La eleccion parlamentaria: Un Fraude inequívoco (Gustavo Gonzalez Urdaneta)

La eleccion parlamentaria: Un Fraude inequívoco

Gustavo Gonzalez Urdaneta

Miami 17 Agosto 2020

 

Es natural buscar certeza, especialmente frente a un problema serio de toma de decisión. Hoy en día, después de veintiún años de elecciones frecuentes con pocos resultados a favor de poca o ninguna trascendencia, las probabilidades de generar información confiable, para nuestro problema de decisión, no son mucho mejores. Hace mucho tiempo, los chamanes realizaban intrincados bailes para convocar a la lluvia. No importaba que cualquier éxito que disfrutaran fuera aleatorio, siempre que la tribu sintiera que su suministro de agua estaba en manos capaces. Lamentablemente no tendemos a sentir, como los chamanes, que la solución del país esté en manos productivas eficaces ni eficientes.  

Quienes expresan que la abstención no es un recurso ni solución, y que se debe ir a votar, generan expectativas e ilusiones que nunca se han satisfecho ni se podrán cumplir mientras no haya cambio de régimen. Hagamos de la verdad y la honestidad una práctica, un hábito, una razón de vida, buenas costumbres ciudadanas y buena fe. Cualquiera que sea la decisión que tomemos y el resultado que se obtenga de la eleccion parlamentaria no habrá ningun cambio serio pues, como dice Gloria Alvarez la guatemalteca, “si un plato de comida no resulta, el mal no está en el chef sino en la receta”. En este caso: La realidad.

Nos decía recientemente Martini Urdaneta “El desastre político, moral, económico y social, está consumiendo a los usurpadores y el régimen esperanzado viaja a Cuba para recibir directrices que cree lo salvaran, evidencia de la colonización tantas veces denunciada. Somos asentamiento cubano, apoyado por rusos, chinos, turcos e islámicos” y eso no se cambia sino sacando al usurpador y sus adláteres…. Venezuela se decepciona, cada día nos damos cuenta de que sólo contamos con nosotros mismos, y ése es el gran compromiso”. Esa es la realidad

El bloque de la oposición venezolana, conformado por 27 partidos, anunció en un comunicado su decisión “por unanimidad” de no participar en las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre y advirtió que las considera fraudulentas. El pronunciamiento cuenta con el respaldo de todas las bancadas opositoras en la Asamblea Nacional. Se trata de una medida esperada -luego de una serie de intervenciones recientes del Gobierno, tanto en el Consejo Nacional Electoral (CNE) como en los partidos de oposición. Esta decisión contra "el fraude electoral inequívoco" también allana el camino hacia una pérdida del control de los opositores en la Asamblea Nacional, lo que podría complicar la posición del presidente legítimo Juan Guaidó.

La primera vez que Hugo Chávez cometió un enorme fraude electoral fue en el referéndum revocatorio del 2004. Perdía 60 a 40 a las 6 de la tarde, cuando supuestamente cerraban los colegios electorales. El doctor Jorge Rodríguez en la madrugada, cuando el país soñaba con un mejor destino, anunció que Chávez había ganado 59 a 41. Mágicamente se habían invertido los resultados. Jimmy Carter avaló el fraude, no sé si por ingenuidad, porque lo engañaron, por interés o por evitar un enfrentamiento armado.

En diciembre de 2005, los partidos más votados de la oposición retiraron sus candidaturas de las elecciones parlamentarias argumentando que el proceso no contaba con suficientes garantías de transparencia y por desconfiar del CNE como árbitro. El resultado fue la conformación de una Asamblea Nacional solo con diputados oficialistas, que les otorgó facultades especiales para legislar y apoyó la reforma constitucional, entre otras decisiones destacadas de la época. En septiembre 2010 fueron elegidos los miembros de la Asamblea Nacional (AN) hasta el 2016. El oficialismo ganó la mayoría de los escaños. No obstante, la oposición celebró que el voto popular fue muy igualado y que el partido de Chávez no alcanzó los dos tercios de los escaños requeridos para aprobar grandes reformas. Todos vivimos los desmanes y abusos cometidos durante ese periodo.

