Quien posee la sabiduría y la ética tiene el poder político /Gustavo Gonzalez Urdaneta
Quien posee la sabiduría y la ética tiene el poder político
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami, 23 septiembre 2019
Conversando con un amigo hace un mes sobre la crisis energética
venezolana, coincidimos en que lo subyacente en la problemática es que “los políticos
no entienden lo que pasa pues no está pasando lo que entendían”. Y de allí
pasamos al tema de este artículo, que, quien posee la sabiduría y la ética,
tiene el poder político. Lo que paso a llamar el triángulo SEP,
La relacion
entre sabiduría, ética, y política es tan antigua como las civilizaciones
oriental y occidental. Aristóteles, con otros contemporáneos, no entendían la
política separada de la ética pues ambas conllevan un mismo objetivo que es el
bien supremo del ser humano. El mismo sabio griego dejó claro que la primera
prioridad de todos aquellos que opten a cargos públicos es la ética pues
conociendo la naturaleza humana y sus costumbres les es permitido, con su conocimiento
y experiencia, manejar el carácter y conducta de su comunidad. Esenciales para
gobernar bien.
Si bien las tres
disciplinas están correlacionadas, se percibe una jerarquía. Y no porque una
sea más importante que la otra sino porque cada una de ellas cumple una función
diferente. Si hiciéramos una analogía con respecto a la infraestructura del
negocio eléctrico, la ética estaría en la base, en las fuentes de generación. Cuando
las bases son sólidas se requiere una estructura de transmisión estable y
confiable, los políticos, como enlace con los clientes (la comunidad) que son
la finalidad suprema del servicio de electricidad, como actividad orientada al
bien comun. Cuando los principios y valores de una sociedad son excelentes y
sólidos es posible tener buenos políticos que aspiren al bien supremo del
hombre.
¿A qué responde el vínculo de las tres disciplinas?
Descartes en el prefacio a Los Principios de Filosofia
nos dice que” la filosofía significa el estudio de la sabiduría, como perfecto
conocimiento de todas las cosas que el hombre puede conocer”. Por su parte, la
ética, al estudiar las decisiones y acciones libres del hombre en función de su
capacidad cognoscitiva, encuentra su analogía con la filosofía, porque ambas
tienen concordancia con el actuar, el hacer y decidir del individuo. Según
Aristóteles, todo político debe tener conocimientos que corresponden al estudio
de la ética, la que, de alguna manera, como él mismo señaló, “no es más que una
parte del saber de la ciencia política”, Esa correlación las vincula y convierte en una herramienta poderosa de la que se debe valer
todo Estado que se preocupa por la formación de sus gobernantes.
¿Por qué la sabiduría es un cateto del triángulo SEP?
La sabiduría es
una habilidad y es algo que la persona posee y que ha logrado desarrollar con
el tiempo, es la capacidad que se desarrolla a través del ejercicio de la
mente, especialmente del uso de la inteligencia, la razón, la reflexión, además
de las experiencias propias y ajenas. Esta sabiduría se hace evidente en
diferentes actos que la persona puede llevar a cabo, como por ejemplo en el dar
consejos, en los diálogos de un conflicto, en negociar de manera inteligente y
mesurada en situaciones críticas y, en general en cualquier actividad orientada
al bien común. De ahí su importancia triangular con la ética y la política.
La sabiduría moral es un conjunto de creencias,
costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social, que funciona
como una guía para obrar. Es decir, la moral orienta acerca de que acciones son
correctas (buenas) y cuales son incorrectas (malas).
La sabiduría facilita la distinción entre lo falso y
lo real, hace posible la utilización del conocimiento intuitivo
hiperconsciente, permite percibir las más sutiles analogías entre las cosas. La
verdadera sabiduría es amable. Aquello que está más allá de la ley escrita. Es
del ser humano que sabe perdonar aun cuando la ley le concede el derecho de
condenar. La verdadera sabiduría es benigna. La verdadera sabiduría no es
rígida, ni insensible, está dispuesta a escuchar, desea aprender, adiestrarse,
y sabe cuándo hay que ceder.
