Los costos estratégicos silenciosos posibles en el futuro sector eléctrico (II) Gustavo González Urdaneta

 Los costos estratégicos silenciosos posibles en el futuro sector eléctrico (II)

Gustavo González Urdaneta

Miami 18 octubre 2023

 

Falta de experiencia y el costo de la indecisión

La posible falta experiencia de quienes tengan a cargo la futura gerencia estratégica de los planes a implementar para el sector eléctrico puede erosionar el proceso de toma de decisiones que se requerirá para lograr las expectativas de salud financiera de los planes así como la rehabilitación y modernización de las infraestructuras y procesos que se erigen como la solución crítica para tener éxito ante este desafío. La indecisión, aunque a menudo pasada por alto, puede generar un costo silencioso pero significativo: el COI. El éxito empresarial, se basa en la toma de decisiones oportunas y no hay secreto en ello. Bien lo dijo el filósofo Séneca, hace casi 2000 años que “la suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad”. El COI, por este causal, se manifestará en proyectos paralizados, oportunidades perdidas y la dilatación de problemas no resueltos. Lo que ha sido el día a día del sector desde 1999.

El COI puede generar un efecto dominó de consecuencias negativas en la nueva organización   del sector porque la incertidumbre disminuye la moral de los empleados, minando tanto  la productividad como la colaboración. La posible dilación en la toma de decisiones también podría dificultar la adaptación al nuevo entorno del sector que estará sometido a una constante y dinámica evolución para resurgir como el ave Fénix, resultando en la pérdida de oportunidades para la innovación y el crecimiento. En un sector tan urgido de la participación del sector privado, el COI puede erosionar la confianza de los inversionistas y socios comerciales, afectando negativamente la reputación y la relación con todo el ecosistema de involucrados.

El nivel de incompetencia

El ahora famoso principio de Peter identificó un problema real y avanzó más en la teoría: "con el tiempo, cada puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para llevar a cabo sus deberes". Es lógico que ante la perdida de experiencia y conocimientos durante 23 años de un gobierno premio Nobel de la ineficiencia e incompetencia, los empleados eficientes en el desempeño de sus labores hayan ascendido dentro del monopolio oficial que es Corpoelec, hasta alcanzar su nivel de incompetencia.

Comprobar que el principio de Peter es real es complicado, pues los datos de las empresas no son fáciles de conseguir y si quien debiese recopilarlos ha alcanzado su nivel de incompetencia, probablemente no encargará informes que hicieran oficial su situación.

José Ortega y Gasset, en 1910, adelantándose a la formulación del principio de Peter dijo “Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes “. Es de esperar que bajo un narcoestado asociado con el crimen organizado, para decir lo menos, toda la administración pública venezolana requiera, como mínimo, el mismo remedio sugerido por Ortega y Gasset. Si los ascendieron a su nivel de incompetencia, no sólo perdieron un empleado con un posible alto rendimiento en su puesto sino que además adquirieron un mal administrador o gerente.

La modernización del sector eléctrico

Es inminente que el sector eléctrico venezolano, experimentará un proceso de transformación en la nueva democracia venezolana de la siguiente década y producto de esa transformación nos tendremos que enfrentar a nuevos retos, en un futuro no muy lejano. El primer reto del futuro del negocio eléctrico es el reto de “Crear Valor” para los inversionistas, los clientes y la sociedad en general.  El reto en sí es la búsqueda de un equilibrio entre inversionistas, empleados, clientes y sociedad.

Los avances en tecnología han sido muy particulares y nos obligan a un proceso de cambios que nos harán enfrentar en el futuro a los retos de una “nueva economía”, es decir al reto de crear valor en una era de intangibles, :una economía basada en el conocimiento y en el talento, una economía que opera con tecnologías de la información, comunicaciones e inteligencia artificial; y, por último una economía en que la velocidad (tiempo) de la acción es clave.

Las herramientas básicas para enfrentar estos retos de la nueva economía son las tecnologías de la información indispensables para ir adoptando nuevas formas de hacer negocios a medida que, la tecnología se desarrolle, la competencia se incremente, las barreras caigan y los mercados se abran.  La Tríada, compuesta por conocimiento, organización e información, más el uso adecuado de la tecnología y la retroalimentación oportuna de los resultados de programas de atención al cliente, es lo que nos permitirá mantenernos e ir adoptando nuevas formas de hacer negocios en el futuro próximo.

Un reto imprescindible de enfrentar en el corto plazo, pero con una programación creciente en el mediano plazo, es el reto de “la eficiencia y la competitividad”.  Las empresas que se constituyan al romper el actual monopolio oficial deben establecer programas de reducción de los costos de operación y mantenimiento y los costos de distribución y comercialización.  En este sentido contribuirán, principalmente, los esfuerzos y logros que se adelanten en tecnología de la información, atención al cliente y eficiencia energética. Ahora, más que nunca, se requiere que los profesionales, operadores y quienes tomen las decisiones, cuenten con la formación y orientación pertinente que les permita lograr un alto grado de asertividad en sus relaciones con el cliente y los agentes de su entorno. No sera fácil enfrentar los compromisos políticos de un gobierno nuevo, en su inicios, sin mayoría parlamentaria.

