¿Por qué los venezolanos, a pesar de la crisis, siguen siendo felices? Gustavo González Urdaneta

 ¿Por qué los venezolanos, a pesar de la crisis, siguen siendo felices?

Gustavo González Urdaneta

Miami 25 mayo 2023

 

Para poder responder esa pregunta y, consciente de la situación que se vive en nuestro país, hace dos años los invité a reflexionar sobre dos realidades aparentemente opuestas: La Alegría y el Dolor. Muchas veces nos enfocamos en buscar felicidad. Tratamos de evitar las situaciones que crean dolor o tristeza. Pero ambos son parte de la vida y no podemos removerlos completamente. Coexisten, son compañeros de viaje. Lo que sí podemos hacer es controlar nuestra actitud y utilizar los momentos difíciles de la vida para que nos hagan más fuertes. Incluso en los momentos complicados hay algo que aprender y si buscamos, también habrá oportunidades. Les pedía que pensaran en un momento difícil de su vida. ¿Cuándo ocurrió, que sentías? ¿Y ahora que ya pasó, como lo ves?

 

Igualmente les dije que era pertinente aclarar las diferencias entre los conceptos de Bienestar, Alegría y Felicidad.  Todos en algún momento hemos intentado conseguir la clave del bienestar, frente a lo cual siempre surge la misma palabra: felicidad. No obstante, dicha idea nos impide ver otra que también debería ser igual de importante, como lo es la alegría. Puede parecer extraño, pues a simple vista parecen dos palabras completamente iguales, pero tienen una diferencia indispensable que no debes dejar pasar desapercibida. En esta oportunidad me permito, además, reflexionar sobre dos artes/disciplinas que nos pueden ayudar a responder la pregunta inicial: El Canto y la Música.

 

Recordando un poco lo que les contaba en aquel momento, la alegría es una de las tantas emociones básicas de los seres humanos y se refiere a la reacción de satisfacción o gozo que se tiene después de un logro propio o ajeno; produce un estado interior que nos genera bienestar general y se suelen utilizar algunos sinónimos, como contento, entusiasmo, felicidad, agrado, gozo. Sin embargo, la alegría no debe confundirse con la felicidad; ésta supone un estado de satisfacción más duradero y vinculado con la evaluación racional de la propia vida y el propio desempeño. Se ha comprobado que reírnos hace que segreguemos hormonas (adrenalina, endorfinas) encargadas de reducir el estrés. Estar felices nos ayuda a tener mejor opinión sobre nosotros mismos; esto es, aumenta la autoestima, y a tener mejor disposición para afrontar los problemas.

 

De la misma manera que el ejercicio aumenta el flujo de endorfinas, el canto también libera el químico del cerebro que “siente bien”, lo que da como resultado una sensación de euforia, una mejor respuesta inmunológica y un alivio natural del dolor. Cantar también desencadena la liberación de oxitocina, que ayuda a aliviar la ansiedad y estimula los sentimientos de confianza.

 

Hay estudios que han demostrado que las personas al escuchar música de su agrado, su cerebro libera una sustancia química llamada dopamina que es un neurotransmisor que es especialmente importante para la función motora del organismo y tiene efectos positivos en nuestro organismo, te hace sentir bien. Algunos estudios sugieren que escuchar música puede tener los siguientes efectos positivos: 1. Mejora el estado de ánimo y aumenta el optimismo; 2. Reduce el estrés y la ansiedad; 3. Mejora el ejercicio; 4. Mejora la memoria y la cognición; 5. Calma el dolor; 6. Reduce la depresión y facilita el sueño; 7. Invita a socializar y 8. Buena para meditar.

 

¿Qué beneficios trae el canto? Dominar una nueva canción puede brindar una verdadera sensación de logro, desarrollar la autoestima y aumentar la confianza. También ejercita nuestra memoria, flexibiliza nuestra concentración y pone a prueba nuestras habilidades auditivas. Por lo tanto, no sorprende que el canto grupal se introduzca cada vez más para pacientes en hospitales y centros de atención para personas mayores . Los pacientes mayores que pueden tener dificultades para comunicarse o sufrir pérdida de memoria pueden relacionarse con otros a través del canto y encontrar alegría en la actividad.

