El papel lo aguanta todo (Gustavo González Urdaneta)

 El papel lo aguanta todo

Gustavo González Urdaneta

Miami 30 diciembre 2023

 

Suele decirse que “el papel lo aguanta todo” en el sentido que, en principio, lo que está escrito tiene validez y efecto vinculante entre los contratantes pero en la práctica no siempre se respeta ni se cumple. Las constituciones de los países tienen generalmente normas justas, más en la práctica no se aplican. La antigua dicotomía entre el mundo de las ideas plasmadas con anhelo de realización y progreso y la empecinada realidad de los hechos físicos condicionantes de esa realidad de las personas y sus cosas.

 

Esta feliz expresión, muy popular, nos ha alcanzado a todos cuando, en nuestro afán de hacer posibles nuestros sueños, los fijamos en un papel para materializar el propósito con la esperanza de verlos realizados, aun sabiendo que es improbable. Es el triunfo de la autoridad, en nuestro ánimo, de aquello que queda escrito, frente a la dura realidad que no deseamos ver.

 

El significado del título que nos ocupa es que en un papel se puede plasmar todo tipo de ideas, teorías, leyes y planes muy bonitos sobre el deber ser de las cosas, pero en la práctica no siempre se respetan ni se cumplen. Cualquier empresario al momento de emprender un negocio, antes de arriesgar capital e invertir recursos de tiempo y dinero, y de que pueda/o no haber vuelta atrás y/o las barreras de salida resulten costosas, es muy importante hacer un plan de negocio, un presupuesto, un cronograma, en fin, todo la documentación que les permita mitigar los riesgos. Todo eso queda plasmado en papel y permite plantear cualquier escenario, desde el más optimista hasta el más pesimista, mientras no lo llevemos a cabo. Es decir, los cálculos en papel pueden ser tan subjetivos como tú quieras. Pero en la realidad puede que suceda todo lo contrario. El papel aguanta todo.

 

El origen de la frase está, según algunos, en lo que Carlos I de España y V de Alemania le contestó, incrédulo, a Francisco I de Francia cuando éste último le amenazó por carta con declararle la guerra, alegando que contaba con el apoyo del inglés Eduardo VIII. El tiempo dió la razón al Emperador cuando fue él quien terminó batallando a la vera de la pérfida Albión contra Francia y Solimán el Magnífico.

 

Otros aluden a que la famosa máxima “El papel lo aguanta todo” nació de la relación entre Diderot y la emperatriz Catalina II de Rusia. Diderot pretendía arrastrar a la corte rusa a la causa de la Ilustración. Catalina, que se encontraba en ese momento defendiendo el reino de una rebelión de los cosacos, interpeló al entusiasta Diderot: “[...] Usted trabaja sólo sobre el papel, que se presta a todo; es obediente y flexible y no pone obstáculos ni a su imaginación ni a su pluma; en cambio yo, pobre emperatriz, trabajo con la naturaleza humana [...]”.

 

Un ejemplo más reciente es el de la situación política catalana, tan necesitada de proyectos realizables, debería obligar a la causa independentista a abrir otros escenarios para el futuro del país. Uno de ellos es aceptar que aún no se dan las condiciones, ni fuera ni dentro del independentismo, para afrontar un objetivo tan complejo. Se hace necesario pasar del plan trazado en papel a los hechos. Los hechos, tras seis años de esfuerzo político, revelan que no será posible proclamar la independencia en la forma hasta ahora planteada. La tozuda realidad, siempre que sepamos afrontarla, nos concede salidas para solucionar los problemas. El papel donde está escrito el plan actual para alcanzar la independencia de Catalunya ya no lo aguanta todo.

 

En el caso de Venezuela el mejor ejemplo de que el papel lo aguanta todo lo tenemos en el Sector Eléctrico Nacional (SEN). Durante los 40 años de la democracia en el periodo 1960-1999, se planificó, construyó y operó el Sistema Interconectado Nacional (SIN) a través de dos Comités, uno de Planificacion y otro de Operación integrado por las tres empresas que lo conformaban desde 1968 que se reunían en OPSIS, la Oficina de Operación del SIN en ese entonces. El SIN era una importante infraestructura compuesta por grandes plantas de generación hidroeléctrica y termoeléctrica interconectadas mediante un sistema de muy alto voltaje y una extensísima red de distribución que, en su conjunto, permitieron durante esos años prestar un servicio que abarcaba al 93 % de la población y prestaba un buen servicio. Los planes elaborados y escritos se ejecutaban con sus eventuales variaciones.