Será necesario tener habilidades gerenciales para manejar altos riesgos y será esencial, para las empresas, tener una alta capacidad comercial, porque los beneficios de la industria se determinarán, por decisiones tomadas principalmente en el terreno comercial.

El sector eléctrico venezolano deberá enfrentarse por ley, en un futuro cercano, a la competencia, a incertidumbres sin precedentes en su mercado y a la posibilidad de riesgos financieros sustanciales. La forma en que las futuras empresas y agentes manejen estos riesgos determinará en gran forma cuáles de ellas sobrevivirán y prosperarán en la nueva era de democracia venezolana.

La nueva mentalidad empresarial

El proceso de transformación organizacional del sector electrico implicará cambios a nivel de los valores, las creencias y los supuestos y debe perseguir un cambio fundamental en la conducta personal y empresarial y en los sistemas y las estructuras organizacionales. Una manera distinta de ser.

El cambio comienza desde arriba; la lluvia cae de arriba hacia abajo. Los líderes deben cultivar una mentalidad proactiva y valiente en la toma de decisiones, sirviendo como ejemplos para sus equipos. La inversión necesaria en capacitación en toma de decisiones y gestión del cambio puede empoderar a los empleados en todos los niveles para abordar la indecisión con confianza. Un hábito a cultivar y no juzgar es el aprendizaje a partir de decisiones fallidas… esto debe ser valorado y no castigado.

Como ejemplo del porqué de los  cambios que se requieren, me permito referirme al que tendrá que experimentar el área comercial en lo relativo a los servicios de valor agregado a los clientes. Las nuevas empresas de distribución deberán dedicar mayores esfuerzos al desarrollo de una oferta integral de  servicios  capaces de generar valor para el cliente y adoptar la perspectiva de servicio como una filosofía de negocio para el desarrollo de competencias específicas.

La buena atención al cliente es parte de una constelación de rasgos culturales organizacionales que caracterizan las buenas relaciones humanas: honestidad, respeto, comunicación, consideración del punto de vista del otro, justicia. La alineación de los valores personales con los valores corporativos que conforman la cultura organizacional es el objetivo que se persigue con la complementación dada por una gerencia basada en valores a la perspectiva de servicio a adoptar por las empresas para el desarrollo de competencias específicas.

La nueva gerencia estratégica del sector electrico

Pareciera lógico que de los primeros nombramientos que debe hacer el nuevo gobierno, ante la eminente necesidad de recuperar el sector eléctrico nacional, serían los entes reguladores, de planificación y de operación del sector y dotarlos de independencia operativa y administrativa del Ejecutivo y de un personal idóneo, honesto y conocedor a profundidad del sistema a regular, planificar y operarSobrarán quienes quieran aprovechar el cambio para colearse.  

A quien le toque liderizar la vuelta de Venezuela a la libertad y la democracia, debe estar claro que el Estado venezolano no tiene recursos para ejecutar un plan racional de recuperación, mucho menos uno optimista como hemos visto alguno propuesto, mucho menos pensar aplicar políticas económicas de shock como se trató en el pasado; además al futuro Presidente le tocará lidiar con la oposición del Congreso, así como es de esperar con sindicatos, medios de comunicación, intelectuales e incluso de su mismo partido. El futuro no está claro ni para los optimistas pues toca, como el ave Fénix, resurgir el pais de sus cenizas incólume y vigoroso. De ahí la importancia de la gerencia estratégica del plan a realizar.

La Ética y la estrategia empresarial

Para finalizar quiero tocar el tema de la “Ética y la Estrategia Empresarial”.  Hay quienes sostienen que dirigir una empresa es más arte que ciencia y que en esto de estrategia, el corto plazo es el “negocio” y el largo plazo es el “concepto empresarial”.  Por otra parte, con relación al otro componente del binomio ética-estrategia, el corto plazo es la “estética” y el largo plazo es la “ética”. La “Ética” necesita Visión, Misión y Valores Compartidos (confianza, transparencia, claridad, etc.).  La responsabilidad social de la Empresa es un mejor negocio y un mundo mejor.  Es imprescindible para el futuro del nuevo negocio eléctrico  un mínimo de ética y responsabilidad en las decisiones.

Para concluir creo que las cuatro grandes preocupaciones del sector sobre el futuro del negocio eléctrico venezolano versan sobre: La seguridad del suministro; la incertidumbre del sector gasífero; la evolución del proceso de regulación; y la modernización de su infraestructura. Dije lo mismo en el Foro de Presidentes de la XXXV Mesa Redonda del sector electrico de CAVEINEL el 28 de octubre de 2001 como Presidente Ejecutivo de Eleval y Presidente de Caveinel. El tiempo pasa y nada cambia.

 

 

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