La lógica en la política y su importancia (Gustavo Gonzalez Urdaneta)

 

La lógica en la política y su importancia

Gustavo Gonzalez Urdaneta

Miami 14 de enero 2021

 

Cada día es más frecuente que la ciudadanía de cualquier país se encuentre desconcertada y apesadumbrada al contemplar el fin de un ciclo presidencial en el que el espectáculo y los mensajes que devienen de la política les hacen difícil entender y discernir lo que es bueno de lo que es malo, lo que se hace bien o lo que se hace mal, alternativas sobre las que tendrán que decidir al momento de sufragar; por lo que parece atinado intercambiar ideas y opiniones que ayuden a aclarar el papel de la lógica en la politica y la importancia y necesidad de la política.

 

La política -que es ciencia, arte y virtud del bien común- cuando se desarrolla en una sociedad democrática tiene dos dimensiones: la arquitectónica, donde se discute y deciden -por consenso o con el voto de la mayoría- actos o normas destinadas al bien común; y la agonal, en la que las ideas que se proponen y discuten, y los liderazgos que las sostienen se gestionan o construyen para alcanzar esos acuerdos o las mayorías que hagan posible el bienestar general. En las antípodas, otra visión, reduce la política a la dialéctica, señalada por Carl Schmitt, en la que luchan amigos y enemigos, con el propósito de acceder, permanecer, aumentar en el tiempo y en el espacio, el poder; con el hegemónico propósito de beneficiar a un líder, a un partido, alianza, grupo de personas, clientes, y corporaciones, beneficiadas con ese accionar. El partido nazi pronto lo designó enemigo.

 

Cuando se analiza o discute alguno de los temas políticos del momento, los que razonan con una o con la otra lógica de razonamiento antes señalada, parece que hablaran idiomas diferentes y las conclusiones a que se arriban son diferentes y antitéticas. El consenso, que es la regla con la que se toman las decisiones políticas en la democracia, se torna así imposible.

 

Para muestras, sobra un botón. A partir del mismo 3 de noviembre, Estados Unidos, vivió un inusual proceso de transición entre dos gobiernos, marcado por la negativa del actual presidente, Donald Trump, a reconocer la victoria de su rival, el demócrata Joe Biden quien denunciaba que su equipo no estaba recibiendo la información que necesitaba para una entrega de poder sin sobresaltos, mientras que el todavía mandatario compartía en redes sociales videos de sus logros y acusaciones, sin fundamento, de fraude electoral. El 7 de noviembre, cuatro días después del día de la elección, el candidato demócrata Joe Biden fue anunciado como el virtual ganador de las elecciones presidenciales, a la espera de los cómputos finales y posterior ratificación de los resultados por parte de los diferentes estados. El día 14 de diciembre Biden fue oficialmente elegido presidente por parte del Colegio Electoral. La elección del colegio electoral fue ratificada por el Senado el día 6 de enero de 2021.

 

Ese fue el día que la gota colmó el vaso, el punto de quiebre, la línea roja fue el asalto al Capitolio el 6 de enero 2021 y las insólitas imágenes de decenas de personas quebrando la seguridad, invadiendo la sede del Congreso estadounidense y ocupando varias de sus salas causando estupor e indignación en un país poco acostumbrado a este tipo de escenas. Son varias las figuras del propio Partido Republicano que han dicho "basta ya" tras los sucesos del miércoles en Washington DC, donde una turba de violentos seguidores del mandatario asaltó el Capitolio. Las vimos todos, las imágenes de desorden y caos en el Congreso estadounidense: vidrios rotos, gases lacrimógenos, multitudes desatadas con indumentaria de camuflaje, saqueo. En todo el mundo hay episodios de tumulto legislativo y violencia. Esta vez se sentía distinto. ¿Lo era?

 

Lo lógico hubiera sido usar el resultado preliminar del 3 de noviembre en beneficio del poder que ejercía el actual presidente, próximo a terminar su mandato, y del Partido Republicano y sus seguidores –razonando con la lógica agonal y no denunciar fraude sino, solicitar el recuento de los votos aludiendo el derecho de cualquiera de los dos candidatos de solicitar la verificación de los votos sin necesidad de acudir a la justicia por desconocer el resultado de la eleccion. Eso hubiera permitido una transición normal como era costumbre en los Estados Unidos de Norteamérica.

