Evangelio (Mc 1, 12-15) correspondiente al 1er Domingo (18/2/2024) de Cuaresma: 𝗖𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗶́𝗮𝘀 (AC)
A continuación podrán leer nuestro comentario al Evangelio (Mc 1, 12-15) correspondiente al 1er Domingo (18/2/2024) de Cuaresma:
𝗖𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗶́𝗮𝘀
La Cuaresma hace referencia al periodo de 40 días que comienza el Miércoles de Ceniza y que termina oficialmente el Jueves Santo antes de la Víspera del Señor. La duración de la Cuaresma está basada en el simbolismo del número cuarenta, al cual hace alusión la Biblia en varias oportunidades en periodos de preparación, espera y cambio. En este primer domingo de Cuaresma, el evangelista San Marcos nos dice que: ‟El Espíritu [de Dios] impulsa a Jesús al desierto y allí permanece cuarenta días, siendo tentado por Satanás”.
El número 40 aparece en más de cien ocasiones en la Biblia y en momentos claves: El diluvio duró 40 días sobre la tierra (Gen 7, 17). Moisés permaneció en el monte [Sinaí] 40 días y 40 noches (Ex
24,18). Los hijos de Israel comieron el maná por espacio de 40 años (Ex 16, 35). [Elías] “Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó 40 días y 40 noches hasta el monte de Dios, el Horeb” (1Re 19,
. “El país [Israel] quedó tranquilo 40 años” [bajo los jueces] (Jue 3,11). Los tres primeros reyes de Israel: Saúl, David y Salomón, duraron 40 años en sus reinados. “Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad…proclamando: «Dentro de 40 días Nínive será destruida»” (Jon 3, 4).
Jesús no se dirige al desierto por iniciativa propia sino impulsado por el Espíritu, que lo desplaza hasta colocarlo en ese lugar inhóspito, pero al mismo tiempo propicio para escuchar la voz de Dios, sobre todo en tiempos de crisis. Allí va a ser tentado por Satanás; pero, aunque Jesús vive entre los animales del campo, los ángeles le servían. El evangelista nos muestra el contraste entre los seres más violentos de la creación y los más buenos. Llevado al plano humano podemos encontrar similitud entre la permanente lucha del adversario contra aquellas personas o cosas que pretenden destruir o rechazar el Reino de Dios. 𝗟𝗮 𝗖𝘂𝗮𝗿𝗲𝘀𝗺𝗮 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗮𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗶𝗻𝗶𝗰𝗶𝗮𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻.
Comentarista: Agustín Coll
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