniciativa no
prosperó al enfrentar una amplia oposición en ambas cámaras, incluso de
legisladores de la fracción parlamentaria del partido gobernante. Aun así, las
licitaciones de centrales de ciclo combinado bajo la modalidad de producción
independiente prosiguieron, en algunos casos con una menor participación y en
otros con escasa participación, lo que provocó que algunas licitaciones se
declararan desiertas y se tuvieran que convocar de nuevo.
El principal problema que empezó
a afectar los procesos de licitación, además de la expectativa fallida de
apertura del mercado, fue el derivado del suministro cada vez más insuficiente
de gas natural por parte de PEMEX. En este contexto, CFE adoptó una estrategia
para incrementar el suministro de gas natural de importación, para lo cual se
procedió a contratar con particulares la instalación de terminales de gas
natural licuado en las costas del Golfo y del Pacífico, así como la
construcción de varios gasoductos para suministrar gas de importación a varias
zonas del norte y centro del país, aprovechando la amplia disponibilidad de gas
natural de bajo costo que generó la explotación de los yacimientos de lutitas
en Estados Unidos.
De esa manera, CFE se convirtió
en el principal importador de gas natural en el país. También le permitió
avanzar en una estrategia de sustitución de combustible líquido por gas natural
en un gran número de centrales convencionales, generando grandes beneficios al
aprovechar un combustible de mucho más bajo costo y menor impacto ambiental. Se
llegaron a celebrar 34 contratos de producción independiente de energía, 28 de
ellos en centrales de ciclo combinado que utilizan gas natural como combustible
y los seis restantes en centrales eólicas.
Las centrales aportaban alrededor
del 33% del total de la energía eléctrica que dispone CFE para cubrir la
demanda del servicio público de energía eléctrica del país. En algunos casos la
propiedad de las centrales ha cambiado de manos, pues algunas de las empresas
originales decidieron salirse del negocio y traspasaron sus inversiones a otras
empresas, manteniendo sin cambio los contratos con CFE.
En la práctica, las centrales de
los productores independientes operan como si fueran centrales arrendadas por
CFE, ya que están sujetas al despacho económico de carga y compiten con las
demás centrales de CFE que utilizan combustibles fósiles. La electricidad que
producen conforme al despacho de carga es entregada exclusivamente a CFE para
su destino al servicio público.
Como ya se mencionó, el pago a
los productores independientes comprende cargos fijos mensuales por concepto de
capacidad, operación y mantenimiento, y cargos variables por concepto de combustibles,
operación y mantenimiento, los primeros asociados a la capacidad disponible y
los últimos asociados a la energía generada. Los cargos fijos se pagan cada mes
independientemente de la energía generada, pero solo si las centrales se
encuentran disponibles, en tanto que los cargos variables se pagan en función
de la energía generada conforme al despacho de carga, y la fórmula establecida
para determinar el precio aplicable del combustible. Bajo este esquema, los
inversionistas privados tienen garantizada la recuperación total de sus
inversiones incluyendo la ganancia respectiva, a lo largo de los 25 años de
vigencia de los contratos, pero asumen los riesgos asociados al financiamiento,
la construcción y operación de las centrales y en algunos casos el suministro
del combustible, en tanto que CFE asume invariablemente los riesgos asociados
al mercado y al precio del combustible.
Cabe señalar que la recuperación
de las inversiones está garantizada incluso bajo circunstancias de
incumplimiento o cancelación de los contratos por causas imputables a CFE o al
Gobierno, ya que en los contratos se estipula la obligación para CFE de pagar
de inmediato a los productores independientes la totalidad de los cargos fijos
remanentes hasta la fecha del término contractual, cuando se presenten dichas
circunstancias.
Cabe señalar que tanto los costos
totales como los unitarios en el periodo 2001-2019 reflejan un promedio
variable para todos los contratos, pues algunos contratos han presentado
valores más altos que el promedio y otros valores más bajos, pero en todos los
casos los cargos contractuales se ubican dentro de un rango aceptable para este
tipo de centrales, y reflejan las condiciones prevalecientes en el mercado
internacional al momento de realización de cada proceso de licitación.