 

La dialéctica de Trump luego de las elecciones ha vuelto a demostrar la enorme influencia que tiene sobre el Partido Republicano, convertido desde hace tiempo en una suerte de brazo político del presidente. Diferentes figuras republicanas habian seguido la negativa de Trump de reconocer a Biden como presidente electo. El respaldo del Partido Republicano a Trump es atribuido a distintas razones, como la simpatía o el temor que genera un presidente dispuesto a atacar en público a quienes lo contradigan. Trump se quedó “solo” y falta aún por ver los efectos que tales actitudes (la de Trump) y manifestaciones (de sus seguidores) puedan generar en el propio Trump y en el Partido Republicano. Puede haber poca duda de la responsabilidad de Trump en todo lo acontecido y ya se habla en el Senado del Impeachment inmediato de Donald Trump pero, según la lógica, deberían prevalecer y respetarse las normas y procedimientos previstos al respecto.

 

Las decisiones políticas no siempre reciben el inmediato apoyo de la ciudadanía, al menos hasta que se expliquen y conozcan los efectos y las consecuencias que las mismas deparan. La mejor guía para juzgarla es cumplir con la ley y obrar en función del bien común. Lo contrario, que es lo que estamos acostumbrándonos a ver, es tratar de sacarle un provecho político, para ganar más poder y derrotar al enemigo, que en la época de los nazis eran los judíos, en la del comunismo: los capitalistas, y en la mayoría de los casos es la oposición politica, sea quien sea. El odio a la oposición es lo que utiliza esta perversa lógica política, para unir y afianzar los vínculos con una parte de la sociedad de los que quieren mantenerse, perpetuarse o volver al poder.

 

La prueba de que el filósofo Epicuro tenía toda la razón al desaconsejar a sus discípulos de la Academia la política - ¡lejos de la política!, les decía- son las muchas situaciones que vive unas veces, y presencia otras, el ciudadano común casi a diario. Pues si pudiera ser cierto que la política es el único modo de evitar la guerra, la forma de entenderla con su intransigencia y sus prejuicios y luego practicarla muchos políticos, es justo la causa de la guerra en ocasiones.

 

En la política doméstica se multiplican los ejemplos, aunque en parte es cierto que la tensión que generan con sus soflamas los políticos que se creen en posesión exclusiva de la verdad -como los dogmáticos en materia de moral y de trascendencia-, si no llegan a encender a militares extremistas, puede tener el efecto contrario y amortiguar la tensión en los cuarteles. Los ejemplos no ya de comportamientos indeseables sino también los de cerrazón u obstinación de políticos que hacen pensar al adversario que su intención incluye la amenaza, esto es, llevar las discrepancias tan lejos que las hostilidades verbales se conviertan en la práctica del día a día en “situaciones” de guerra. Por eso Epicuro detestaba la política. Porque no sólo la política es un vivero de contradicciones, de falsías y de maquinaciones entre quienes la ejercen, es que contamina el razonar del ciudadano que acaba no viendo lo obvio y perdiendo el natural sentido de las cosas, el manejo ordinario del lenguaje y la construcción de la lógica formal.

 

Si no recuerdo mal, creo que fue Winston Churchill quien dijo en alguna ocasión que la democracia era un mal sistema de gobierno, pero que todos los demás eran aún peores. Efectivamente un sistema político de democracia parlamentaria tiene muchos defectos, pero de momento no hay nada mejor para sustituirlo. Y puesto que la democracia parlamentaria es el mejor sistema político que tenemos a nuestro alcance, pero que adolece de defectos visibles, creo que es bueno ponerlos de relieve, no para denostarla, sino para mejorarla.

 

Yo no soy político ni me gusta discutir de politica pero es uno de los males necesario. Y comparto la opinión de Dwight Eisenhower que “La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano”. Hay tres razones por las que nos debe interesar. Primero, porque la política determina el bienestar o la desgracia de mucha gente. La política condiciona el bien o el mal vivir de muchas personas. Segundo, la política es el instrumento para implantar la justicia y me refiero a la justicia social. Es función y misión de la política, no eliminar el mercado, sino hacer todo aquello que el mercado no hace, ni hará nunca: equilibrar, mitigar los desajustes sociales. Tercero, la política mira al futuro más que al pasado, incluso que al presente. El pasado es asunto de los historiadores. El presente es asunto de los técnicos. El futuro es el asunto de los políticos. Es misión de la política vislumbrar ese futuro, y dotar a la sociedad de medios para caminar hacia él. Por esas tres razones nos debe interesar la política.