La sabiduría ética es la habilidad desarrollada a
través de la experiencia y la reflexión para discernir la verdad y el ejercicio
del buen juicio. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como
resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma
sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común. Antiguamente,
se consideraba que la vida política era un género de vida acompañado de una
excelsa educación debido a lo cual sólo unos pocos seres podían tener acceso a
ella: los hombres buenos.
¿Por qué la Ética es la base del triángulo SEP?
La ética estudia los actos del individuo. Todo
individuo a lo largo de la vida adopta hábitos específicos para aplicarlos en
su conducta diaria, de esta manera va adquiriendo principios éticos y formando
su identidad y carácter. De esta manera, la ética es la disciplina del
conocimiento que estudia las actitudes, hábitos y costumbres del ser humano.
Estudia y explica el porqué de la conducta humana y propone formas deseables
para actuar. Se posee ética cuando se logra establecer, para uno mismo, un
conjunto de virtudes que se tornan principios bajo los cuales se rige la
conducta. El ethos del hombre es la tierra fértil de donde brotan todos los
actos humanos que dan fundamento a una forma o modo de vida.
Una vez conocidas, al ser estudiadas, las formas de
comportamiento humano, la ética las clasifica en virtudes y vicios. Entre las
virtudes están, por ejemplo, la justicia, la libertad, la tolerancia o la
prudencia. Por otro lado, como ejemplos de los vicios tenemos la injusticia, el
despotismo, la deshonestidad o la hipocresía.
El estudio de la ética señala que las virtudes
constituyen el equilibrio moderado en la conducta de la persona mientras que
los vicios a su vez conllevan dos situaciones extremas. Por ejemplo, respecto
al uso que el ser humano hace del dinero, en un extremo está el avaro quien
anhela acumular, y en el otro se halla el pródigo quien derrocha sus recursos.
El equilibrio entre ambos, el “justo medio”, es en este caso aquél que hace uso
del dinero con quien debe, cuánto debe, como debe y donde debe y a ese
individuo antaño se le llamó liberal. En palabras de Aristóteles: “La virtud es
por consiguiente una disposición a actuar de manera deliberada, consistente en
un justo medio relativo a nosotros, determinada por la razón y del modo en que
la determinaría el hombre prudente. Es un justo medio entre dos vicios, uno por
exceso y otro por defecto (...)”. De esta manera todo justo medio es una
virtud.
Aristóteles, el
sabio de Estagira, afirma que todo aquel interesado por las cuestiones
políticas debe conocer la naturaleza del hombre, sus diferentes caracteres y
formas de conducta, conocimientos que corresponden al objeto de estudio de la
ética, la que, de alguna manera, como él mismo señaló, “no es más que una parte
del saber de la ciencia política”. La ética tiene por objeto lograr que el
individuo sea consciente de cada uno de los actos que realiza y en consecuencia
obtenga el dominio de sí mismo para actuar en favor de la comunidad política.
¿Por qué la política es un cateto en el triángulo SEP?
La política tiene varios fines, pero todos se conjugan
para generar el fin supremo o máximo fin. Aristóteles cita tres fines que
señala en sus escritos. Primero, según Aristóteles el bien supremo “depende de
la más importante de las ciencias y la más arquitectónica. Y ésta es la ciencia
política. Ella determina cuáles son las ciencias indispensables en toda ciudad,
determina las que cada ciudadano debe aprender y en qué medida debe aprenderlas.”
Segundo, es la felicidad de la comunidad política. El sabio de Estagira
escribió: “Digamos cuál es la meta que asignamos a la política y cuál es el
bien supremo entre los realizables. Al menos por lo que se refiere a su nombre,
se da un consentimiento general, este bien es la felicidad”. Y tercero, formar
ciudadanos virtuosos: “El más elevado de los fines de la ciencia política es
hacer que los ciudadanos sean personas de una cierta cualidad y dotados de
bondad capaces de realizar actos nobles”.