 

Y hay una explicación científica para la sensación inmediata de placer que sentimos cuando escuchamos música o cantamos. Dentro del oído interno se encuentra un pequeño órgano llamado sáculo. El sáculo forma parte del sistema vestibular regulador del equilibrio y está conectado a la parte del cerebro que registra el placer. El sáculo es estimulado por sonidos de baja frecuencia y alta intensidad, como cantar. Entonces, cuando escuchas música a todo volumen o cantas una balada en el karaoke, podrías decir que el sonido literalmente te hace cosquillas en el cerebro. Es de todos conocido que con los venezolanos no hay reunión en donde no intervengan la música y los cantantes espontáneos. En vista de los beneficios citados, ya tenemos en gran parte la respuesta a la pregunta del título de esta reflexión. Indaguemos un poco que piensan los venezolanos y extranjeros sobre dicha pregunta.

 

Aprovechando la facilidad actual de comunicación que nos permite estar prácticamente al día en lo que sucede a nivel mundial, resulta muy fácil hacer una encuesta, dentro y fuera de nuestro querido pais, sobre la susodicha pregunta que puede resultar difícil de digerir para mucha gente. ¿Por qué los venezolanos, a pesar de la crisis, siguen siendo felices? Una de dichas facilidades es Quora, que es un servicio online en donde las personas pueden plantear preguntas sobre diferentes temáticas y recibir respuesta de la comunidad. La plataforma cuenta con cerca de 100 millones de usuarios mensuales y grandes personalidades como empresarios y políticos están presentes respondiendo preguntas. Veamos algunas respuestas recibidas a través de Quora a la pregunta anterior. Las respuestas recibidas fueron muy variopintas, pero al amalgamarlas, nos dan, no sólo un perfil de la personalidad del venezolano, sino como ha sido realmente la vida en Venezuela.

 

Una venezolana residenciada en el pais dijo “¡Soy Feliz! pero te puedo decir que me echo a reír de algunas de nuestras desventuras y problemas, porque el venezolano es así por naturaleza y yo para escapar un poco de nuestra mala realidad, he optado por ser así. Mis esperanzas de que haya un mejor mañana, también me hace despertar un poco más optimista. También en algunas pocas reuniones que hacemos en familia tipo pequeños cumpleaños, navidad, año nuevo… intentamos relajarnos y dejar de pensar, aunque sea un día en lo malo”. Pero advierte que relajarse no significa que estén de acuerdo con la situación actual, solo estan en familia. Su conclusión final es que “eso de que somos felices serán solo los que apoyan al presidente Maduro que viven en una burbuja de promesas, pero del resto la mayoría de los que seguimos viviendo en Venezuela no somos felices; la situación que actualmente pasamos no se presta para eso”.

 

Un coach personal considera que” La idiosincrasia del Venezolano es ser alegre y amigable a pesar de las vicisitudes. Lo dicen los extranjeros que nos visitan quienes también les incomoda que no tomamos las cosas muy en serio. ¡No es, cierto!” ……Otro venezolano opina que” Felices por ahora no somos, eso es seguro. Pero el buen humor y hacer un chiste de muchas cosas, sigue existiendo, pues nos caracteriza, aunque la amargura del día a día sea fuerte de combatir”.

 

Un contador público de la Universidad de Oriente considera que…” No del todo felices, nuestra calidad de vida ha mermado muchísimo. Todos nosotros invertimos más tiempo en resolver problemas que no teníamos antes de la llegada del mal llamado socialismo del siglo XXI, como lo son el buscar alimentos y medicinas. Son muchos las áreas de la economía en la que estan siendo afectadas gracias al desastre que estamos viviendo, lo cual hace que cualquier venezolano esté más pendiente en buscar qué llevar a su casa para comer o cómo comprar una medicina antes que ir a una fiesta, y por supuesto arreglárselas para obtener fuentes de información objetivas mediante las redes sociales, causando más estrés. En Venezuela hace unos años atrás, se podía aun ver familias haciendo grandes fiestas en sus casas, parques llenos, clubes abarrotados o inclusive salones de festejos agotados por la demanda de eventos; hoy en día ves estos salones cerrados o clausurados por la baja demanda. Y si hacemos una fiesta en casa, sólo invitamos personas muy allegadas para pasar un rato, advirtiéndoles que lleven algo para aportar. Solo los enchufados del gobierno se le puede ver hacer grandes fiestas en hoteles cinco estrellas”.

