Las arrecheras personales no tienen valor comercial (Gustavo González Urdaneta)

 

Las arrecheras personales no tienen valor comercial

Gustavo González Urdaneta

Miami 3 diciembre 2024

 

 

Es muy cierto, asimilarlo es producto de contadas experiencias en las cuales la ira, la rabia, sentimientos inherentes al ser humano, nos han ocasionado una serie de reacciones complejas en las que se ponen en manifiesto varios tipos de respuestas: la cognitiva, la conductual y la corporal. La respuesta corporal viene dada por una activación del cuerpo, que se prepara para la defensa ante lo que consideramos una ataque o agresión. Los síntomas se hacen evidentes: el ritmo cardíaco aumenta al mismo tiempo la respiración se acelera, los músculos se contraen y el flujo sanguíneo se dispara preparándonos para responder ante la amenaza. El problema radica cuando el estado de excitación se prolonga porque de esa manera se produce una predisposición a actuar de manera agresiva. Es bueno aclarar que esta “arrechera” no se trata de excitación sexual como se entiende esa palabra en algunos países. No, aquí nos referimos a enojo, enfado ante algo que nos pasa o nos dicen.

 

 

La Ira es un sentimiento de indignación que causa enojo, mientras que el enojo es un movimiento del ánimo que promueve ira contra alguien. Ambas componen la arrechera en Venezuela. La forma natural e instintiva de expresar el enojo es responder de manera agresiva. El enojo es una respuesta natural que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados. Por lo tanto, para sobrevivir es necesario un determinado grado de enojo. La arrechera es una emoción que se asocia con factores cognitivos específicos, excitación fisiológica y expresión conductual, los cuales se manifiestan en el entorno, donde se ven reforzados o castigados. Y eso es lo que hay que controlar pues si explotas pierdes el control de tus reacciones y manifestar agresividad contra quien o quienes interactúas, simplemente, no tiene valor comercial. No ayuda para nada, sino todo lo contrario. Levantas un muro para cualquier relación asociada con los que agredes.

 

 

El problema es que esa reacción agresiva es natural, espontánea, no es fácil de evitar, para ello

existe la terapia cognitivo conductual, un tipo de terapia que se utiliza comúnmente para ayuda a las personas con trastorno explosivo intermitente en lo siguiente: Identificar los factores desencadenantes. Aprender qué situaciones o comportamientos pueden desencadenar una respuesta agresiva. ¿Qué recomiendan para evitar dicha respuesta? Lo primero que debe hacer si está en una discusión acalorada es tranquilizarse y pensar sus respuestas. No diga lo primero que pase por su mente, tranquilícese y piense con cuidado sobre lo que desea decir. Al mismo tiempo, escuche con atención lo que está diciendo la otra persona y tómese su tiempo antes de responder. Personalmente, he logrado que mi mente me mande automáticamente el mensaje “las arrecheras personales no tienen valor comercial”. Funciona como el pago automático, apenas llega, se implementa. Hay circunstancias en las cuales no es tan fácil. Lo importante es rectificar a tiempo

 

 

Es natural ponerse a la defensiva ante las críticas, pero, en vez de reaccionar agresivamente  escuche el trasfondo de las palabras y cuestione con paciencia para descubrir esto y también puede ser necesario tomarse un respiro, pero no permita que su ira, ni la de su pareja, hagan que la discusión se salga de control. Mantenerse tranquilo puede evitar que la situación se vuelva desastrosa. La ira es una emoción normal que todo el mundo siente de vez en cuando. Pero cuando usted siente una ira que es demasiado intensa, o cuando la siente con demasiada frecuencia, puede convertirse en un problema. La ira puede poner presión a sus relaciones o provocarle problemas en el trabajo, la familia, los amigos, en fin, con todos los actores y participantes de su entorno Siempre habrá situaciones en la vida que lo harán sentir enojado.

 

 

El problema es que en la mayoría de los casos, responder agresivamente no es una buena forma de reaccionar. Usted puede tener poco o nada de control sobre los factores que le provocan ira. Pero puede y debe aprender a controlar la reacción. Después de una rabieta no-controlada ,casi siempre viene el arrepentimiento. No sé que es peor, la arrechera o el arrepentimiento que le acompaña. El arrepentimiento es un sentimiento de pesar que se experimenta por algo que se ha hecho, dicho o dejado de hacer. Es un proceso que implica, no solo reconocer que se ha obrado mal sino cambiar la forma de pensar, asumir la responsabilidad de las consecuencias de los actos cometidos y comprometerse a no repetirlos. En psicología, el arrepentimiento es un proceso cognitivo y emocional que implica la evaluación retrospectiva de las acciones y decisiones.

 

 

La filosofía se concibe como un saber unitario, dividido en lógica, metafísica y ética, pero con una finalidad fundamentalmente moral. La especulación abstracta carece de valor. La filosofía ahora se orienta a la búsqueda de la felicidad y la paz interior del individuo, frente a las vicisitudes externas. La filosofía se convierte en una terapia del alma, una guía para vivir bien. Las tres grandes escuelas de este periodo son el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo, aunque también hubo otras corrientes como los cínicos, los peripatéticos o los neoplatónicos. Todas ellas comparten algunos rasgos comunes como el naturalismo, el cosmopolitismo y el humanismo.

