Venezuela: Está su futuro más claro? Gustavo Gonzalez Urdaneta
Venezuela: Está su
futuro más claro?
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami, 29 mayo 2018
Hay dos
verdades que estaban claras antes del
20M. Una es, que nunca hubo dudas sobre quién ganaría las elecciones
presidenciales de ese domingo en Venezuela. La otra es, que era la última
elección que nos robaría el régimen actual. La primera es tan cierta que en las
redes circuló un anuncio en el cual la directora del CNE anunciaba “ya los
resultados están listos, lo que falta es la votación”. Humor criollo. La
segunda está relacionada con el título del artículo.
Sin
pretender cubrir todo el espectro de señales-respuestas a la pregunta del
título del artículo, me limitaré a las que considero más pertinentes por el rol
que han desempeñado a la fecha: el rechazo internacional al gobierno, las
sanciones económicas-financieras, el apoyo internacional institucional y
nuestro pueblo, en particular, los estudiantes.
Una
primera señal respecto al futuro del país es que los resultados del 20M fueron
rechazados como ilegítimos por un gran número de países, incluidos Estados
Unidos, Canadá, toda la Unión Europea y una docena de vecinos de Venezuela en
América Latina pero aún queda mucha duda entre ellos por despejar respecto al
posible impacto del colapso social y económico de Venezuela sobre ellos. Duda muy valedera.
Una segunda
señal, previa al 20M, es el impacto de las sanciones económica-financieras
impuestas por los EE UU, Canada, la UE y Panamá que han sido el instrumento más
eficaz en la definición del futuro del país. De eso no hay duda. En ese mismo
sentido, y como tercera señal, debemos destacar la actuación institucional de
Luis Almagro como Secretario Ejecutivo de la OEA y la de Todd Robinson,
Encargado de Negocios de la embajada de USA en Venezuela a pesar de su corta
estadía en el país.
Ya en
enero, Luis Almagro defendió la aplicación de más sanciones, “más fuertes, más
abarcativas”, contra los actuales dirigentes venezolanos, antes de agotar la
solución diplomática a la crisis que vive el país. Al aludir a dos o tres
sanciones faltantes se refería “a los familiares de los dictadores, al sistema
político y, obviamente, a aquello de lo que vive el sistema político hasta
ahora”.
Las
primeras se han ido haciendo realidad aunque quedan muchos familiares sin
incluir como, por ejemplo, Maria Gabriela Chávez quien, de acuerdo a algunas
fuentes ostenta una fortuna multimillonaria en dólares, y vive tranquilamente
en New York como representante diplomático del país. Es hija del padre de la
crisis y vive con dinero robado al pueblo venezolano. Obviamente, la última
referencia de Almagro era al embargo petrolero, a cerrar el chorro de divisas
de las cuales vive el régimen y no asi el pueblo venezolano. Convénzanse que es
asi. El chorro solo alimenta más corrupción como las Clap que reciben quienes
el gobierno decidan. Volveré más tarde sobre el tema petrolero dado su papel
clave en el mantenimiento de Maduro, del régimen y el futuro de nuestra patria.
Mis queridos compatriotas, los problemas
a los que nos enfrentamos no son, como dice el gobierno, culpa de las sanciones
económicas de los Estados Unidos y otros países, pues el camino hacia el
colapso económico comenzó mucho antes de las sanciones. Las sanciones de EE UU—al igual que las de la Unión
Europea, Canadá y Panamá— buscan evitar que funcionarios públicos corruptos se
muden a otros países, utilicen su banca y lleven adelante negocios con empresas
estadounidenses, hasta la fecha. Los alimentos y las medicinas siempre han
estado fuera de las sanciones. Toda la comunidad internacional está preparada
para brindarnos ayuda humanitaria y es Maduro quien se ha opuesto a recibirla
pues según él no hace falta.
No hay
peor sanción contra los venezolanos que seis años más con Maduro que es lo que
se ha dado con la elección del 20M. Su resultado es un reto histórico, último a
vencer, que requiere que funcionen las sanciones internacionales y obliguen al
Gobierno venezolano a rectificar o, mejor aún, a renunciar. Es muy importante
el compromiso de todos los países latinoamericanos a la hora de aplicarlas.
Pues se sabe que los dictadores y sus familias tienen bienes en los países
latinoamericanos. Llegó la hora de que todos se comprometan a aplicar las
medidas y a canalizar ayuda internacional hacia los campamentos en países
vecinos que albergan a los venezolanos que han abandonado el país.
El
Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela Todd
Robinson en sus escasos cinco meses que estuvo en su cargo nos dejó muy claro que la diplomacia no se
desarrolla en la oscuridad, y que contar con un diálogo franco es el primer
paso para exponerla a la luz. Sus objetivos, al igual que Almagro, son
ayudarnos a recuperar la democracia y a reconstruir nuestra economía, los
cuales son premisas básicas para el futuro del país. En solo cinco meses,
Robinson supo captar una realidad que muchos de nuestros supuestos líderes aun
no captan como lo demostraron quienes participaron en la farsa electoral del 20M.
El presidente Maduro, su régimen, sólo quiere preservar la fachada de la
democracia mientras socava sus derechos y privilegios. En ese sentido, con el
20M simplemente quiso consolidar su control del poder. Esto no es una
democracia. Y aún hay más, la falta de gobernabilidad democrática —el no
servirle al pueblo— en Venezuela ha conducido al colapso de la economía del
país, a una crisis en materia de salud y nutrición y a la partida de más de un
millón de nuestros compatriotas. Nos merecemos un futuro mejor que eso.
