Evangelio (Lc 4, 1-13) correspondiente al 1er Domingo (9/3/2025) de Cuaresma [C]:
A
continuación podrán leer nuestro comentario al Evangelio (Lc 4, 1-13)
correspondiente al 1er Domingo (9/3/2025) de Cuaresma [C]:
Tres tentaciones
En este primer domingo de Cuaresma es oportuno
preguntarnos acerca del origen de este nombre, que es abreviación de la
expresión latina quadragesimam diem,
alusiva a los cuarenta días precedentes a la Pascua, que sirven de preparación a los cristianos
(mediante oración, ayuno, limosna y conversión) para la fiesta más importante
del año. La Cuaresma es un periodo de purificación, reflexión y conversión
espiritual que comienza cada Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de
la Cena del Señor del Jueves Santo.
El evangelista San Lucas se refiere en esta
ocasión a las tres tentaciones experimentadas por Jesús, a la manera de planteamientos
en los que el diablo le propone formas falsas de entender y vivir su misión. En
la primera le pide que en su condición de Hijo de Dios convierta las piedras en
pan, a sabiendas de que había permanecido cuarenta días en el desierto sin
comer; pero Jesús le responde que no sólo de pan vive el hombre, renunciando a
utilizar al Padre de manera egoísta.
En la segunda tentación, el diablo lo lleva a
un monte elevado y le ofrece que todos los reinos de la tierra serán suyos si
se arrodilla y lo adora: pero Jesús le responde: “está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo
servirás”. El reino de Dios no se impone, se ofrece con amor, y solo adora
al Dios de los pobres, débiles e indefensos.
En la tercera tentación, el diablo lo conduce a
Jerusalén y desde la parte más alta del templo le dice: “Si eres el Hijo de
Dios, arrójate desde aquí pues los ángeles del Señor tienen ordenes de cuidarte
y protegerte, para que tus pies no tropiecen con las piedras”. Pero Jesús le
responde: “También está escrito: No
tentarás al Señor, tu Dios”. Así Jesús renuncia a cumplir su misión
recurriendo al éxito fácil y la ostentación; metas que no concuerdan con los
objetivos del seguimiento al camino recorrido por Él.
Comentarista: Agustín Coll
Comments
Post a Comment