 

 

De esas tres escuelas comparto con mi hijo su adopción al estoicismo. Para los estoicos, la ira es una pasión irracional que perturba nuestra tranquilidad mental y nos aleja de la virtud. La ira es el resultado de un juicio erróneo sobre lo que nos conviene o nos perjudica, y de una reacción desproporcionada ante lo que consideramos una ofensa o una injusticia. La ira nos hace perder el control de nosotros mismos y nos lleva a actuar de forma violenta, vengativa o cruel. Es evidente que para un estoico, la arrechera personal no tiene valor comercial

 

 

A todo mal hay que aportar soluciones. Los estoicos proponen varios remedios para combatir la ira, basados en la razón y la educación. Algunos de ellos son: Reflexionar sobre las causas de la ira y cuestionar su validez; recordar que la ira no nos beneficia en nada, sino que nos perjudica; practicar el autocontrol y la moderación; no dejarnos llevar por el impulso de la ira, sino tomar aire profundamente, contar hasta diez, salir de la situación que nos provoca ira o buscar una disección positiva. No hay que responder a la violencia con más violencia, sino con calma y firmeza, no alimentar la ira con pensamientos negativos, sino con pensamientos racionales y constructivos y cultivar la compasión y el perdón. Intentar entender el punto de vista del otro, sus motivos, sus sentimientos, sus necesidades.

 

 

Debemos reconocer que todos somos humanos y cometemos errores, no debemos juzgar ni condenar al otro, sino tratar de ayudarlo a mejorar; no guardar rencor ni resentimiento, sino liberarnos del pasado y dar una oportunidad al contrario; buscar el bien común y la armonía social. No ver al otro como un enemigo, sino como un semejante. No buscar el conflicto, sino el diálogo. No imponer nuestra voluntad, sino buscar el consenso, no ser egoístas, sino generosos, no ser arrogantes, sino humildes. Refrena la ira, deja la furia; no te enojes, pues esto conduce al mal. La respuesta amable calma la ira, pero la agresiva provoca el enojo.

 

 

La ira y el enojo son temas que aparecen en la literatura cristiana y secular, y que pueden ser abordados desde diferentes perspectivas: En algunas escrituras cristianas consideran el enojo como un pecado y recomiendan eliminarlo de la vida y en la literatura secular se suele considerar la ira como una forma en que la naturaleza prepara a los humanos para responder en situaciones de peligro. La ira es una emoción humana normal que puede variar de una irritación leve a una furia intensa. Puede ser causada por factores internos, como recuerdos traumáticos, malos pensamientos o celos. También puede ser pensada como un sentimiento que exige una gran fuente de energía o como respuesta de lucha o huida. El enojo puede ser una respuesta afectiva a amenazas de supervivencia o a otras experiencias estresantes pero todos los seres humanos nacen con una tendencia a experimentar enojo ante ciertos estímulos. La ira puede ser dañina o útil, dependiendo de cómo sea expresada. La expresión destructiva de la ira puede ser golpear o patear, pero también puede volcarse hacia adentro y volverse autodestructiva.

 

 

En la literatura existen novelas clásicas muy famosas que representan iconos de la ira y el enojo de sus protagonistas. Entre ellas esta "El conde de Montecristo" de Alexandre Dumas donde la ira y el deseo de venganza del protagonista, Edmond Dantès, son los motores de la trama. Igual se encuentra "Moby-Dick" de Herman Melville, en la cual la obsesión y la ira del capitán Ahab hacia la ballena blanca Moby-Dick son legendarias. Una muy interesante es "El extraño" de Albert Camus donde la ira y la alienación del protagonista, Meursault, son centrales en la novela. En la literatura contemporánea encontramos "American Psycho" de Bret Easton Ellis en que la ira y la violencia del protagonista, Patrick Bateman, son elementos clave de la novela. Una llevada al cine es "La chica del dragón tatuado" de Stieg Larsson en la cual la ira y el deseo de venganza de la protagonista, Lisbeth Salander, son fundamentales en la trama. Esta igualmente "El poder" de Naomi Alderman donde la ira y la resistencia de las mujeres en un mundo donde han desarrollado la capacidad de liberar electricidad desde sus dedos son el centro de la novela. Otros ejemplos son "El señor de las moscas" de William Golding* donde la ira y la violencia de los niños varones en la isla desierta son un tema central. Otro clásico es "La metamorfosis" de Franz Kafka* en que la ira y la frustración del protagonista, Gregor Samsa, son elementos clave de la novela asi como "El cuaderno de Noah" de Nicholas Sparks donde la ira y el dolor del protagonista, Noah Calhoun, son fundamentales en la trama.

 

 

Veamos algunos aprendizajes que podemos extraer de tres de las obras citadas:

 

*El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas*: La ira y el deseo de venganza de Edmond Dantès son los motores que impulsan la trama de la novela, ambas lo llevan a cometer actos destructivos y a dañar a personas inocentes. Dantès utiliza su ira y su deseo de venganza para evitar enfrentar el dolor y la traición que sufrió en el pasado.

 

*La Chica del Dragón Tatuado de Stieg Larsson*: La ira y la agresividad de Lisbeth Salander son una respuesta directa a la violencia y el abuso que sufrió en su infancia y utiliza su ira y su agresividad para protegerse a sí misma y a aquellos que considera importantes. La ira y la agresividad de Lisbeth también la llevan a tener dificultades para conectarse emocionalmente con los demás.

 

*La Metamorfosis de Franz Kafka*: La ira y la frustración de Gregor Samsa son una respuesta a su alienación y soledad en un mundo que no lo entiende y utiliza su ira y su frustración para expresar su impotencia y su desesperación en un mundo que no le ofrece ninguna salida. La ira y la frustración de Gregor también lo llevan a tener dificultades para comunicarse y conectarse con los demás.

 

En resumen, estas obras literarias nos enseñan que la ira y el enojo (arrechera personal) pueden ser respuestas complejas y multifacéticas a la violencia, el abuso, la alienación y la soledad. También nos muestran que la ira y el enojo pueden ser destructivos y, algo en que coinciden, es que  obstaculizan la conexión emocional y la comunicación con los demás, lo cual no tiene ningun valor comercial.

 

 

 

 

 

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