ELECCIONES (ALVARO ROTONDARO GOMEZ)

Siendo la libertad un concepto muy amplio, en el cual están comprendidos todos los calificativos añadidos al mismo, nos es muy difícil comprender, como es posible que algunos de nuestros dirigentes políticos se presten a convocar elecciones, habiendo establecido al establecer y estar plenamente convencidos, que el actual régimen que ilegítimamente se apoderó del estado venezolano es un crimen organizado, el cual tiene secuestrada y esclavizada a toda la población, ya que al dictar cualesquiera decretos ilegales, el ciudadano, empresa o institución
privada que no la cumpla, ¨ipso iure¨ para ellos, es declarado un delincuente contra-revolucionario de altísima peligrosidad, traidor de la patria, el cual debe ir inmediatamente preso, para ser torturado y a veces asesinados en las ergástulas del régimen.

En efecto, siendo esta una ineluctable realidad, como es posible que esos dirigentes políticos nos estén convocando para unas elecciones transparentes, libres y justas con un CNE ¨nuevo¨ elegido por la Asamblea Nacional Legitima (ANL), habiéndose olvidado esos dirigentes, que ellos mismos aceptaron que se reincorporaran ilegítimamente, los protervos diputados del psuv, que se habían retirado de la ANL, y en el supuesto negado que ese nuevo CNE estuviere representado por honorables ciudadanos, nos hacemos las siguientes preguntas:

¿Como vamos a ir a unas elecciones transparentes, libres y justas en presencia de Buna narco-tiranía, cuando unas elecciones son un proceso para elegir a un presidente de un país o a unos miembros del poder legislativo en una democracia representativa.? Lo cual, sin lugar a duda, es totalmente contradictorio.

En el supuesto ¿negado, tú las quieres? que se den las elecciones, es indudable (¿por qué estás seguro de que no harán trampa) que la oposición la ganará, pero preguntamos:

¿Cómo haremos para re-institucionalizar el poder judicial, las fuerzas armadas, la policia, erradicar los colectivos, las milicias, las farc, el eln, el hezbola, desalojar a los 60.000 cubanos que están en el país, sin la necesaria ayuda militar extranjera, a la cual nuestros dirigentes políticos, se han negado y no quieren solicitar.?

En relación a este punto de la ayuda militar extranjera, les recordamos a los dirigentes políticos, que ante un crimen organizado, que nunca abandonaran el poder por ninguna vía democrática ni pacífica, debemos solicitar la ayuda militar humanitaria y militar de conformidad con los principios más elementales de la legítima defensa y del estado de necesidad.

Este principio es de carácter universal en todas las legislaciones del mundo, ya que no solo fue estudiado por filósofos y juristas connotados, tales como, Descartes , Hart , Bobbio , Kelsen y Monroy Cabra , sino que nuestro Santo Papa Juan Pablo II , en su encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), de 25 de marzo de 1995, la define claramente como El derecho a la vida y la obligación de preservarla. 

1
« Pediré cuentas de la vida del hombre al hombre » (cf. Gn 9, 5): la vida humana es sagrada e inviolable ¿53? «La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta ;la acción
creadora de Dios; y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. 

Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente». 41?? Con estas palabras la Instrucción Donum vitae expone el contenido central de la revelación de Dios sobre el carácter sagrado e inviolable de la vida humana.

En efecto, la Sagrada Escritura impone al hombre el precepto «no matarás» como mandamiento divino (Ex 20, 13; Dt 5, 17). Este precepto —como ya he indicado— se encuentra en el Decálogo, en el núcleo de la Alianza que el Señor establece con el pueblo elegido; pero estaba ya incluido en la alianza originaria de Dios con la
humanidad después del castigo purificador del diluvio, provocado por la NO propagación del pecado y de la violencia (cf. Gn 9, 5-6). 

¿55? No debe sorprendernos: matar un ser humano, en el que está presente la imagen de Dios, es un pecado particularmente grave. ¡Sólo Dios es dueño de la vida! 

Desde siempre, sin embargo, ante las múltiples y a menudo dramáticas situaciones que la vida individual y social presenta, la reflexión de los creyentes ha tratado de conocer de forma más completa y profunda lo que prohíbe y prescribe el
mandamiento de Dios. 43??

