España: ¡Despierta y Reacciona, es el momento! Gustavo Gonzalez Urdaneta


España: ¡Despierta y Reacciona, es el momento!
Gustavo Gonzalez Urdaneta
Miami, 19 abril 2019

Me comentaba hace poco mi querido amigo ignaciano y compañero de blog, Roberto Martin, que, en su recién estadía en España, notó que había muchos españoles engolosinados con esa boñiga izquierdosa y comunistoide del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Podemos y, dado que las elecciones son el próximo domingo 28, nos animáramos a enviarles un llamado de alerta a los españoles basados en nuestras experiencias latinoamericanas.

El lema de la segunda visita de san Juan Pablo II a Venezuela en 1996 fue: “¡Despierta y reacciona, es el momento!”. Me permito parafrasear ese lema para los españoles, destacándoles que el próximo 28 es el momento pertinente, oportuno y afortunado en su vida nacional para evitar los “años aciagos”, es decir, infaustos, desgraciados, infelices, tristes, dolorosos e insoportables que ha sufrido el pueblo venezolano en las dos últimas décadas.

¿Qué han hecho de Venezuela los socialistas-comunistoides quienes detentan el poder con pretensiones totalitarias y de eternidad en los últimos veinte años? Un país hambreado, enfermo, oprimido, aislado, improductivo, en vías de paralización, víctima de la inseguridad y el vandalismo, forzado a emigrar. Regido por una nomenklatura prepotente, cuya única preocupación perceptible es la conservación del poder por cualquier medio y con una ideología (socialista-comunista) teñida de narco-corrupción y culto sincrético, cuyos líderes pretenden también definir el credo y la praxis cristianos. A eso nos ha llevado el mentado Socialismo del siglo XXI de Heinz Dieterich que Hugo Chávez adoptó como cuño de su liderazgo. Hoy en día Dieterich, critico a ultranza de Nicolás Maduro, ha dicho que “Venezuela está a un paso del abismo”.

Ilustremos un poco la profecía muy realista de Heinz Dieterich. En un artículo de Prodavinci de Miguel Ángel Santos y Douglas Barrios del 12 abril de 2018, decían que “en los tres años que transcurrieron entre 2013 y 2016, el tamaño de la economía venezolana se ha contraído a un ritmo muy acelerado. Si a los datos oficiales del Banco Central hasta 2015, le agregamos la caída de 18,6% en 2016 que se ha filtrado a la prensa, Venezuela habría perdido 29,2% de su actividad económica por habitante en apenas tres años”.

Sólo existe un episodio en la historia de América Latina en el cual un país haya perdido mayor actividad económica en un trienio: Cuba (1991-1993). En esos años, el colapso de la Unión Soviética y sus ayudas a la isla, junto con la intensificación de las sanciones impuestas por Estados Unidos a partir de 1992, precipitaron una crisis que se llevó consigo 32,8% del producto interno bruto por habitante. El nombre con el que el régimen cubano bautizaría este período, “período especial en tiempos de paz”, le hacía justicia al hecho de que ningún otro país hasta entonces, que no hubiese atravesado por una guerra, había experimentado una caída mayor. El precedente inmediato, Nicaragua (1978-1980), había perdido 29,0% de su actividad económica en medio de la revolución sandinista. Aquí tenemos tres ejemplos que deben evaluar los españoles para tomar sus decisiones en la próxima elección presidencial.

Según el mencionado artículo, en los últimos veinte años, sólo se han registrado cuatro trienios de mayor devastación económica a nivel mundial: Libia (-60,5%; entre 2009-2011), Sudán del Sur (-45,9%; entre 2010-2012), Iraq (-36,2%; entre 2001-2003) y la República Centroafricana (-35,5%; entre 2012-2014). En todos estos episodios el colapso coincide con conflictos armados de diferente naturaleza, lo que hace del caso venezolano un episodio de ruina verdaderamente excepcional.

En las últimas dos décadas, los venezolanos hemos aprendido a costa propia y tenemos la más absoluta convicción de que en lo único en lo que el sistema socialista-comunista Chávez-Maduro ha logrado superar al régimen democrático de los 40 años anteriores (1958-1998), es en el haber desarrollado un formidable aparato propagandístico por medio del cual había logrado manipular la opinión pública a escala mundial, induciéndole a aceptar y hasta celebrar sus supuestos logros, ocultando totalmente sus errores, fracasos y contradicciones, al mismo tiempo que intentaba promover todas las sociedades socialistas y comunistas que existían y fueron apareciendo sobre la faz del planeta. Hoy en día, la percepción internacional es totalmente inversa y favorable a la oposición representada por el Ing. Juan Guaidó, pero, si bien miramos con optimismo un cambio favorable, falta camino por andar. Nadie aprende en cabeza ajena, pero deseamos que no les pase a los españoles lo que los cubanos nos recuerdan constantemente al no haber oído su experiencia de 60 largos años. Ojalá la recuperación de la democracia en Venezuela tenga sus ecos en Cuba y Nicaragua.

Como si esto fuera poca cosa, no debemos olvidar otros fracasos mundiales de regímenes socialistas y comunistas que la propaganda de los “camaradas” han querido atribuirlos a una supuesta distorsionada propaganda capitalista.

