La política es demasiado importante como para dejársela a los políticos (Gustavo González Urdaneta)
La política es demasiado importante como para
dejársela a los políticos
Gustavo González
Urdaneta
Miami 29 noviembre 2021
Decía Robert
Louis Stevenson que la política es la única profesión para la cual no se
considera necesario poseer preparación alguna. Puede ser que tenga la razón,
pero no es menos cierto, que la persona que tenga pretensiones de ser líder en
el ámbito político, debe hacer gala de una cualidad indispensable, liderazgo
político.
La verdad es que
tenemos muchas dudas al respecto: ¿Poseen nuestros lideres actuales y la
generación de relevo Liderazgo Político?, ¿Qué guía hoy a los líderes
políticos?, ¿El bien común, la ética, sus ambiciones?, ¿Cuáles son las
verdaderas motivaciones de los políticos, contribuir a la toma de las mejores
decisiones o su necesidad de perpetuarse en los sillones de poder como única
salida profesional propia?, ¿Es esencialmente inspiración o movilización de
seguidores?, ¿Es el líder un defensor de valores?
Los resultado de
las elecciones del pasado 21 de noviembre reflejan que nuestras dudas
son muy valederas, entre otras, por la falta de unidad, ausencia de primarias
que reconozcan los liderazgos de base y lo dejan en manos de las cúpulas, lo
cual, entre otros, los llevó a obviar que las elecciones se ganan con votos a
favor de liderazgos reconocidos y con planificación y logística. No fueron
capaces de llegar a un acuerdo, no lograron negociar entre ellos y el nivel de
enfado y crispación cada vez era mayor. Un candidato que no sepa ceder y
negociar no es un auténtico líder. En unas elecciones ganadas por la abstención
y un régimen totalitario repudiado por el 85 % de la población, cabe
preguntarse ¿Se equivocó el pueblo o los dirigentes? El pueblo está
representado por toda la sociedad civil, votantes y abstención. Los chavistas
votantes estan claramente identificados.
El primer punto
de análisis para responder la pregunta anterior es que, desde la óptica del
pueblo, la dinámica de grupo que tuvieron que realizar los dirigentes para
definir sus candidatos es un proceso de selección de personal. En los procesos
de selección de personal, los candidatos deben resolver una situación compleja,
muchas veces estableciendo acuerdos y colaboraciones con otros candidatos y
aquel o aquellos que la resuelvan pasan a la siguiente fase, pues habrán
mostrado tener las competencias necesarias. En este período hemos visto
desconfianzas, ataques personales, bloqueos por todos los lados, alianzas que
se crean pero luego se rompen y aparentemente hasta el reparto de posiciones…
Esto es una competición por el poder y no un intento de hacer lo mejor posible
por el país y para el pueblo. Tuvieron la facilidad para resolver una
situación compleja que no supieron resolver. Hasta aquí va claro quien se
equivocó.
De lo anterior no
se puede inferir una motivación de logro, sino una motivación de poder
por parte de los dirigentes. Justo lo contrario que muestra un auténtico líder.
Un líder auténtico tiene que saber ceder, facilitar posiciones, trasmitir
emociones positivas y sacrificar sus intereses y deseos personales, si eso es
bueno para el grupo (en nuestro caso el país) … ¿Hemos visto algo de esto en
este período? Me temo que no: las emociones y sentimientos que transmiten
nuestros dirigentes son el poder, acceso a los recursos y servir a sí mismos o
a grupos de poder. Continúa claro quien está equivocado.
Antes de continuar
el análisis, hay que estar de acuerdo en que el renacimiento del país requiere
una sociedad cuyos valores sean sólidos, que recobre su dignidad y que la
libertad sea su primera prioridad. Como paso previo será necesario
identificar los venezolanos que no se arrodillen frente al narco-régimen,
que estén dispuestos a luchar por acelerar el regreso de la democracia y de la
sociedad libre y que rechacen a los disfrazados de demócratas. En estos
momentos, los entreguistas, los pseudo-demócratas, los oportunistas, los
manipuladores políticos, son más peligrosos para el país que los chavistas,
quienes ya estan identificados.