 

En 1999 el SEN le entrego al Ministro de Electricidad, Sr Ali Rodríguez Araque, quien en ese entonces era Ministro de Energía y Minas (MEM), el Plan de Expansión 1999-2013 elaborado bajo las premisas que siempre prevalecieron en el seno del Comité de Planificación de OPSIS que, para esa fecha, también contaba con la participación de Enelven.

 

Ese Plan fue revisado por las nuevas autoridades y elaboraron, tal vez actualizado y/o modificado en algunos aspectos, el que se denominó Plan 2001 del SEN. Posteriormente el MEM elaboro en el 2005 lo que se conoce como el PDSEN-Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional. La forma en que se diseñaron el Plan 2001 y el PDESEN, hasta su versión 2022-2025, ya no han respondido exactamente a los conceptos y metodologías usados por el Comité de Planificación de OPSIS sino que vino a ser el inicio de una planificación más bien del tipo de “Wishfull Thinking”  y “Shopping List” de las empresas del Estado integradas en Corpoelec. La situacion de crisis que vive el SEN es un reflejo de que el papel lo aguanta todo por la incoherencia entre planes y la realidad física de la infraestructura eléctrica.

 

En el 2019, se elaboró el llamado "Plan País", bajo la tutela del Presidente Interino Juan Guiadó con la participación  de expertos económicos y diputados del Parlamento, que pretende desarrollar tres grandes aspectos: poner el Estado venezolano al servicio de los ciudadanos, liberar sus fuerzas creativas y productivas, y reinsertar el país en el grupo de naciones libres. En el documento, queda clara la necesidad de "dar apertura a la inversión privada en las empresas públicas" y solicitar financiación en entidades internacionales. Esta financiación debe ser "masiva" y contemplar una "reestructuración profunda de la deuda pública externa". Según Guaidó, volver al grupo de países libres significa contar con la voluntad de muchos amigos y gobiernos que puedan invertir también en Venezuela.

 

El Plan Pais tiene un apartado especial con ideas para incentivar la recuperación de la industria petrolera venezolana, que enfrenta su crisis por su alto endeudamiento, investigaciones por corrupción y desplome de la producción. En ese sentido, el programa propone aceptar capital privado en la industria, aunque aclara que se debe preservar la propiedad de la nación sobre los yacimientos de hidrocarburos.

 

En octubre 2023, María Corina Machado presentó el plan de gobierno Venezuela Tierra de Gracia, su propuesta para lograr el desarrollo del país. La candidata y líder opositora dijo “Venezuela Tierra de Gracia es la propuesta para recuperar el país y guiarlo hacia el crecimiento, el desarrollo y la riqueza, gracias al trabajo honrado y constante de nuestra gente. Junto a un equipo de expertos en distintas áreas, tenemos una ruta realista, factible y solidaria que reúne las medidas más pertinentes y eficaces para superar el fracaso socialista y convertir a esta nación en una sociedad libre, en el menor tiempo posible”. María Corina resumió Venezuela Tierra de Gracia, entre otras cosas, mencionando tres pilares fundamentales: «El libre mercado, el libre emprendimiento y desarrollo del individuo».

 

En los últimos 24 años sólo en dos oportunidades nos hemos visto en la necesidad de hacer ejercicios para diseñar planes para la restitución de la democracia y la reconstrucción del pais. Hemos tenido la oportunidad de sumergirnos en la realidad y aportar muestra experiencia para definir los ejes del futuro desarrollo en todos los sectores y, en particular, en lo económico y social. Es natural soñar sobre lo que ansiamos. Pero contrario a lo que indican las corrientes del pensamiento positivista, visualizar un futuro brillante no lo hace más probable. En su lugar, la investigación psicológica muestra que debemos emprender planes pragmáticos con los recursos requeridos para cumplir objetivos y metas en lugar de andar soñando despiertos. Esto implica comparar nuestros anhelos con la realidad, identificar obstáculos y encontrar la mejor forma de evadirlos.

