Evangelio (Jn 20, 19-31) correspondiente al 2do Domingo (16/04/2023) de Pascua o de la Divina Misericordia: 𝗘𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗲𝗻𝗮́𝗰𝘂𝗹𝗼

 A continuación podrán leer nuestro comentario al Evangelio (Jn 20, 19-31) correspondiente al 2do Domingo (16/04/2023) de Pascua o de la Divina Misericordia:

𝗘𝗻 𝗲𝗹 𝗖𝗲𝗻𝗮́𝗰𝘂𝗹𝗼
La primera aparición de Jesús resucitado a sus discípulos ocurre al atardecer del primer día de la semana [el cual sería llamado ‟domingo” por los creyentes], el mismo día de la resurrección. Esto
acontece en una casa de Jerusalén que pertenecía a un amigo de Jesús y que disponía de una planta baja, supuestamente utilizada para las oraciones y una planta alta usada como comedor. En el contexto del cristianismo este lugar es conocido como el Cenáculo o aposento alto y, según el Nuevo Testamento, allí Jesús celebró con los apóstoles la última cena de su vida, antes de morir en la cruz.
Dentro de la casa, con las puertas cerradas, están los discípulos llenos de miedo a los judíos. La situación es dramática porque está anocheciendo y su Maestro y guía no está con ellos. El desconcierto es total porque sólo ven hostilidad y rechazo por todas partes, y su misión parece no tener sentido ni rumbo. Pero de pronto, Jesús resucitado se pone en medio de ellos y les dice: ‟La paz [esté] con ustedes”: saludo que repite nuevamente después de mostrarles las manos y el costado a los aturdidos discípulos que vibran llenos de alegría. Del temor inmenso que los embargaba pasan a la paz que les infunde Jesús. En medio de la oscuridad de la noche se les ilumina el rostro y se sienten llenos de vida. Las puertas cerradas del Cenáculo se abrirán de par en par para dar inicio a su misión.
Por los caminos de Galilea, los discípulos habían tenido la oportunidad de aprender y experimentar lo que el Maestro les había enseñado. Por eso Jesús pone en esos hombres toda su confianza: ‟Como el Padre me ha enviado, también yo los envío”. Pero queriendo reforzar la fragilidad que los caracterizaban, exhala su aliento sobre ellos y les dice: ‟Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Los discípulos pasan del temor inmenso que los embargaba a la paz que les infunde Jesús.
Comentarista: Agustín Coll













AC

Comments

  1. Muchísimas gracias Roberto, por compartir ese mensaje tan influyente y trascendental contenido en ese Evangelio, el cual deberíamos todos nosotros poner en práctica; y aprovecho la oportunidad, para agradecerle a Agustín el mantenernos constantemente informados con sus artículos, los que nos recuerdan nuestros principios católicos; y por último Roberto, para que por favor 🙏 pongas este agradecimiento en los comentarios del artículo.

    ALVARO ROTONDARO GÒMEZ

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