Excursiones, sacerdotes y otras anécdotas Crónica Chat San Ignacio 1961 (IV) Gustavo Gonzalez Urdaneta (Editor)
Excursiones, sacerdotes y otras anécdotas
Crónica Chat San
Ignacio 1961 (IV)
Gustavo Gonzalez
Urdaneta (Editor)
Miami, 22 julio
2019
En una mirada
retrospectiva, se puede afirmar que los propósitos y estilos de la educación
jesuita, han dejado un sello que ha definido toda nuestra personalidad. Cada
uno, a su manera, ha incorporado la herencia recibida a su vida, la ha
interpretado, recreado y transferido a sus descendientes. Esta educación
católica guió nuestra vida. En todo, Amar y Servir, el lema del colegio.
Desde el
principio, y durante los años transcurridos en nuestra educación, cobramos un
cariño y fervor especial por la Virgen del Colegio. Hoy en día, después de
cincuenta y ocho años de egresados, todos seguimos llevando una imagen de
“nuestra virgencita” en la cartera.
Cumpliendo con
los objetivos de los Jesuitas, fuimos educados cristianamente humanistas con
una sólida instrucción científica y literaria con los consabidos estímulos de
la religión católica, de la emulación y del deber. Es innegable como marcó para
bien la educación ignaciana que recibimos y es eterno el agradecimiento y
respeto que le tenemos al colegio, sus sacerdotes, a nuestros profesores, a nuestra
virgencita, a sus instituciones e iconos y los recuerdos atesorados en nuestras
excursiones, deportes, fiestas y celebraciones. Estas crónicas intentan honrar
esos sentimientos en unión a la memoria de quienes ya no nos acompañan.
La crónica anterior sobre el CEL revivió en varios el ánimo
y los recuerdos de algunas experiencias compartidas en las múltiples
excursiones que realizamos en nuestra estadía en las aulas del colegio. De ellas
aprendimos que la formación extraescolar es tan importante como la académica.
Las enseñanzas que nos ofreció el excursionismo y el conocer Venezuela nos
identificó más con el país y nos hizo más ignacianos. Por cierto, de las cinco
cosas viejas buenas, que nos refiere Émile A. Faguet, una de ellas, son los
amigos para conversar. ¡Aquí vamos!
Decía Jose Pedro que tomándome la palabra y en el afán
de recordar y reconstruir otras épocas más felices de nuestras vidas para
construir esas crónicas de tan agradable lectura en el blog, ordenando un poco
la cosa, había decidido comenzar por las excursiones que organizaba el colegio.
Así que el primero en reaccionar fue JP que, enseguida,
dijo que, de las excursiones del CEL y de la Banda, tenía un
camión de recuerdos y los iría soltando poco a poco, porque primero hay que
organizar bien el coco para no decir disparates...muy frecuentes a nuestra
edad. ¡Muy cierto!
Nos contaba que el primer recuerdo que tenía era de
1953 de una excursión a El Encanto. Debió ser octubre o noviembre. Fueron en el
autobusito viejo del colegio cuidados por el P. Diaz Guillén, tomaron rumbo a
Los Teques por la carretera vieja -la única que existía tramo final de la
transandina- allí en las afueras de la ciudad buscaron al P. Tinoco párroco de
una parroquia y tomaron la vía hacia el dique de Agua Fría y a mitad de camino se
bajaron y por un caminito en bajada como a la media hora llegaron a El Encanto.
Iba también el Hermano Petit. Iba JP muy orondo con una
cachuchita que le quedaba grande, una cantimplora llena de agua que le
molestaba mucho, un morralito donde su mamá le metió una patamuslo de pollo
frita, una latica pequeña de Yukery de pera, y un traje de baño. Calzado con
unas botas de excursionista que le provocaron ampollas. La cantimplora, el
morralito, la cachucha y las botas eran americanas de Sears. En El Encanto se
bañaron en el heladísimo pozo principal. Almorzaron, y fueron luego a visitar
la Estación y un mirador altísimo con 360 grados de vistas en cuyas paredes
sobre la pintura blanca estaban escritas las groserías y cochinadas que nunca se
hubiera imaginado en su mente de diez años. De esa excursión recuerda a Alatz
Berecibar solamente. ¡Ah! y el P. Tinoco entonó con una magnífica voz a capella
“Torna Sorrento”. Al regreso les esperaba el autobús, dejaron al P. Tinoco y
regresaron a Caracas. En el regreso rezaron el Rosario. A las 6:00 llegaron al
Colegio. Ruega que si alguien recuerda esta excursión y tiene otros recuerdos
que por favor los complete. Por esta vez se despidió así ¡That all folks! (¡Eso
es todo Amigos!)