 

El objetivo que tiene la Política está justamente ligado al Orden Social, teniendo en sus orígenes una estrecha afinidad con la Moral y Voluntad, ya que lo que apunta es justamente el Bienestar Social, la realización de actividades que apunten hacia la finalidad del bien común, donde los Políticos son los encargados de oficiar como mediadores entre los distintos problemas de convivencia que surjan entre los individuos de una sociedad determinada. Es también una de las formas de hacer uso de la fuerza, originalmente como medio u organismo que permitía la impartición de penalidades y condenas, hasta lo que hoy en día es conocido como el ejercicio del poder, que tiene sus distintas formas de acuerdo con las Constituciones Nacionales que los propios Estados redactan en su forma soberana, eligiendo la forma de Gobierno, como también los distintos organismos que harán uso de ella.

 

Lamentablemente, durante todos mis años de ver actuar a los políticos de Venezuela he tenido pocas oportunidades de felicitarlos por su trabajo, la mayoría no me han dado sino tristeza, desencanto pues su lenguaje es pobre, lleno de palabras gruesas de descrédito hacia cualquier otro político de otra tendencia y sus aspiraciones no han pasado más allá de “cuidar su puesto” y ver como se aprovechaban de su posición.  Tenía razón uno de mis suegros “Para ser político no puedes tener necesidades económicas”. Algo similar le oí recientemente a Angela Merkel “Quien haya dedicado su vida a la política, sabe que hacer dinero no es su primera prioridad”.

 

Es decepcionante, verlos decir “nosotros somos los únicos que hacemos bien las cosas, todos los demás las hacen mal”. Algo similar le oí recientemente a Donald Trump, así que no hay mucha diferencia al menos en los políticos protagonistas de mundos tan diferentes. No, no es eso, lo que los ciudadanos podemos esperar de los políticos. Un poco más de modestia, y de realismo. Nadie lo hace todo bien, ni nadie lo hace todo mal. Creo que tendrían más credibilidad si de vez en cuando reconocieran algún acierto al adversario. Que seguro lo tienen. Y reconocieran de vez en cuando algún error propio, algunos tendrán. Entonces me sentiría mucho más satisfecho, como cuando en el teatro oigo un buen concierto. No sé tocar el piano, pero aprecio cuando el concierto es bueno, y cuando no lo es.

 

La calidad de nuestra clase política venezolana se ha venido deteriorando a paso galopante, con honrosas excepciones, claro está. La calidad del debate en la Asamblea Legislativa también ha decaído visiblemente. Actos de corrupción, chambonadas, incapacidad de decisión y de ejecución tienen al país parqueado en un mismo punto desde hace largo tiempo. Al respecto tomo prestada una metáfora que leí hace un tiempo: llevamos años pedaleando en una bicicleta estacionaria. Cuando se pedalea en ellas se gasta montones de energía, pero no se avanza, no se llega a ningún lado. Lo que está dañado, no es el sistema, sino la calidad de quienes están gobernando, a pesar de que la humanidad nunca había contado con tanto conocimiento y con tantas personas con acceso al conocimiento.

 

La política convoca al campo científico más importante, ya que cada una de las decisiones tomadas en ese ámbito tiene un impacto inmediato en millones de personas en el mundo, como bien lo expresan varios columnistas consultados que analizan la importancia de la política. Nos indican que el Estado, en general, parece tener características propias que lo identifican y lo desprestigian y que, lejos de estimular la eficiencia, consolida un perfil de burócratas poco activos y remunerados. Esto no hace más que fomentar que muchos funcionarios tomen el Estado como botín de guerra, utilizándolo para su beneficio personal en desmedro de éste. Sigue siendo fuente de innumerables maniobras que, con la concupiscencia de algunos de sus representantes, permite a particulares extraer recursos y beneficios. Cuando hoy se habla de corrupción generalizada se está haciendo referencia a estas causales que no se podrán erradicar con el mero reemplazo de otros funcionarios de distinta bandera política.