Es igualmente
necesario que los sectores organizados de los empresarios, Iglesia, militares
institucionalistas, organizaciones de la sociedad civil y sindicatos, revisen
sus relaciones con los políticos de forma que éstos hagan lo que se
espera de ellos y no lo que les parezca y convenga. Se requiere rediseñar
las relaciones entre estos sectores y el nuevo sector político en la nueva
Venezuela. En este sentido ambos- dirigentes y votantes- se han equivocado.
No voy a discutirles si el país necesita agudeza, inteligencia y experiencia
pero parafraseando a un político que si era referente…Yo también tengo un
sueño.... el sueño que algún día el miedo de los políticos a perder sus
“espacios” no les impida recuperar los valores que permitan construir una nueva
y mejor sociedad. Ayudemos a hacerlo realidad. Juntos podemos.
Los
especialistas dicen que no puedes ser un líder si no eres una buena persona,
por lo que, ¿Una mala persona no puede llegar a ser líder? Ante esta cuestión, es
necesario matizar que no debemos confundir ser líder con ocupar posiciones de
liderazgo o poder, pues no todas las personas que ocupan estas posiciones son
auténticos líderes. La clave del auténtico liderazgo político es la ética y el
verdadero deseo de servir a la sociedad y que la sociedad se beneficie.
Venezuela
necesita una transformación cultural que le permita recuperar los
valores propios de una sociedad que estén por encima del comportamiento de sus
ciudadanos y no como la mayoría de nuestros políticos que alinean sus valores
con sus comportamientos y son esos valores los que muestran a la sociedad. Lo
que hay que hacer y el país requiere, es impedir que esos comportamientos,
faltos de ética y moral ciudadana, calen en nuestra sociedad. Debemos oponernos
y rechazarlos pues no llevan al pueblo en la dirección correcta.
Como decía
recientemente en este mismo blog ignaciano, ha habido una involución de los
valores políticos de nuestro país por sus antónimos, el mejor ejemplo es lo que
hemos visto en estos 22 años: la Democracia por Tiranía, la Justicia por
Impunidad, la Tolerancia por Intransigencia, el Respeto por la Irreverencia, la
Honestidad por la Corrupción, la Producción por la Escasez, el Bienestar por la
Miseria, el Conocimiento por Ignorancia, la Armonía por el Odio y la Habilidad
por la Improvisación. Esto hace imperativo la renovación de la clase
dirigente actual. Esto vuelve a inclinar la respuesta en contra de los
dirigentes. Por cierto, hay dos citas de
Sir George Bernard Shaw, que expresan satíricamente la razón por la cual los
ocupantes de cargos políticos –a cualquier nivel- deben tener un tiempo
limitado en su gestión de gobierno y porque eligieron esa profesión: “Los
políticos son como los pañales, deben ser cambiados con frecuencia y por la
misma razón” y “La política es el paraíso de los charlatanes”. Ya hay
propuestas de una gran eleccion para renovar el liderazgo opositor que
conduzca a un cambio político en el país. Repitamos la “épica movilización del
16 de julio 2017 con el Referendo Popular”
Es fácil
observar la cantidad de políticos que han estado -literalmente- enquistados ocupando
cargos políticos de gobierno por décadas. Impidiendo acceso a nuevas
generaciones de individuos y conservando el statu quo en muchos temas que los
tiempos han exigido cambios, pero que nunca llegaron ni llegarán de la mano de
estos individuos. Esos políticos enquistados, con el excesivo tiempo en
posiciones políticas, se han llenado de innumerables relaciones y compromisos
que ponen en duda la claridad de su gestión y disminuyen a su mínima expresión la
posibilidad de cambios.