Agustin Coll, nuestro compañero residente en Sídney,
Australia, nos contó que la crónica publicada en “Factótum” acerca de las
excursiones le trajo algunos gratos recuerdos. Confirmaba que varias veces
fuimos a la hacienda de los familiares de Ricardo (el chino) Basalo en San
Diego de los Altos. Recuerda especialmente que caminábamos un buen trecho para
visitar los restos retorcidos y semienterrados de un avión (Aeropostal o
Avensa) que se había estrellado en un cerro vecino.
Con respecto a la excursión a Humocaro Alto, en el
Municipio Morán del estado Lara, recuerda que fuimos un grupo en un autobús del
Colegio que dió más vueltas que un trompo para llegar a su destino. El lugar
escogido para alojarnos era una vieja casona colonial, con grandes corredores
techados que bordeaban un enorme patio descubierto. En esos corredores ubicamos
nuestras camas de campaña plegables, de lona con estructura en madera y tres
patas dobles, cruzadas en forma de X. La instalación contaba con una piscina de
aguas cenagosas que no permitían ver el fondo; sin embargo, nos lanzábamos sin
miedo desde unas gradas de cemento que estaban en la cabecera de la alberca.
Una de las cosas que no olvida de ese paseo es que
Pablito Hernández M. estaba muy enfiebrado con el ajedrez y llevó un juego en
su equipaje que sirvió para que muchos de los que estábamos allí aprendiéramos,
bajo su guía, a mover las piezas y realizar nuestras primeras partidas del
juego-ciencia. Otros asistentes a ese paseo fueron el padre Velilla, Lorenzo E.
Fernández Escobar y Hans Vogel. Esta debió ser al principio de bachillerato
cuando Velilla era encargado de la clase. Que yo recuerde creo que me tocó
Velilla los dos o tres primeros años de bachillerato.
Le agradecí el detalle del avión en San Diego de los
Altos pues no lo recordaba y otro detalle que nos recordó Victor Esteban, en un
almuerzo reciente del grupo Miami, era que todas las mañanas nos daban a tomar
leche recién ordeñada. De la de Humocaro Alto, me acuerdo clarito del estanque
que menciona que no se veía el fondo, pero nos divertíamos de maravilla. Otro
que nos acompañó a Humocaro fue Gilberto Morales pues cuando almorzamos, lo
recordamos.
Ojalá contribuyan otros pues a San Diego solían ir
bastantes, que recuerde.
El 9 de julio tuvimos la oportunidad de felicitar al
amigo Luis Felipe por su cumpleaños y desearle mucha salud y larga vida y
enterarnos de algunos detalles interesantes y reflexionar sobre otros. Aldrey
le mandó un abrazo y un plato lleno de arepas rellenas diciéndole que las
arepitas son para estimular sus recuerdos juveniles y LF se las agradeció
diciéndole que ahí estaban sus favoritas, las Dominó y que solo le faltaba unas
tajaditas de plátano frito, recuerdo de los hermanos Álvarez. Nos dió las
gracias a todos y nos decía que tenia la suerte de pasarlo con sus hijos. nietos
y hermanas pues están todos en Venezuela; caso extraño en esta diáspora que
vivimos los venezolanos. A Pablito siempre le recuerda que cuando lo va a
invitar a cazar unos báquiros a la finca para comerse una Marmite en cazuela.
Esperamos nos invite a todos.
Tengo como norma no tratar temas políticos ni
religiosos por las redes sociales pues, ni es el escenario apropiado ni vale la
pena. Son temas muy controversiales en los cuales es difícil llegar a coincidir
o lograr, al menos, un acuerdo. En la política sucede que la mayoría de la
gente “no entiende lo que pasa porque no está pasando lo que entendían”. El
país esta como el tren Anaco-Tinaco que “va de ninguna parte a ninguna parte”.
En religión es aún más grave, pues “donde no hay sentido del humor hay dogma”. El
caso es que, no recuerdo, pero tal vez sin querer, se cayó en opiniones
políticas y al final, como muy bien dijo LF “para aprender hablar se necesitan
dos años y para callar 60".