 

Los psicólogos llaman a este proceso "contraste mental". Sus investigaciones muestran que la mayoría de las personas fracasan a la hora de establecer estrategias en sus vidas diarias. Las buenas intenciones se quedan en meros pensamientos positivos y nunca se alcanzan esos sueños. Un equipo de Psicología de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, ha liderado buena parte de la investigación en este campo, a la que ellos llaman "La teoría de la realización de la fantasía". Los estudios realizados en 1990 revelaron que el pensamiento positivista por sí solo puede ser sorprendentemente contraproducente. Se percataron de que mientras más personas fantaseaban sobre perder peso, menos probable se volvía su objetivo, que los estudiantes que soñaban con el éxito académico tendían a sacar peores notas. Las emociones que las fantasías despiertan pueden hacer sentir que se han cumplido los objetivos. Si algo les quedo claro es que quienes fantasean con sus metas se esforzaban menos para alcanzarlas. No olvidemos esta lección.

 

La principal lección de la pandemia de covid-19 es que nos recuerda que la vida es incierta y que si esperamos a la certidumbre siempre llegaremos demasiado tarde. Nuestra obsesión con la ciencia de la predicción puede llevarnos a oponernos a aceptar la incertidumbre para desarrollar resiliencia. No podemos creer tener o esperar conseguir el plan perfecto. Hay lo que los especialistas llaman la ceguera deliberada que nos hace ignorar lo obvio a nuestros riesgos. Las amenazas más grandes que nos enfrentamos son las que no vemos, no porque estén escondidas o sean invisibles. Unos ejemplos fueron los bancos que vendieron hipotecas a personas que no podían pagarlas, la ceguera voluntaria en el periodo previo a la guerra de Irak y de la iglesia frente al abuso infantil. También existe a escalas más pequeñas en las organizaciones e instituciones

 

Las habilidades que se requieren tienen que ver con la imaginación, con la capacidad de pensar en diferentes posibles resultados de los planes diseñados. Paralelo con la flexibilidad de los planes se necesita también que sean adaptables. Necesitamos la adaptabilidad a condiciones no previstas tanto para la infraestructura como de las destrezas de quienes los ejecutan. Si hablamos de imaginar, adaptarse y colaborar ¿Qué habilidades se requieren para las condiciones que se recibirá el pais en el 2024? La paradoja es que mientras más aislados entre si estén los planes sectoriales más destrezas se necesitaran. Nos necesitamos para no perder la esperanza (el sueño de los despiertos), para darnos inspiración e ideas (creatividad) y para mantenernos motivados (sinergia).

 

Muchos pueden esperar que la respuesta a todo está en la tecnología pero lo que hemos aprendido en los últimos 24 años es que no es así. La tecnología que nos organiza nos dice qué hacer, cuándo, cuánto tiempo nos llevará pero todo eso nos ha hecho menos imaginativos, menos creativos. Depender de la tecnología para hacer muchas cosas nos puede ayudar logísticamente pero realmente no alimenta nuestras almas, nuestra creatividad, no le da sentido a las cosas que hacemos, sólo nos da información.

 

Uno de los problemas actuales es que con el caos y la inseguridad vivida con  el régimen actual nos hemos vuelto muy adictos a la certeza. Nos gusta pensar que sabemos todo lo que pasará y entre más nos acostumbramos a eso, considero que nos volvemos menos flexibles y adaptables cuando aparece lo inesperado.

 

El siglo XXI ha sido muy particular por sus avances y nos introdujo a un proceso de cambios que nos harán enfrentar en el futuro a los retos de una “nueva economía”, es decir al reto de crear valor en una “era de intangibles”: una economía basada en el conocimiento y en el talento; una economía que opera con tecnologías de la información y las comunicaciones; y por último una economía en que la velocidad (tiempo) de la acción es clave.

 

Las herramientas básicas para enfrentar estos retos de la nueva economía son las tecnologías de la información indispensables para ir adoptando nuevas formas de hacer negocios a medida que, la competencia se incremente, las barreras caigan y los mercados se abran.  Como ya lo expresara en oportunidades anteriores la Tríada, compuesta por conocimiento, organización e información, más el uso adecuado de la tecnología y la retroalimentación oportuna de los programas de revisión de resultados de estrategias, es lo que nos permitirá mantenernos e ir adoptando nuevas formas de hacer negocios en el futuro próximo.  Recuerden que las emociones que las fantasías despiertan pueden hacer sentir que se han cumplido los objetivos y que quienes fantasean con sus metas se esfuerzan menos para alcanzarlas. No olvidemos estas lecciones.

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