Evangelio (Jn 11, 2-11) correspondiente al 3er Domingo de Adviento (A): La mesianidad de Jesús
A continuación, podrán leer nuestro comentario al Evangelio (Jn 11, 2-11) correspondiente al 3er Domingo de Adviento (A):
Al condenar en forma frontal y dura la conducta de Herodes Antipas, Juan el Bautista se encontraba prisionero en la inexpugnable fortaleza de Maqueronte por órdenes del Tetrarca de Galilea y Perea. Allí era visitado por sus discípulos, quienes le relataron detalles de los logros obtenidos por Jesús en su predicación. Entonces Juan envió a dos de sus seguidores a que le preguntaran a Jesús: ‟ ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”.
A esta interrogante, Jesús les contestó: ‟Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia”. Pero esta respuesta estaba dirigida más a los discípulos que al propio Juan el Bautista, quien no tenía dudas respecto de la mesianidad de Jesús. El mesías que esperaban los discípulos de Juan no era visualizado como alguien que iba a curar heridas y aliviar sufrimientos; sino como alguien que extirparía el pecado del mundo, imponiendo el juicio riguroso de Dios con violencia y castigo.
Jesús no necesitó elaborar intrincados razonamientos, sino apelar a sus obras para demostrar su mesianidad. Así lo había profetizado Isaías [35, 2ss]: ‟Todos verán la gloria del Señor… entonces se despegarán los ojos de los ciegos, y los sordos oirán; los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes…Por el camino [sagrado] volverán los libertados, los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría”. Jesús se siente enviado por un Padre misericordioso que quiere un mundo mejor y más humano para todos.
Comentarista: Agustín Coll
La mesianidad de Jesús
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