Recibimos copia de un libro virtual del Ávila, producto
de ocho años de recopilación de anécdotas, fotos, información, etc., sobre
nuestro amado icono caraqueño. Lo creó Humberto Caballero, ex Loyola, CELista,
médico de profesión, cuentacuentos por afición y montañero por pasión. Y como
se nos pidió, lo podemos ir disfrutando y lo pueden divulgar cuanto quieran
hasta que se haga viral. Vale la pena.
En cada Crónica voy a incluir, según mi apreciación,
el mejor cuento recibido y/o el mejor chiste de forma de estimularnos y que cada
uno se interese en aportar material que realmente nos nutra y mantenga el
humor. No se los había dicho, pero ya lo hice en la anterior. Tal vez, al
cierre del año, elijamos entre todos el mejor de cada uno de ellos y podamos
otorgar premios. Incluso, celebrarlo juntos.
A Troconis le gustó y nos compartió este cuento. Un
famoso escritor estaba en su sala de estudio. Tomó la pluma y comenzó a
escribir:
📌 El año
pasado tuve una cirugía y me quitaron la vesícula biliar. Tuve que quedarme en
cama por un largo tiempo.
📌 El mismo
año llegué a la edad de 60, tuve que renunciar a mi trabajo favorito. Permanecí
30 años de mi vida en esa editorial.
📌 El mismo
año experimenté el dolor por la muerte de mi padre y mi hijo fracasó en su
examen médico porque tuvo un accidente de automóvil y estuvo hospitalizado con
el yeso durante varios días. La destrucción del coche fue otra pérdida.
Al final escribió: ¡Fue un año tan malo!
Cuando la esposa del escritor entró en la habitación,
lo encontró triste en sus pensamientos. Desde atrás leyó lo que estaba escrito
en el papel. Salió de la habitación en silencio y volvió con otro papel. Lo
colocó al lado del de su marido.
Cuando el
escritor vió el papel, se encontró con esto escrito en él:
💞 El año
pasado finalmente me deshice de mi vesícula biliar, después de pasar años con
el dolor.
💞 Cumplí
60 años con buena salud y me retiré de mi trabajo. Ahora puedo utilizar mi
tiempo para escribir con mayor paz y tranquilidad.
💞 El mismo
año mi padre, a la edad de 95, sin depender de nadie y sin ninguna condición
crítica, conoció a su Creador.
💞 El mismo
año, Dios bendijo a mi hijo con una nueva oportunidad de vida. Mi coche fue
destruido, pero mi hijo se mantuvo con vida sin ninguna discapacidad.
Al final, ella escribió: "Ese año fue una inmensa
bendición de Dios!"
Eran los mismos
hechos, pero con diferentes puntos de vista. Eso se llama: Actitud. Si
reflexionamos de que podría haber ocurrido algo más, estaremos verdaderamente
agradecidos con Dios.
MORALEJA: *No es
la Felicidad la que nos hace Agradecidos. Sino el Agradecimiento el que nos
hace Felices*. Siempre hay algo que Agradecer. Gracias Dios por un día más de
Vida.
Jose Pedro
Barnola propone crear otra categoría de alumnos en la cual somos muchos más,
con los que inauguramos el Colegio de Chacao en el curso 1953-54, es decir
todos los cursantes entre Cuarto Grado que éramos nosotros hasta los de quinto,
sexto y primero y segundo año, este último grupo celebra ser la primera
promoción de bachilleres que salió de Chacao. Excelente, pero sería necesario
obtener sus datos para poder comunicarnos, Personalmente tengo los correos de
SIg’60 y SIg’62 más los nuestros. Estas crónicas forman parte de la Memoria
SIg’61.
Dada la dinámica
del Chat, y el interés que siempre ha habido en conversar sobre nuestros
sacerdotes y profesores, pasamos a hablar de los que tuvieron algún contacto
con el grupo. Me comentaba Troconis, que una vez leída la Crónica III, tenía la
duda de si Velilla fue, o no, hermano jesuita, pues lo recordaba como padre
(maestrillo) guía en primer año. Le contesté que sí, que era posible, pues nunca
estuve muy enterado de esas diferencias, al final, todos son curas. Luis Felipe
cree que Julio Velilla al igual que Manuel Barroso, se ordenaron después en
Thinsboro. Mass. USA y JPB nos contaba que Velilla vive ya retirado en la UCAB
y sobreviviente de un cáncer totalmente curado pero la memoria se le va a
ratos. Lo ve y habla con él con frecuencia. Nos comentaba que Barroso se salió
de cura y es un psicólogo brillante hasta donde le es dado saber. Supo de él
por Facebook. Armando nos recordaba que a Velilla lo tuvimos en tercer año si
mal no recordaba. Eso lo confirmo pues estudié con AE ese año, en el colegio y
en mi casa. De eso hay más cuentos pues solíamos estudiar juntos unos cuantos.