En efecto, hay situaciones en las que aparecen como una verdadera paradoja los valores propuestos por la Ley de Dios. 

Es el caso, por ejemplo, de la legítima defensa, en que el derecho a proteger la propia vida y el deber de no dañar la del otro resultan, en concreto, difícilmente conciliables. 

Sin duda alguna, el valor intrínseco de la vida y el deber de amarse a sí mismo no menos que a los demás son la base de un verdadero derecho a la propia defensa.

 El mismo precepto exigente del amor al prójimo, formulado en el Antiguo Testamento y confirmado
por Jesús, supone el amor por uno mismo como uno de los términos de la comparación: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mc 12, 31). 

Por tanto, nadie podría renunciar al derecho a defenderse por amar poco la vida o a sí mismo,
sino sólo movido por un amor heroico, que profundiza y transforma el amor por uno mismo, según el espíritu de de las bienaventuranzas evangélicas (cf. Mt 5, 38-48) en la radicalidad oblativa cuyo ejemplo sublime es el mismo Señor Jesús.

Señores dirigentes políticos. ¿No les parece que después de los cientos de miles de asesinados por el ¨hampa común¨ dirigida por los sicarios del régimen, como se lo aconsejó fidel castro a hugo chavez, más los asesinados y torturados directamente por el régimen, así como también, los miles de muertos por falta de medicinas y de
comida, por la cantidad de delitos que aquí tendríamos que disponer de mucho tiempo para enumerarlos, en lugar de elecciones, debería de solicitar esta ayuda internacional?


Por último, si en las negociaciones con el capo maduro y sus adláteres, se les está consiguiendo un país, para que ellos permitan esas elecciones, en el supuesto que ellos lo acepten, ¿no les parece, además de injusto, una grosería con todos los
venezolanos, que después de 20 años de soportar estas desgracias, no se les pueda aplicar la JUSTICIA debida?

Comments

  1. Mi querido Alvaro, comparto totalmente tu preocupación sobre noticias recientes en las redes sociales con algunas opiniones sugiriendo la posibilidad de convocar a unas “elecciones libres y justas”, primero, bajo las circunstancias actuales y, segundo, sugiriendo la posibilidad de permitir la participación del partido oficial del actual régimen y de sus miembros en las próximas elecciones generales que se convocarían una vez destituido el Usurpador y transcurrido el gobierno de transición. Hasta me parece haber leído que algunos proponían que Maduro podría ser el candidato del PSUV. O sea, que al que calificamos, con toda razón, como Usurpador, lo sacamos y se le permitiría ser candidato para sustituirlo al él mismo. Hasta de habla de elegir un nuevo CNE con la participación del régimen. ¡Por favor! ¿En qué país vivimos?

    En un artículo de mayo titulado “Venezuela: ¿Justicia, Venganza y Reconciliación?” compartía la siguiente duda ¿Es imaginable a un Konrad Adenauer o un Willy Brandt invitando a Goebbels y a Hitler a participar en la primera elección que se celebrase en Alemania después de abril de 1945? De acuerdo con esas sugerencias, es de esperar que tampoco habrá un Nuremberg venezolano, juicio que me imagino esperaría con agrado la mayoría de los venezolanos.

    Ya en mayo indicaba que es imperativo para el gobierno de transición, enfrentar las encrucijadas que plantean los dilemas propios entre justicia, venganza y reconciliación por los crímenes cometidos por el Estado y las organizaciones políticas durante el régimen chavista-madurista, así como un posible privilegio en el corazón de las lógicas de perdón y reconciliación dentro esa zona gris de colapso entre víctimas y victimarios cuyas figuras principales son los colaboradores y los vengadores.

    Partiendo de la premisa de que la Justicia transicional implica siempre un compromiso entre el castigo, la verdad y la reconciliación, deben establecer un modelo de justicia transicional, edificado sobre el primado de la verdad y del perdón en lo que atañe a los habitantes de las zonas grises, pero así mismo, sobre la justicia (el castigo) a aplicar a los planificadores y gerentes de la barbarie y crisis que vive el pueblo venezolano. Confiamos que, como en el Crimen y Castigo de Dostoievski, la justicia actúe en Venezuela y no se quede con las manos cruzadas.
    ¡Cero a la impunidad y a la amnistía y completa inhabilitación política a los personeros del régimen desde 1999!

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