La Educación y la Inteligencia Artificial: No es un final sino un nuevo comienzo (Gustavo González Urdaneta)

 La Educación y la Inteligencia Artificial: No es un final  sino un nuevo comienzo

Gustavo González Urdaneta

Miami 2 mayo 2023

 

La Inteligencia Artificial (IA) proporciona el potencial necesario para abordar algunos de los desafíos mayores de la educación actual, innovar las prácticas de enseñanza y aprendizaje y acelerar el progreso para la consecución del objetivo 4 del desarrollo sustentable de la agenda 2030. Sin embargo, los rápidos desarrollos tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos, que hasta ahora han superado los debates políticos y los marcos regulatorios.

 

La UNESCO ha elaborado, en el marco del Consenso de Beijing (2019), una publicación destinada a fomentar la preparación de los responsables de formular políticas educativas en materia de inteligencia artificial. Esta publicación, Inteligencia artificial: guía para las personas a cargo de formular políticas, será de interés para los profesionales de las comunidades educativas y de elaboración de políticas. Su objetivo es favorecer la comprensión compartida de las oportunidades y desafíos que la IA proporciona a la educación, así como sus implicaciones para las competencias básicas necesarias en la era de la IA.

 

En un Flash reciente les hablé de la IA y los seres humanos en el sentido de que pueden y deben complementarse, no reemplazarse y, les comentaba, que la velocidad de la innovación en lo que respecta a la IA está dejando atónitos a muchos observadores externos, e incluso a los expertos de la industria. Los modelos de lenguaje grandes (LLM por sus siglas en inglés), o programas de computadora que se “entrenan” usando un corpus masivo de texto, ahora pueden producir una prosa similar a la humana. Los programas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT4 de OpenAI o Bert de Google, pueden producir rápidamente análisis resumidos sobre una variedad de temas, así como escribir códigos de computadora, producir arte, componer música e incluso brindar opiniones legales. El futuro que muchos han estado prediciendo con entusiasmo es ahora. Para otros, la llegada de ese futuro es preocupante. En esta oportunidad vamos a enterarnos de lo que nos cuenta la literatura especializada sobre sus inicios, como pasamos de ABC a ChatGPT y sus relaciones con el pensamiento crítico, el desarrollo de habilidades específicas, la nueva educación, el aprendizaje a la medida y las realidades que hacer trampas no es un problema nuevo y que la IA estará en las aulas de una forma u otra.

 

Apenas unos días después de que OpenAI lanzara ChatGPT a fines de noviembre de 2022, el chatbot fue ampliamente denunciado como una herramienta gratuita para escribir ensayos y tomar exámenes con el cual era ridículamente fácil hacer trampa en las tareas. Enseguida, varias instituciones escolares en EE. UU., el Reino Unido y hasta en Australia emitieron comunicados que advertían a los estudiantes contra el uso de ChatGPT para hacer trampa y, en algunos distritos escolares, bloquearon de inmediato el acceso al sitio web de OpenAI. Algunos especialistas del área de educación opinaban en enero que, si bien la herramienta puede proporcionar respuestas rápidas y fáciles a las preguntas, no desarrolla habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas, que son esenciales para el éxito académico y de por vida.

 

Este pánico inicial del sector educativo era comprensible. ChatGPT, disponible para el público a través de una aplicación web, puede responder preguntas y generar bloques de texto ingeniosos y bien estructurados de varios miles de palabras sobre casi cualquier tema sobre el que se le pregunte, desde la teoría de cuerdas hasta Shakespeare. Cada ensayo que produce es único, incluso cuando se le da el mismo mensaje nuevamente, y su autoría es (prácticamente) imposible de detectar. Parecía que ChatGPT socavaría la forma en que evaluamos lo que los estudiantes han aprendido, una piedra angular de la educación.

 

Pero tres meses después, el panorama es mucho menos sombrío. Lejos de ser solo una máquina de ensueño para los tramposos, muchos maestros ahora creen que ChatGPT podría ayudar a mejorar la educación. Los chatbots avanzados podrían usarse como poderosas ayudas en el aula que hacen que las lecciones sean más interactivas, enseñan a los estudiantes alfabetización mediática, generan planes de lecciones personalizados, ahorran tiempo a los maestros en la administración y más. Y OpenAI ha trabajado con educadores para elaborar una hoja informativa sobre el impacto potencial de ChatGPT en las escuelas.

