Algunas particularidades de una década en EE UU (VI): Reencuentro Ignaciano y la afición a escribir (Gustavo González Urdaneta)
Algunas particularidades de una década en EE UU (VI): Reencuentro Ignaciano y
la afición a escribir
Gustavo González
Urdaneta
Miami 11 mayo
2024
La vida en Miami es bastante
tranquila, afortunadamente me encontré al inicio con un par de ex compañeros
ignacianos a los que se fueron sumandos otros que estaban en otras partes del
mundo, y entre todos logramos obtener los datos de unos cincuenta amigos de la
época del colegio, de los cuales unos diez viven en Florida y nos reunimos con
cierta frecuencia. De esas reuniones empecé a escribir las crónicas de todo lo
que tratábamos en los almuerzos y me quedé con la costumbre de escribir, que es
lo que ocupa la mayor parte de mi tiempo diario.
Después de muchos años, sin casi
vernos, la amistad es la que nos mantiene unido, con razón dicen que ella es el
ingrediente más importante de la vida. No se trata de quien vino primero ni
quien te conoce más tiempo, se trata de quien llegó y nunca se fue y, por muy
corto que haya sido el camino, quien pisa fuerte, deja huella. Reírse con un amigo es la mejor clase de risa
que hay pues quien tiene magia no tiene truco. Con estas reuniones nos damos
cuenta que un buen amigo es más barato que la mejor terapia.
En una de tantas
oportunidades nos reunimos para compartir con varios amigos con quienes tuvimos
la suerte de convivir nuestros años de primaria y secundaria. Esos tiempos
fueron de los mejores de nuestras vidas, se forjaron amistades de verdad, de
las que no han necesitado el contacto diario para perdurar. De las que siempre
están cuando las necesitas. Sin darnos cuenta en esos días estábamos
escribiendo capítulos de nuestra vida que no se
olvidarían jamás. Más impredecible aun es que, después de un poquito más
de cinco décadas, nos encontramos almorzando en el exterior. Me imagino que
muchos coincidimos en el exterior haciendo postgrados pero en carreras tan
diferentes que jamás se nos ocurrió que podíamos encontrarnos. En el
2017 fundé con otro ignaciano que vive en Canada, el blog Factótum Ignacianos
para tener un espacio donde todos pudieran publicar sus escritos, articulos,
flashes y reflexiones.
Después de tener más de siete
años publicando el blog Factótum Ignacianos y haber llegado casi a los
quinientos articulos brindando un espacio abierto a todos nuestros compañeros
ignacianos y amigos, me parece oportuno sintetizar algunas de las experiencias
tenidas a modo de compartir con todos ustedes algunas reflexiones sobre la
afición de escribir. Una de las herramientas fue precisamente el blog Factótum
Ignacianos. Tener un espacio para
escribir. Una afición particular que he desarrollado en esta década en Miami.
Esto de escribir, es un viaje
para personas de paso lento y nada seguro. Uno nunca sabe qué puede suceder
después de haber escrito la primera palabra de una frase. Para este viaje, que
dura toda la vida, el deseo de escribir es una utilísima y práctica alforja de
la que cualquier viajero-inmigrante joven o viejo, profesor o escritor- podrá
extraer, cuando así lo considere oportuno y necesario, alimento y líquido con
que saciar su hambre y sed temporales de aprender o enseñar a conjugar el verbo
escribir. Lo cual, en los tiempos de reclusión forzada es estimulante. En este
blog Factótum Ignacianos, que funciona casi como un baúl de recuerdos de los
ignacianos, familiares y amigos, se recogen testimonios valiosos de que el
viaje mereció la pena
A la fecha tenemos un poco menos
de 500 articulos en 13 secciones: Anécdotas, Cartas Publicas, Economía, Energia,
Entrevistas, Historia, Opinión, Poemas, Politica, Personajes, Reflexiones,
Religión y Salud. No es la intención detallar las trece secciones pero si
comentaremos algunos de ellos a título de ejemplos.
Tenemos en el blog varios
articulos que tratan sobre temas históricos, filosóficos y hasta de psicología
y la verdad es que ninguno es profesional en esas disciplinas pero, en algunos,
se aprovecha el aniversario de un hecho histórico como la firma del Tratado de
Versalles, la Declaracion de Balfour, el Muro de Berlin, la Revolución Rusa y
Auschwitz; de personajes históricos como Gandhi y Adolf Hitler, los Dictadores
Latinoamericanos y más actuales como Trump, Putin, Erdogan y Xi Jinping. Temas
de gran interés filosófico y psicológico como la Ambición, la Superficialidad,
la Estupidez, el Ser y el Hacer, el Entusiasmo, la Desconfianza, la Brecha
Generacional y la Amistad. Reflexiones sobre temas de actualidad como la
Globalización, la Desigualdad, la Creatividad y la Tecnología, la Inteligencia
Artificial, la Revolución y la Economía Digital y la Energia Verde. Crisis de
impacto mundial como la del 2008, el Brexit y la actual de Occidente. Eventos y
situaciones particulares en países como China, Afganistán, Siria, Irán,
Colombia, Venezuela, Irlanda del Norte, Corea, Israel y Palestina, España y el
Medio Oriente, entre otros.
Zapata decía que su truco al
escribir era no pensar sobre qué hasta el momento en que se sentaba a hacerlo.
Era solamente entregarse a la irresponsabilidad de no saber si se le va a
ocurrir algo cada día, pero comprometerse a escribir de todas formas. Tal vez
el no compartir su opinión viene de la diferencia de profesiones: él escritor y
yo ingeniero. Personalmente, hoy en día, me doy cuenta de lo que es para mí
sentarme a escribir, puede ser para otra persona salir a trotar, o pintar,
hacer yoga, o lo que sea. La verdadera esencia del “tiempo para ti mismo”. Esa
verdadera esencia es hacer algo que involucre disfrute, algo que nos guste
hacer. Algo que nos ayude a encontrarnos a nosotros mismos. Es recargarse, para
luego hacer lo que tengamos que hacer a plena carga y no a medias.
