Inmigración y capacitación: Dos recursos complementarios (Gustavo González Urdaneta)
Inmigración
y capacitación: Dos recursos complementarios
Gustavo
González Urdaneta
Miami
30 diciembre 2024
La migración internacional es un
fenómeno complejo y multifacético, un motor de cambio que acompañó a la
humanidad a lo largo de toda su historia y que hasta el día de hoy representa
una herramienta de impacto significativo en el desarrollo global. Esta dinámica
es particularmente relevante en las Américas, una región que experimenta flujos
migratorios significativos, tanto de salida como de entrada. Son movimientos
que traen consigo beneficios y desafíos no solo para las personas migrantes,
sino también para las comunidades de tránsito y de acogida.
La inmigración en todos los
países es un recurso que tiene una larga historia y es un aspecto fundamental
de cada nación. La mayoría de los inmigrantes se encuentran en una de las
siguientes categorías: ciudadanos nacionalizados, residentes permanentes
legales o indocumentados. La inmigración es un recurso de mínimo dos aristas
que suele tener varios impactos, entre ellos: Un aporte cultural pues aportan
sus tradiciones, perspectivas y antecedentes culturales, lo que enriquece la
identidad nacional: una fuerza laboral que complementa y aumenta la
fuerza laboral del pais, lo que puede hacerlo más productivo y competitivo.
La inmigración puede tener muchos
beneficios para las personas, las comunidades y los países, entre ellos:
La inmigración puede ser un motor de crecimiento económico en muchos países;
los inmigrantes contribuyen
económicamente a sus países de origen a través de remesas, que son
transferencias de dinero que se utilizan para satisfacer necesidades básicas. La
inmigración puede contribuir al rejuvenecimiento demográfico de las comunidades;
pueden mejorar los servicios sociales y de salud de las comunidades; puede ser
una herramienta para reducir la pobreza de los migrantes y sus familias y puede
fomentar el intercambio cultural. La migración puede generar nuevas
oportunidades laborales y académicas.
La inmigración puede tener desventajas
en los lugares de origen y destino, así como para los propios inmigrantes: La
inmigración puede generar desigualdades regionales; puede generar desempleo o
malas condiciones de trabajo; puede aumentar la competencia laboral, lo que
puede generar nuevos bolsones de pobreza; puede aumentar la discriminación y la
xenofobia. La migración puede debilitar la economía de los países de origen, ya
que puede generar pérdida de mano de obra calificada, éxodo de jóvenes y falta
de inversión en desarrollo. Los migrantes pueden enfrentar condiciones
difíciles como calor o frío extremo, lluvias, deshidratación, hambre,
enfermedades o graves lesiones y los inmigrantes que no tienen papeles para
trabajar de forma legal pueden vender productos o servicios de forma ilegal, lo
que es perjudicial para los contribuyentes.
¿Cuáles
son los beneficios más importantes de la migración internacional?
El primero es el Impulso
económico. La
migración ha demostrado ser un motor clave para el crecimiento económico en
muchas naciones. Un caso claro es el de Chile: según un estudio de
la CEPAL, en 2017 los inmigrantes latinoamericanos constituyeron
apenas el 3,5% de la fuerza de trabajo ocupada en ese país,
pero contribuyeron con el 11,5% del crecimiento económico entre 2009
y 2017. Es decir que su aporte fue notablemente superior a lo que su
proporción en la población activa sugeriría. Las personas migrantes,
generalmente jóvenes y en edad productiva, aportan activamente al mercado
laboral sus habilidades, conocimientos y dinamismo, y su impacto es
especialmente visible en sectores donde la mano de obra local es insuficiente o
está en declive.