En los comicios de 2015, la oposición logró dos tercios de la mayoría del parlamento. La confianza en el sistema electoral venezolano aumentó con el triunfo de la oposición en esa oportunidad, pero desde ese momento comenzó un feroz conflicto institucional que prácticamente ha disuelto al Parlamento. Desde que la mayoría opositora se instaló en el Parlamento, este no ha podido ejercer su mandato a plenitud y sus funciones han sido objeto de malabares entre una Asamblea Nacional Constituyente, elegida bajo comicios cuestionados por su alta abstención, y la Sala Constitucional del TSJ, que ha demostrado su obediencia al chavismo. La oposición no supo aprovechar esa mayoría.  

En 2018, la mayoría de las organizaciones de la oposición no se inscribieron para los comicios presidenciales, por considerar que no contaban con las condiciones mínimas de transparencia y equilibrio acordes con los estándares internacionales. Hizo muy bien la oposición que optó por la abstención ese 20 de mayo. Era una locura otra vez dejarse arrastrar al matadero. Con ese CNE, con ese registro electoral y sin garantías de un juego limpio, era imposible participar. No se podía colaborar ni un minuto más con esa inmundicia. Aquel proceso fue criticado dentro y fuera del país, con más de 55 países y organismos internacionales que no reconocen a Maduro como presidente de Venezuela, sino a Juan Guaidó como presidente encargado y líder del Poder Legislativo.

El 2 de julio la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, aseguró, ante el 44º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que no hay avances en Venezuela hacia un proceso electoral "creíble y democrático" y reiteró el llamado a una "negociación política inclusiva".  A través de un comunicado reciente, el Grupo de Lima manifestó que considera insuficiente la previsión de elecciones parlamentarias para Venezuela en 2020, porque “el restablecimiento de la democracia pasa por elecciones presidenciales libres, justas y creíbles, con la participación de un Consejo Nacional Electoral independiente y la observación internacional”.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, consideró que no se reúnen las condiciones para un proceso “electoral transparente, inclusivo, libre y equitativo” en Venezuela. En un comunicado recién publicado, señaló que en las últimas semanas mantuvo varios contactos con diferentes actores políticos, tanto del gobierno del cuestionado presidente Nicolás Maduro como de la oposición, con el fin de evaluar un posible marco para los comicios legislativos, programados para diciembre. Al parecer, el gobierno venezolano todavía no se ha pronunciado al respecto. Además, varios países de la comunidad internacional han advertido que no reconocerán unas elecciones que no sean "legítimas y limpias", mientras reiteran su apoyo al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

Coincidimos con varios escritores y analistas políticos que en rigor, las elecciones parlamentarias de 2020 solo son otro trámite en la larga lucha del chavismo por conseguir una legitimidad internacional que destrabe las sanciones que han impuesto al régimen algunas naciones y que le permita mejorar su funcionamiento en el mundo. El gobierno necesita desmontar y poner bajo su control a esta última institución democrática que existe en Venezuela. Pero la democracia es peligrosa y Maduro y su gobierno no están dispuestos a volver a vivir una derrota sorpresiva como la de 2015, cuando la oposición ganó la mayoría del parlamento.

El primer paso para el diseño de este nuevo fraude preventivo electoral se centró en la elección de las autoridades del CNE, el segundo paso fue la apropiación de los principales partidos de la oposición por parte del chavismo mediante la llamada Operación Alacrán y en una extensión de dicha operación, el TSJ inhabilitó las juntas directivas y nombró en puestos de liderazgo de los partidos políticos de oposición, a figuras conocidas como aliados del chavismo.

La nueva junta directiva del CNE designada por el TSJ no tardó en escoger una fecha para las elecciones parlamentarias que serán el 6 de diciembre. Tampoco dejó pasar tiempo para dictar nuevas normas especiales que han sido criticadas por distintos sectores de la sociedad, en parte porque no cumplen con los lapsos que establece la Constitución y por el poco tiempo de preparación para unas elecciones en medio de la pandemia del COVID-19. Lo más grave, según el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), es que el CNE también se atribuya facultades legislativas que corresponden a la Asamblea Nacional. Esto constituye una "grave violación del ordenamiento jurídico", suscribió más de un centenar de organizaciones de la sociedad civil en un comunicado conjunto del 8 de julio. Además, el nuevo CNE incrementa los escaños a elegir de 163 a 277 diputados que serían elegidos para el nuevo período, algo que denuncian las organizaciones es inconstitucional.  

La Teoria del Caos: pequeñas variaciones en las condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo. Esto sucede en sistemas, como el régimen actual tiránico de las últimas dos décadas en Venezuela, en rigor determinista, es decir; su comportamiento puede ser completamente determinado conociendo sus condiciones iniciales. 