 

Pienso que la política no ha fracasado y que es ahora más necesaria que nunca para recuperar una gestión de la cosa pública desde una perspectiva más exigente y democrática. En todo caso, serán los políticos, y no todos, los que han fracasado. No veo por qué hay que refundar la política, pero sí creo que tiene que ejercitarse con más apertura, con más transparencia, con más honestidad y con más democracia interna y externa. No ha fracasado la política ni tampoco la democracia. Son dos conceptos que funcionan con grandes imperfecciones pero son imprescindibles para superar los conflictos suscitados por los intereses contrapuestos de los ciudadanos.

 

Paradójicamente, la política es el instrumento más idóneo para corregir los abusos de la política. En este sentido es imprescindible tener siempre presente lo que los anglosajones llaman la accountability, el dar cuentas, el hacerse responsable de los actos con dimensión pública, desde la perspectiva ética de la gobernanza. Hay que empezar por la transparencia. Que se sepa todo y eso ayudará a mejorar el sistema.

 

El subdesarrollo no es solo un problema económico. El subdesarrollo de las personas y de las instituciones es pedagógico y político. La baja calidad de formación acarrea consecuencias sociales y económicas que son las que hoy padecemos. La política, en definitiva, tiene impacto directo sobre todos los demás temas de importancia nacional. Nada de lo que ocurre es por casualidad. Familia, escuela, sociedad y Estado conforman un todo, donde cada una de estas partes se encadena y retroalimenta, construyendo el camino por donde pasa el presente, con la consecuencia del pasado y a la espera del futuro. De esta forma se logra contribuir a un desarrollo humano más pleno y ser fuente de entendimiento, pluralismo y cohesión social. Así también se refuerza la política como el campo científico más importante, que busca alcanzar el ideal de lo posible, logrando así el objetivo principal de cualquier emprendimiento y proyecto, que es el bien común.

 

 

 

 

 

 

 

Comments

  1. Gracias Gustavo .Un gran escrito y muy pensado .Un ABRAZO

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  2. Durante los casi cien años de vida de la ciencia política como disciplina académica, dentro de las ciencias sociales ha sido considerada la clave de las cuestiones políticas. Los precursores de las ciencias políticas se ocupaban de la forma de alcanzar y mantener objetivos ideales. Cuestiones como cuál es la mejor forma de gobierno son consideradas ahora completamente fuera del ámbito de la disciplina. Ésta se ocupa actualmente de lo que es en vez de lo que debería ser.
    Hoy en día, la mayor parte de la investigación que se publica en el campo de la ciencia política tiene que ver con temas concretos, como las campañas electorales y las elecciones, el proceso legislativo, el poder ejecutivo, las regulaciones administrativas, los impuestos y la seguridad social, las relaciones internacionales, la política comparada, la toma de decisiones jurídicas y las acciones e influencias de los grupos involucrados en las finanzas, el trabajo, la agricultura, la religión, las culturas étnicas, los militares o los medios de comunicación.

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  3. El ensayo que nos ofreces es muy necesario. Exige pensarlo y tomar ideas que ocupan espacio. Por esa razón hice un comentario breve y claro al entendimiento. Gracias y un cordial abrazo. Alejo

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  4. Excelente Amigo Gustavo, una redacción que entiende toda persona.IMPECABLE. Una explicación muy clara.

    Muy bien. Ahora te hago una aclaratoria o expreso mi opinión relacionado a este interesante escrito, creo que la Política es una

    "Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados."

    "Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país." Ahora bien, estamos de acuerdo que son los políticos (algunos, quizás en su mayoría) quienes le hacen daño a esa ciencia social dirigida al bienestar de los ciudadanos.

    En cuanto a la responsabilidad de Trump en el asalto al Capitolio considero incorrecta tu aseveración, eso no se ha comprobado y de hecho aparecen constantemente elementos que demuestran todo lo contrario, demostrando responsabilidad de otros grupos y acusaciones de medios y redes sociales con intereses oscuros para hacerle daño a la brillante gestión del presidente.(👀 es mi opinión personal).