El segundo es el aporte de remesas. Las
remesas enviadas por las personas migrantes a sus países de origen son una
fuente crucial de ingresos para muchas familias y, en algunos casos,
representan una parte significativa del PIB nacional. Este flujo de
capital ha superado incluso a las inversiones extranjeras directas en
algunos países, subrayando su importancia en el sostenimiento de economías
locales y la reducción de la pobreza. Pero eso no es todo, sino que, además,
la cifra va en franco ascenso: el último Informe sobre las Migraciones en el Mundo de la
OIM destacó
que del año 2000 a 2022 las remesas internacionales crecieron más del 650 por
ciento.
El tercero es el rejuvenecimiento
demográfico. En una región como América Latina y el Caribe, donde un informe advierte que la población de 60 años o más se
duplicará para 2050 para pasar a ocupar del 13,4% al
25,1% del espectro total, la migración juega un papel esencial en mantener
la vitalidad económica y social. La llegada de
migrantes jóvenes ayuda a contrarrestar los efectos de ese fenómeno de
envejecimiento poblacional, contribuyendo a la sostenibilidad de sistemas
de seguridad social y otros servicios esenciales. Pero no todo es tan
sencillo como parece.
En los medios de EE UU se ha desatado una polémica política
pública sobre la necesidad o nó de contar con cerebros importantes para el
desarrollo de los EE UU. Los lideres del nuevo superministerio Department of
Goverment Efficiency (DOGE) creado por Trump consideran que existe “una cultura
estadounidense que venera la mediocridad por encima de la excelencia"
atribuyendo esto como una de las razones para la afluencia de trabajadores
tecnológicos extranjeros y que esperan que la presidencia de Trump pueda
iniciar una cultura estadounidense que priorice “el trabajo duro por sobre la
pereza”.
El asesor de Trump, Elon Musk, publicó
en X un tuit sobre la escasez de trabajadores calificados en Silicon Valley
manifestando que “la cantidad de personas que son ingenieros súper talentosos y
súper motivados en los EE. UU. es demasiado baja”. Musk, instó a la gente
pensar en esto "como un equipo deportivo profesional: si quieres que tu
EQUIPO gane el campeonato, necesitas reclutar a los mejores talentos donde sea
que estén. Eso permite que todo el EQUIPO gane". Es imprescindible apoyar
la investigación básica en las ciencias pero hay que tomar en cuenta el auge e
impactos del tecnoautoritarismo. Eso merece un artículo por sí solo e
independiente del tema que nos ocupa.
Por otra parte, los ejecutivos de
tecnología han pedido un mayor acceso a la visa de inmigración ampliamente
utilizada, argumentando que es necesaria para cubrir puestos de trabajo
altamente calificados en tecnología y otros puestos especializados. Esto ha desatado
una tormenta de fuego durante varios días sobre las visas de trabajo temporal
H-1B, una excepción para los trabajadores altamente calificados que, según
algunos en el mundo MAGA, están ocupando los puestos de trabajo
estadounidenses. Para septiembre 2024 había 2,1 millones de inmigrantes
subempleados -es decir, que realizan trabajos por debajo de sus capacitaciones-
en Estados Unidos. Es un enorme desperdicio de capital humano para el país. Bajo
este orden de ideas hay otros que opinan que "la comunidad tecnológica
también debería escuchar los puntos de MAGA", es decir, que los
inmigrantes "deberían ser capacitados y estar alineados con los valores
estadounidenses" y asimilarse por completo. Se deben realizar reformas al
programa H-1B para que aborde las tendencias cíclicas y seculares en el mercado
laboral de las industrias emergentes y en rápida evolución.
Desde los ochenta, la fuerza laboral de
Estados Unidos creció pasando de 7.1 millones (el 6.7 por ciento de
representación en la fuerza laboral total) en 1980 a 23.0 millones (el 15.6 por
ciento de la fuerza laboral total) en 2007, un incremento en trabajadores de
más del 300 por ciento. La mayor concentración de los inmigrantes es en empleos
de salarios bajos en Estados Unidos existiendo una alta correlación de
trabajadores de baja calificación con el aumento de la ilegalidad, es decir,
los que están llegando son poco calificados y obtienen ese tipo de empleos. Por
otro lado, habría que considerar la evolución de las políticas públicas que
estigmatizan cada vez más a la migración que proviene de países en desarrollo,
penalizando principalmente la migración indocumentada, Las principales
ocupaciones entre la fuerza laboral indocumentada incluyen trabajadores de la
construcción, empleadas domésticas, cocineros, asistentes de salud y conserjes
y limpiadores de edificios.