Es evidente que el chavismo piensa que la mejor manera de salir de la crisis es profundizar la crisis. La apuesta por desgastar al adversario volvió a funcionar y ahora están en la fase del contraataque. Si la experiencia del parlamento opositor y del liderazgo de Juan Guaidó representó —en algún momento— el regreso de la alternancia política al país, en diciembre esa esperanza está por ser liquidada. El chavismo ya ha confirmado que no está dispuesto a permitir, ni siquiera, la hipótesis de una derrota. Lo cual lo confirmó el discurso pronunciado por el general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, el 5 de julio, quien refiriéndose de manera ambigua y confusa a la oposición, fue sin embargo enfático al sentenciar: “Nunca podrán ejercer el poder político en Venezuela”. Es la confirmación de que, incluso en el imposible escenario de un triunfo electoral, la oposición se encontraría con un obstáculo enorme: el ejército le impediría ejercer la victoria.

Para Alí Daniels, director de la organización Acceso a la Justicia, que monitorea el poder judicial y Estado de derecho en Venezuela desde el 2010 “a este Gobierno le importa poco lo que diga la comunidad internacional y la realización de elecciones importa para un discurso interno, sobre todo, y en particular, para la Fuerza Armada, para decir 'nosotros somos legítimos porque aquí se hacen elecciones' y para imponer su institucionalidad a través de los hechos consumados".

En conclusión, la eleccion parlamentaria del 6 de diciembre próximo en Venezuela no cumple con estándares mínimos de una verdadera democracia y el comicio es controvertido porque los principales líderes opositores venezolanos están inhabilitados para participar, otros están presos o en el exilio.

El escritor Barrera Tyszka, frente al próximo “fraude preventivo” nos dice “En estos momentos es irrelevante que la oposición participe o se abstenga. Hagan lo que hagan, el resultado va a ser absolutamente el mismo. La oposición ha estado debatiéndose entre participar o abstenerse, por lo menos, desde el año 2005. Y cuando se abstiene, no pasa nada. Y cuando participa, tampoco pasa nada, entre otras cosas, porque la oposición carece del poder necesario para obligar al gobierno a hacer absolutamente nada”. Ahí respira el gran desafío y la gran pregunta: ¿acaso es posible obligar al chavismo a negociar y someterse a unas elecciones libres y transparentes? Hasta ahora, la oposición y la presión internacional no lo han conseguido. La falta de escrúpulos es una ventaja política…Y concluye que “después del 6 de diciembre, con la garantía del fraude preventivo, habrá una nueva Asamblea Nacional en Venezuela. La estafa electoral no le dará legitimidad pero tampoco este hecho servirá para extender el plazo de mandato del parlamento anterior. Su período se vence en enero de 2021. Ninguno de los dos organismos será genuinamente legítimo y su vínculo institucional con los otros países será mucho más frágil”. Ante esa realidad, ¿Cuál es la estrategia de los supuestos líderes de la oposición? Les quedan cuatro meses para presentarla al pueblo que representan.

Cambiar de estrategia política no será sencillo, al respecto, Michael Penfold, investigador en el Centro Woodrow Wilson, opina que “en el pasado, participar en elecciones tal como lo dicta la constitución ha movilizado a la gente, ha reunido a una oposición fragmentada en torno a una meta común y ha presionado a los militares para que respalden los resultados. Luego de ver la reacción global ante las acciones de Maduro en la asamblea, la oposición debería cambiar de rumbo. En vez de trabajar para aumentar las sanciones internacionales o esperar a que suceda un cambio político por medio de una combustión espontánea provocada por un evento fortuito, la oposición liderada por Guaidó tiene que alinearse con Europa, América Latina, Estados Unidos, China e incluso Rusia para juntos impulsar una solución viable, en vez de seguir explorando una alternativa transicional para un cambio de régimen que sigue siendo poco probable”.

La incertidumbre no se puede resolver con procedimientos rápidos; se necesitan nuevos hábitos mentales para liderar lo posible. En nuestra experiencia, tres de esos hábitos amplían las capacidades de los líderes y los ayudan no solo a liderar lo posible sino también a deleitarse en ello: Hacerse diferentes preguntas (no reducir el problema), tomar múltiples perspectivas (abrir el campo de visión) y usar el enfoque sistémico para diseñar tu estrategia; es lo mínimo que debería hacer la oposición antes del 6 de diciembre cualquiera vaya a ser el resultado de la eleccion parlamentaria.