 

Es demasiado pronto para decir cuál será el impacto duradero de ChatGPT: ni siquiera ha existido durante un semestre completo. Lo que es seguro es que los chatbots de redacción de ensayos llegaron para quedarse. Y solo mejorarán en reemplazar a un estudiante en la fecha límite, más precisos y difíciles de detectar.  Prohibirlos es inútil, posiblemente incluso contraproducente. Debemos preguntarnos qué debemos hacer para preparar a los jóvenes aprendices para un mundo futuro no lejano que abogará por el uso de la tecnología en la enseñanza. La capacidad de la tecnología para revolucionar las escuelas ha sido exagerada en el pasado, y es fácil quedar atrapado en el entusiasmo por el potencial transformador de ChatGPT. Pero esto se siente más grande: la IA estará en el salón de clases de una forma u otra. Es vital que lo hagamos bien.

 

Gran parte de la exageración inicial en torno a ChatGPT se basó en lo bueno que es para tomar exámenes, hecho que OpenAI promocionó cuando lanzó GPT-4, la última versión del modelo de lenguaje grande que impulsa el chatbot, en marzo. ¡Obtuvo una calificación de1410 en el SAT! Superó las pruebas AP (Advanced Placement) de biología, historia del arte, ciencias ambientales, macroeconomía, psicología, historia de EE. UU. y más. ¡Uf! No es de extrañar que algunos distritos escolares se asustaran por completo.

 

Sin embargo, en retrospectiva, las llamadas inmediatas para prohibir ChatGPT en las escuelas fueron una reacción tonta a un software muy inteligente. Fue una tormenta en una taza de té.  Los maestros tienen razón al ver la tecnología como un cambio de juego. Los LLM como ChatGPT de OpenAI y su sucesor GPT-4, así como Bard de Google y Bing Chat de Microsoft, están destinados a tener un impacto masivo en el mundo. La tecnología ya se está implementando en el software comercial y de consumo. Al menos, muchos maestros ahora reconocen que tienen la obligación de enseñar a sus alumnos cómo funciona esta nueva tecnología y lo que puede hacer posible.

 

De hecho, una encuesta de EE. UU. de 1,002 maestros y 1,000 estudiantes entre 12 y 17 años, encargada por la Fundación de la Familia Walton en febrero, encontró que más de la mitad de los maestros había usado ChatGPT, el 10% de ellos informó que lo usaba todos los días. pero sólo un tercio de los estudiantes. Casi todos los que lo habían utilizado (88% de los profesores y 79% de los estudiantes) dijeron que tuvo un impacto positivo.

 

Y estan en lo correcto pues los LLM están a punto de revolucionar la economía y transformarán muchos trabajos. Que conduzcan o no a una prosperidad generalizada depende de nosotros. El cambio puede ser difícil y se les hará un mal servicio a los estudiantes si nos quedamos atascados en ese miedo pues aplicaciones como el ChatGPT es sólo otro ejemplo de por qué no podemos seguir haciendo las cosas como antes en las escuelas del mundo moderno.

 

Muchos educadores piensan que las escuelas están estancadas, que el sistema actual tiene enfoque en calificar y no lo suficiente en el aprendizaje y los LLM están forzando un debate que está atrasado. Se

necesita cambiar la forma en que evaluamos el aprendizaje, Si ChatGPT elimina las evaluaciones es probable que ya estaban muertos y han estado en modo zombi durante mucho tiempo. Lo que hizo ChatGPT fue hacer un  llamado por ese cambio.

 

Los LLM  podrían ayudar a los maestros a alejarse de un enfoque excesivo en los resultados finales y que la clase piense críticamente sobre lo que genera haciendo la enseñanza se sienta más humana y que los estudiantes no escriban y actúen como robots. Esta idea no es nueva. Generaciones de docentes se han suscrito a un marco conocido como taxonomía de Bloom, introducido por el psicólogo educativo Benjamin Bloom en la década de 1950, en el que el conocimiento básico de los hechos es solo la base sobre la que se asientan otras formas de aprendizaje, como el análisis y la evaluación. Por ejemplo, usar ChatGPT para generar un argumento y que los estudiantes piensen qué tan efectivo es el argumento para una audiencia específica y hagan una reescritura basada en sus críticas.

