Evangelio (Jn 10, 11-18) correspondiente al 4to Domingo de Pascua (21/4/2024}: 𝗘𝗹 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗽𝗮𝘀𝘁𝗼𝗿 (AC)
A continuación podrán leer nuestro comentario al Evangelio (Jn 10, 11-18) correspondiente al 4to Domingo de Pascua (21/4/2024}:
𝗘𝗹 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗽𝗮𝘀𝘁𝗼𝗿
La imagen del buen pastor que cuida de sus ovejas se convirtió en una de las más significativas para los primeros cristianos, al punto de que las iniciales representaciones gráficas de Jesús lo muestran cargando sobre sus hombros a una oveja perdida. El pastor bueno no sólo se preocupa por sus ovejas; en especial por las más débiles y enfermas, sino que es capaz de dar su vida por salvar el rebaño. Esta capacidad de sacrificio del buen pastor es resaltada por el evangelista San Juan en diversos pasajes, al afirmar que el amor de Jesús por su gente no tiene límites.
Al mismo tiempo, 𝗹𝗮 𝗶𝗺𝗮𝗴𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗽𝗮𝘀𝘁𝗼𝗿 𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗺𝘂𝘁𝘂𝗼 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 que debe existir en las comunidades cristianas y la necesidad de una mayor aproximación entre la jerarquía y el pueblo cristiano; entre el pastor y sus ovejas. Jesús no se dedicó a dirigir, gobernar, liderar y controlar; sino a curar, consolar, perdonar y finalmente terminó crucificado por quienes no entendieron su mensaje. En contraste con la capacidad de entrega del buen pastor, se presenta la figura del asalariado que no se opone al lobo que ataca sus ovejas, sino que huye porque lo único que le importa es la paga.
Cuando abordamos este tema, es casi inevitable recordar las inspiradoras palabras del Salmo 23 (22): ‟El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, hacia aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque Tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza…Tu bondad y amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.”
Comentarista: Agustín Coll
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