Continuó Armando
que, en ese tiempo, dentro del proceso de sus estudios para la ordenación
sacerdotal tenían que cumplir tres años como Maestrillo, luego hacían cuatro
años de Teología y venía la ordenación sacerdotal pero no recordaba donde se
ordenó Velilla. Recuerda que fue profesor en la escuela de Psicología de la
UCAB y llegó a Director de dicha escuela. Muy vinculado con el grupo de San Ignacio’
60 y Jose Pedro. como da clases todavía en la Escuela de Derecho, lo ve de vez
en cuando e incluso dijo que se confesó con él. Cree que es una excelente
persona y mejor sacerdote. De Barroso, nos contaba Armando, que pidió la
dispensa como sacerdote, se casó y tuvo un hijo compañero de su hijo en el Liceo
Los Arcos y que ha sido un Psicólogo exitoso en el ámbito de cursos para
formación empresarial. Muy amigo de Rafael su hermano ya que fue Maestrillo de
ese grupo y mantuvo contacto con ellos. Creo que Barroso nos dio Moral y Cívica
en esa época, estábamos en segundo año.
Con Barroso
estuve en los “90 en una Terapia de Grupo en Pozo de Las Rosas y fue excelente,
tanto la terapia como el sitio. Esa fue la primera oportunidad que me lo
encontré después de 1961. Conversé mucho con él sobre los años escolares. Está
viviendo aquí en Florida y estamos por invitarlo a la ONG VenAmerica en la cual
coordino el sector eléctrico. En mi vida había ido a una terapia de grupo y me
resultó tremenda experiencia. Algún día les cuento porque fui.
Armando Enrique
escribió un mensaje particular para los que jugaron en la primera categoría en
los Interclases de manera especial. Nos decía que había leído, muy rápido, un
artículo de Luis Alberto Machado hijo en una página que se llama “Reporte Católico”
y que consideraba tiene un error pues dice que su clase de Tercer Año fue el
primer equipo de Primera Categoría en ganar los Interclases de Futbol.
Considera que él venia mucho más atrás que nosotros y no sabe que fuimos
campeones de Primera Categoría en Tercero y Cuarto Año y nos caímos en el
Quinto. Solicitaba que hablaran los jugadores y le dieran luces a él, que
humildemente era el Capitán. Les informé que L.A. Machado, hijo ha publicado
varios artículos en el blog Factótum Ignacianos, la mayoría sobre temas
religiosos y quien había interactuado mucho con él es Roberto Martin Montilla, quien
me dijo que Machado tiene más de un año viviendo en España.
Recuerda Roberto
que, a mediado de los ’60, entre 1964 y 1968, si la memoria no le fallaba, cuando
estaba viviendo en Oklahoma City, conversaba por teléfono a menudo con Velilla
quien estaba en La Salle University estudiando para luego ordenarse como
sacerdote y que, si alguno lo ve por Caracas, quizás podría hablarle sobre el
tema. Por supuesto, estamos hablando de hace medio siglo. Por cierto, también
recuerda que en ese entonces desde esa misma ciudad mantuvo correspondencia con
Víctor Esteban quien estudiaba en USA. Vagos recuerdos que le llegan en algunos
destellos de una memoria cuasi desgastada con el correr de los años cuando ya
uno ha vivido tres cuartos de siglo......Cree que La Salle University. estaba
por algún lado en Chicago y que quienes se reunían mucho con Velilla eran
Poncherita y Pilinga a principio de los ’70. Victor participó para decir que
si, que la Salle queda en Chicago, pero nunca vió al Padre Velilla durante ese
tiempo. Creía que La Salle University quedaba en Filadelfia.