 

Un profesor jubilado considera que “Somos bochincheros, es lo que los venezolanos hemos sido desde la época de la Capitanía General. No es lo mismo que ser felices, aunque al ojo desprevenido les pueda parecer igual” …Otro dijo” Si es feliz por lo chistoso y jodedor, así este pegado en el hueso. Aquí se puede ver gente comiendo directamente de la basura y andan en un relajo jodiendo”.  Un venezolano residente en el pais considera que eso de que somos felices es totalmente falso y opina que… “Es impensable ser feliz sabiendo que tus seres queridos ni siquiera saben si van a poder siquiera alimentarse adecuadamente, en Venezuela no se vive. SE SOBREVIVE”.

 

Un argentino nos dice “Soy argentino, pero tengo amigos en Venezuela. Si bien tienen algunos momentos felices tal vez, o alegres, yo diría que no es el sentimiento general. No niego que haya venezolanos felices, pero dada la situación actual en Venezuela, la mayoría de los que están felices viven en el extranjero. ¿Como lo hacen? Con esfuerzo, sea que hayan comenzado a forjarse un futuro en otra tierra o que estén peleando duramente para poder tenerlo en la suya”.

 

Esa muestra de opiniones me llevó a incluir otra pregunta analizada también a través de Quora ¿Por qué, a pesar de tantas muestras de ineptitud y acciones criminales, aun a muchas personas, en otros países, les resulta difícil reconocer la crisis general que vive Venezuela?

 

Al respecto, un máster y doctorado de la Universidad de Birmingham en Inglaterra, dió una opinión muy completa a esa pregunta… “Porque creen más en la propaganda oficialista del régimen que en los reportes y noticias que describen la múltiples ineptitudes que han conducido a la presente crisis humanitaria y las distintas acciones criminales y alto niveles de corrupción que caracterizan el régimen. Son las personas y países que con la falla de suministro eléctrico que dejó al país oscuro por varios días, creen que fue Trump quien envió unos rayos magnéticos y sicodélicos desde el espacio para causar el gran apagón…… continúa…vale la pena leerla completa por los eventos que cita…

 

“Muchos dicen que la crisis eléctrica comenzó en un período durante el cual el país experimentó un marcado déficit de generación atribuida originalmente a una prolongada sequía que ocasionó que el agua en el embalse del Guri alcanzara niveles muy bajos. Esto ocurrió durante una nueva ocurrencia del fenómeno climático de El Niño, que se empezó a desarrollar desde Julio 2009. Aunque se tomaron diversas medidas para superar la crisis, una de las más polémicas fue la implementación de un programa de racionamiento. La represa recuperó el nivel de agua pero la crisis continuó porque no fue el Guri solamente, fueron todas las demás plantas de generación en manos del estado y de gerentes militares que no saben nada de la materia. La causa fue el Niño Chávez y hoy el Niño Maduro.

 

Son personas que no reconocen la crisis en Venezuela creen que los 20 años de fracaso es porque hay un bloqueo que comenzó este año 2019. Son las misma personas que creen que no hay comida ni medicamentos porque desde hace años hay sanciones dirigidas a los jerarcas del régimen y algunos de sus generales por lavado de dinero, narco tráfico y terrorismo. No creen que la hija de Chávez posee una fortuna de más de 4.000 millones de dólares, no creen que muchos de los familiares de los jerarcas del régimen y sus generales ya viven en países capitalistas disfrutando de sus fortunas. A quienes les resulta difícil reconocer la crisis general que vive Venezuela seguro ya tienen amigos o familiares que han dejado el país por la crisis que no reconocen. Incluso he visto algunos en Perú, Argentina, EE. UU. e Inglaterra que aún salen a protestar en favor de Maduro en el exterior porque creen que la crisis es culpa de otros, no de ellos.

