La Resistencia Civil (II): La Resistencia con y sin Líder (Gustavo Gonzalez Urdaneta)

 

La Resistencia Civil (II): La Resistencia con y sin Líder

Gustavo Gonzalez Urdaneta

Miami 26 diciembre 2021

 

Desobedecer las verdades establecidas, desafiar a los poderosos, rebelarse frente a las injusticias, resistirse a la dominación, protestar las arbitrariedades, explorar más allá de los límites fijados, transgredir el orden social y muchas más acciones similares no sólo han sido parte importante de nuestra historia sino todo un arte, sin el cual resulta difícil imaginar el progreso humano. ¿Qué ha motivado los cambios en la humanidad? ¿Cuál ha sido el motor de la historia? Desde la óptica de la no violencia, la resistencia y la desobediencia serían lo más parecido a lo que Marx denominaría «comadrona» de la Historia: La violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva. Ella misma es una potencia económica.

 

La resistencia civil ha estado presente, desde tiempos remotos, tanto en la creación de mitos de la humanidad, desde los relatos bíblicos del Génesis, pasando por la mitología greco-latina (Prometeo), las obras literarias (Antígona, Lisístratas); hasta en la historia desde los inicios del antiguo Egipto, en la Edad Media o la Modernidad. Por supuesto, esta historia no se queda en las lejanas épocas sino que atraviesa, con multitud de ejemplos, todas las latitudes y geografías por donde los seres humanos han ido creando civilización.

 

Aunque es muy antigua como arma de combate, ha tomado un gran protagonismo en el último siglo y ha formado parte de multitud de procesos y situaciones de muy diversa naturaleza. La resistencia civil se ha usado, por citar algunas, en la lucha contra situaciones de injusticia, contra procesos de larga duración histórica como han sido el colonialismo, los golpes de estado, los regímenes dictatoriales, en fraudes electoral masivos, la discriminación racial, religiosa y de género, por la defensa de los derechos y libertades, a favor de la protección ambiental y por la defensa y protección de las comunidades indígenas y aborígenes.

 

Lo tradicional es que exista un Líder que tiene capacidad de movilización de masas, mantiene la disciplina no violenta y está dispuesto a mantener la capacidad de resiliencia (resistencia e insistencia a pesar de la previsible represión) y darles continuidad a las acciones de desafío. No hace falta, pero ayuda, la existencia de un líder carismático ni que sea estratega pero si tener ciertas capacidades, entrenamiento y disciplinas para optimizar la dinámica de las luchas. No todo el mundo cuenta con tales atributos. Pero muchos de ellos han cambiado la Historia con sus campañas.  

 

Henry David Thoreau, filósofo estadounidense, dotó de contenido al concepto de desobediencia civil en su obra 'On Civil Disobedience', publicada en 1849. Se oponía a pagar un impuesto que el gobierno destinaba a financiar una guerra entre Texas y México y, a partir de su negación, desarrolló una idea clave para todos los que siguieron su filosofía: que el gobierno no debe tener más poder que el que los ciudadanos estén dispuestos a concederle. El texto influyó a figuras tan dispares como Tolstói, Gandhi o Martin Luther King.  Mahatma Gandhi es el rostro de la no violencia al demostrar que la resistencia pacífica es un instrumento válido para alcanzar objetivos políticos como fue el caso de la independencia de la India en 1947. Movió masas y dejó símbolos como la 'Marcha de la Sal', una protesta pacífica por la independencia que encabezó en 1930. El propio Martin Luther King lo reconoció: «De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi, la técnica de la acción».

 

Nelson Mandela combatió las practicas xenófobas del régimen sudafricano hasta que fue arrestado y acusado de alta traición. Como peaje, pasó casi tres décadas en una celda. En 1990 dió resultado la campaña internacional por su liberación y, ya en la calle, abogó por una solución política que no menoscabase los derechos de nadie. Tomó las riendas de la transición y se convirtió en presidente en las primeras elecciones democráticas. Siempre defendió la reconciliación.  Otro partidario de la no violencia en la lucha por los derechos de todos los sudafricanos fue Albert Luthuli, profesor y político galardonado con el Nobel de la Paz en 1960 por su oposición al Apartheid y su trabajo en favor de la integración.

 

Cuando tenía sólo dos años, Tenzin Gyatso (Tíbet, 1935) fue identificado como la reencarnación del Dalai Lama y comenzó a prepararse para asumir su destino. Pero la Historia se precipitó: en 1950, la China comunista invadió el Tíbet y él tuvo que tomar las riendas: recibió el poder a los 16 años, dos antes de lo previsto, y se refugió en el sur del país mientras Mao imponía sus condiciones y los tibetanos eran sometidos. Hasta que, en 1959, la población de la capital, Lhasa, se sublevó en una insurrección fallida que terminó con el líder religioso huyendo a La India seguido de unas 150.000 personas. Siempre ha apostado por la no violencia y los derechos humanos y su campaña le valió el Nobel de la Paz en 1989. En 2011 anunció que renunciaba a todos sus cargos políticos para quedar sólo como líder espiritual y religioso. Algo que ocurría por primera vez en tres siglos para un Dalai Lama.