Troconis Berti
le dice a Armando Enrique, acuérdate que a partir de segundo año se unían las tres
secciones y se sacaba una selección, los de segundo año se podían reforzar con dos
jugadores de la primera; los de tercer año con un jugador de la primera y cuarto
y quinto, solos. Continúa Troco, nosotros nos reforzamos con Morenito (Gastón
Moreno) y no recuerda quien otro y fuimos campeones desde segundo año, luego en
tercero y no sabe en cuarto y quinto, pues él ya estaba en el San José. Así
pues, la narrativa de L. A. Machado, tiene ese error, se imagina Troco, por ser
tres años, menor a nosotros, desconoce ese dato. Según Roberto M, el joven LAM
es por lo menos 10 años más joven que nosotros. De la 1971. ¡Ah! ok., dice JAT,
entonces si cuadra, pues si hubiese sido tres años menos, cuando ustedes
estaban en Quinto él estaría en Segundo y hubieran jugado contra él o su grupo
y ninguno lo ha comentado.
Troconis Berti,
le preguntaba a Luis Felipe, si él era el arquero de ese equipo (-el de segundo
y tercer año,), pues ya la memoria no le da para tanto. LF le responde que recuerda
que siempre lo fue.🙄. Cree que sólo perdieron en
quinto año. en la final con cuarto año. Por querer desfilar con la madrina y no
con la banda, el cura Duarte o Ugarte lo degradó en la tribuna, le quitó las
charreteras de algún grado que no recuerda...🏀. Pues así era lo militarizada de la banda. Pero no lo botó, pues tenían
un desfile el próximo sábado. 😁 Gregorio
Ugarte le aclara a LF que debía referirse al Padre Huarte que fue el encargado
de Segundo año y daba historia. Esta aclaratoria me deja la duda que entonces
Velilla lo tuve en primero y tercer año y Huarte en segundo, porque creo que
Ugarte estaba conmigo. Tal vez Jose Pedro me ayude a aclararlo pues creo que
estuvimos juntos hasta tercer año y después nos separamos en Ciencias y
Humanidades. Otra duda ¿Huarte con la banda?
Según recuerda
Angel Ignacio, perdimos en Cuarto con los de Quinto año y durante nuestro Quinto
año perdimos también y recuerda que perdimos el juego contra los de Segundo año
y lo recuerda muy bien porque su hermano formaba parte de ese equipo. Luis
Felipe cree, si mal no recuerda, que nosotros en Cuarto le ganamos al Quinto y
ahí Jugaban Bobby Pocaterra, Riorzac, Piquito. Planas, Baez ...El arquero era
un moreno, no recuerdo el nombre. ¿Puede ser Marcelino Oraá? Le recordé que cuando
estábamos en Cuarto año, Bobby y Pico Páez Pumar ya debían haberse graduados
pues iban con mi hermano y estaban tres años delante de nosotros. Ellos el Quinto
año lo hicieron en Jesuitas. ¡Por favor, pónganse de acuerdo en que grados
fuimos campeones!
Angel Ignacio recuerda,
de ese equipo de Quinto año a Javier Baez, Monagas, Oswaldo Ferro, Guillermo
Planas. Bobby jugaba con Manuel Lopez Contreras, Pico Páez Pumar, ellos eran
dos años delante de nosotros. Recuerda perfectamente lo contentos que estaban
los de Quinto año pues que se iban como campeones y, más aun, que nos habían
derrotado después de dos campeonatos. Estaban reconcomidos.
Según Angel, el
moreno arquero tenía apellido Acosta. Lo recuerda porque vivían en El Paraíso.
Preguntó Eduardo Rivero ¿Ese era Popea? no, le contesta Osorio, Popea era el
hermano mayor y Jose Pedro aclara que era el hermano de Popea; esos Acosta eran
primos hermanos de unos primos de su mamá Quintero Acosta. Al final es Roberto
M quien nos aclara que el arquero era Ricardo Acosta, quien fue después
jefe civil de la Parroquia La Vega. Popea, su hermano era Aquiles Acosta, ingeniero
Civil, brillantísimo. Y complementa que ellos eran vecinos de la Avenida
Washington de El Paraíso, frente a Oswaldito Stelling, y en la misma cuadra,
por la misma acera, vivían los Parilli, los Suárez, Ítalo Di Prisco Serizier
primo de Bernardo Briquet Serizier. Resulta que el matrimonio civil, el primero
de Roberto M, fue precisamente Ricardo Acosta como Jefe Civil, en ese momento,
quien presidió la ceremonia, para ese entonces Ricardo era dirigente de Copei
en el oeste de la ciudad.