    Por supuesto, por lo demás te felicito por tu artículo.

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  5. Excelente Amigo Gustavo, una redacción que entiende toda persona.IMPECABLE. Una explicación muy clara.

    Muy bien. Ahora te hago una aclaratoria o expreso mi opinión relacionado a este interesante escrito, creo que la Política es una

    "Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados."

    "Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país." Ahora bien, estamos de acuerdo que son los políticos (algunos, quizás en su mayoría) quienes le hacen daño a esa ciencia social dirigida al bienestar de los ciudadanos.

    En cuanto a la responsabilidad de Trump en el asalto al Capitolio considero incorrecta tu aseveración, eso no se ha comprobado y de hecho aparecen constantemente elementos que demuestran todo lo contrario, demostrando responsabilidad de otros grupos y acusaciones de medios y redes sociales con intereses oscuros para hacerle daño a la brillante gestión del presidente.(👀 es mi opinión personal).


    Por supuesto, por lo demás te felicito por tu artículo.

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  6. Querido Gustavo: ante todo, me gustó muchísimo tu definición de política, como ¨ciencia, arte y virtud del bien común¨, explicando a continuación la parte arquitectónica y agonal de la misma, con la cual muy claramente razonas el concepto de Platón y Aristóteles sobre el concepto de Política expresados por esos dos grandes filósofos y, por supuesto, que esa ciencia debía ser ejecutada por un grupo de personas Virtuosas, principio este que quedó como un imperativo categórico para la civilización occidental hasta hoy en día, teoría esta que contradice radicalmente la opinión sobre la misma de Epicuro, en vista de que este último confundió la ciencia con las personas (políticos) que iban a poner en práctica la misma, es decir, el automóvil con el chofer.
    Ahora bien, seguidamente pasas a enjuiciar la posición de Donald Trump, en relación a su actitud de no reconocer el triunfo de Joe Biden alegando un fraude electoral; y en conexión a este comentario, me uno a lo expresado por Alejo Urdaneta, al decirte que este ensayo tuyo es para pensarlo¨, por lo interesante de tus reflexiones, en pocas palabras, necesitamos mucho tiempo para debatirlo, sin embargo, te adelantaré pocas cosas sobre tu parecer, independientemente de la postura agonal, que a uno le guste o no Trump.
    En efecto, el fin último del Derecho es la Justicia, y en vista de ese axioma, existe el Derecho Humano al Debido Proceso, en virtud de ello, si este señor dice que tiene pruebas de un fraude electoral, tiene no solo el derecho, sino la obligación de denunciarlo (ya que es un delito de orden público), para que los tribunales competentes sentencien sobre esa situación, y aparentemente, de acuerdo con lo publicado por la misma prensa y redes sociales que lo están adversando, instituciones estas (Washington Post, New York Times, CNN, WhatasApp, Twitter Facebook, etec.), que no respetan el fin del periodismo de información, ¨La Libertad de Expresión¨, concepto este, muy bien definido por Voltaire al decir: ¨No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo¨, cuando publican que J. Biden obtuvo mas de 80.000.000 de votos a su favor y D. Trump mas de 70.000.000, razón esta que evidenciaba el triunfo de J. Biden, pero se les olvidó en esa orgía de injusta descalificación a D. Trump, que de acuerdo con el registro electoral americano, hay alrededor de 137.000.000 de personas inscritas aptas para votar en esas elecciones. Entonces, cabe preguntarse:¿de donde salieron esos !3.000.000 de votos.
    Seguiremos conversando y recibe un fraternal abrazo