 

Desglosar las tareas de diferentes maneras también ayuda a los estudiantes a concentrarse en habilidades específicas sin distraerse y dejar de preocuparse por la página en blanco y concentrarse en la fase crítica de la tarea. Durante la pandemia muchos maestros tuvieron que encontrar formas de establecer tareas donde las soluciones no fueran demasiado fáciles para Google y encontraron que buscar en Google (qué pedir y qué hacer con los resultados) era en sí mismo una habilidad que valía la pena enseñar. Los chatbots podrían ser de la misma manera y los profesores evalúen el mensaje así como, o incluso en lugar de, el ensayo en sí. Conocer las palabras que se van a usar en un aviso y luego comprender el resultado que se obtiene es importante y se necesita enseñar cómo hacer eso.

 

Estas actitudes cambiantes reflejan un cambio más amplio en el papel que desempeñan los maestros. La información que alguna vez se distribuyó en el aula ahora está en todas partes: primero en línea, luego en chatbots. Lo que los educadores deben hacer ahora es mostrar a los estudiantes no solo cómo encontrarlo, sino también en qué información confiar y en qué no, y cómo notar la diferencia. Los maestros ya no serían guardianes de la información, sino facilitadores. Los maestros les piden a los estudiantes que usen ChatGPT para generar texto sobre un tema y luego les piden que señalen las fallas.

 

Uno de los usos favoritos de la tecnología es traer más interactividad al salón de clases. Los métodos  de enseñanza que hacen que los estudiantes sean creativos, hagan juegos de roles o piensen críticamente conducen a un tipo de aprendizaje más profundo que la memorización. ChatGPT puede desempeñar el papel de un oponente de debate y generar argumentos en contra de las posiciones de un estudiante, por ejemplo. Al exponer a los estudiantes a un suministro interminable de puntos de vista opuestos, los chatbots podrían ayudarlos a buscar puntos débiles en su propio pensamiento. Los chatbots pueden ser de gran ayuda para redactar textos en otros idiomas y a estudiantes que tienen necesidades de aprendizaje específicas. Pídele a ChatGPT que explique las leyes del movimiento de Newton a un estudiante que aprende mejor con imágenes que con palabras, por ejemplo, y generará una explicación que presenta bolas rodando sobre una mesa. Una nueva forma de educación.

 

Todos los estudiantes pueden beneficiarse de los materiales de enseñanza personalizados, porque todos tienen diferentes preferencias de aprendizaje. Los maestros pueden preparar algunas versiones diferentes de sus materiales de enseñanza para cubrir una variedad de necesidades de los estudiantes y que la aplicación brinde a los estudiantes una experiencia similar a la de un tutor individual. El chatbot podría generar cuestionarios personalizados para entrenar a los estudiantes sobre temas que entienden menos.

 

Según el Informe anual sobre el uso de la tecnología en la educación elaborado por BlinkLearning, el 68% de los docentes asegura que la motivación en el aula aumenta con las tecnologías de la información y la comunicaciones (TIC) y su principal ventaja pedagógica es el acceso a un mayor número de contenidos (74%). Por otro lado, el cambio en los intereses de los alumnos se debe a internet, a las redes sociales y a la información que encuentran navegando.

 

Adicionalmente, el uso de la IA puede suponer muchas ventajas para profesores y alumnos. Otras aplicaciones que tiene son el Diseño de programas de estudios avanzados con contenidos relevantes, actualizados y en línea con las últimas tendencias; las Evaluaciones de forma remotas de sus conocimientos y continuar con su aprendizaje; para la Actualización de los conocimientos de los docentes descubrir nuevas metodologías de enseñanza y actualizar sus conocimientos para estar siempre al día; Realización de predicciones de abandono escolar, dado que el abandono escolar es uno de los problemas más graves en la educación, la IA  permite detectar el problema y adelantarse para proporcionar soluciones y evitar el abandono de la escuela; Recopilación y análisis de datos de los centros escolares de forma masiva y analizarlos en segundos para poder tomar decisiones más acertadas y rápidas en base a información actualizada y real.

Por supuesto, no todos estos enfoques tendrán un éxito instantáneo. Los estudiantes necesitan un apoyo considerable para asegurarse de que ChatGPT promueva el aprendizaje en lugar de obstaculizarlo. A algunos estudiantes les resulta más difícil ir más allá del resultado de la herramienta y hacerlo suyo y, por supuesto, algunos estudiantes seguirán usando ChatGPT para hacer trampa. De hecho, lo hace más fácil que nunca pero  algunos tipos de tareas también se verán más afectados que otros. ChatGPT es realmente bueno para resumir información. Cuando ese es el objetivo de una tarea, hacer trampa es una preocupación legítima y debe tomarse en serio\. Por los momentos parece que los educadores no tienen una solución para eso. Y no todos los demás temores se disiparán fácilmente.