 

Como en la Unión Soviética y todos sus países satélites europeos y la China, tarde o temprano el régimen incapaz de Maduro en Venezuela colapsará, y cuando ocurra y se destape la olla para que el mundo se entere de los niveles elevados de corrupción, atrocidades y demás verdades, a quienes les resulta difícil hoy reconocer la crisis general que vive Venezuela, dirán que eso no era socialismo verdadero, que eso nunca fue socialismo verdadero… cuando se descubra la verdad del régimen”.

Una venezolana que vive fuera pero sus padres estan en Venezuela, considera que “Una enfermedad mental incapacitante recorre América. La enfermedad del socialismo. Todo lo ven como un nosotros o la ultraderecha. Se consiguen a un venezolano en la calle, que les cuenta su historia, pero ellos le creen a Telesur, porque seguro el venezolano es un cipayo, gorila y vendepatria. Si es un cubano que les cuenta la realidad que se vive en su país, es porque es un gusano. La primera lección que me enseñó el chavismo es que la primera víctima siempre es la verdad. Luego, todo el que se infecta del socialismo, deja de reconocer la verdad, aunque lo muerda. Hay quienes no conocen  a nadie que diga que en Venezuela no hay crisis ni que haya leído en la prensa a nadie que negara que hay crisis en Venezuela”.

Estas respuestas crudas pero apegadas a la verdad, me indujeron, a fin de terminar de definir el perfil del venezolano, a ahondar en ¿Cómo se manifiesta la alegría? Normalmente como satisfacción, tendencia a reírse o simplemente nos sonreímos y es común que se exteriorice con gestos, acciones o palabras, y hasta nos den ganas de cantar, bailar, saltar o aplaudir. La alegría nos libera, nos permite hacer distintas cosas; volar con la imaginación, inventar cosas nuevas, disuelve rencores y resentimientos, permite olvidar penas y minimizar las adversidades. Pero no implica ser felices.

 

Cierro esta reflexión con una anécdota-chiste de una extranjera que vive en Venezuela…y que cuando llegó al pais hace 20 años, se encontró que existía un chiste popular entre los extranjeros que residían allá e incluso entre venezolanos.

 

El chiste en cuestión contaba que Dios creó una tierra hermosa y los ángeles replicaron "es un lugar hermoso… es perfecto". Y Dios le dió ríos magníficos, selva lluviosa, sabanas interminables, incontables cascadas, y los ángeles dijeron "es un paraíso". Pero entonces Dios le agregó un desierto, y mares cristalinos, llenos de peces y arrecifes de corales, y los ángeles dijeron "es hermoso, pero ¿qué hay de otras naciones? ¿no sentirán celos? Pero Dios les respondió "aún no he terminado". Y así continuó añadiendo un sinfín de frutos y vegetales que crecen en los árboles, y en las parras, y bajo la tierra, y además les dió el clima perfecto todo el año. Los ángeles replicaron "Esta tierra es demasiado perfecta, demasiado afortunada". Dios entonces dijo "Aún no he terminado". En ese momento, Dios creó a los venezolanos (para que ellos pudiesen arruinarla).

 

Termina la anécdota diciendo que hoy día ya nadie cuenta este chiste. ¡Que no lo ha escuchado en los últimos 15 años y no ha podido encontrarlo para copiarlo porque si ustedes buscan en Google! chiste" "paraíso" y Venezuela" encontrarán mil artículos diferentes. Concluye que, si alguien se atreve a decirle ese chiste hoy, personalmente le daría un puñetazo por la cara. Cada uno reflexione sobre todo lo dicho y dé su propia respuesta a la pregunta inicial.

 

“La alegría y el dolor no son como el aceite y el agua, sino que coexisten” José Saramago

 


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