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  7. Muchas gracias Alvaro y Roberto por sus comentarios al artículo de la Lógica y la Política que aprecio y concuerdo con la apertura a seguir conversando al respecto.
    Tanto cierto es el hecho, que expresa Alvaro, de que Trump debe presentar las evidencias del fraude que acusa como el hecho, según cita Roberto, de que tampoco las hay de la culpabilidad de Trump en el asalto al Capitolio el 6 de enero.
    Vale la pena continuar intercambiando opiniones al respecto por varias razones:
    1. Ninguna de las acusaciones de fraude de Trump prosperó;
    2. A Giuliani lo votaron del colegio de abogados de NY;
    3. Hay vídeos de Trump arengando a la multitud a avanzar hacia el Capitolio y en ningún momento trató de convencerlos de lo contrario;
    4. Esas hordas salvajes se han ido formando por las posiciones extremas de Trump respecto al racismo (Blancos Supremacistas)y el Nacionalismo a Ultranza( Blancos Nacionalistas)
    5. Es innegable el Trastorno Narcisista de la Personalidad de Trump confirmado por más de 50 psicólogos desde el 2018;
    6. Estas hordas de asalto al Capitolio representan los Colectivos Narcisistas que siguen/aprovechan ese trastorno personal de Trump para hacer lo que ellos creen amenaza su país
    Algo similar pasó con los Colectivos de Chávez en Venezuela y espero que algún día se le juzgue por ello.
    ......., así podemos continuar conversando cuando quieran ambos.
    De nuevo Gracias a ambos por darle apertura a este intercambio de opiniones


    Gustavo Gonzalez Urdaneta

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  8. 1.- no es que ¨1. Ninguna de las acusaciones de fraude de Trump prosperó¨. Es que no las admitieron, que es una irregularidad jurídica, totalmente diferente. No le dieron cabida al derecho al debido proceso, que es un derecho inalienable, que no se puede dejar de aplicar. Lo cual te demuestra la infiltración que vienen realizando los comunistas en todas partes del mundo después de la IIGM, lo que puedes verificar fácilmente, al constatar, lo que ha y continúa sucediendo, no solo en América Latina (Cuba, Venezuela etc.) y, ¨coincidencialmente¨siempre es el partido Demócrata, el que se opone a sanciones severas en contra de esas Tiranías, así como lo que está ocurriendo en España, Italia, etc.
    2.- Es un principio Universal del Derecho, que toda persona tiene el legítimo Derecho a la Defensa, lo cual corrobora lo dicho anteriormente, una infiltración comunista muy fácil de observar, tal como aquí en Venezuela y en los demás países sometidos a esos regímenes. al Dr. Graterol lo metieron preso por varias semanas al defender a la Juez Afiuni y ningún Colegio de Abogados, po miedo lo defendió. En el caso de NY, el Alcalde es radical de extrema izquierda y algo parecido debe de haber ocurrido.
    3.-Existe un Video, en el cual Trump llamaba a la No Violencia y esa parte CNN la omitió del mismo, para aparentar lo contrario, y ya se está comprobando por el FBI, que fueron los Antifa y algunos parlamentarios los que promovieron la entrada al Capitolio, lo que se ve claramente cuando la policía no les opuso ninguna resistencia.
    4,5 y 6.- En cuanto al Narcisismo de Trump es innegable, pero esa categoría de su personalidad, no lo hacen un delincuente, como es el caso de los colectivos ANTIFA y BLM arengados por el partido demócrata, quienes después de la muerte de George Floyd, destruyeron e incendiaron negocios, mataron policías, hirieron a civiles observadores de esos actos criminales, y la prensa y las RS, manipularon las noticias, diciendo que era culpa de las hordas salvajes blancas narcisistas de Trump.
    Nuevamente, recibe un fraternal abrazo, esperando haberte contestado tus interrogantes