La política es
una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo
para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de
ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses
encontrados que se producen dentro de una sociedad. La disciplina encargada del
estudio de las actividades políticas se denomina ciencia política, los
profesionales en esta ciencia reciben el mote de politólogos y las personas que
ocupan cargos profesionales a cargo del Estado o aspiran a ellos se definen
como políticos.
El objeto de
estudio de la política es la búsqueda del bien común o la búsqueda del poder.
El Poder es un elemento característico de todo fenómeno político y en
consecuencia el objeto central de estudio de las Ciencias Políticas. La
política es el arte de gobernar, y su objetivo es usar el poder para beneficiar
a todos los integrantes de la sociedad. Es una vocación de servicio a los demás
o debería serlo, a pesar de los tristes ejemplos de corrupción y malos hábitos
que tenemos en el país, pero no hay que generalizar.
¿Cuál es la relacion entre la ética y la política?
En política, los políticos o quienes ejercen esta
función deben poseer diversas virtudes: prudencia, paciencia, justicia,
ecuanimidad, magnanimidad, sabiduría, honestidad. Todas ellas necesariamente
las enseña la disciplina ética. Un político sin prudencia puede precipitarse al
tomar una decisión. Un político sin paciencia actúa de forma acelerada. Un
político sin sentido de justicia comete injusticia. Un político sin ecuanimidad
puede errar al actuar bajo la emoción o estar alterado. Un político sin
sabiduría actuará conforme a las ocurrencias que le vengan en el momento. Según
Aristóteles “Nunca nadie podría llegar a ser político con sólo familiarizarse
con la política; por eso los que aspiran a conocer el arte de la política
necesitan además la experiencia”.
La política sin ética genera corrupción, un sin número
de actos deshonestos e injustos. Razón tenía Aristóteles al escribir en su
Ética Nicomaquea que “no se enseña ética para saber que es la virtud, sino para
ser virtuosos”. Algo que no aprendí de Aristóteles sino de mi suegro Arístides
Calvani es que “para ser político no se pueden tener necesidades económicas
pues las tentaciones son muchas”. Cuánta razón tenía.
La ética sin política pierde la capacidad de poder
hacer el bien a la comunidad en general. Pero el bien no consiste en saber
cuáles son los deberes fundamentales del hombre y hacer propias las virtudes
éticas sino en aprender a realizar la acción del mejor modo posible. Los
principios éticos son la elección de una conducta en las relaciones con otros.
Es estar en acción día a día. No se considera buena a una persona con buenas
intenciones, sino a quien obra bien, al que hace justicia. A pesar de ser la
justicia un bien para el Estado y un elemento importante de la política, no es
fácil ponerla en práctica.
Lamentablemente en esta época los partidos ejercen una
acción política cada día más ajena a los intereses ciudadanos y cada vez más
cercana a los intereses de grupos de poder financiero, contradiciendo a la
esencia de la política, creando un sin sentido de la acción de la política. El
estilo de vida impuesto en las últimas décadas se ha caracterizado por la
enorme irracionalidad de los instrumentos del poder y del dinero, quienes
imponen su lógica y destruyen la racionalidad ética. En su obra Vidas
Paralelas afirmaba Plutarco que “el hombre es la más cruel de todas las
fieras, cuando a las pasiones se une el poder sin virtud”. Y Cicerón, en su
arriesgado y valiente ataque contra la corrupción del tirano Verres de Sicilia:
“Cuando los políticos no se rigen por la ética, son como las hienas a la caza
del poder”. En nuestra época ¿existen guías morales para los políticos? La
respuesta es contundente: no.