A título de referencia, del costo
total acumulado de 2001 a 2019, el 67.4% corresponden a cargos variables y
32.6% a cargos fijos. La energía entregada a CFE en ese periodo suma un total
de 1,285.2 TWh, lo que resulta en un costo unitario promedio de 726.3 pesos por
megavatiohora (MWh). Es conveniente comentar que los incrementos
significativos que se observaron en los cargos variables unitarios en el
periodo de 2003 a 2008 se debieron a las alzas que experimentaron los precios
de referencia del gas natural, en tanto que los fuertes incrementos que se
dieron de 2016 a 2019 se atribuyen fundamentalmente a las variaciones del tipo
de cambio.
En lo que se refiere a los cargos
fijos unitarios se observa una tendencia al alza en el periodo de 2001 a
2005, en línea con lo que ocurrió con los costos de inversión de centrales
eléctricas en el mercado internacional, seguida de un largo periodo de
estabilidad y por último un aumento de 2016 a 2019 debido a las variaciones del
tipo de cambio. Las variaciones de los cargos variables se derivan
directamente de las fluctuaciones de los precios de referencia del gas natural,
mientras que los cargos fijos presentan una trayectoria muy estable de 2005 a
2019, después del incremento inicial arriba señalado.
Es importante subrayar que los
cargos unitarios que CFE paga a los productores independientes de energía son
muy próximos a los costos unitarios de las propias centrales de ciclo combinado
de CFE que operan con gas natural, en ambos casos sumando costos variables y
fijos. Pero si comparan dichos cargos con los costos de generación de las
centrales termoeléctricas de CFE que utilizan otros combustibles fósiles se
puede apreciar claramente el beneficio económico significativo que aportan a
CFE las centrales de ciclo combinado con gas natural, tanto las propias como
las de los productores independientes.
De la información publicada se
desprende que las centrales de ciclo combinado de los productores
independientes presentaron en 2019 un costo unitario 38.1% inferior al promedio
de todas las centrales de CFE destinadas al suministro básico, y constituyeron
la segunda fuente de generación de más bajo costo, siendo la primera la
generación hidroeléctrica. Las centrales de los productores independientes
aportan el 33.6% de la energía asociada a los contratos legados para suministro
básico en 2019, pero representaron solo el 23.0% del costo total de dicha
energía, lo que ejemplifica la importante contribución de estas centrales para
aminorar el costo de la energía destinada a los usuarios del servicio básico de
CFE
Con base en lo anterior, se puede
concluir que la generación contratada por CFE bajo el esquema de producción
independiente de energía ha permitido cubrir las necesidades del servicio
público de energía eléctrica, con costos razonables y en términos adecuados a
la operación de CFE. El balance de costos y beneficios es sin duda positivo, y
en ningún momento se han observado circunstancias que hayan sido en detrimento
de la operación y las finanzas de CFE.
En el transcurso de la actual
administración, los directivos de CFE han venido argumentando cada vez con
mayor insistencia en que los contratos con los productores independientes son
“leoninos”, que obligan a CFE a comprar energía cara y que han recibido
cuantiosos subsidios por parte de CFE y el Estado. De acuerdo con articulos
publicados por expertos mexicanos, estas afirmaciones son totalmente falsas y
carentes de sustento, y dicen que basta con revisar los informes y reportes
operativos y financieros de CFE de los últimos 20 años para refutarlas. Cabe
preguntarse con qué intención se pretende engañar a la opinión pública y a los
legisladores en este respecto, o si se trata simplemente de un acto de total
insensatez
“El requisito
del éxito es la prontitud en las decisiones” Francis Bacon
“Son dos las
opciones básicas: aceptar las condiciones como existen o aceptar la responsabilidad
de modificarlas”. Denis Waitley.
“Da tu primer
paso ahora. No importa que no veas el camino completo. Sólo da tu primer paso y
el resto del camino irá apareciendo a medida que camines” Martin Luther King
Jr.
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