Importancia de la planificación en el sector eléctrico venezolano Gustavo Gonzalez Urdaneta
Importancia
de la planificación en el sector eléctrico venezolano
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami, 8 marzo 2019
En la actualidad el Sector
Eléctrico Nacional (SEN) atraviesa una crisis generada por múltiples factores
que se han venido manifestando no solo en un acelerado desmejoramiento de la
calidad del servicio, sino que, prácticamente desde el 2013, existe ante una
alta probabilidad de que ocurra lo que los técnicos llaman un “Colapso del
Sistema”. De hecho, el 7 de marzo acaba de ocurrir un apagón general en
Venezuela que lleva varias horas y aún permanece.
Entre los múltiples factores
que a lo largo del periodo 1999-2018 originaron y aún continúan deteriorando la
operación del SEN se encuentran:
* Ausencia total de una
planificación coherente y ausente del factor subjetivo;
* Incapacidad e ineficiencia
total en la ejecución de las obras en general;
* Olvido total del
mantenimiento requerido en sistemas tan complejos, como el eléctrico;
* Ignorancia irresponsable del
valor del agua y de la operación de un sistema hidrotermico con
una
alta participación de la hidroelectricidad; y
*Despilfarro de la ingente
cantidad de recursos asignados al sector.
Hay, entre los técnicos y expertos,
quienes dicen que la razón de ser de la Planificación es la necesidad de
eliminar lo subjetivo del factor humano en las decisiones de inversión y además
aseguran que, es la condición indispensable, para asegurar la evolución
coherente de los planes de expansión.
En el grupo de los políticos,
no negados a la planificación, hay quienes opinan que la planificación es una
pseudo ciencia, incapaz de cuantificar factores de orden político, social,
institucional e incluso personal que, a la postre, son preponderantes para
decidir una inversión; por lo que este grupo considera que un esquema de
planificación no sería más de una “Ilusión” (Wishfull Thinking) de sus autores,
con una representación tan idealizada de la realidad que lo hace inoperable
como elemento decisorio. Sin embargo, la mayoría, estima que se trata de una
herramienta indispensable para guiar a los ejecutivos en el difícil trance de
decidir inversiones.
La necesidad de “planificar” en
el caso del SEN esta además plenamente justificado por la simple realidad de
que un sistema eléctrico entra en condiciones de falla, es decir, no ser capaz
de satisfacer la demanda, cuando ocurre una o cualquier combinación posible de
las siguientes circunstancias:
*Incremento de la demanda
superior a lo previsto;
*Indisponibilidad forzada de
equipos de generación y/o transmisión; o
*Insuficiencia de aportes
hidráulicos.
Un sistema como el venezolano
con una participación del 60% de la hidroelectricidad en la generación total,
son las variaciones cíclicas y aleatorias de las hidraulicidades, es decir, el
suministro de energía en periodos secos, el principal factor determinante en la
seguridad del suministro.
Es preciso recordar que, desde
1968 cuando se creó OPSIS como la “Oficina de Operación del Sistema”, se
instituyeron en su seno dos Comités, uno de Planificación y otro de Operación.
Ambos Comités estaban constituidos por Delegados de las tres empresas que, para
ese entonces, conformaban el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y eran Edelca,
Cadafe y Electricidad de caracas (EdeC).
El primero, el Comité de
Planificación, tenía la responsabilidad de realizar los estudios de expansión
del sistema tanto en generación como en transmisión a largo plazo con
horizontes de 25-30 años para generación y normalmente de 10 años para la
transmisión y cuyos ejecutores eran las mismas empresas miembros del Comité. El
otro, el Comité de Operaciones, se encargaba de operar el sistema con una
planificación operativa de 5 años (LP), a 12 meses (MP) y a corto plazo
(semanal, diario y horario).
Es así como, durante los 40
años de la democracia en el periodo 1960-1999, se planifico, construyo y opero
el SIN, una importante infraestructura compuesta por grandes plantas de
generación hidroeléctrica y termoeléctrica interconectadas mediante un sistema
de muy alto voltaje y una extensísima red de distribución que, en su conjunto,
permitieron durante esos años prestar un servicio que abarcaba al 97 % de la
población.
En 1999 el SIN le entrego al Sr
Ali Rodríguez Araque, quien en ese entonces era Ministro de Energía y Minas
(MEM), el Plan de Expansión 1999-2013 elaborado bajo las premisas que siempre
prevalecieron en el seno del Comité de Planificación de OPSIS que, para esa
fecha, también contaba con la participación de Enelven.