Almagro,
Robinson y toda la comunidad internacional está haciendo un gran esfuerzo para
que Venezuela sea más política y económicamente transparente. Ayudándonos a
tener un futuro más claro pues existen reglas fundamentales para cualquier democracia
en el mundo, y cuando estas reglas no son aplicadas, todas las demás
democracias deben pronunciarse y buscar la manera de poner las cosas en orden.
Ahora, el rol de la comunidad internacional es sin duda alguna importante, pero
todos sabemos que es limitado. Al final del día, los venezolanos debemos asumir
las riendas para alcanzar una solución política para Venezuela, y aquí estamos
hablando de todos nosotros. El cambio tiene que venir de adentro. Es nuestro
derecho – es nuestra responsabilidad – formar la democracia que queremos y
merecemos.
Todd Robinson supo darle espacio a
conversar con los estudiantes, los administradores y los profesores de las
universidades. Esos son otros actores básicos y la cuarta señal en la
definición de nuestro futuro. Son los estudiantes quienes ya han dado la cara y
sufrido la represión del régimen dictatorial y los que están más claros e
interesados en que se restablezca la democracia. Quieren contar con
instituciones en las que puedan creer, y con una economía que les permita
ganarse la vida y mantener a sus familias.
Uno de los actores principales en la
reconquista de la democracia han sido desde el 2014 los estudiantes a nivel
nacional. Una serie de protestas en Venezuela se dieron inicio el 12 de febrero
de 2014 contra el gobierno presidido por Nicolás Maduro. La ola de protestas iniciadas en Mérida y San
Cristóbal se extendió a otros lugares y se prolongó durante dos meses y medio
como consecuencia de la delincuencia, alta inflación y escasez de productos básicos.
A esto se le sumó el alto índice de inseguridad, que dejó un saldo de 206,592
venezolanos asesinados durante el periodo de gobierno de la revolución
bolivariana hasta 2013.
Las manifestaciones y disturbios dejaron
solo en el año 2014 un saldo de 43 fallecidos más de 486 heridos y 1854
detenidos, según informe de la Fiscalía General de la República, mientras el
Foro Penal Venezolano denunció 33 casos de tortura. Los jóvenes venezolanos
reactivaron en febrero 2015 las
manifestaciones y protestas en todo el país tras conocerse la noticia de la
muerte del estudiante de 14 años
Kluvier Roa, en la ciudad de San Cristóbal, en el Estado de Táchira. Sectores
de la comunidad académica dieron su respaldo a los estudiantes. Después de la pobre actuación de la AN elegida el
6D-2015 y del famoso 16-J-2016 cuyos objetivos la MUD no supo respetar, tuvimos
un vacío general producto del desaliento por unos líderes que no han sabido
estar a la altura de sus cargos y a lo prometido sino ocuparse de preservar
unos “espacios” que el gobierno no respeta. Algunos hasta han sido cómplices
del 20M. Dan pena ajena.
Afortunadamente, el 23 de mayo 2018, los
estudiantes de las distintas casas universitarias y tecnológicas de la Isla de
Margarita se unieron para protestar en rechazo a las condiciones actuales el
país, sumando a esto los resultados electorales del domingo 20 de mayo. En esta
oportunidad, nuevamente, los estudiantes
vuelven a estar unidos y hacen un llamado a la dirigencia opositora a que
unifique criterios y brinde una propuesta factible a todos los millones de
venezolanos que están inconformes con el Gobierno y que han decidido desconocer
los resultados del simulacro del 20 de mayo. Mantienen abierto uno de los
caminos a seguir en pro del futuro del país: la Rebelión Civil.
Un punto por aclarar en el apoyo
internacional lo constituyen China y Rusia pues si ambos no se unen para dejar
de lado a Maduro, el régimen podría durar mucho tiempo. Los EE UU han
conversado con ambos sobre el tema de los préstamos a Venezuela y aunque su
reacción ha sido fría tampoco abrazaron exactamente a Maduro el 20M.
Más allá de las consideraciones
geopolíticas, Venezuela parece una mala apuesta para Rusia y China. La economía
del país cae en picada, una deuda externa de unos $150 mil millones pesa sobre el piso del gobierno y las reservas
están disminuyendo rápidamente. Venezuela le debe a China un estimado de $ 28
mil millones. Pekín aparentemente ya ha decidido dejar de “botar” dinero bueno
y aunque la deuda de Rusia es solo de $ 8 mil millones, Putin tiene preocupaciones
económicas propias.
Incluso si Pekín y Moscú dejan de ayudar
a Maduro, el régimen venezolano aún tiene enormes cantidades de petróleo, las
mayores reservas probadas del mundo. Esa es una herramienta considerable para
la supervivencia. Otros países han sobrevivido a duros embargos económicos.
Cuba ha soportado más de medio siglo de restricciones.
De alli, la importancia de la sanción aún
pendiente por aplicar; suprimir la compra de petróleo por EE UU, con ella el régimen
tendría los días contados. Lamentablemente, además de los fuertes intereses del
sector privado petrolero norteamericano, puede pasar cierto tiempo para que EE
UU y el resto del mundo que nos apoyan, se convenzan que esa entrada de divisas
aporta muy poco alivio a la crisis del
pueblo venezolano y sí mantiene el flujo de corrupción al régimen de Maduro y
sus adláteres.
Es cierto que el futuro aún no está
escrito sino que se va construyendo con lo que hagamos en el presente, por
ejemplo, reemplazando la improvisación por un planteamiento pro-activo
estratégico basado en lograr la aplicación de sanciones al petróleo venezolano
y la rebelión civil con todo el apoyo internacional que puedan brindarnos. Es el momento de hacerlo, no hay tiempo para después……
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