 

Bayard Rustin era un experimentado activista por los derechos civiles que en 1947 organizó en Carolina del Norte las primeras protestas contra la segregación en los autobuses y entre 1947 y 1952 formó un comité de apoyo a la resistencia en Sudáfrica junto a líderes de Ghana y Nigeria. Trabajó intensamente en el Movimiento por los Derechos Civiles de los años 60 en EEUU y asesoró a Martin Luther King sobre las técnicas de la resistencia no violenta para incumplir las leyes de segregación. Jesse Jackson, discípulo de King, ha dedicado su vida a la lucha por los derechos civiles. Se ordenó pastor baptista en los sesenta, cuando aprendía de la lucha civil al lado de Martin Luther King, al que acompañaba en el momento de su asesinato. Tras su muerte y la de Malcolm X, se convirtió en el principal cabecilla negro del país.

 

El concepto de Resistencia sin líder fue propuesto por el Coronel Ulius Louis Amoss durante su vida fue un luchador incansable contra el comunismo así como un excelente oficial de la inteligencia norteamericana. La primera vez que escribió sobre la Resistencia sin líder fue el 17 de Abril de 1962. Sus primeras teorías sobre organización se dirigían contra la amenaza de que los comunistas llegaran al poder en EE.UU.

 

El concepto de Resistencia sin líder no es más que un punto de partida en teorías de organización. El esquema ortodoxo de organizaciones está representado en una pirámide con la masa abajo y el líder arriba. Este esquema de organización, la pirámide, no es solo inútil sino extremadamente peligrosa para los participantes cuando es usada en un movimiento de resistencia contra la tiranía estatal. La experiencia dice que los grupos que han usado este tipo de organización han sido fácilmente infiltrados por su gobierno revelándose su cadena de mando. En el esquema de pirámide un infiltrado puede destruir toda la estructura que se encuentra bajo su nivel e incluso a veces lo que se encuentra arriba. Los partidos políticos suelen ser piramidales y suelen sufrir de los problemas citados.

 

Una alternativa al esquema piramidal es el sistema de células. En el pasado muchos grupos han usado este sistema para llegar a su objetivo. Durante la guerra civil de EE.UU. se formaron comités de correspondencia a lo largo de las 13 colonias. Su propósito era subvertir al gobierno y de esa manera ayudar a la causa de la independencia de las otras. La información sobre el gobierno iba de célula a célula y cada una decidía que hacer según le convenía. Un ejemplo reciente del sistema de células son los comunistas. Ellos hicieron un arte del sistema de células.

 

Tenían células que actuaban completamente separadas y sin ningún conocimiento sobre las otras pero estaban orquestadas por un mando central. Las células comunistas bajo control soviético, que operaban en EE.UU. hasta casi 1991 podían estar al mando de una persona que tenía una posición social muy baja. Por ejemplo, podía ser mozo de bar pero en realidad ser Coronel General en la KGB. Bajo su control podían estar varias células y una persona activa en una célula podía no tener conocimientos sobre miembros de otras células. La efectividad de este sistema depende sobre todo del mando central.

 

Otro ejemplo es la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial que comprende, por un lado, la Resistencia exterior que se organiza en torno al general De Gaulle a partir de 1940, y por otro lado, a los movimientos de Resistencia interior, conocida como la Resistencia que van apareciendo durante el periodo de ocupación alemana y que se federarán progresivamente. La mayoría de los miembros de la Resistencia interior eran miembros o simpatizantes del Partido Comunista Francés. Podemos sacar dos conclusiones: Una, que el sistema piramidal puede ser fácilmente infiltrado sobre todo en nuestro país y, otra, que los requisitos necesarios para el funcionamiento del sistema de células inspirado en el uso de los comunistas no se encuentran a nuestro alcance.

 

Entonces, ¿Qué método nos queda a los que queremos resistir a la tiranía venezolana? La respuesta viene del Coronel Ammos que sugirió el sistema de célula fantasma que denominó "Resistencia sin líder". Un sistema basado en el de células ortodoxo pero sin un mando central, sistema casi idéntico al de los comités de correspondencia de la guerra civil norteamericana. La pregunta que surge a esto es como cooperan las células entre si sin un mando central. La respuesta es que en un programa de resistencia sin líder cada uno debe saber lo que debe hacer y cómo. Se convierte en responsabilidad individual desarrollar las técnicas y conseguir la información sobre lo que hay que hacer. Esto no es tan imposible como parece a simple vista ya que los integrantes deben tener una misma visión general del panorama y unos mismos objetivos que los ayudan a actuar de la misma manera en determinadas situaciones.