Agradezco al
amigo Alberto Montero sus palabras de elogio a la Crónica III, considerándolo
un “Maravilloso trabajo, hermoso y gratificante recuerdo que hoy nos une en
pensamiento y necesariamente en acción”. Hace la precisión de que el, Bachi 60,
estuvo en Jesuitas hasta quinto grado con el querido y recordado Bolita
(Director de los tiples del coro) y el sexto, con Bolita también, pero ya en
Chacao, en el primer edificio construido. Nos felicita y estimula a continuar
con este trabajo y le manda un fuerte abrazo a todo el SIg’61.
Otra
felicitación recibida de Jesus Ignacio Perez Perazzo nos dice “Buena crónica
con buenos recuerdos y agrega algunos flashes...p.e. el maestrillo Arruza,
echando cuentos de miedo en el salón de clase de la Srta. Aracelis...mientras nos
venían a buscar el año 50 cuando mataron al Coronel Carlos Delgado
Chalbaud...La emoción de sacar refrescos de la máquina de Coca- Cola(0,25) que
estaba al lado de la puerta del edificio de Mijares...y les puedo contar otras
muchas cosas...cordial saludos. Grande abrazo para mis compañeros tanto del
Colegio "viejo" como del "nuevo"...JIPP”.
Me permito
igualmente agradecerle sus palabras de aliento, y tan cariñosas, a Armando
Enrique quien siempre ha sido muy consecuente con mis artículos en el blog
Factótum Ignacianos y lector perenne de estas crónicas y agradece los gratos
recuerdos que transmiten al grupo.
Siguiendo con el
tema de los sacerdotes y maestrillos de nuestra época, me solicita Armando que
en este número le dedicáramos una nota al Padre Carlos Machimbarrena a quien
siempre le tuvo un aprecio muy particular. En realidad, la mejor información
para esa nota nos la da él mismo.
Nos dice AE que
el P. Carlos Machimbarrena S.J., fue primero Maestrillo en los años 40, luego
Prefecto en los años 50 en el Colegio, en el Gonzaga de Maracaibo y en dos
ocasiones en el San José de Mérida y después pasó por la UCAB. Nos relata algo
que ignoraba por completo respecto a Machimbarrena; su salida para España por
ser el promotor, dicen, de la famosa Plancha 2 en la UCAB, último baluarte que
tenía Copei, que había perdido las elecciones presidenciales (el Dr. Caldera) y
las Federaciones de Centros Universitarios (en la UCV, la ULA y LUZ), si mal no
recuerda, y cuyas elecciones, en la UCAB, gana Marcel Granier Haydon. Cree que puede
haber sido en 1963 pero le pide a JPB nos dé luces. Nos cuenta que la Curia,
encabezada por Monseñor Luis E. Henríquez-Obispo Auxiliar de Caracas, el P.
Carlos Reyna S.J. (tío de Gustavo José) Rector de la UCAB, Eduardo Fernández y
otros, hicieron que lo exilaran a España. Le recuerda Alberto Montero que la
plancha 2 no era de Copei y que, si lo sabe Leopoldo Baptista, lo mata. Creo
que AE no dice que era de Copei, sino que era la última instancia en que podía
ganar Copei y perdió. En ingeniería de la UCV poco se
sabía de lo que pasaba en la UCAB.
Nos comenta AE
que Machimbarrena se radicó en San Sebastián, de donde era él y toda su familia,
y se incorporó a la Universidad de Duesto de los Jesuitas con un alto cargo y
falleció como de 94 años en el 2010. Con gran orgullo destaca que tuvo el
placer y gusto de visitarlo en sus idas a la Madre Patria. Por el Padre Olave
nos enteramos de que Machimbarrena está enterrado en Loyola.
En la
Universidad de Duesto, en la Escuela de Psicología, nos informa AE que daba
clases el P. Rubio S.J., conocido en el Colegio como Lomo de Piano por su
joroba en la espalda, algo que yo no recordaba, y cree que era director de
dicha Escuela. No se le olvida que fue Sierra el culpable de que perdiera primer
año de bachillerato, aun siente mucha pena y vergüenza al solo recordarlo, pero
considera que le dió el gusto y placer de ser nuestro compañero a quienes lleva
en su corazón. Son sus recuerdos y si está equivocado con la humildad que
debería tener, pide disculpas. No hay nada porque disculparte, eres nuestro
amigo, compañero de aulas y promoción, tremenda defensa y capitán de nuestro
equipo de futbol. Te faltó ser novio de la madrina, pero eso, creo, que no te
lo hubiera permitido nunca Luis Felipe.