En cuanto a los
candidatos a lideres políticos cabe preguntarse si un líder político, ¿nace o
se hace? Los especialistas consideran que como cualquier liderazgo, “se hace y
se aprende”. El liderazgo no es un rasgo o característica estática que resida
únicamente en el líder, sino que “es un proceso que tiene lugar a lo largo del
tiempo, en el que están implicados de forma interactiva el líder, los
ciudadanos y la situación en la que emerge el liderazgo”.
Es necesario que
los candidatos a dirigir un país se formasen en auténtico liderazgo, pues el
simple hecho de querer ser líder no los convierte en líderes. El desarrollo del auténtico liderazgo implica
un cambio en el que los candidatos incrementan su autoconsciencia,
reducen sus sesgos y establecen relaciones éticas y genuinas con
sus colaboradores. Los líderes políticos son aquellas personas elegidas por la
ciudadanía (o pretenden serlo) para actuar como sus representantes y tomar
decisiones beneficiosas para el funcionamiento de la sociedad en temas como
salud, educación, seguridad, calidad de vida, legislación, medioambiente y
economía.
Desde la
perspectiva psicológica, uno de los modelos explicativos de liderazgo político
que más se ajustaría a los planteamientos del buen líder político es el de Servant
Leadership. Según Robert Greenleaf, este modelo, que ha mostrado efectos
positivos en las organizaciones, “enfatiza el deseo del liderazgo de servicio,
en este caso los líderes políticos, de servir al crecimiento de la comunidad,
sacrificando si fuera el caso, los propios intereses”. Extrapolando este modelo
a la esfera política, los líderes políticos “deberían priorizar las
necesidades, desarrollo e intereses de la sociedad y de las generaciones
futuras, a los suyos propios”. Como ya lo mencionamos, cuando los líderes
políticos adquieren el poder legítimo para tomar decisiones importantes, su
fin, precisamente, no es el servicio a los demás, sino el servicio a sí mismos
o a grupos de poder.
Larry Spears es
uno de esos teóricos que estudió cuidadosamente los escritos sobre el tema,
extrajo diez características o principios distintos del liderazgo de servicio:
Escucha activa, empatía, superación, consciencia, persuasión,
conceptualización, previsión, administración, compromiso con el crecimiento del
personal y creacion de comunidad. Cuando uno lee los ejemplos de liderazgo de servicio
se le plantean nuevas dudas.
Uno de los ejemplos
más comúnmente citados de liderazgo de servicio es Abraham Lincoln, que utilizó
los principios del liderazgo de servicio para ayudar a preservar la Unión
durante la Guerra Civil Americana y a la larga emancipar a los esclavos en
Estados Unidos. Otro ejemplo de liderazgo de servicio es el Dr. Martin Luther
King, Jr., que defendió el movimiento de derechos civiles y apoyó protestas y
manifestaciones no violentas para lograr cambios a escala nacional. Como
demuestran sus acciones heroicas, el deseo del Dr. King de ayudar al prójimo es
un verdadero ejemplo de liderazgo de servicio. Les dejo el ejercicio de hacer
una lista de ejemplos comparables en Venezuela a lo largo de nuestra historia.
Además de la
motivación del liderazgo de servicio y una buena y sólida preparación
profesional, las cualidades básicas e imprescindibles, desde la perspectiva
psicológica, que debería tener todo líder político son las de un líder auténtico:
Consciencia de uno mismo, procesamiento equilibrado de la información,
valores ético y transparencia relacional nunca anteponiendo sus
intereses personales a los colectivos. En la misma línea debería trabajar la
gestión y autorregulación de todos los sesgos cognitivos (y
emocionales), por las potentes repercusiones que tienen en las decisiones y
acciones que se adoptan.