“No basta decir que lo vamos a hacer bien, debes tener éxito haciendo lo que es necesario” Winston Churchill

 

 

 

 

 


Comments

  1. VICIOS DE INCONSTITUCIONALIDAD
    Maduro no tiene ningún cargo político. En las inexistentes elecciones se proclamó presidente, en un acto que no tiene base en la Constitución Nacional.
    Sus «decretos» no tienen fundamento constitucional ni legal.
    Maduro no convocó a elecciones y fue declarada la falta absoluta del presidente de la república.
    En aplicación de la C.N. se aplicó el art, 233 CN que sostiene todavía a Guaidó.

    Diosdado Cabello justificó su propuesta de adelantar los comicios presidenciales en Venezuela para antes del próximo 30 de abril, en lugar de celebrarlos en diciembre, acto tradicional. La fecha de las elecciones está pautada en el Art. 231 de la CN.
    No hubo plebiscito para constituir otra Asamblea Constituyente sin fundamento constitucional, ya que la originaria ya había sido formalizada.
    Maduro se eligió a su voluntad única.
    Cabello presentó esa iniciativa ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que inmediatamente aprobó un decreto ordenando al Consejo Nacional Electoral fijar la convocatoria para el primer cuatrimestre de este año.
    Con estos hechos fraudulentos estamos ante actos supuestamente válidos, siendo inexistentes y sin ninguna eficacia.

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  2. Mil gracias, Alejo por tus comentarios que confirman la situacion actual ilegal del régimen tiránico que ha prevalecido en el país por la ultimas dos décadas. Aprovecho tu pronunciamiento para adelantar el comentario de cierre pues así lo leen todos. Voy a tenerlo que publicarlo en dos partes pues no me lo quiere aceptar en una sola.
    “Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones y traidores, no es víctima, es cómplice” George Orwell
    Parte I
    Cualquiera sea el resultado de la eleccion parlamentaria del 6 de diciembre ambas partes no ganan. En enero 2021 se le acaba su periodo a la actual Junta Directiva de la Asamblea Nacional lo cual allana el camino hacia una pérdida del control de los opositores en la Asamblea Nacional, lo que podría complicar la posición del presidente legítimo Juan Guaidó. Con la garantía del fraude preventivo electoral habrá una nueva Asamblea Nacional en Venezuela. La estafa electoral no le dará legitimidad y no habrá una asamblea genuinamente legítima y su vínculo institucional con los otros países será mucho más frágil.
    La única solución que ha permanecido en el tiempo para salir de la crisis es la de buscar una solución negociada que implica hacer concesiones previas de las dos partes y normalmente su punto de partida es “el dialogo”. Hoy en día este arranque no sólo está agotado sino que las partes estan muy distanciadas de ese punto y el enfrentamiento de fuerzas sigue en aumento. La experiencia ha reflejado que cuando la represión del régimen no les da resultados, proponían un “falso” dialogo y ya la oposición hace rato que anunció que el tiempo de diálogo se había acabado.
    Anticipándose a la eleccion parlamentaria, ambas partes tendrán que reconocer que los costos de llegar y continuar en esa situacion ilegitiman y frágil superarán los hipotéticos beneficios de un triunfo pírrico. Por lo tanto volvamos al punto anterior.
    Los expertos coinciden en que una salida política, jurídica y ética, sólida y sustentable negociada es la mejor opción y que esa propuesta implica un paquete de elementos vitales: diálogo político genuino, desarrollo de un acuerdo aplicable y, como paso final, un llamado a nuevas elecciones. Consideran que ahora mismo el conflicto está estancado y algunos opinan que la única manera de que esto se solucione de una forma relativamente rápida y no violenta es que el ejército dé un paso al frente para garantizar una transición que recupere las instituciones democráticas. Hasta la fecha los llamados de los líderes políticos no han logrado que los militares cambien de bando y, de darse, implica el reconocimiento de que las pasadas elecciones no fueron transparentes. Otros opinan que cualquier negociación pasa por cuatro medidas concretas: La liberación de todos los presos políticos, reconocimiento de los poderes de la Asamblea Nacional que le han sido socavados desde 2016, el fin de la Asamblea Constituyente y el reconocimiento de reformar la Guardia Nacional Bolivariana, responsable de muchos abusos en las protestas. Lo cual implica que el régimen ponga en marcha estos puntos. Eso tiene muy poca posibilidad de que se dé. Consideran que en todas las transiciones hay que ceder e indican el caso de Colombia con las FARC y que la justicia transicional es así. Algunos opinan que "La crisis de Venezuela es producto de los venezolanos, pero en un sentido más hondo refleja la miopía diplomática de la región". En eso estoy de acuerdo.