La Universidad
de Deusto fue fundada en 1886 por la Compañía de Jesús, su sede central se
sitúa al otro lado de la ría, frente al Museo Guggenheim en Bilbao. En 1963,
fecha aparentemente en que el Padre Machimbarrena se fuera a San Sebastián, se
formó el Instituto de Estudios Universitarios y Técnicos de Gipuzkoa en San
Sebastián, a partir de la integración de tres entidades ya existentes. Este
instituto, posteriormente, formaría parte de la Universidad de Deusto. La
Universidad, por lo tanto, está localizada en dos campus, en las dos capitales
costeras del País Vasco: Bilbao y San Sebastián.
Entre los
Doctorados Honoris Causa otorgados por la Universidad de Duesto está el Dr.
Rafael Caldera, propuesto por la Facultad de Derecho e investido el 10 de enero
de 1980, en reconocimiento a su afán por conseguir la paz social y contribución
al mundo universitario. Igualmente, Michael Porter, profesor de Harvard,
propuesto por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, campus de San
Sebastián e investido el 18 de mayo de 2007 en reconocimiento a su importante
contribución a las teorías de la dirección estratégica, el desarrollo
económico, a la teoría de los clústers y a los análisis de los sistemas de
innovación. A través de sus libros aprendí lo poco que sé sobre Mercados
Competitivos que me han ayudado en mi profesión.
Una excelente
referencia sobre los sacerdotes y profesores de nuestra época en el colegio,
así como algunas anecdotas interesantes sobre el deporte loyaltarra por
antonomasia, el futbol, lo tenemos en un articulo que publicamos en el blog
Factótum Ignacianos titulado ¿Recuerdan al Padre Olave? Que pueden accesar por
este link: https://ramm1943.blogspot.com/2017/10/recuerdan-al-padre-olave.html
En ese artículo
del 5 octubre 2017 edité la entrevista que sostuvo Enrique Marin (a) Cachirulo
de la promoción anterior, SIg’60, que me facilitó Raul Curiel, con el Padre
Olave cuando lo visitara el 27 julio en Loyola, España con su hijo. Me
permitiré, para facilidad de referencia, transcribir algunos párrafos, pero en
el link tienen también los comentarios que respecto al futbol hicieron Lorenzo
Eduardo, Gonzalo Hernandez y Troconis por tratarse del Padre Olave que había
sido instructor y entrenador de los equipos infantiles y
juveniles de futbol del Loyola. Allí tienen el famoso partido con el Dos
Caminos.
El Padre Olave,
viajó a Venezuela en 1949, eran diez jesuitas, un sacerdote y nueve novicios,
venían a reforzar el noviciado, que entonces quedaba en Villa Manresa, en Los
Chorros. Entre sus compañeros de viaje estaban Ibáñez, Micheo (murió en 2016),
el hermano Calvo, (el de la portería), Mendizábal y Andueza. Él es el único que
sobrevive del grupo, al menos hasta el 2017.
En la
entrevista, recordaron a algunos profesores como a Fanjul, Urmeneta, que era
muy duro, Bredy. A Lorenzo Mendoza profesor de biología, quien murió de
problemas cerebrales; a Genaro Aguirre, y Arruza. Al hermano Samuel Petit, venezolano
y de Coro, muy amigo de Olave un poquito mayor que él, que no pudo ser
sacerdote porque se enfermó y durante un tiempo tuvo fuertes dolores de cabeza,
pero aun así quiso quedarse en la Compañía; fue nuestro tutor en cuarto grado, gran
promotor del CEL sabía muchos cuentos y lo quisimos mucho.
Mencionan
también al padre Luis María Ugalde, quien Olave dijo que era de Vergara,
Guipúzcoa; a Julio Velilla, quien vino al San Ignacio un año después que él; a
Machimbarrena y Muniategui, quienes murieron y están enterrados en Loyola; al
padre Bilbao, mucho mayor, y al hermano Lazcano, ambos de Mérida, donde murió
Bilbao. Al padre Sierra, quien murió en Madrid. Duró, vino con cáncer. Al
entonces padre Echeverría, quien daba historia y después se salió en Maracaibo
y se casó, muy buena persona.
¡Hasta la
próxima! Anímense a enriquecerla con sus comentarios.
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