Ese Plan fue revisado por las
nuevas autoridades y elaboraron, tal vez actualizado y/o modificado en algunos
aspectos, el que se denominó Plan 2001 del SEN. Posteriormente el MEM elaboro
en el 2005 lo que se conoce como el PDSEN-Plan de Desarrollo del Sector
Eléctrico Nacional. La forma en que se diseñaron el Plan 2001 y el PDESEN ya no
respondía exactamente a los conceptos y metodologías usados por el Comité de
Planificación de OPSIS, sino que vino a ser el inicio de una planificación más
bien del tipo de “Wishfull Thinking” de las empresas del Estado incluyendo a la
EdeC quien ya era propiedad de AES. Si en algo se caracterizó la gerencia de la
AES fue en minimizar las inversiones y mantenimiento de la infraestructura que
habían comprado mediante una OPA con la anuencia del actual gobierno en el año
2000.
Bajo estas premisas tendríamos
dos formas de caracterizar el desarrollo del SIN en los 20 largos años del
gobierno de Chávez-Maduro:
•Si los proyectos ejecutados y
en ejecución, corresponden bien sea al Plan 2001, al PDSEN o a una mezcla de
ambos, los resultados evidencian, primero, una gran incapacidad y coherencia de
ejecución de obras que han debido terminarse y entrar en servicio en ese
periodo y un manejo totalmente irresponsable de la operación y mantenimiento
del SIN; o
•Si en realidad no corresponde,
como creo, a ningún plan coherente y ausente del factor subjetivo sino a todo
lo contrario, es decir, la participación completa y total del factor subjetivo,
que en este caso no es otro que los Sres. Chávez y Maduro diciendo lo que debe
y no debe hacerse en todo.
Esta forma de planificar es lo
que con algunos compañeros hemos dado por llamar “Lista de Compras” (“Shopping
List”), causante de la enorme corrupción y despilfarro de los dineros asignados
al SEV durante el actual gobierno.
En la Ley Eléctrica,
actualmente en discusión por la Asamblea Nacional, la competencia de la
planificación del SEV reposa en manos del ministerio competente en materia de
electricidad con otros ministerios competentes en materia de energía, finanzas,
industria, comercio, ambiente y ordenación territorial, con el apoyo de la
Comisión Nacional de Electricidad y el Centro Nacional de Gestión del Sistema
Eléctrico Nacional previstos en la ley, con solo “oída” la opinión de las empresas que
realicen actividades del servicio eléctrico.
No deja de preocuparnos que
pueda ser más de lo mismo ante un sector con 20 años de atraso en tecnología,
una infraestructura y servicio de electricidad en crisis y una gran perdida de
sus capacidades profesionales y experticia gerencial.
De acuerdo a las acciones para
la recuperación y modernización del servicio eléctrico en Venezuela, propuestas,
por ejemplo, por el Grupo Ricardo Zuloaga, es necesario que el marco jurídico
normativo del sector, no solo promueva y garantice la inversión privada bajo
condiciones de libre competencia y de libertad económica, con la flexibilidad
para adecuarse a los cambios tecnológicos que se vislumbran en el sector
energético mundial, sino que debe contemplar la existencia de una autoridad
reguladora independiente jurídica y administrativamente, especializada y no
politizada para el sector eléctrico; que la planificación integral y la
operación del sistema eléctrico sea a través de entes colegiados autónomos con
participación de los diferentes actores del sector y que exista un organismo
rector del sector separado del ente operador del sistema eléctrico.
De alli la importancia que he
insistido en articulos anteriores sobre el proceso riguroso y estricto de
evaluación de competencias de los actuales empleados del sector eléctrico
venezolano, los que ya tenemos en casa asi como en la selección de nuevos
actores de forma de garantizar, en lo posible, el desarrollo y motivación que
se debe esperar de los colaboradores pues es vital para optimizar la productividad
y contribuir al éxito en la reconstrucción del nuevo sector eléctrico
venezolano. Es fundamental contar con un capital humano adaptable, flexible e
innovador desde el proceso de selección inicial con el conocimiento y la
experiencia que se requiere.
Es imprescindible, al nuevo
gobierno, asegurarse que los puestos de trabajo sean ocupados por las personas
más idóneas. Enfatizaba que reunir los requisitos de idoneidad necesarios
consiste en mostrar una conducta personal, comercial y profesional que no
arroje dudas sobre la capacidad para desempeñar una gestión sana y prudente de
la empresa (honorabilidad), poseer la formación y experiencia adecuada para el
ejercicio de su función (conocimientos y experiencia) y tener la capacidad para
llevar a cabo las funciones correspondientes.
La incertidumbre es si ante un
cambio político, los nuevos actores tomaran las decisiones acertadas. La misma
se sustenta, en parte, en la enorme pérdida de experiencia y capacidad
profesional que ha experimentado en los últimos veinte años el sector energía,
tanto en el petróleo como en la electricidad. Sin la recuperación de ambos
componentes del sector energía será imposible la reconstrucción del país.
Pareciera lógico que de los
primeros nombramientos que debe hacer el nuevo gobierno, ante la eminente
necesidad de recuperar el sector eléctrico nacional, serían los entes reguladores,
de planificación y de operación del sector y dotarlos de independencia
operativa y administrativa del Ejecutivo y de un personal idóneo, honesto y
conocedor a profundidad del sistema a regular, planificar y operar.
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