La paradoja del mundo real y el colapso de la sociedad contemporánea (II) (Gustavo González Urdaneta)
La paradoja del mundo real y el colapso de la sociedad contemporánea (II)
Gustavo González Urdaneta
Miami 10 abril 2024
Según noticias recientes, tanto Japón como el Reino Unido se encontraron en recesión, uniéndose a Finlandia e Irlanda , ya que informaron dos trimestres negativos consecutivos de producto interno bruto (PIB), cumpliendo con la definición ampliamente aceptada de recesión.
Japón, la tercera economía más grande del mundo, enfrentó una contracción del 0,8% en el segundo trimestre (T2), seguida de una caída más modesta del 0,1% en el tercer trimestre (T3) de 2023. La nación ha luchado durante mucho tiempo contra el estancamiento económico, que el envejecimiento de la población y las persistentes presiones deflacionarias han exacerbado. La disminución del gasto de los consumidores y las perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales han contribuido significativamente a la actual tendencia recesiva.
El Reino Unido fue testigo de una contracción del 0,1% en el segundo trimestre y de un 0,3% en el tercer trimestre, lo que indica una desaceleración económica general. Las incertidumbres y poblaciones inducidas por el Brexit, que afectan los acuerdos comerciales y el acceso a los mercados, sumadas a los impactos de la COVID-19, han perturbado la confianza de las empresas y los inversores. Sectores clave como la hotelería, el turismo y el comercio minorista enfrentan desafíos importantes debido a los bloqueos y las interrupciones de la cadena de suministro. El sector de servicios, vital para la economía del Reino Unido, se ha visto particularmente afectado por el trabajo remoto y el cambio en el comportamiento de los consumidores.
Finlandia enfrentó una contracción del 0,9%, que persistió en el tercer trimestre con una caída adicional del 0,4%. La economía finlandesa, reconocida por su resiliencia e innovación, ha estado bajo presión debido a factores externos. La desaceleración económica mundial y las perturbaciones en el comercio internacional han afectado negativamente a las industrias orientadas a la exportación del país, especialmente en el sector tecnológico. Además , la crisis económica en socios comerciales clave ha agravado los desafíos de Finlandia, destacando la urgencia de intervenciones estratégicas para estimular la recuperación.
Irlanda experimentó importantes reveses tanto en el segundo como en el tercer trimestre de 2023, experimentando contracciones del 1,9% y el 0,7%, respectivamente. Los estrechos vínculos del país con la Unión Europea y su fuerte dependencia de las exportaciones, especialmente en los sectores farmacéutico y tecnológico, lo han vuelto susceptible a las incertidumbres de la economía global. El impacto de la pandemia de COVID-19 y las intrincadas complejidades que rodean al Brexit han agravado aún más los desafíos económicos de Irlanda.
Vivimos en una época en la que la extinción se sirve a fuego lento y de manera progresiva. En este sentido, los cientos de noticias que se comparten día a día sobre el cambio climático presentan el problema como si todavía fuera evitable, como si pudiéramos dar marcha atrás, como si una cumbre y cuatro pactos entre los países más contaminantes pudieran evitar la debacle. Pero como en la Antigua Roma, los finales siempre llegan por sorpresa. Incluso en el momento en el que parece que todo está controlado y el progreso está asegurado, las cosas tienden a torcerse. A decir verdad, tenemos algunas cosas en común con los romanos de antaño: la sobreexpansión, el ya mencionado cambio climático, la degradación medioambiental o un liderazgo débil fueron las principales causas de su desaparición. Según el investigador Luke Kemp del Centro de Estudio del Riesgo Existente la Universidad de Cambridge “Las grandes civilizaciones no son asesinadas, se suicidan”.
Las preguntas que se han planteado los investigadores de Cambridge tratando de hacer una autopsia histórica, son como estas ¿Qué es lo que nos puede decir el ascenso y posterior caída de civilizaciones históricas sobre las nuestras? ¿Cuáles son las fuerzas que precipitan o retrasan el colapso? ¿Podríamos aplicarlo al momento actual y ver patrones similares?