 

Las redes sociales internas y los medios de la oposición deben informar a cada célula saber sobre la situación general del movimiento permitiendo una acción planificada. Se sabe que no es un sistema perfecto pero las alternativas a él no han funcionado. La resistencia sin líder ya ha funcionado una vez en la guerra civil norteamericana. Es ocioso decir que este sistema lleva a la formación de células muy pequeñas incluso de una persona. Está claro que se deben repensar las tácticas y estrategias para oponerse a la tiranía de Venezuela. Pero ya es hora de actuar.

 

Hay dos eventos recientes que nos pueden servir de ejemplo de la resistencia sin líder explicito. El primero son Las protestas del 11 de julio en Cuba, según un artículo publicado en El Estornudo, ocurrieron en 62 lugares diferentes, aunque surgieron en San Antonio de los Baños, un pueblo situado a pocos kilómetros de La Habana. Todo comenzó cuando los vecinos de San Antonio de los Baños crearon una página en Facebook llamada “La Villa del Humor” para reencontrase los que aún permanecían en Cuba y los que habían podido refugiarse en el extranjero. En el 2020 hubo un grupo de cubanos llamados “Clandestinos” y “La Villa del Humor” se solidarizó con los actos subversivos de este grupo, pero nunca consiguieron congregar a un grupo de cubanos que se atrevieran a manifestarse en voz alta. El miedo era demasiado.

 

El sábado 10 de julio 2021, según los medios, en La Villa del Humor aparecieron múltiples preguntas sobre la carencia de servicios y otros descaros del gobierno que reflejan su poca importancia ante los reclamos del pueblo. Lo exhortaban que era la hora de salir a la calle y exigir que se fueran del gobierno y hacían una convocatoria: “Si no vas, no te quejes tanto entonces”. Se anhelaba que San Antonio de los Baños fuera el primer municipio libre de Cuba. Miles de cubanos en La Habana y otros lugares salieron a las calles el 11 de julio 2021 para protestar por las dificultades económicas, la falta de libertades básicas y el manejo del coronavirus por parte del gobierno cubano, lo que provocaron las protestas más masivas en décadas. No ha pasado más nada pero muchos están comenzando a escribir ’11-J-21’, el nuevo día de la rebelión nacional. Nosotros hemos tenido fechas igualmente claves, 6-Dic-15, 16-Jul-17 y 23-Ene-19 que no hemos sabido aprovechar. 

 

El segundo es el estallido social de octubre de 1919 en Chile que, según varios, cerró un ciclo histórico hasta llegar a las elecciones del 19-D 2021, y que convocó al pueblo a las calles pero, en ese entonces el Frente Amplio de Gabriel Boric no era protagonista.  El eestallido social fue el nombren que recibió. una serie de masivas manifestaciones y disturbios originados en Santiago y propagados a todas las regiones de Chile, con mayor impacto en las principales ciudades desarrolladas principalmente entre octubre de 2019 y marzo de 2020. El factor detonante de estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago, que entró en vigor el domingo 6 de octubre de 2019. Tras el aumento de las tarifas, miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago.

 

Las concentraciones populares pronto expusieron sus causas mediatas: el alto costo de la vida,  bajas pensiones, precios elevados de fármacos y tratamientos de salud, y un rechazo generalizado a toda la clase política y al descrédito institucional acumulado durante los últimos años, incluyendo a la propia Constitución del país.​ Una de las demandas populares llegó ser determinante y, para octubre 2020, el 79% de la ciudadanía dijo NO a la llamada “constitución de la dictadura”; el estallido social había cedido el paso a la re-constitucionalización política de Chile. Las elecciones presidenciales de diciembre 2021 deberían ser llevadas a cabo, inevitablemente, de acuerdo al espíritu nacional. A pesar de todas las encuesta se impuso Gabriel Boric.

 

La resistencia civil, a pesar de ser una constante histórica, su estudio sistemático es muy reciente y está muy ligado a las épocas contemporáneas donde el poder de las masas y de los sectores populares movilizados ha sido singularmente notorio con respecto a etapas pretéritas. Es imprescindible que en Venezuela se convierta en un factor político con el cual la ciudadanía opuesta al régimen se comprometa y decida ser la protagonista de sus propios cambios. La imagen es muy nítida: los ciudadanos sin armas de fuego, presiona y ejerce su descubierto empoderamiento frente al poder del régimen, ofreciendo nuevos panoramas de análisis sobre el ejercicio de la política. Como la niebla, que aparece cuando las condiciones son favorables y desaparece cuando las condiciones no lo son, así debe ser la resistencia a la tiranía venezolana.

 

“Es a través de la desobediencia y la rebelión que se ha hecho el progreso.” Oscar Wilde

 

“La desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad. Los obedientes deben ser esclavos.” Henry David Thoreau

 

“Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer” Mahatma Gandhi

 

 

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