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  9. Gracias Alvaro por tus comentarios adicionales a algunas interrogantes planteadas respecto al cuestionado resultado de la eleccion presidencial, el asalto al Capitolio y el Impeachment a Donald Trump. En principio me parece natural que existan teorías conspirativas (TC) de ambas partes, demócratas y republicanos, el problema reside en decidir su veracidad. Digo natural pues, como te dije, las teorías conspirativas suelen surgir porque no se explica o no se puede explicar debidamente un evento y la versión publica inquieta en vez de producir tranquilidad. En esta época de crisis tienen mucho éxito.
    Siempre han existido TC pero ahora vivimos en la Edad de Oro. Hoy día resulta difícil hablar de politica en EE. UU. pues la opinión está totalmente polarizada. Comparto contigo de que “toda persona tiene el legítimo derecho a la defensa” y así lo dije en el artículo, que según la lógica “deberían prevalecer y respetarse las normas y procedimientos previstos al respecto” y de esa forma aclarar los hechos. Un abono perfecto para las TC es Internet, tener acceso a la información nos da falsa confianza al creer que conocemos la información y, no siempre, se puede ni se confirma su veracidad.
    Hay puntos que llaman la atención como es el hecho, según mencionas, que las acusaciones de fraudes electorales no hayan sido admitidas y esto incluiría a los estados cuyas gobernaciones son republicanas. Poco es lo que se conoce, más allá de que “los jueces han exigido presenten pruebas de sus reclamaciones y han rechazado con prontitud lo que consideran demandas infundadas”.
    El Partido Republicano obtuvo algunas victorias menores, como, por ejemplo, la orden de un juez del estado de Pennsylvania que descartó un puñado de boletas con información faltante de electores a los que se les había concedido más de seis días después de las elecciones para que completaran los datos requeridos. Lo poco que se conoce es que “las demandas están respaldadas por docenas de declaraciones juradas que contienen mucha retórica, pero poco fundamento factual”.
    Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) –integrada por seis jueces conservadores y tres progresistas- justificó que “Texas no ha demostrado un interés judicialmente reconocible sobre la manera en que otros estados llevaron a cabo las elecciones. El resto de las mociones son rechazadas como irrelevantes”. Diera la impresión de que la política estadounidense puede estar muy polarizada, pero en las salas de justicia parece prevalecer un ejemplo de unanimidad, independientemente de que los jueces sean liberales o conservadores.
    Resulta, cuando menos “extraño”, que no haya tenido ninguna trascendencia, ni siquiera en el Impeachment a Trump, el que FBI comprobó la participación de los Antifa y de algunos parlamentarios en facilitar la entrada de los manifestantes y que la policía no les opuso ninguna resistencia, aunque, esto último se ha atribuido a que la policía del Capitolio depende del speaker de la Cámara de Representantes. Ha sido evidente, desde hace mucho tiempo, la campaña de los medios en contra de Trump, lo cual, si bien no justifica la discriminación en contra de la supuesta libertad de expresión, evidencia la poca cobertura de cualquier video o declaración a su favor y la manipulación que se le da a otros hechos para inculpar a Trump de las hordas violentas colectivas. Los miembros de estos grupos de personas organizadas por raza, etnia, religión o alguna otra distinción estan unidos por su sentido de derecho y empoderamiento y actúan en contra de cualquier otro grupo que perciban como amenazante.
    No hay nada más difícil que llegar a un consenso en temas políticos pero podemos intercambiar opiniones y simplemente respetamos el derecho al desacuerdo. Por cierto, en ningun momento se ha mencionado ni negado la gestión de Trump en sus cuatro años, la cual merece un tratamiento particular.

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  10. Muchas gracias Roberto por compartir el video anterior y espero que lo que alli se denuncia sea debidamente investiado y aclare la verdad-de-verdad de las teorias conspirativas de ambas partes.

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  11. El arte de la Gobernanza, junto a Conocete a ti mismo y Busca una vida plena, fueron tres puntos muy importantes en la filosofia griega. El concepcion de la Democracia tambien se la debemos a los griegos, cuan no su ejecucion, pues no podia haber democracia en una sociedad patriarcal y esclavista. Efectivamente Churchill dijo que la Democracia era imperfecta y la consideraba el menor de los males en cuanto a la Gobernanza.Con la Politica, el Arte de lo Posible, se trata de eliminar las imperfecciones fruto de los actores, humanos llenos de necesidades, pasiones, resquemores y tal vez, fruto del pasado tribal, el temor al Otro y la competencia excluyente por recursos finitos. Somos muy dados a cuestionar acerbamente a los politcos pero poco dados a ocupar su puesto. En cuanto a la Democracia representativa, ideal de la Cultura Occidental cuya antiguedad se remonta a escaso 250 a~os, esta, basada en el voto, requiere de un ciudadano consciente, racional, informado, interesado y en esta epoca de redes sociales, dotado de pensamiento critico. Este ciudadano existe solo en el vacio sideral. Los peligros existenciales que enfrenta la civilizacion actual, Cambio Climatico, Guerra Nuclear, Tecnologias Disruptivas, presentan retos que pondran a prueba valores y principios que damos por descontados, entre ellos la Democracia Representativa.

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