Evangelio (Mc 1, 21-28) del pr贸ximo domingo (28/2/2024) correspondiente al 4to Domingo del Tiempo Ordinario:饾棝饾棶饾棷饾椆饾棶饾棷饾棶 饾棸饾椉饾椈 饾棶饾槀饾榿饾椉饾椏饾椂饾棻饾棶饾棻
A Continuaci贸n podr谩n leer nuestro comentario al Evangelio (Mc 1, 21-28) del pr贸ximo domingo (28/2/2024) correspondiente al 4to Domingo del Tiempo Ordinario:
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El episodio que nos narra San Marcos en este Evangelio rese帽a la primera actuaci贸n p煤blica de Jes煤s, que tuvo lugar en la sinagoga de Cafarna煤m, y consisti贸 en la curaci贸n de un hombre pose铆do por un esp铆ritu maligno. Era un s谩bado y el pueblo estaba reunido all铆 para escuchar los comentarios de los escribas sobre la Ley y las tradiciones religiosas de Israel. Precisamente en ese recinto es donde Jes煤s va a anunciar por primera vez la Buena Noticia de Dios.
La gente, acostumbrada a o铆r discursos muchas veces repetitivos y tediosos, se sorprende al escuchar a alguien que se atreve a decir algo diferente porque “lo hac铆a con plena autoridad y no como los maestros de la ley”. De pronto en la sinagoga, un hombre pose铆do por un esp铆ritu impuro se siente amenazado por el mensaje de Jes煤s, que era radicalmente diferente al tradicional proveniente de las autoridades religiosas jud铆as. Entendiendo la situaci贸n del hombre, Jes煤s reprende a aquel esp铆ritu diciendo: ‟C谩llate y deja a este hombre” y 茅ste ‟agit贸 violentamente al hombre y dando un fuerte alarido sali贸 de 茅l”, liber谩ndolo de la opresi贸n que sent铆a. Muy pronto, la noticia de lo ocurrido se difundi贸 por toda la regi贸n de Galilea.
En estos tiempos, podemos percibir crisis de autoridad, tanto en el 谩mbito civil como en el religioso. Pareciera que todo se cuestiona, no solo las personas sino tambi茅n las instituciones; muchas veces sin fundamento suficiente o buscando el propio inter茅s. La seducci贸n que ejerce el poder y la obsesi贸n por el cuido de la propia imagen pueden conducirnos por caminos tortuosos e inhumanos. Cada vez hay m谩s miedo a aparecer como cat贸licos. La invitaci贸n por volver a Jes煤s y ense帽ar como 脡l lo hac铆a (hoy dir铆amos: evangelizar) es una tarea permanente y necesaria ‟para que la virtud del Evangelio brille en la vida cotidiana, familiar y social” (LG, 35).
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Comentarista: Agust铆n Coll
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