No es la intención definir el perfil de los hombres de
Estado, pero nunca nadie puede considerarse o llegar a ser político con sólo
familiarizarse con la política o con afiliarse a una cierta ideología política,
por eso, los que aspiran a ejercer el poder político necesitan, además de la formación,
conocimientos y experiencia, la disciplina ética. Dejo como ejercicio al lector
evaluar el tipo de políticos activos en nuestro país y si están aptos, después
del cese de la usurpación y el gobierno transitorio a ser candidatos a las
elecciones generales, para ejercer el poder político.
Bibliografía
1. Aristóteles,
Ética Nicomaquea, Ediciones Aguilar, Madrid, 1982
2. Aristóteles,
Gran Ética, Ediciones Aguilar, Madrid, 1982
3.Oscar Diego
Bautista, “La vinculación entre ética y política en Aristóteles”, Universidad
Autónoma del Estado de México, 2012
4, Daniel
Chávez, “La sabiduría y la ética”, https://prezi.com/vw8ziwvs6jkp/la-sabiduria-y-la-etica/
5. Anders Loa
Abarca et.al, “La Ética y la Política”, Universidad Nacional San Luis Gonzaga
de Ica, Perú, monografías.com, 2014
6. María de los
Angeles Yannuzzi, “Ética y política en la sociedad democrática, Universidad
Nacional de Rosario, Argentina, 2005
7. Jesus Parra
Montero, “¿Es posible la política sin ética?”, nueva tribuna.es, 25.01.18
Articulo muy interesante e ilustrativo, con mucha erudicion y buena pluma.
ReplyDeletePara mi una leccion mas sobre Filosofia, Etica, Politica; diria, el arte de la Gobernanza,
tan dificil de encontrar, tan perdido en estos tiempos.
Sin embargo, discrepo de la premisa de quien 'posee la Sabiduria y la Etica tiene el poder politico'. Tal vez esto sea cierto en el terreno del Deber Ser; lideres de diferentes naciones no necesitaron sabiduria y mucho menos etica para conquistar sus posiciones y en muchos casos para mantenerlas indefinidamente; no es necesario dar ejemplos.
Kissinger, en el primer tomo de sus memorias, luego de servir a las ordenes de Nixon, escribe sobre las cualidades, o mejor, caracteristicas, que le permiten a un hombre escalar la cima del poder. Ni la sabiduria ni la etica aparecen en esa descripcion.
Hay ejemplos que validan la premisa, con sus luces y sus sombras; no son numerosos.
Cuanto desearia que las razones de mi apreciado amigo Gustavo se convirtieran en realidad,
pues ante los problemas que nos abruman y que con ceguera inaudita lideres actuales ignoran,
cuan necesaria es la Sabiduria y la Etica para conducir la nave en mares tormentosos.
Excelente disertación sobre un tema que lamentablemente es soslayado con demasiada frecuencia. El poder por el poder mismo se ha convertido en un antivalor que petmea toda la vida política del país.
ReplyDeleteSabiduría, ética, y política, tales son las acciones del hombre en sociedad. De la sabiduría viene el nombre de Filosofía: Amor a la sabiduría. El conocimiento filosófico no tiene finalidad práctica aunque de ella deriven las acciones humanas, y nos conduce a los primeros principios y las primeras causas. La ética nos dice de las relaciones del individuo (los individuos) en sociedad. La palabra griega: ETHOS significa morada, costumbres asumidas por una colectividad. Entonces, la ética (Ethos) es vivir de acuerdo con los hábitos de la colectividad. Tenemos entonces que si unimos los dos conceptos nos estamos asomando a la política como la acción social de una comunidad y organiza los instrumentos para lograr la convivencia. De otro modo tendríamos al Leviatán de Hobbes devorando a lo seres constreñidos a vivir en armonía aunque
ReplyDeleteno lo deseen. Desearía ampliar estas ideas. Tu ensayo es amplio y variado y nos inclina a buscar la sabiduría que has puesto como el camino de la convivencia. Excelente ensayo
Agradezco la confianza que nos has dado para colaborar con la institución ignaciana. Un abrazo.
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