En 1991 la Unión Soviética, que era la superpotencia del bloque socialista, se derrumbó económica y territorialmente debido a las reformas (Perestroika) llevadas a cabo por Mijaíl Gorbachov a la vista del colapso económico de la Unión Soviética que consistían en pasar rápidamente de una economía planificada socialista para convertirse en una economía de mercado libre similar a China, a las cuales se oponía la parte más conservadora del Partido Comunista. Este rápido intento de transición provocó la dislocación de todo el entramado industrial y agrícola de la URSS, el país virtualmente se paralizó, la inflación se disparó y aumentó la pobreza y las consiguientes protestas sociales se canalizaron a través del nacionalismo.

De especial atención para España, dado los recientes eventos separatistas, es que la disolución de la Unión Soviética fue una de las pérdidas territoriales más repentinas y dramáticas que haya acaecido a algún Estado en la historia. Entre 1990 y 1992, el Kremlin perdió el control directo sobre un tercio del territorio soviético (la mayor parte había sido adquirida entre 1547 y 1945) que albergaba alrededor de la mitad de la población soviética al momento de la desintegración. La caída de la Unión Soviética ha sido la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX. La epidemia de destrucción se expandió incluso en Rusia. El ahorro de los ciudadanos fue aniquilado y los viejos ideales destruidos. La desintegración de la Unión Soviética está claramente relacionada con el contexto surgido tras el fin de la Guerra Fría y la disolución de otros países del bloque oriental como la disolución de Yugoslavia y la disolución de Checoslovaquia.

La soledad de Cuba es épica. Así y todo, pocos escriben la verdad. Ni antes ni ahora reconocen que los cubanos llevan 60 años batallando contra un monstruo que ha conseguido extender sus tentáculos a través de América Latina y del mundo; también hacia Estados Unidos: sus universidades, sus instituciones y al mismísimo Gobierno. El castrismo se apoderó de Nicaragua, de El Salvador, de Argentina, de Bolivia, del Perú, de Ecuador, de una parte, de México, y, por fin, de Venezuela entera, la niña de sus ojos.

Fidel Castro quiso enseñorearse de Venezuela desde los años 60 cuando su guerrilla fracasó. Venezuela no caía. Venezuela con sus gobiernos democráticos firmes se resistía. No perdieron tiempo.

Años más tarde, Hugo Chávez y Nicolás Maduro formado en la isla, fueron entrenados para que un día tomaran el poder y convirtieran al país en el horror que es Cuba. Con el tiempo, paciencia y sus entretejidos tentáculos, lo lograron. Desde el primer día en que Chávez tomó las riendas se vio el carácter de marioneta en sus intenciones. Los venezolanos no oyeron a los cubanos que les advirtieron lo que se proyectaba, lo mismo que en Cuba: hambre, desolación, odio, división de las familias, exilio, represión, persecuciones. Comunismo, en una palabra. No cometa el mismo error España: ¡Despierta y Reacciona, es el momento! 



Comments

  1. Muy interesante articulo.
    Es trasladable la experiencia latinoamericana, Cuba, Nicaragua, Venezuela, a Espa~a ?
    Es una pregunta razonable. Ciertamente en los inicios del chavismo muchos deciamos que Venezuela no era Cuba, que mal podiamos compararnos. El tiempo demostro que si podiamos ser Cuba y tal vez algo peor.
    Sin embargo, me queda la duda de que Espa~a siga un camino similar.
    Tambien es cierto que en Europa se han dado procesos inimaginables, como el facismo italiano y el nacional socialismo aleman. Tal vez el Hombre sea capaz de cualquier cosa.
    Me gustaria una aclaratoria del comentario de la penetracion de los tentaculos del castro-comunismo en las universidades, instituciones y hasta el gobierno de USA. Me parece muy osado y en lo personal, no lo veo, salvo que solo escuchemos las narrativas de la derecha radical y fundamentalista, como aquella que considera que un sistema universal de Salud administrado por el Gobierno es un salto al comunismo.
    En la mayoria de los analisis de este tipo, donde se muestran las perversiones, falencias y fracasos de los experimentos llamados socialistas, que han entronizado verdadera dinastias
    en los paises que las sufren, queda fuera un analisis de las causas que los producen. Que mueve a esos pueblos a aceptar y desear, al menos en los inicios, estas aventuras ? Que movio al pueblo mexicano avotar por AMLO ? O en Venezuela por Chavez ?
    Para mi existe un mar de fondo que produce esas tempestades, aunque en el caso de Mexico seria muy aventurado pronosticar un ecsenario como el venezolano.
    Creo que ademas de criticar, en el sentido lato del termino, deberiase profundizar en las causas profundas que llevan a los pueblos por semejantes derroteros.
    Es un hecho que en los paises industrialiados se esta produciendo una concentracion acelerada de la riqueza, cuyas consecuencias a futuro pueden ser complicadas. Que esperar de paises donde tradicionalmente la pobreza es casi aplastante ?
    Para concluir, agradezco a Gustavo Gonzales su disciplinado afan de de traer a este foro temas de gran interes e importancia.

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  2. Bertrand Russell decía que el comunismo es una religión. Eso significa que no se puede combatir con argumentos racionales. Este artículo de Gustavo González está muy bueno, pero veo difícil que pueda disuadir a los españoles que piensan votar por el PSOE o por Podemos.

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    1. Los populistas como los que nombras y todos los que mienten y se aprovechan del poder pretenden gozar de la verdad y una santidad en beneficio del desasistido. Allí tienen a López Obrador y lo que dijo de la muerte de Alan García: "Horas después de la muerte de García, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tuiteó que lamentaba el suicidio de García “y todo alrededor del caso Odebrecht. La corrupción es la nueva peste del mundo. El neoliberalismo unió los negocios privados a los públicos. Urge separar el poder económico del político”. Asi lo dijo Andrés Openheimer.

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