Evangelio (Lc 13, 22-30) correspondiente al 21vo Dgo Tpo Ord (C): La puerta angosta
A continuación podrán leer nuestro comentario
al Evangelio (Lc 13, 22-30) correspondiente al 21vo Dgo Tpo Ord (C):
La puerta angosta
Las grandes ciudades de las tierras bíblicas
solían estar amuralladas; a diferencia de los pueblos pequeños próximos, cuyos
habitantes podían refugiarse en las poblaciones fortificadas en caso de una
invasión enemiga. La parte más vulnerable del sistema defensivo de una ciudad
eran sus puertas, siendo los puntos que más encarnizadamente se defendían en
caso de ataque. Sólo se construían las puertas estrechas que fuesen necesarias
para el tránsito de personas durante tiempos de paz, y otras más grandes para
el paso de las caravanas destinadas al intercambio comercial.
El evangelista San Lucas recurre a la parábola
de la puerta estrecha para hacer entendible la respuesta que Jesús da en su
camino a Jerusalén a la pregunta que le formulan: “Señor, ¿son pocos los que se
salvan? Y Él les contestó: Procuren entrar por la puerta angosta; porque les
digo que muchos querrán entrar y no podrán”.
‟ ¿Qué significa
esta "puerta estrecha"? ¿Por qué muchos no logran entrar por ella?
¿Acaso se trata de un paso reservado sólo a algunos elegidos? [...] El mensaje
de Cristo va precisamente en la dirección opuesta: todos pueden entrar en la
vida, pero para todos la puerta es "estrecha". No hay privilegiados.
El paso a la vida eterna está abierto para todos, pero es "estrecho"
porque es exigente, requiere esfuerzo, abnegación, mortificación del propio
egoísmo. [...] Queridos hermanos y hermanas, si también nosotros queremos pasar
por la puerta estrecha, debemos esforzarnos por ser pequeños, es decir,
humildes de corazón como Jesús, como María, Madre suya y nuestra. Ella fue la
primera que, siguiendo a su Hijo, recorrió el camino de la cruz y fue elevada a
la gloria del cielo, como recordamos hace algunos días. El pueblo cristiano la
invoca como (Ianua caeli) Puerta del Cielo. Pidámosle que, en nuestras
opciones diarias, nos guíe por el camino que conduce a la "puerta del
cielo" (Benedicto XVI, 26 de agosto de 2007) “.
Comentarista: Agustín Coll
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