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  3. Parte II
    Estamos en lo que los expertos llaman “estancamiento dañino”, una situacion en que ninguna de las partes tiene capacidad de triunfar y a la vez tampoco aceptan ceder. El autoengaño es utilizado por muchas personas para enfrentar una realidad la cual les incomoda o les gusta, pero no quieren que los otros lo sepan, es el recurso al que acudimos para afrontar situaciones difíciles, algunas veces lo hacemos en forma consciente, pero otras es el cerebro el que altera ligeramente nuestra percepción para salvaguardar nuestra fuerza e integridad. Por favor, hagamos de la verdad y la honestidad una práctica, un hábito, una razón de vida, buenas costumbres ciudadanas y buena fe.
    Marco Rubio, senador norteamericano, acaba de enviar un claro mensaje a todos los opositores venezolanos que vemos como única salida una intervención militar internacional encabezada por los Estados Unidos: La intervención militar sólo puede ocurrir cuando la seguridad interna de los Estados Unidos esté amenazada en términos reales e inminentes… y hasta ahora eso no ha ocurrido. En segundo lugar, también hay que entender que eso sería imposible sin la ayuda o el apoyo de otros países de la región… En tercer lugar, la opinión pública norteamericana no ve positivo intervenciones militares nuevas en cualquier parte del mundo…también hay realidades políticas en Estados Unidos lo cual hace mucho más difícil esta opción”. Finaliza… “El futuro y el destino se Venezuela corresponde, definirlo y decidirlo, al pueblo venezolano…Esto tiene que ser un movimiento de venezolanos… Nosotros lo que podemos hacer es ayudar en todo lo posible al pueblo venezolano…”
    Es evidente que cada día nos damos cuenta de que sólo contamos con nosotros mismos, y ése es el gran compromiso.

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  4. Alvaro Rotondaro Gomez

    Querido Gustavo: ante todo y como siempre, te felicito por la profundidad y excelencia de tus artículos, y en relación con este último, dejas muy claro varios conceptos, entre ellos, que las elecciones son muy importantes en una democracia, pero que no es la única manera de llegar a la misma, sobre todo, cuando estamos en presencia de regímenes de criminalidad organizada, como es el caso de Venezuela. No me imagino como se hubiera podido sacar con elecciones a Hitler y a Mussolini. Es más, previendo cualquier locura, se prohibió de por vida, el partido nazi y el fascismo en Alemania e Italia respectivamente, y por cierto, una vez salgamos de estos demonios, deberíamos hacer lo mismo con el psuv y el pcv.
    Asimismo, dejas muy bien sustentado desde un punto de vista moral y ético sería una aberración concurrir a unas elecciones con los criminales que nos vienen asesinando y destruyendo nuestro país, desde hace 20 años, con lo cual, no solo los legitimaríamos, sino que aceptaríamos todos los delitos que ellos cometieron en los procedimientos de la constitución del CNE y el procedimiento para la convocatoria de esas elecciones y demás fraudes cometidos, sobre los cuales pasaría mucho tiempo describiéndolos y todos conocemos.
    Por todas tus consideraciones, estoy totalmente de acuerdo que la Abstención es un recurso muy importante, para un pueblo que carece de armas para su legítima defensa, y para demostrar su rebeldía y desobediencia civil, ante actos criminales de esa juez.

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  5. Aparte de la informacion y analisis que Gustavo nos ofrece con su acostumbrada erudicion, destaco su planteamiento de una alienacion con actores internacionales en posicion de poder, aunque esto parece harto dificil vistas las posiciones antagonicas de los actores internacionales principales.
    Agregaria que seria vana ilusion dejar por fuera la fuerza interna del chavismo. La realidad vivida y las experiencias historicas muestran que no se debe menospreciar al adversario. En lo personal considero que las sanciones a que esta sometido el regimen afectan al ciudadano de a pie; como en tantas otras latitudes, la Nomenklatura no sufre. Y tenemos muy cerca de nuestras costas un pais con 60 a~os de sanciones.
    Dos paises enfrentados en guerra sanguinaria, donde el mas debil perdio un millon de hombres y el mas fuerte solo 54.000, ahora tienen buenas relaciones comerciales y aquel es destino turistico de antiguos soldados, que visitan los tuneles donde antes se se masacraban..

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