En los últimos meses, Donald Trump ha
aprovechado múltiples oportunidades para declarar su intención de capturar, detener y deportar a todos los
inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos. Según estimaciones del
Centro de Estudios Migratorios (CMS) que utilizan los últimos datos disponibles
de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense, en 2022 había 10,9 millones
de inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos. Implementar el plan
de Trump sería una pesadilla logística y una tragedia social, con consecuencias
que resonarían más allá de los deportados y afectarían las vidas de más de 20
millones de personas que viven en hogares de estatus mixto, incluidos 5,5 millones
de niños nacidos en Estados Unidos que de repente carecen de uno o ambos
padres.
También sería un desastre económico. La
fuerza laboral estadounidense incluye 7,6 millones de trabajadores
indocumentado, lo que representa el 23 por ciento de la fuerza laboral
inmigrante total. Los inmigrantes desempeñan un papel crucial en la fuerza
laboral estadounidense, ya que ocupan puestos de trabajo que de otro modo no
cubrirían los trabajadores nacidos en Estados Unidos a pesar de las condiciones
a menudo peligrosas y la falta de elegibilidad para los servicios sociales
relacionados con el empleo. Según la
Cámara de Comercio de Estados Unidos, en mayo de 2024 había 8,5 millones de
puestos de trabajo vacantes (según lo informado por los empleadores) en Estados
Unidos, con 6,5 millones de personas desempleadas disponibles para cubrir
dichas vacantes. Incluso con los niveles actuales de inmigración, hay 2
millones de puestos de trabajo que necesitan ser cubiertos. A medida que la
población envejece en todo el país, se requiere un número cada vez mayor de
trabajadores de la atención sanitaria y los empleadores de todo el sector
necesitarán trabajadores indocumentados para cubrir necesidades vitales.
Los trabajadores de los campus
tecnológicos de Silicon Valley viven con una dicotomía prácticamente
desconocida para las personas empleadas en otras industrias: hay dos niveles de
trabajos tecnológicos. En el escalón superior están los ingenieros, diseñadores
y ejecutivos que reciben sus cheques de pago de los nombres más importantes del
negocio. En el nivel inferior se encuentran los trabajadores de servicios que
mantienen en funcionamiento esos campus, desde conserjes y cocineros hasta
guardias de seguridad, y aunque trabajan en Facebook, Google o Apple, trabajan
para una empresa diferente. Y como resultado, se les trata de manera diferente.
La industria de la tecnología depende de ese pequeño ejército de trabajadores
de servicios.
Un creciente cuerpo de literatura
académica rigurosa demuestra que los inmigrantes altamente calificados brindan
una variedad de beneficios materiales y duraderos a la economía de EE UU, en
particular a través del espíritu emprendedor y la innovación. Es importante que
el pais planifique para seguir siendo competitivo en la economía global. Las ocupaciones
que se requieren tienen una combinación de requisitos educativos, que van desde
ninguna educación formal hasta títulos de doctorado. Un alto porcentaje de
estas requieren al menos un título de escuela secundaria lo cual nos lleva a
que serían necesarias políticas que reconozcan, tanto la educación y las
certificaciones obtenidas fuera de los EE. UU. como implementar facilidades de
capacitación, para allanar la correspondencia de las necesidades de la fuerza
laboral con las calificaciones de los trabajadores. No se trata de
mediocridad vs excelencia, capacitación básica vs tecnología; deportación vs
nacionalismo, es simplemente una necesidad de coexistencia entre las clases de
inmigración que cada país requiere para satisfacer sus ocupaciones laborales.
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