Kemp aduce que “Las sociedades del pasado y del presente son simplemente sistemas complejos compuestos de personas y tecnología”. La teoría de los 'accidentes convencionales' sugiere que los sistemas tecnológicos complejos regularmente dan paso al fracaso. Por ello, el desastre es algo natural para cualquier civilización, independientemente de su tamaño y etapa. Vivimos una “época crítica”, ya que los desafíos a los que se enfrenta la humanidad en su connivencia con la tecnología y la explotación de los recursos (limitados) son descomunales. Desde las amenazas de paro masivo por la entrada de la robótica avanzada y la inteligencia artificial al cambio climático que cada vez se agrava más.
Nuestro sistema económico globalizado y estrechamente acoplado es, en todo caso, más propenso a hacer que la crisis se propague y por ello, han reunido las causas más comunes que los historiadores y antropólogos ven como la evidencia manifiesta de que estamos al borde de un colapso, a saber: El cambio climático, la degradación ambiental, la desigualdad social, la complejidad burocrática, los cuatro jinetes de guerra, desastres naturales, hambrunas y plagas y también las catástrofes podrían explicarse en base al azar. El análisis estadístico de los imperios sugiere que el colapso es aleatorio e independiente a la edad de las civilizaciones.
El colapso de la civilización ya está ocurriendo y hay evidencias. Como apuntan varios articulos publicados, con la inminente sexta extinción de especies y otros problemas ambientales, como el cambio climático, hay un riesgo real de un colapso de la civilización en los siguientes 20-30 años, con repercusiones muy severas en la calidad de vida de la humanidad. Las actuales sequías y e incendios sin precedentes en el mundo, por ejemplo, indican que las predicciones científicas sobre la sexta extinción de especies y el colapso de la civilización no sólo son correctas, sino que es posible que ocurran “más rápido de lo esperado”. La civilización, e incluso el destino de nuestra especie, dependen totalmente del buen funcionamiento de los ecosistemas y de su biodiversidad, que la sociedad degrada cada vez más.
Hemos tenido las temperaturas más altas en todo el planeta, hay dos mil millones de personas en el planeta que no tienen agua potable. La pandemia Covid 19 es otro indicador del colapso que ya llegó, propiciada por el tráfico de especies y la destrucción de los ambientes naturales. Estamos viendo el principio de lo que va a ser una nueva normalidad que acarreará enormes sufrimientos para la población en general, pero sobre todo para quienes viven en regiones con menos recursos. De acuerdo a la literatura científica, el colapso de la civilización no extinguirá al ser humano en los siguientes 50, 100 o 200 años. Probablemente sobrevivirá pero con enormes problemas, sufrimientos y muchísimos muertos en las siguientes décadas, por el quebrantamiento de la realidad política, social y económica causados por los problemas ambientales.
Hemos encontrado que los factores más comunes que contribuyen al colapso de la sociedad son medioambientales, sociales y culturales y que las posibles causas de un colapso social incluyen catástrofes naturales, guerras, pestilencias, hambrunas, colapso económico, disminución o exceso de población, migraciones masivas y sabotajes por parte de civilizaciones rivales. La quiebra de las instituciones sociales y culturales es quizás la manifestación más común del colapso pero las sociedades pueden no acabar ni perecer cuando colapsan. Por el contrario, pueden adaptarse y renacer nuevamente. De acuerdo a una encuesta mundial reciente los principales riesgos para el 2023 eran las crisis de suministro de energía, del costo de vida, la inflación creciente, el suministro de alimentos y los ataques cibernéticos a infraestructuras críticas.
Para cerrar quisiera hacer un llamado a todos. Venezuela, en los últimos veinticinco años, ha sufrido de hambrunas, migraciones excesivas, crisis de energía, hiperinflación, escasez de alimentos, violación del derecho a participar en el gobierno del pais (inhabilitaciones) y según el régimen, hasta ataques cibernéticos causantes del racionamiento diario de electricidad. Desde el 2016 hemos visto vídeos y conferencias sobre la perdida de riqueza y llevar al pais al borde del colapso sin reaccionar. En escritos recientes hice referencia a términos como la decadencia sostenible, constante y/o permanente y la necesidad de tomar medidas para evitar el colapso venezolano.
No sé cuánto tiempo hay que esperar para calificar el tipo de decadencia que impera en el país ni cuando se dará su colapso, si es que llega. Tal vez seamos uno de los países en que la decadencia dura y dura y nunca llega el colapso. Aunque, aparentemente, es inevitable. Ya es hora de reaccionar, de luchar por lo que queremos, dejar el miedo a un lado y continuar apoyando a MCM hasta el final
GGU
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