Cuando se escribe, algo apropiado
es ponerse uno de esos parches de pirata, para así tapar lo que ve el ojo del
lado negativo, obliga a ver hacia afuera, y en comparación nuestros problemas
se minimizan. No se trata de subestimar los problemas, lo que sucede es que
muchas veces los sobreestimamos. Hay que imaginar mejor, decía J.K. Rowling,
como es la vida de otras personas que no comparten nuestra realidad (p.e. The
Hunger Games). En principio si quiero escribir…suelo decirme, ahí van estas
letras que son las que tengo, no las mejores, pero son las que hay. Otra cosa
útil para tener en cuenta es no quejarse sin aportar soluciones.
Un aprendizaje de escribir para
el blog lo puedo resumir en un aforismo que pueden tomar como primer consejo: “Escribe
lo que sabes”. Este es un consejo empático; es un consejo sobre los
sentimientos, emocional para hacer que alguien más se preocupe por eso, . . .
¿Has conocido la felicidad? ¿Alguna vez has estado realmente triste? ¿Alguna
vez has anhelado algo? Y ese es el punto, recuerda, por ejemplo, que fue lo que
más anhelaste cuando tenías doce años, y si lo has conocido, cualquiera que
pudo ser, entonces puedes escribirlo. Y ese es el conocimiento detrás de
"escribe lo que sabes" ". Les advierto que el consejo de muchos
escritores profesionales es todo lo contrario “No escribas de lo que sabes”.
Lo primero que debes hacer para
poder usar ese primer consejo es “como definir lo que sabes”. Yo empecé
escribiendo todas las cosas que he hecho por primera vez en mi vida: Mi
nacimiento, mi infancia, la primera escuelita primaria, como aprendí a nadar en
el lago de Maracaibo, la mudanza a Caracas, mi primera bicicleta, el inicio de la
educación jesuita y un largo etcétera que aún no termino. Una vez que me sentí
cómodo haciéndolo, entonces empecé a tratar de desarrollar el segundo consejo:
“dispara tu imaginación y descubre tu posible potencial de escritor".
Tampoco es que ha sido fácil
pero, además de motivarme el hacerlo, continué escribiendo sobre tantas cosas
que uno hace con frecuencia. Del grupo de compañeros del colegio que
coincidimos en Miami, por diferentes razones
y caminos, solemos reunirnos una o dos veces al mes y de esas reuniones me
encargué de hacer las “Cronicas-no-anunciadas” respectivas. Si bien resultaba
bien entretenido, requería esfuerzo y contribución de todos, aun cuando las
grabara. Con frecuencia, el ruido de las conversaciones vividas a través de las
anécdotas, chistes y demás temas de conversación, no permitía captar con
claridad lo tratado. Paralelamente, en el chat con mis otros compañeros
Ucevistas nos engarzábamos en diálogos largos sobre temas de interés común que
me permití editarlos en “Conversaciones en Circuito Abierto” pues el tema lo
iniciaba cualquiera y podía participar todo aquel que tuviera algo que opinar.
El tercer consejo es que “no escribas exclusivamente sobre cosas que
te han sucedido”, es considerado hasta un error. De hecho, el mandato es
solo para saber; el asunto de cómo se obtiene su conocimiento queda bastante
abierto. Si bien podemos minar nuestra propia vida, también podemos observar
con simpatía las experiencias de otras personas. Podemos leer, investigar y
usar nuestra imaginación. Hablar con especialistas. Lo que los buenos
escritores saben acerca de sus temas generalmente se extrae de alguna
combinación de estas fuentes. De hecho, estas reflexiones se nutren en poco de
mi propia experiencia y en su mayoría de lo escrito, dicho y recomendado por
grandes escritores.
Un cuarto consejo, derivado del anterior, y que siempre he seguido y
copiado de los grandes escritores, es “escribir sobre temas variados” que
estan fuera de mi formación y perfeccionar mi conocimiento a través de su
investigación y análisis. Un poco a lo Dan Brown, escribir algo sobre lo que
necesites aprender. Hacer del proceso de escritura un proceso de aprendizaje
para uno. Para quien piense “no sé qué escribir”, pregúntate ¿qué es lo que
siempre has querido saber? Apréndelo y deja que tu proceso de aprendizaje sea
el catalizador para que lleves a otras personas tu proceso de aprendizaje, a
través de tus escritos.
Existe una cierta inercia natural a escribir, primero empezamos con la
lectura. El deseo de escribir de forma creativa es algo que le viene dado casi
a cualquier persona que antes ha disfrutado al leer literatura. Ahí nace, pues, para empezar, escribir es una
forma de leer. Como siempre digo, escribir es como leerse a sí mismo. Lees tu
mundo interior, tus fantasmas, tus monstruos, tus deseos, tus sueños, tu
memoria, tus pensamientos... Dispuestos con mayor o menor acierto y así se va
haciendo el escritor o lo que resulte. Y se hace poco a poco. Lentamente.
Porque, les ratifico, este es un viaje para personas de paso lento y nada
seguro. Uno nunca sabe qué puede suceder después de haber escrito la primera
palabra de una frase.
“La diversidad es la magia. Es la primera manifestación,
el primer comienzo de la diferenciación de una cosa y de la identidad simple.
Cuanto mayor es la diversidad, mayor es la perfección” Thomas Berry.
“Escribe
que algo queda” Kotepa Delgado
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