 

Como consecuencia de todo lo anterior, la inteligencia artificial, así como otras tecnologías, llegaron para quedarse y para facilitar muchas labores del día a día en la educación e incrementar su calidad. No obstante, no podemos olvidar el riesgo de la brecha digital en aquellos casos de escuelas o familias que no tienen recursos para acceder a la tecnología. Por lo tanto, la IA es una herramienta con un gran potencial para cambiar la forma en la que se enseña y en la que se aprende, por lo que es importante conocerla y analizar las aplicaciones que puede tener en el entorno educativo.

 

Pero los maestros tampoco están tan preocupados como sugirieron los informes iniciales. Hacer trampa no es un problema nuevo: las escuelas han sobrevivido a las calculadoras, Google, Wikipedia, los sitios web de ensayos por pago y más. Por ahora, los maestros se han lanzado a un nuevo experimento radical. Necesitan apoyo para resolverlo, tal vez incluso el apoyo del gobierno en forma de dinero, capacitación y regulación. Pero este no es el fin de la educación. Es un nuevo comienzo.

 

“Lo que todos tenemos que hacer es asegurarnos de que estamos usando la IA de una manera que sea en beneficio de la humanidad, no en detrimento de esta” Tim Cook

Flash Factótum Ignacianos: Reflexiones sobre la Inteligencia Artificial generativa

Con el auge de las herramientas de IA generativa, muchos centros educativos reestructuran cursos y toman medida s preventivas ante la posibilidad de plagios masivos. Muchos profesores universitarios, directores de departamento y administradores están empezando a reformar las clases en respuesta a ChatGPT, lo cual podría provocar un enorme cambio en la enseñanza y el aprendizaje. Algunos profesores están rediseñando por completo sus cursos, realizando cambios como más exámenes orales, trabajos en grupo y evaluaciones manuscritas en vez de tecleadas.

Creo que eso es un error pues esas aplicaciones llegaron para quedarse. Esta bien realizar cambios pero deben estar dirigidos mas bien a cómo usar las nuevas herramientas en beneficio de la educación y no para detectar y/o bloquear su uso. Eso es tiempo perdido, ya los profesores tuvieron la experiencia con las calculadoras, internet y los buscadores de información. Hacer trampa no es nuevo.

Me parece una perdida de tiempo prohibir la herramienta en las redes wifi y los dispositivos de las escuelas para evitar las trampas, pues los estudiantes pueden encontrar métodos alternativos para acceder a ChatGPT con facilidad. Aparte de que la prohibición transgrede la libertad académica. Lo racional es entender que esto significa que la forma de enseñar está cambiando. No va a ser la última innovación con la que tendrán que lidiar.

De hecho, los laboratorios de IA generativa han reconocido que sus programas podían utilizarse para engañar a la gente y están desarrollando tecnología para ayudar a que las personas identifiquen los textos generados por medio de ChatGPT. Lo que deben hacer las universidades es crear grupos de trabajo y organizar debates para responder a la herramienta y orientarse en la adaptación de esa tecnología en sus programas curriculares.

Con seguridad, algunos profesores están eliminando poco a poco las tareas en casa y a libro abierto, que se convirtieron en un método dominante de evaluación en la pandemia, pero que ahora parecen vulnerables frente a los bots conversacionales. En su lugar, están optando por las tareas en clase, los ensayos escritos a mano, el trabajo grupal y los exámenes orales. Otros planifican instituir estándares más estrictos sobre lo que esperan de los estudiantes y cómo calificar.

Seguramente, muchas universidades opten por incorporar conceptos como la integridad académica a los estudiantes de nuevo ingreso o de primer año para que sus definiciones de plagio incluyan la inteligencia artificial generativa. Lo practico es educar a los estudiantes sobre las nuevas herramientas de inteligencia artificial y considerar útil y valioso el uso de herramientas de inteligencia artificial para aprender pues para el cerebro es útil comprender el significado del código y ChatGPT a veces explica de forma incorrecta las ideas y cita mal las fuentes. Eso es lo propio, no prohibir, ni cambiar, sino un nuevo comienzo.

Esperen mi nuevo articulo que esta por salir sobre “La Educación Artificial y la Inteligencia Artificial: No es un final sino un nuevo comienzo”

GEGU/2.4.23