Esto requiere no
sólo la renovación de los dirigentes sino de la propia estructura
politica vigente en el país. No se trata de crear nuevas estructuras con la
misma gente- algo que ha existido y prosperado bajo el régimen actual- sino un
cambio drástico en el liderazgo político del país y con mayor participación
directa de la clase profesional honesta que aún perdura en Venezuela y en la
diáspora. Es necesario un giro de 180 grados en la competición por el acceso al
poder y en el acceso a los recursos con la participación de profesionales
interesados en servir y ayudar al crecimiento de la sociedad. No se trata de los
profesionales asesores de opinión, de imagen, marketing que acompañan a los
lideres político, que ya se conoce como la gerencia política (o gestión
política) que se especializan en una amplia gama de áreas, incluyendo la
estrategia, la votación, el correo directo, la recaudación de fondos, diseño de
páginas web, grupos de presión, y alentar el voto. No, sino de profesionales
exitosos de otros sectores para participar directamente en la politica. Un buen líder, se rodea de gente muy capaz y la deja actuar.
Las claves del
éxito cuando se dirige a un grupo, tanto en una empresa, como en la politica
son la cultura y las relaciones humanas y esto es algo que se olvida con
facilidad. Por un lado, el líder nunca puede cesar de invertir esfuerzos en
crear la mejor cultura para que su equipo tenga éxito y rinda a su mejor nivel.
Hay que tener en cuenta sus necesidades y encontrar la forma de que trabajen en
las mejores condiciones. Por otro lado, las batallas que puede dejar de lado,
son aquellas relacionadas con el ego, no solo el propio, sino el ego de las
personas que le rodean. La clave está en centrarse en la mayoría de gente que
sí que quiere colaborar, así finalmente las personas con un alto ego solo
tendrán la posibilidad de unirse al grupo.
Hay que minimizar
los intereses de por medio que convierten la politica en un gran negocio como
si se tratase del lanzamiento de un producto. Como decía Konrad Adenauer,
político alemán que fuera Canciller y Primer Ministro de Alemania y uno de los
artífices de la unificación de ese país: "La
política es demasiado importante como para dejársela a los políticos".
Una de las
funciones principales de un líder es marcar el rumbo pero, ¿cómo desempeñar
esta misión en una realidad tan cambiante como la actual? Marcar el rumbo en el
pasado significaba que el líder sabía dónde había que ir, establecía los
objetivos y sabía exactamente cómo conseguirlos. Ahora el mundo es diferente,
muy cambiante, y el rol del líder ya no es validar los resultados sino el
proceso. El líder tiene que asegurarse de que el proceso es el correcto,
que la gente entienda su posición en el equipo y cuál es el significado y las
consecuencias de lo que hace. Probablemente durante el proceso se cambie de
rumbo, de herramientas y se acabe en un lugar distinto al que se quería, pero
si ese resultado es consecuencia del esfuerzo conjunto del equipo, estará bien.
Debemos ser capaces de redefinir nuestros objetivos.
El rasgo de
carácter que comparten la mayor parte de los grandes personajes son el compromiso
por lo que hacen y la dedicación. Si el rodearse de gente muy capaz y dejarla
actuar lo hace pensar que saben más que él, puede resultar intimidante, pero un
líder debe entender que su trabajo no es saber más sino permitir a su equipo
utilizar sus habilidades, hacer que conecten, crear diálogo y favorecer una
cultura en la que todos se escuchen.
En conclusión
las claves de liderazgo político son la ética y el verdadero deseo de servir a
la sociedad y que la sociedad se beneficie. Tal y como hemos constatado durante
los 40 años de democracia y los 22 del régimen actual es algo que a fecha de
hoy muy pocos lideres en Venezuela lo han hecho. Cuando un líder no es capaz de
dejar el barco, se vuelve incompetente.
"La
política es demasiado importante como para dejársela a los políticos"
Konrad Adenauer
“Un buen líder se rodea de gente muy capaz y la deja
actuar” Anónimo
“El liderazgo debe, ante todo, satisfacer las
necesidades de los demás” Robert K. Greenleaf
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